elCaribe

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GENTE elCaribe, MIÉRCOLES 6 DE FEBRERO DE 2013

a su padre, quien había muerto unas horas antes. “Ser artista es muy bonito, pero la gente no sabe”...dice con voz entrecortada. Las lágrimas no la dejan concluir la frase. 1. Tiempo de infancia

Esos dos momentos son difíciles para mí. No pude estar ni en el entierro de mi papá, ni en el de mi abuelo. Cuando Fello Suberví era Síndico, yo hice un espectáculo para una comisión que vino de Miami, después yo les dije: “Cuánto han gozado con los chistes y las canciones, y ustedes no saben que a mi papá lo están velando en la sala de mi casa”. La gente se puso de pie y aplaudió. Eso es imborrable.

Me crié en Tamboril con papá Titín y mamá Negra. Tengo muchos recuerdos bonitos de esa época. Mi mamá vivía en un campo de Moca llamado El Aguacate, Boca Férrea. Siempre la esperaba para las navidades, aunque viví 5. La madre con ella hasta la edad de siete años. Mi Es inolvidable ser madre, no immamá siempre iba en Navidad a llevarporta cuántas veces. Cuando pame una muñequita de trapo, sombrilli- rí mi primera hija Sahíra fue inolvidatas y panticitos. Esos son recuerdos bo- ble, casi inmediatamente tuve a mi senitos de mi infancia y también recuerdo gunda hija Indhira, tanto así que las vesque mi abuelo nos ponía una caja tía iguales y con un solo bizcocho grandota, como del tamaño de les celebraba el cumpleaños a una nevera, llenita de juguelas dos. Cuando tuve la priSiempre bella tes. Después que supe quién mera hija le pedí a Dios que Yo me veo dentro de 20 era el Niño Jesús, me dejala segunda fuera niña tamaños igualita, coqueta, ban cortes de tela y eso a mí bién para vestirlas iguales no me gustaba. Como a los bien bonita. He sido muy y así fue. Hasta que cuanfeliz en la vida. 15 ó 17 años, yo tenía una do cumplieron 10 y 9 años, muñequita que se llamaba Sahira, que siempre era la Finí, y una vez se terminó la sal más fuerte, me dijo: “mira maen la casa y mi abuela me dijo: “ve mi este es mi cumpleaños, el de donde Salvador a comprar sal”, yo plan- Indhira es después, ok”. Después, hice ché rápido la sabanita de Finí y me la ti- una pausa y nació Luisito, que es el más ré en el hombro, para llevarme mi muñe- joven. Esos fueron tres momentos inolquita, y en el camino, Ana y Seba, dos ve- vidables en mi vida. cinos, me esperaron al lado de un poste de luz y me dijeron: “Ana Victoria, ven 6. Viaje a Chile acá ¿y esa muñeca tan linda? Yo les resAlgo que nunca olvidaré fue mi pondí que me la había traído el Niño Jeviaje a Chile, al programa de Don sús, y me dijeron: “¡oye a esta!, eso es men- Francisco. Cuando me presenté, recuertira, fueron Titín y Negra”. Yo duré una do que fue en el año 82, yo fui bien mosemana dando gritos debajo de la cama. renita y en Chile, todo el mundo me deNo quería salir a la calle. cía: ¿la puedo tocar? Creían que ese color era maquillaje y fue la primera vez, 2. Mi primer vestido en 22 años que en ese entonces tenía su A los 14 años me hice mi primer programa, que Don Francisco le daba vestido. Desde chiquita me en- un beso a una artista. Me gustaría ir ahocantaba hacer diseños, siempre inven- ra y decirle: “pero qué besucón es usted taba. Toda la ropa con la cual me inicié ahora”. Eso fue un escándalo, yo ocupé en el arte en la década de los 80, la crea- todas las portadas de los diarios de Chiba yo y las combinaba con los velos en le, que publicaron “La negrita que puso el pelo, las flores y los sombreros. Me a titiritar a Don Francis”. Eso fue un esponía de todo porque a mí lo que real- cándalo. mente me gustaba era el modelaje. Cuando me casé, a los 17 años, me hice el ves- 7. Querida por el pueblo tido y el velo. Era tan flaquita...no tenía Gracias a Dios, la gente siempre ni cien libras. me trata con mucho cariño. Cuan-

Familia Extraño que todos los santos días, mis abuelos y sus nietos nos sentábamos a comer juntos, también extraño nuestras reuniones familiares”.

Amor Mi esposo y yo nos llevamos muy bien. Es bueno tener un compañero que siempre esté ahí en las buenas y en las malas”.

do visito alguna oficina pública, la gente deja de trabajar para hacerse fotos conmigo. Un día, un camión lleno de pollitos se detuvo en el medio de la calle y el muchacho me regaló uno, otro me regaló un huevo y otro un chivo. 8. Experiencia difícil

Cuando me enfermé la gente se preocupó, oraba por mí, y ahora me ven y me dicen: “mira, después que estuviste malita, ahora estas más bonita, más joven”. Pero eso es porque me estoy cuidando más. Nosotros habíamos regresado de Barahona, nos íbamos a quedar allá. Estábamos en el hotel y mi esposo me dice: “vámonos para la casa” y le digo: “bueno, usted es el jefe”. Cuando cogimos para acá, gracias a Dios, fue como un milagro, llegamos a las dos en punto de la madrugada, yo oré, nos acostamos y como a las tres o a las cuatro yo sentí unos dolores rarísimos, que la gente tiene que tener cuidado con esto, a veces tú crees que una comida te cae mal y es un proceso de infarto que tú estás haciendo. A veces uno se muere porque no quiere molestar. Ya como a las 5 de la mañana, cuando yo no aguantaba más el dolor, le dije a mi esposo, que me llevara al médico que me estaba muriendo, no supe más de mí. No le temo a la muerte, he estado muerta y he vuelto. 9. Un escándalo

La artista ha recibido varios premios Casandra.

Proyectos Algo que me llena de satisfacción es la acogida que tuvimos con el espacio Lo prohibido, que espero poder reponerlo este año”.

En 1986, por poco me fusilan. Decían: “Vickiana que baja, cantando bachata”. Eso fue porque grabé “ La Sufrida”. Busqué a Jorge Taveras, para que el cantazo fuera menor, como él era un músico de prestigio, pero qué va, a los dos nos acabaron y mira donde está la Bachata hoy en día. Y como me acusaron de vulgar y baja, volví donde Jorge Taveras y le dije: “ahora, de maldad, vamos a grabar “La Ley”. 10. Anécdota de un espectáculo

Cuando hice “Vickiana en Grande”, mi hijo Luisito, tenía como tres o cuatro años, participó imitando a Michael Jackson, y delante de toda la prensa y de todo el público me dijo: “mami, me robé el show”. Eso es inolvidable para mí. l

3. El arte en las venas

El Ayuntamiento de Tamboril me hizo un reconocimiento y cuando estaban hablando de mi carrera artística pusieron un audio de mi papá cantando. Él cantaba lindísimo y mi mamá también. Ella era una mujer muy linda, era de Moca. Ella cantaba bellísimo una canción que estoy buscando a ver si la grabo. Cuando me casé la busque, siempre estuvo conmigo. 4. El arte es un trabajo serio

Recuerdo que a Olga Lara y a mí nos dieron el premio El Dorado y una parte de la crónica se puso muy guapa y formó tienda aparte, es ahí donde surgen los premios Casandra. Yo me gané el premio por la hazaña del Centro Olímpico. Ese día mi abuelito murió y lo dejé velando en la sala de la casa donde yo me crié. También cuando murió mi papá, José Vicente García, no pude estar presente, tenía compromisos. Es lindo ser artista, pero la gente no sabe...

SUS ABUELOS

Papá Titín no era fácil “No se podía tener novio, por eso me casé jovencita. Él cerraba la casa tempranito y uno no se podía ni sentar al frente. Yo le decía: ya usted cerró el palacio amarillo. No se podía salir, yo me crié trancada, cuando salía era con mi abuelita, iba con ella a hacer las compras y los muchachos le decían: doña, pero su nieta es muy linda, con esas uñas y esas manos tan lindas, como que no hace oficios, y ella decía: vayan a mi casa para que ustedes vean como esa se faja. Sigo siendo muy hogareña. Una vez, un enamoradito mío me envió un papelito, cuando eso yo tenía el cabello largo, y en el papelito,

Vickiana.

el muchachito me pedía que no me cortara los cabellos. Papá Titín, no sabía leer, pero oyó algo, él estaba dizque durmiendo la siesta, pero se levantó y me dijo: Ana Victoria, léame ahora mismo lo que dice ese papelito. Tuve que decirle lo que era, porque si no lo hacía le preguntaba a otra gente. Entonces lo que él hizo fue mandar a buscar el peluquero que afeitaba y pelaba a los hombres y me pelaron como un varoncito. La suerte fue que el cabello me creció de una vez. Mi abuela, que viajaba mucho, un día me trajo un muñeco Mi Nene, yo estaba feliz, entonces mi mamá vino a visitarme y cuando se fue, me puse a llorar muchísimo y mi abuela se puso celosa y le vendió el muñeco a mi amiga Angelita Polanco. Eso no se me olvida nunca.


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