10 CUÉLLAR
EL ADELANTADO DE SEGOVIA JUEVES 22 DE AGOSTO DE 2013
Nuestras fiestas
CUÉLLAR • Fiestas en honor a Nuestra Señora del Rosarios
Una anécdota de Modesto Fraile Modesto Fraile. “Fue ante todo un hombre enamorado 1969. Con las reses que no entraron aquel martes de de su pueblo y su provincia, hecho que demostró en numerosas ocasiones”. JUAN CARLOS LLORENTE/ CUÉLLAR
E
s de común opinión que nuestro político más encumbrado fue, ante todo, un hombre enamorado de su pueblo y su provincia, hecho que demostró en numerosas ocasiones. Aún recuerdo cómo, siendo Alcalde de la Villa, por primera vez sonaba en Televisión Española y de su voz, la mágica frase que esgrimen los cuellaranos para sus Fiestas, las de "los Encierros de toros más antiguos de España". Siendo ya Diputado por Segovia, le abordé con motivo de la realización de uno de los primeros "Especiales" de las Fiestas que edita el Adelantado de Segovia, labor en que me ayudaba el egregio periodista taurino Pablo Pastor. A varios populares cuellaranos y entre ellos a Modesto Fraile, les hacía una pregunta a la que me dieron respuesta en entrevista directa o por escrito. La pregunta era "De las Fiestas de Cuéllar ¿qué anécdota le merece especial recuerdo?. Modesto Fraile me dio la respuesta por escrito de su puño y letra que guardo con especial celo. Su respuesta fue la siguiente: "En todos nosotros, los cuellaranos, viven anécdotas y episodios de gran emoción como recuerdos de nuestros encierros y fiestas. Si, además, se tiene el honor de
haber sido Alcalde de la Villa, como es mi caso, posiblemente se multipliquen los ejemplos; puesto que, creo que no exagero mucho, si afirmo que uno de los momentos más delicados, difíciles y emocionantes, al tiempo, en la vida diaria de un Alcalde de Cuéllar, está en las Fiestas de los Encierros. Por ello voy a referirme a una anécdota en el que se mezclan las dificultades, angustias y , al mismo tiempo, la emoción y el orgullo por el que pasamos todos los que hemos ocupado la Alcaldía de Cuéllar. Creo que ocurrió el año 1.969. Yo había asistido, dos semanas antes, cordialmente invitado por el Alcalde de Peñafiel, a presenciar los encierros y fiestas de la Villa cercana y ocurrió, entonces, que como es habitual en los "encierros" aquel año no entraron bien los toros en Peñafiel. Correspondiendo a la amabilidad del Alcalde de la vecina Villa, le invité a él a presenciar nuestras fiestas. Vino el Martes de toros y, como sabía que los encierros del Domingo y Lunes se habían desarrollado bien y habían "entrado" los toros normalmente, mi compañero me comentó la buena suerte que tenía y que a él le había vuelto la cara en fechas
toros se realizó el encierro el miércoles, el primero que se llevaba a cabo ese día en el municipio.
anteriores "Son gajes del oficio, querido Paco, le contesté". Y transcurrían los minutos en San Francisco, donde estábamos, y después de producirse varias alarmas que dieron lugar a cerrar las puertas de la carretera, lo cierto es que los toros no entraban. Me avisaron de que, inexplicablemente, se "volvían" en la Resina una y otra vez. Fui a la Resina. Dueños y conductores de camiones y tractores se ofrecieron a "cerrar" cualquier hueco. Lo hicieron en solidaridad emocionante con nuestras Fiestas pero, a pesar de ello e inverosímilmente, los toros escapaban una y otra vez y aparecían en las colinas del Castilviejo. Vanos resultaron los esfuerzos de todos y así, a las doce y media, desistimos del encierro, comentándole yo al Alcalde de Peñafiel que "en todas partes cuecen habas" pero orgulloso y feliz del comportamiento del pueblo de Cuéllar, y de esta forma creo que se produjo el primer encierro del miércoles pues tal día le repetimos, teniendo buen cuidado de soltar a los toros en el camino de la Resina desde un camión. Fue un éxito. (En nota aparte, Modesto fraile se disculpaba de hacerme llegar el escrito de su puño y letra
Modesto Fraile Poujade. /EL ADELANTADO
por no disponer, en esos momentos que redactaba la "anécdota", de máquina de escribir.) El contenido de la carta, como decía al principio, evidencia la noble querencia de Modesto Fraile a todo aquello que tocara las "cosas" de su pueblo y en especial las que hicieran referencia a las Fiestas de las que hizo enorme promoción como aque-
lla que logró cuando invitando a las Fiestas a su amigo Adolfo Suárez, propició que las Fiestas de Cuéllar aparecieran en los medios de comunicación de toda España al comentar que por primera vez se viera bailando la jota, al son de dulzaina y tambor, en la Plaza Mayor de Cuéllar a un Gobernador Civil del régimen de Franco.