El Suro (juny 2013)

Page 47

46

“VIVIENDO ENTRE GIGANTES”

St j

Pablo era un niño de 10 años, bastante alto, rubio, con pecas en la cara, bastante delgado para su edad, muy generoso, pero, la característica principal de Pablo era que era muy, pero que muy curioso, siempre quería saber para que servía una cosa, qué tenían pensado hacer… El caso, es que esa curiosidad podrá ser su fin ya que "la curiosidad mato al gato”. Pablo estaba en el bosque jugando con sus amigos. No habían ido al corazón del bosque porque corrían rumores que estaba hechizado. Estaban jugando al escondite y le tocaba contar a él. Sin saber cómo, cuándo contó hasta 30, dejó de soplar el aire, las hojas no se movían, el sol no brillaba, no se inquietó por eso, se inquietó porque no encontraba a sus amigos, ni uno. Los llamaba, les suplicaba que salieran, pero nada. Atemorizado, se fue corriendo hacia adelante, sin mirar, y se topó con varios árboles, eran árboles de formas muy raras, entrelazados, unidos por la copa, dos árboles de un tronco, siete copas de un tronco, etc. Tanto corrió que cuando miró delante, vio unas casas, no eran casas normales, de eso no había duda, eran casas… más bien grandes, enormes. Entró en una, deseando huir del bosque y se encontró con una familia de gigantes. Eran un hombre, una mujer y dos niñas. En cuanto lo vieron, gritaron y lo cogieron. Mientras lo llevaban por la ciudad, se fijó vagamente en que llevaban grilletes en los pies, así que imaginó dos cosas: o le llevaban a la cárcel o los gigantes eran esclavos. (Esclavizar gigantes es como intentar matar a un dragón con un peine, pensó). Resultó que eran las dos cosas a la vez. Estaba en un lugar lleno de jaulas. En una de ellas, vio a María, una amiga suya. Cuando llegó al centro de la sala oyó una voz femenina, qué decía: Ya me falta poco, solo once meses más. Pablo no entendió nada, pero cuando vio a la mujer, le apareció una sonrisa maligna y dijo, bien solo diez meses más. Pablo no lo entendió, pero el gigante lo metió en una sala con barrotes, justo al lado de Juan. Cuando preguntó a Juan qué demonios hacia la mujer, él le contestó que era una bruja y quería un niño o una niña nacida en cada mes. María era de Enero, Pablo, de Febrero, así que ahora tocaba una niña nacida en Marzo. Le dio un bote el corazón. Su hermana pequeña, Cristina, era nacida en Mayo. Si la bruja seguía el mismo orden, en Mayo tocaría una niña. El mismo gigante de antes vino, le dio un golpe con una cuchara y se durmió. Se despertó cuando era de día. Pensó que estaba muy descansado para haber pasado solo un día. Se dio cuenta de que justo en la sala de delante estaba Mar, la única niña del pueblo nacida en Diciembre. Se aterrorizó, la bruja estaba a punto de hacer lo que quería hacer, ya qué había completado todos los meses. Se encontró la cuchara del gigante delante suyo y la cogió, empezó a dar golpes a los barrotes. Al final, haciendo palanca, hico un agujero para que pudiera pasar él, luego fue hacia los gigantes y les rompió los grilletes, para hacer una buena acción, porque le hacían pena. Se sorprendió al ver que los gigantes le daban las gracias y partían hacia dónde estaba la bruja. Mientras él liberaba a los niños y a su hermana Cristina, los gigantes mataron a la bruja y los llevaron a casa. Después de eso Pablo y sus amigos iban cada viernes a visitar a los gigantes para jugar con ellos. Al principio daban miedo, pero al final descubrieron que eran seres buenos que solo necesitaban compañía. Isaac Capallera (2n D, ESO) Accésit (categoría A, 1r-2n d’ESO)


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.