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Personajes

Yo soy de...

la ciudad de Mendoza

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Nacida en la ciudad cuyana de Mendoza, Patricia Palmer dejó su ciudad natal y se vino a Buenos Aires a ejercer su vocación de actriz. En 1995 protagonizó la telenovela éxito, Dulce Ana y hoy triunfa con la obra Radojka. Psicóloga, actriz, guionista, productora y directora que siempre va por más.

¿En qué localidad naciste y qué recuerdos tenés?

Soy de la ciudad de Mendoza. De mi infancia tengo los mejores recuerdos. Nací en la mejor familia. Los volvería a elegir en todas las reencarnaciones. Mendoza es una de las ciudades más bonitas de la Argentina. Mis recuerdos tienen que ver con el jugar en la calle, los amigos, andar en bicicleta, ir a la montaña, el contacto con la naturaleza. Recuerdo mi barrio de casas bajas con jardines y veredas brillosas, lustradas con lampazo embebido en queroseno, calles limpias y muchas flores en los jardines.

¿A qué escuela concurriste y cómo era físicamente?

Fui al Magisterio de la Universidad Nacional de Cuyo (UNC). Era un colegio grande, aún sigue igual, bastante moderno. Soy cero nostalgia y no miro para atrás nunca, por lo tanto no tengo muchos recuerdos. Además, sigo en contacto con la mayoría de mis compañeros, por lo que tengo más presente lo que hacemos ahora.

¿En esa época ya soñabas con ser actriz?

Siempre soñé con ser actriz cuando era muy pequeña ya actuaba en el teatro de mi club de bario. El del Centro Catalán, ahí es donde yo actuaba desde muy chiquita, a los cuatro o cinco años hasta los 16. Hacíamos shows y también zarzuelas. Viajaba en colectivo para todos lados. Ya sea para ir al colegio, al secundario, para visitar a familiares o para ir a estudiar actuación. Recuerdo a los transportes públicos igual que los de ahora.

¿Soñabas con la carrera que conseguiste?

Sí, soñaba con ir a Buenos Aires y hacer una carrera profesional. Cuando terminé el secundario hice el profesorado de actuación y también estudié psicología y luego me vine a Buenos Aires a la edad de 23 años. Desde siempre sentí pasión por la actuación. Estudié en la Academia Santa Cecilia de Mendoza y luego acá en Buenos Aires con todos los grandes maestros: Lito Cruz, Agustín Alezzo, Carlos Gandolfo, Augusto Fernández, de Argentina. Eric Morris, de Estados Unidos, fue un maestro que me cambió mucho la forma de actuar.

¿Cómo viviste el tiempo de pandemia?

El tiempo de pandemia lo pasé bastante bien, no siento que haya pasado tan encerrada porque la verdad es que hice muchas cosas hice una obra en streaming que interviene en un festival de Miami. Cuando empezamos a hacer la obra Radojka ensayábamos en Pilar al aire libre por la pandemia y porque pensábamos que era imposible reactivar el teatro, pero pasó y fue un éxito enorme. Estrenamos el 5 de febrero de 2020 y estamos todavía en cartel con Cecilia Dopazo y dirigidas por Diego Rinaldi. Realmente es muy lindo trabajar con ellos.

¿Alguna obra que protagonizaste te recuerda a esa época? No, porque ¡soy cero nostalgia! Hoy estoy muy feliz y agradecida por tanto éxito con la obra que estoy haciendo. Cecilia Dopazo y Victoria Carreras son dos enormes mujeres a las que quiero y admiro y trabajar con ellas es puro placer. Seguimos hasta que el público diga.

¿Cuáles son tus proyectos a futuro?

Proyectos tengo muchos, pero seguimos con Radojka hasta agosto o septiembre que se estrena una obra que dirijo llamada “TCC: teta, concha, culo”. Es un premio que tuvimos las dramaturgas de la colectiva de Autoras en plena pandemia para escribir ese espectáculo que tiene que ver con la perspectiva de género y cómo ve el varón a la mujer. También estreno como actriz otra obra en noviembre. Muchos proyectos con el teatro. Voy a estrenar “Mujeres que cocinan con huevo”, una obra mía en el teatro comercial en septiembre u octubre.

¿Te gustaría hacer algún género del cine o sumarte a Netflix?

En cine cualquier género, lo importante es que el guión sea bueno. Por supuesto me gustaría trabajar para Netflix o para cualquier plataforma. Con actores extranjeros nunca pensé en trabajar pero me daría igual cualquiera, que sea bueno, no tengo fanatismo por ningún actor ni soy cholula.

En medio del trabajo, ¿solés viajar a Mendoza, a tu barrio?

Voy muy seguido a Mendoza y está casi igual. No cambiaría nada. En mi ciudad no había trenes, sólo colectivos. Los trenes eran de larga distancia. Viajo seguido a ver a mi familia, tengo hermanas y sobrinos, muchos primos también. Todo es bello en Mendoza. La ciudad y la montaña, son los lugares para visitar, si dudas. Así que a aquel que no conoce mi ciudad, lo llevaría a recorrer esos paisajes soñados. No recuerdo una anécdota en particular porque todo es hermoso allá. Sí veo que aumentó la pobreza, como en todo el país. Cambiaría a los gobernantes que en 40 años no hicieron nada.

Hoy, a la distancia, ¿cuál es tu mejor lugar en el mundo?

Mi lugar en el mundo, sin dudas, es mi casa.

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