GALLINERO "Revista de Salud Millennial"

Galliner0 Revista de Salud Millennial vol. 0

GALLINERO Núm. 0

“De jóvenes nos las arreglamos para gustar; de mayores, para no molestar” Pedro Miguel Lamet

Equipo:

Cristian Barrionuevo Amat Cristina López Muñoz Thais Peñalver Cerdà Cristina Pueyo Carrascón

Editores:

Equipo Gallinero

Portada:

Diseño propio

Contraportada:

Idea tomada de la camiseta Everybody should be feminist El primer número de Gallinero no habría sido posible sin la colaboración de Ana Ballenilla / Pau López / Sergio Ortega / Ruth Burdío / Paloma Repiso / Edgar Casas / Jorge Pérez / Laura Cruz / María Belén Pérez / Álvaro García / Mari Carmen Martínez / Ana Algar Henry / Nicolás Condés / Begoña Martínez / Ángela Martínez / Pilar Alemañ / tres fuentes cuyos datos están protegidos / sin los textos de Jordi Ferrús / Fernando Caudevilla / Mireia Pascual / y sin la imagen de portada de Silvia Martínez.

Distribución:

Universidad Miguel Hernández de Elche Issuu Online Publishing

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Gallinero

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SOMOS CUATRO JÓVENES INQUIETOS CON DISTINTAS AFICIONES PERO CON EL INTERÉS DE LA SALUD MENTAL EN COMÚN. NOS PARECE UN TEMA INTERESANTE Y DEL QUE NO SE SUELE HABLAR. NUESTRO OBJETIVO CONSISTE EN DAR A CONOCER CONTENIDOS DE LOS QUE NO ESTAMOS INFORMADOS, PORQUE AL TOPARNOS CON UN REPORTAJE SOBRE ESTOS TEMAS NOS ATRAE LEERLO, YA QUE NO SE TRATAN NI EN LAS ESCUELAS NI EN LAS FAMILIAS.

EN CUANTO AL ASPECTO MILLENNIAL, ¿QUIÉN VA A SABER MÁS DE LOS JÓVENES QUE LOS PROPIOS JÓVENES? POR ELLO, HEMOS DADO UN ENFOQUE QUE A NOSOTROS NOS ATRAERÍA LEER Y NOS HEMOS BASADO EN EXPERIENCIAS VERÍDICAS PORQUE CONSIDERAMOS QUE ES UNA BUENA FORMA DE EJEMPLIFICAR UN PROBLEMA REAL.

NUESTRO LATE MOTIV SE BASA EN "CAMBIAR PARA GUSTAR" Y ASÍ HACER UNA CRÍTICA A LA SOCIEDAD DEFENDIENDO LA INDIVIDUALIDAD DE CADA PERSONA. UN SEGUNDO OBJETIVO ES SERVIR DE ALTAVOZ DE ESTOS TEMAS SILENCIADOS PORQUE QUEREMOS OFRECER UNA EDUCACIÓN NO FORMAL A TODOS AQUELLOS LECTORES QUE SE PUEDAN SENTIR IDENTIFICADOS CON LOS TEMAS TRATADOS EN ELLA.

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sexulidad Vida salud iche FO t e f es o S N m A R s Tn i l t o r a g resiรณn h o c al CONTENIDOS

Adicciรณn a las redes sociales

08

Dependencia al gimnasio

17

Reportaje

Entrevista

Trato profesional de las adicciones

20

Formas de amor

22

Anorexia y bulimia

34

Cรกnones de belleza

38

Tribuna

Reportaje

Entrevista

Tribuna

j ó a v i x e r e o g i n v e l s a HUMAN i c o s O

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S

Tratamiento contra el estrés

40

Drogodependencia

42

Reportaje

Reportaje

Depresión

Entrevista

Chemsex a través de los medios

Tribuna

Fetichismos y parafilias Reportaje

Ansiedad

Entrevista

50 58 60 63

Adicción a las Redes Sociales

Las dos caras de las redes sociales La comunicaci´´on entre pantallas está cambiando la forma de interactuar entre las personas

#8

#9

Las redes sociales forman una parte esencial del día a día de la mayoría de las personas, ya sea por trabajo, información o entretenimiento. El uso diario de los dispositivos tecnológicos que dan acceso a estas redes como pueden ser los móviles o tabletas está completamente normalizado en la sociedad en la que vivimos actualmente. ¿Quién no lleva encima el móvil cuando sale de casa? ¿Quién no se comunica por redes sociales con alguien justo antes de verlo en persona? Como dijo el sociólogo Zygmunt Bauman: "Somos seres solitarios en contacto permanente".

El uso constante de las redes sociales por parte de la sociedad en general, pero de los adolescentes en particular, es algo que empieza a ser preocupante para los profesionales. "El abuso de las redes sociales y de las pantallas en general es una enfermedad. Es muy sencillo volverse adicto a ellas, ya que facilitan relaciones que personalmente son difíciles de establecer", explica María Belén Pérez, experta en comunicación digital.

El gran problema es que las facilidades de comunicación, las formas de entretenimiento y la información al instante de las que nos proveen las redes sociales provocan que en muchos casos las personas se vuelvan adictas a ellas, principal-

Ana Ballenilla en la redacción de la revista Ocio Magazine, en la que trabaja como directora creativa

#10

Mª Belén P.: “Es muy sencillo volverse adicto a las redes, ya que facilitan la comunicación” mente los adolescentes. María Belén explica la diferencia entre hacer un bueno uso o un uso excesivo de estas redes: "La diferencia se encuentra en saber desconectar y estar tranquilo si no lo estás, es decir, no tener que estar pendiente de si se lleva el móvil encima, si no se tiene batería o datos móviles suficientes".

En relación a esto, Ana Ballenilla, experta en redes sociales, diferencia entre llevar un red social a nivel personal o empresarial, donde se busca una repercusión a nivel profesional.

En su caso, las utiliza por motivos laborales para la revista Ocio Magazine, de la que es directora creativa: "Las redes sociales han dado un volumen de negocio bastante importante a mi empresa, desde hace unos dos años tenemos una subida de clientes exponenciales exagerada debido a ellas. Ahora las redes son un canal más de comunicación, están totalmente controladas por expertos".

María Belén Pérez en una de las aulas de la UMH, universidad en la que trabaja como profesora

La adicción a las redes sociales es un fenómeno en aumento y en los últimos años se ha equiparado a la adicción al tabaco, por lo que los psicólogos aplican técnicas parecidas para logar que sus pacientes se desenganchen de ambas cosas. María Belén considera que no existen muchos especialistas en este tipo de adicción pero sí cree que puede haber mucha gente formada capaz de tratarla: "Lo que más me preocupa no es que se pueda tratar o no, sino que no existe ningún tipo de regulación con respecto a su uso". En relación con este tema, Ana Ballenilla añade: "No estaría mal que empezasen a hacer campañas de concienciación social contra esta adicción, igual que con el alcohol, tabaco y drogas; esto también es importante".

Otro de los grandes problemas de las redes sociales y la adicción a las mismas por parte de los adolescentes es, según Ana, que si no las gestionas bien "pueden hacer mucho daño a la autoestima de las personas. Antes, cuando no existían, si algo pasaba se quedaba en el cole o en el barrio; ahora todo el mundo puede enterarse de todo. Las redes funcionan como un altavoz: lo mediatizan y viralizan todo, cualquiera puede hacerse famoso en un día, tanto por algo bueno como por algo

malo. Las redes sociales son un arma de doble filo".

Por su parte, María Belén considera que las redes sociales están cambiando la comunicación entre las personas, ya que es más fácil conocer gente y establecer relaciones a través de estos medios. "En los adolescentes están cambiando la comunicación de forma negativa, ya que están perdiendo mucho tiempo haciéndolo mediante pantallas y se está perdiendo mucho la interacción entre personas. A mí me entristece; quizás me preocupa más que me entristece", explica María Belén.

Muchos de los adolescentes de hoy en día son adictos a las redes sociales aunque ni siquiera ellos mismos son conscientes y esto puede suponer un gran riesgo para ellos, ya que no son conscientes de todo lo que conlleva exponer su vida en Internet y esto es debido a las pocas medidas de prevención que existen frente a esta adicción. "Hemos hecho muy mayores a los niños, no les dejamos solos en casa con doce años pero sí les damos un móvil con Internet que tiene acceso a todo. Estoy segura de que la mayoría de los padres no tienen ni idea de lo que hay detrás de los móviles de sus hijos", aclara María Belén.

#11

#12

Ana Henry: “A día de hoy podría dedicarme a ser influencer pero prefiero trabajar como periodista”

Ana Henry trabaja como instagramer desde hace cuatro años

#13

Pese a la adicción y los problemas que pueden generar las redes sociales, también estas pueden ser ventajosas en algunas ocasiones. Es el caso de los influencers, personas que cuentan con cierta credibilidad en algún tema en concreto y por su presencia en redes sociales puede convertirse en un prescriptor de alguna marca.

Ana Algar Henry, estudiante de Periodismo de 21 años, es un claro ejemplo del fenómeno influencer, que hace cuatro años colgó una foto en su cuenta de instagram y una marca de ropa se puso en contacto con ella. En el momento en que comenzó a utilizar las redes sociales, como cualquier adolescente pasaba mucho tiempo delante de las pantallas simplemente como una afición más pero debido a esto ha conseguido trabajar para marcas importantes que le envían productos y le pagan a cambio de que suba fotos a su cuenta de instagram: "Pueden llegar a pagarme 100 euros por subir unas historias, es una ayuda económica, es un trabajo. A día de hoy me podría dedicar a esto pero prefiero trabajar como periodista", aclara Ana.

La instagramer cuenta con 35.000 seguidores en su perfil

#14

Ana Henry, influencer: “Pueden llegar a pagarme 100 euros por subir unas historias a instagram” Aunque las redes sociales son parte de su trabajo, Ana considera que es peligroso exhibir tanto por la redes sociales: "A veces me da mucho miedo porque pongo muchas cosas de mi vida, como mi familia. Sé que mucha gente coge mis fotos y se hace pasar por mí y eso es muy incómodo pero es algo a lo que mi familia ya está acostumbrada. Siempre pido permiso antes de publicar una foto".

Ana Henry cuenta actualmente con un total de 35.000 seguidores en instagram, en un día en el que publica puede llegar a 1.000 likes en la red social. Además, en su cuenta de 21buttons, tiene entre 40.000 y 60.000 visualizaciones: "He conseguido en un mes en 21buttons lo que he tardado en conseguir en instagram cuatro años".

Por su trabajo, los influencers exhiben su vida privada en las redes sociales Ana Henry: “Si se molestan en conocerme se dan cuenta de que no soy como piensan” Por su trabajo, Ana debe cumplir con sus contratos y subir las fotos que le pida la marca con la que colabora, aunque también tiene la libertad de publicar fotos hechas por ella o que le gustan. Gracias a esto ha llegado a conseguir un gran número de seguidores y fama entre algunas personas, quienes la consideran un referente: "No sé si me gusta o no, yo sigo siendo Ana, me cuesta asimilarlo psicológicamente.

Cuando empecé a trabajar y me conocieron mis compañeros se sorprendieron al ver que era simpática y tímida, ya que por las apariencias creían que era todo lo contrario".

Además de servir como modelo a seguir para algunos jóvenes o de recibir halagos, los influencers están expuestos para lo bueno y para lo malo, por lo que también reciben críticas, insultos y mucha gente tiene una imagen de ellos por lo que muestran en las redes sociales que no es la real. Ana recibe críticas acerca de su peso, ya que es una chica de complexión delgada pero si llegar a ningún extremo. Pero la realidad es diferente a la imagen que se muestra en las redes: "Me molesta mucho que me digan esas cosas porque hay una persona detrás de tanto estereotipo. Si se molestan en conocerme se darán cuenta de que no soy así, antes me afectaba más, ahora ya que cada uno piense lo que quiera".

Hoy en día los usuarios se pueden conectar desde los distintos dispositivos electrónicos

#15

A un tic azul de casa

Llevo tres años viviendo lejos de mi casa. Sufro todos los días el estrés de un estudiante y además, añado el estrés de una persona que lleva un hogar. Pero no son los trabajos, los exámenes o las lavadoras lo peor de vivir a kilómetros de tu hogar. Lo más doloroso es llegar a casa y tener ese sentimiento de soledad. Un escalofrío congelador que se mete por mis pies nada más salir del ascensor y va subiendo por todo mi cuerpo mientras cruzo el pasillo de la comunidad. ¡Cómo ahoga cuando llega al pecho! Es como si unas manos, robustas y hostiles, tuvieran mi pecho en su poder y estuvieran jugando a cuánto tardan en romperlo.

El desamparo de que cuando cruces el umbral de tu puerta, no vas a oír como tu padre y tu madre se cuentan el día o no vas a poder hacer rabiar a tu hermano.

Este sentimiento apenas desaparece mientras estás bajo el techo de tu supuesto nuevo hogar. Pero hay algo que lo hace más llevadero. ¿Los amigos? Sí, por supuesto. Pero también el saber de ellos a cada minuto gracias a las nuevas tecnologías.

A veces recuerdo el libro de “El Camino” de Miguel Delibes. Pienso en todas las personas que, como él, tuvieron que abandonar sus casas y marcharse a estudiar. Y me imagino lo que tenía que ser vivir esperando que llegara una carta de tu hogar y rezar porque trajera buenas noticias.

Ahora mismo, gracias a las redes sociales, tengo a mi hermano vigilado por Facebook. Hablo con mi madre cada minuto ¿Qué digo minuto? Cada segundo. Por el grupo de familia, mi padre me hace llegar a través de audios todas las novedades de la casa. No los tengo al lado, pero es como si los tuviera.

Porque las nuevas tecnologías, con sus redes sociales de complemento, nos han causado a todos más de un susto e incluso momentos de adición o angustia. Pero lo que la sociedad debe comprender es que ahora mismo tenemos en nuestro poder unas herramientas muy poderosas. Y el poder hay que saber cómo utilizarlo. Y lo más importante, saber a qué edad debemos comenzar a dar este poder.

Cristina Pueyo Carrascón #16

Edgar Casas - Adicción al gym

“He llegado a pasar 12 horas semanales en el gimnasio” La motivación por obtener fuerza y un cuerpo estético provocaron que Edgar Casas fuese adicto al gimnasio durante dos años

#17

En la actualidad, los entrenamientos de Edgar no tienen una duración superior a los 45 minutos diarios

Pesas, músculos y sudor. Un triángulo recurrente entre los cuerpos que son carne de gimnasio. A esta comunidad deportiva se unió, hace 5 años, Edgar Casas (Castalla [Alicante], 1991), coincidiendo con su primer curso de Técnico Superior en Actividades Físicas y Animación Deportiva (TAFAD). Aunque hoy sus entrenamientos siguen una línea más prudente, reconoce que los dos primeros años fue adicto al gimnasio, llegando a entrenar hasta 12 horas a la semana. ¿Qué te motivó a apuntarte al gimnasio, el TAFAD? No. Dragon Ball Z. Media motivación provenía de esa serie, pero fue un amigo el que me animó a ir al gimnasio con él.

“No quería un cuerpo de culturista pero estaba obsesionado con ganar fuerza”

el cuerpo entra en un estado de emergencia y se activa la hormona cortisol, que es el estrés. Si llevas esa hormona a un umbral alto de tiempo, consumes muchas más reservas energéticas y te va a costar más recuperarte que las ganancias que vas a obtener. El entrenamiento va a ser contraproducente porque vas a machacarte más que a beneficiarte.

¿Y la otra media motivación?

La otra media era por verme más fuerte, más saludable.

¿Cuándo te diste cuenta de que entrenar como lo hacías no era beneficioso?

¿Cuántas horas semanales pasas en el gimnasio?

Me di cuenta cuando vi el canal de YouTube de David Marchante, Power Explosive, donde desmiente mitos a través de estudios científicos. A raíz de eso, lo probé en mí mismo y me di cuenta de que me sentía mejor y de que los resultados llegaban más rápido.

Entre 3 y 5; pero los dos primeros años pasaba unas 12 horas a la semana. Cuando empecé no tenía mucha información y en Internet veía entrenamientos para culturistas que animaban a entrenar de 2 a 4 horas al día. Cuando empiezas tu cuerpo es frágil, te motivas y crees que puedes ir dos horas diarias, pero lo aconsejable es que el cuerpo se acostumbre poco a poco. Ahora no entreno más de 45 minutos al día. ¿Por qué el entrenamiento debe tener esa duración?

No entreno más de 45 minutos porque al entrenar intenso #18

¿Te consideras adicto al gimnasio?

Ahora no, pero antes sí. Los dos primeros años fui adicto al gimnasio. Me preocupaba mucho cuando algún día cerraban las instalaciones y hacía lo posible por encontrar otro gimnasio por la zona.

¿Sabes qué es la vigorexia?

sabe mal no salir por entrenar al día siguiente.

Sí. Es la obsesión por tener un cuerpo perfecto. ¿En qué se basa tu dieta? ¿Te consideras vigoréxico?

No. Pero antes es posible que sí. Aunque no quería tener un cuerpo de culturista, estaba más obsesionado con obtener fuerza. Y también quería un cuerpo estético.

Dejando a un lado el aspecto físico, ¿qué aporta el gimnasio a tu aspecto psicológico y personal?

Motivación. Cuando consigues hacer una cosa que antes no podías te aporta satisfacción. En eso se basa el ser humano, en conseguir logros aunque sean a pequeña escala. ¿Cómo veía tu entorno que pasaras tantas horas metido en el gimnasio?

Mis amigos cercanos lo veían fenomenal porque también eran de la manada. Mi madre me decía que era un adicto y que algún día me pasaría algo. Y mi abuela, que me abriría la cabeza. Mis amigos lejanos o conocidos pensaban que solo iba al gimnasio para volverme creído y para conseguir chicas. ¿Renuncias a otros planes por hacer deporte?

Actualmente, no. Antes sí. Por ejemplo, si mis amigos planificaban un picnic lo primero que pensaba era: “¡No, por favor!

Si hoy me toca entrenamiento de piernas”. También he renunciado a fiestas porque como no soy adicto a ellas no me

Mi dieta se basa en consumir las comidas más orgánicas posibles. Cuanto más ecológico, menos pesticidas, menos antibióticos y menos hormonas tenga un alimento, mejor.

Además, es una dieta natural, es decir, fruta, verdura, cereales, legumbres, tubérculos, carne, huevos, pescado… Nada de comidas procesadas tipo galletas o chucherías.

Y del alcohol, tabaco y otras sustancias ni hablemos…

He probado el alcohol y no me gusta, el tabaco no lo he probado pero no me llama la atención, y no considero que las drogas sean un camino recreativo ni de ningún otro tipo. ¿Tomas algún complemento alimenticio?

Sí. Suelo tomar batidos de proteínas 2 o 3 veces a la semana, cuando hago entrenamientos pesados. ¿Alguna vez has tomado esteroides o anabolizantes?

No, eso sí que no. Me conciencié de que esas sustancias te cambian a nivel hormonal, te hacen crecer tejidos de todo el cuerpo, etc. Eso es muy peligroso. ¿Qué supondría para ti dejar el ejercicio ahora?

Dejar una parte de mi naturaleza o una parte de la naturaleza del ser humano de lado. #19

MIREIA PASCUAL

Mireia Pascual, fundadora de la revista de adicciones Independientes FOTO CEDIDA

EXPERTA EN ADICCIONES

TRATO PROFESIONAL DE LAS ADICCIONES

#20

Periodismo de adicciones

La adicción es esa enfermedad que sufren miles de personas y que es vista como un vicio y como una debilidad moral por la sociedad. Los prejuicios y los tabúes entorno a la misma se consolidan, por desgracia, por parte de algunos periodistas y medios de comunicación que parten de esa premisa y tratan las adicciones desde un prisma que nada tiene que ver con la realidad. La adicción es un problema de salud que afecta principalmente a tres vertientes de la persona: la parte biológica, la psicológica y la social. Las tres están estrechamente relacionadas y cuando una de ellas está afectada, con el tiempo, seguramente acabe afectando a todas ellas.

Hay que entender el trastorno por conducta adictiva como una enfermedad del cerebro, pues es este el responsable de la conducta impulsiva y repetitiva. Por tanto, entendiendo esto, comprendemos mejor, que ya de base, no hablamos de una elección sino de un trastorno. Las emociones pueden ser las causantes de la adicción y a la vez estar alteradas por ella. Esta enfermedad se produce, entre otras cosas por una carencia en la gestión emocional. Y por último, el nivel social, si no sabemos gestionar las emociones, consumimos y empezamos a tener problemas físicos, muy probablemente nuestra conducta totalmente disruptiva nos lleve a tener problemas sociales. Es en este nivel donde ya se puede producir el estigma de la persona con trastorno adictivo.

Los medios de comunicación tienen una importante tarea a desarrollar en todo esto, como un agente social más, estos deben estar comprometidos en cierta medida con la prevención.¿No se hace de alguna forma prevención en los medios cuando se habla de SIDA o de los accidentes de tráfico? ¿Por qué no podemos hacer lo mismo cuando hablamos de adicciones? Dejemos de destacar en primer lugar cosas tan banales como el ruido o la suciedad que produce un botellón en las calles y hablemos del problema real. Menores de edad con el cerebro en pleno desarrollo están consumiendo cantidades de alcohol que van a perjudicar mucho su normal desarrollo. Por supuesto que también es labor del periodismo dar voz a los problemas de los vecinos, pero contextualicemos el problema no nos quedemos con la queja. Demos voz a los que han sufrido la adicción y la han superado porque así animaremos a otros a iniciarse en este proceso. Hablemos de los éxitos de los tratamientos en adicciones, que son muchos, hablemos de los éxitos de la ayuda mutua, que son otros muchos más.

Tal vez así ayudemos a dar esa visión integradora que tanto necesitan las informaciones en el campo de las adicciones.

El periodismo nos exige una gran responsabilidad siempre, pero más aún cuando hablamos de salud. Dar bien o mal una información de estas características tiene repercusiones en la salud y la vida de las personas.

#21

Tipos de amor

Clases de amor La falta de normalizaciรณn en el รกmbito LGTB+ provoca la necesidad de potenciar la educaciรณn sexual desde la infancia para eliminar prejuicios y estereotipos #23

El amor no tiene unas reglas pautadas. Quevedo lo definía como un ser abrasador, como fuego helado; cobarde y a la vez valiente. En cambio, Sergio Ortega, coordinador del colectivo LGTB+ de la Universidad de Alicante, considera que “de amor y de poesía no se puede hablar”. Existen distintos tipos de relaciones y en todas ellas lo único que debe primar es el respeto y la tolerancia.

En 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) eliminó la homosexualdad del “Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales” (DSM). La Organización Mundial de la Salud (OMS) no retiró la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales hasta 1990, pero, a pesar de esto, eran muchos los profesionales que anunciaban posibles curas para esta supuesta enfermedad. Por ello, en el año 2000, Fernando Chacón, director del Colegio de psicólogos de Madrid, tuvo que firmar una declaración donde explicaba que no existían demostraciones científicas de que ninguna de estas curas funcionara. A pesar de todo esto, muchas personas siguen, hoy en día, creyendo que la homosexualidad es una enfermedad.

Pero, ¿por qué debemos crear tratamientos para algo que no es una enfermedad? Se buscan remedios ficticios para curar dolencias falsas, sin pensar en que posiblemente el problema no es la falta de remedio, sino el pronóstico mal buscado.

Dicen que es mejor prevenir que curar. Si se extrapola este refrán, prevenir sería la construcción y la fundamentación de unos pilares educativos donde no se discrimine a las personas por el mero hecho de sentir y amar de forma distinta al resto.

No se puede ofrecer una definición exacta de amor. “Es verdad que cada persona siente de una manera diferente”, asegura Sergio Ortega, “y el amor que tú experimentas hacia una persona puede ser diferente hacia otra”. Las asociaciones LGTB+ buscan transmitir que todos los tipos de amor pueden ser posibles. Según indica su coordinador, el mensaje que desean difundir es: “Haz lo que quieras con tu vida mientras no hagas daño a nadie". #24

Sergio Ortega: “El amor que tú experimentas hacia una persona puede ser diferente hacia otra” A pesar de que estas asociaciones cada vez son más abundantes, muchos de sus representantes se ven desiguales ante las leyes españolas. ”La ley de matrimonio igualitario solo reconoce a uno de los padres. Si el padre reconocido muere, el otro no tiene derecho legal sobre el crío”, con este ejemplo, Sergio afirma que España es relativamente tolerante, ya que en otros lugares como Chechenia, región independiente de Rusia, existen “campos de concentración” donde torturan y matan a los homosexuales.

Al mismo tiempo, España, en 2015, vivió 169 agresiones LGTBfobas, según el último informe de Delitos de Odio de España. El 69,7% de los delitos de odio que se dieron ese año tienen una base exclusivamente homófoba. Mientras que en 2016, el observatorio de Arcópoli, asociación LGTB+ de Madrid, cifra en 239 las agresiones LGTBfobas, lo que supone un aumento del 17% de los delitos en contra del colectivo. En muchos de estos casos la justicia apenas ha actuado de manera que se castigue a los agresores. En Alicante, en junio de 2015, se dio una agresión tránsfoba en la zona de la Albufereta. El juicio se tuvo lugar en diciembre del año pasado y los agresores no han recibido el agravante de delito de odio que deberían haber recibido. “Uno de los agresores está en la calle, y al otro le han caído solo tres años”, declara Sergio. “Qué barato sale matar a la gente”, pero parece que “sale más barato matar a gente LGTB”, reivindica el coordinador.

Al hablar de esta asociación, creemos que solo está compuesta por personas homosexuales, pero en realidad, como aclara el miembro del colectivo de la UA, son muchas las diversidades sexuales las que forman esta organización: “Dentro del LGTB parece que solo existe la G, pero no, hay más letras”. En estas letras se engloban dos grupos verdaderamente discriminados: los bisexuales y los transexuales.

Sergio Ortega, coordinador del colectivo LGTB+ de la UA, en el momento de la entrevista

El concepto de bisexualidad no es nada nuevo; ha estado presente incluso en la literatura científica. Sigmund Freud, padre del psicoanálisis y uno de los más destacados psicólogos de todos los tiempos, aseguró que “todos somos bisexuales en potencia”.

“La bisexualidad se basa en poder sentir atracción sexual y tener la capacidad de establecer una relación amorosa con ambos sexos, masculino y femenino”, así es como Pilar Alemañ, quien se identifica como tal, explica esta orientación sexual. La sociedad tiende a pensar que ser bisuexual es una forma de amor que se elige para así tener más donde escoger.

Sin embargo, para Pilar esto no funciona así: “Ser bisexual no es algo que se elige; la gente piensa que por esto somos más promiscuos, pero no es para nada así, ya que eso no depende de la orientación sexual, sino de la personalidad de

Pilar Alemañ: “Ser bisexual no se elige; la gente cree que somos más promiscuos, pero no es así” cada uno”.

Heinz Kohunt defendía que la bisexualidad aparecía por la necesidad de las personas a negar su posible homosexualidad.

Este no es el caso de Pilar, que por lo general no siente preferencia por ningún sexo: “Cuando me di cuenta que me gustaba una chica, los chicos se quedaron en un segundo plano.

Pero, en general, me gustan tanto los chicos como las chicas”.

Y a pesar de que Pilar tiene muy claros sus gustos, no se sintió cómoda cuando la gente empezó hablar al enterarse de su orientación sexual: “No me sentí acosada, pero sí juzgada”. #25

Pilar AlemaĂą, quien se siente identificada con la bisexualidad - FOTO CEDIDA

#26

Reivindicación de los derechos del colectivo LGTB

Sexo y género no significan lo mismo. El primero consiste en el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológicas que caracterizan el sexo de cada persona, mientras que género, según la Enciclopedia Británica, se define como “una autoconcepción de un individuo como masculino o femenino, indistintamente del sexo biológico". En la sociedad, los géneros que están aceptados son masculino y femenino, pero poco a poco se va comprendiendo que una persona puede tener un género opuesto a su sexo.

Pero, ¿qué sucede con los géneros fluidos? Estas personas no se sienten identificadas ni con el masculino ni con el femenino, y tampoco se definen con una orientación sexual exacta. Estas personas sufren rechazo por parte de la lengua española, un lenguaje que carece de neutralidad. Pau López se define como esta clase de personas: “Me gusta que me traten de ‘elle’ porque me identifico con el género fluido, es decir, voy variando entre el género binario (masculino y femenino), el agénero, el neutro y muchos más”. A esta reflexión llegó tras un período de descubrimiento y comenzó a comprender que existían diferentes tipos de amor y de géneros. Además, Pau también se define como una persona demisexual, que se basa en que para tener una relación sexual “ha de existir un vínculo sentimental (ya sea de pareja o amistad) con una persona para poder sentirse atraída por ella”, explica elle. #27

#28

Existen distintos tipos de amor y todos son igual de vรกlidos

#29

Cuando Sergio Ortega describe qué es una relación sana, se centra en la felicidad y el respeto entre ambos miembros.

Esta idea es compartida por Ruth Burdío, una activista en las redes sociales que se describe como una persona que no se siente identificada con ninguna etiqueta social: “Nunca me he planteado si me gustan los chicos o las chicas,;me gustan las personas y ya está”. Si hay algo que busca Ruth constantemente es normalizar sus sentimientos. Esto no le ha resultado difícil al sentirse apoyada por su familia: “Yo no considero que haya salido del armario,; le confesé a mi madre que tenía novio y a las dos semanas, que tenía novia y me dijo que no pasaba nada”. A pesar de que considera que ha crecido en un pueblo pequeño y cerrado, en ningún momento se ha sentido señalada: “Nunca me han juzgado ni me han hecho bromas de mal gusto, ni mis amigos ni mi familia”.

Pero como sucede con la gran mayoría de personas que no cumplen el estándar establecido por la sociedad, afirma que sí ha habido momentos en los que ha pasado miedo.

#30

Ruth BurdĂ­o, activista en las redes sociales que se define sin etiquetas sexuales

#31

El amor es hablar sobre libertad

Al hablar de monogamia, Ruth muestra su desentendimiento hacia las personas que no aceptan que puedan existir más opciones, pero no duda en que la culpable de este rechazo es la educación: “Creo que hoy en día no es que no se entienda, es que no quieren entenderlo, porque nos han educado así“. Su consejo para una mentalidad más abierta es un cambio en la educación: “Cuando se empiece a educar de una forma más abierta y se hable sin tabúes de lo que te puede gustar se podrá normalizar”.

Sergio está de acuerdo en que la educación es la culpable de esta falta de comprensión: “Desde que nacemos hasta que nos morimos estamos siendo bombardeados constantemente con información que no es igualitaria”. Poco a poco se está intentado destruir la idea del amor romántico para dejar hueco al amor libre, independientemente de géneros.

Personas como Sergio quieren acabar con la idea del romanticismo de Disney para difundir el mensaje de: "Tú eres una naranja entera y buscas un compañero que te acompañe".

Son muchos los que, debido a sus preferencias sexuales, han experimentado algún tipo de discriminación. Algunas de estas personas, por miedo a lo que la sociedad piense de ellos, han sufrido y pagado crueles tratamientos para curar una falsa enfermedad. Cuando, en realidad, la enfermedad que hay en la sociedad es la falta de entendimiento ante la idea del amor libre. No importa quién ni quiénes formen las relaciones, ni cómo lo hagan, lo importante es el respeto y el amor.

#32

Para gustos...

Colores

Me gusta el color verde. En general. No digo que no me guste el verde pistacho, o el verde lima, puede que no me guste el verde oliva u otro tipo de verde. Pero me gusta ese color. Hay gente a la que no le gusta el verde. Personas que prefieren los azules, los violetas, los naranjas. Existen multitud de colores, y como colores, personas. Sin embargo, existe un grupo de personas a las que no sólo no les gusta el verde, sino que además te humilla, te rechaza o te odia por la mera razón de que te guste ese color o cualquier otro que no sea el normativo.

La homofobia es el tono oscuro que desentona con todos los colores. No solo la homofobia, sino cualquier tipo de odio que tenga que ver con las diferentes sexualidades. Transfobia, bifobia… todos los colores merecen respeto. No odio. Hay veces que el color al lavarlo de alguna prenda aguanta, pero hay otras veces que destiñe. Casi 50 jóvenes se quitan la vida cada año, y alrededor de 950 lo intentan por el acoso, la poca protección o la falta de apoyo familiar. Esas personas que avergüenzan a otras dependiendo del color que sientas o con el que te identifiques no se pueden imaginar lo que duele la humillación, lo que molesta la burla, lo que puede llegar a provocar una pulla de la que se pueda reír una clase llena de gente.

Las personas, muchas veces, recibimos una paliza por mostrar lo que sentimos. Ningún heterosexual que haya salido de una discoteca a las tres de la mañana ha recibido una paliza por simplemente ser heterosexual y demostrarlo. Los homosexuales sí. A esas personas les gustan otros colores, pero nadie las maltrata. En la sociedad debe haber más concienciación, más respeto, más visibilización y mucha más educación para formar a las personas que van a marcar y ser nuestro futuro.

Dicen que el verde es el color de la esperanza. Pero yo creo que no. Todos los colores son esperanza.

Amarillo vivo, blanco hueso, rosa pálido... el color es fuerza, es sueños, es lucha. El color es el vivir. Y para gusCristian Barrionuevo Amat tos, colores. #33 #33

Afectada por la anorexia y la bulimia

“Comencé una dieta que se me fue de las manos” Un inocente comentario como “te está engordando el culo” desencadenó trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia en Marta Gutiérrez

La mente, instrumento de doble filo, moneda de doble cara.

Esa poderosa arma o ese escudo protector. Cuando cuerpo y mente no establecen una conexión sana surgen espejismos como una imagen distorsionada del propio cuerpo. Este es el caso de Marta Gutiérrez, una joven que pasó cinco años de su adolescencia bajo las garras de la anorexia y la bulimia, enfermedades que la llevaron al hospital cuando su peso era inferior a los 45 kg. ¿Cómo apareció tu trastorno alimenticio?

Hay dos fases: en la primera, solo comía a mediodía y ya no volvía a ingerir nada hasta el día siguiente. Sufría tanta hambre que me pasaba el día pensando en comida. Por las tardes bebía agua constantemente para engañar a mi estómago.

Fue la peor época que he vivido. Veía la comida como un enemigo que me iba a forzar a engordar, sin embargo, pasaba el día pensando en alimentos por culpa del hambre. La segunda fase empezó después de que me ingresaran en el hospital por un infrapeso menor de 45 kg. Aquí fue cuando comencé a vomitar. Comía mucho durante el día y me veía en la obligación de expulsar de mi cuerpo todo aquello que me metiese en la boca para no engordar.

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“Veía la comida como un enemigo pero pasaba el día pensando en ella” ¿Cuándo comenzó?

Empezó sin más. Un día llegué a casa y mi padre me dijo que me estaba engordando el culo. Fue un comentario al que no pude parar de dar vueltas. Además, recuerdo que me probé unos pantalones de mi madre –que, en esa época, estaba muy delgada– y no me cabían. Fue entonces cuando decidí comenzar una dieta que, sinceramente, se me fue de las manos. ¿Culpas a alguien de tus trastornos alimenticios?

No. Nadie ha tenido la culpa de esto. Es una enfermedad de tu cabeza. ¿Qué hacías para vomitar?

Cuando estaba en casa hacía como si me estuviera duchando.

Abría el grifo y, mientras el agua corría, vomitaba. También encendía el secador para que se oyese solo el ruido o ponía música a un volumen alto.

“Sufría tanto hambre que me pasaba el día pensando en comida”

#35

“Vestía con ropa ancha para disimular mi cuerpo”

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¿Qué sentías cuando comías y vomitabas?

Cuando solo comía una vez al día disfrutaba de los alimentos.

En el momento en el que comencé a vomitar no me importaba atiborrarme ya que sabía que lo iba a expulsar. Lo malo venía después; me sentía nerviosa e, incluso, asustada porque muchas veces vomitaba sangre. En ese momento rompía a llorar y pensaba en dejar este hábito. Pero nunca lo hacía. ¿Cómo te distes cuenta de que tenías un problema?

Cuando comencé no pensaba que tuviera ningún problema.

Estaba consiguiendo mi objetivo, que era adelgazar. Me di cuenta cuando intenté dejar de vomitar en varias ocasiones pero no podía. Llegue a apuntarme al gimnasio. La idea era no devolver y hacer deporte. El problema fue que gané músculo y, por tanto, gané peso, por lo que dejé el gimnasio. Yo quería adelgazar.

“Cuando comencé a vomitar no me importaba atiborrarme porque sabía que lo iba a expulsar” “Tengo problemas para dormir y para ir al baño por culpa de la bulimia” ¿Cuáles han sido las consecuencias de la bulimia?

Mis dientes están estropeados, tanto que me falta la primera capa de esmalte. También tengo problemas para dormir por culpa de los antidepresivos, tengo los nudillos llenos de cicatrices y problemas para ir al baño, ya que mi intestino es irregular por culpa de no comer.

¿Cómo crees que te veían los demás?

Como yo no me veía: delgada. ¿Te avergonzaba que la gente supiera que sufrías anorexia y bulimia?

Sí, pero yo me ponía ropa ancha para disimular. Es cierto que nadie me preguntaba qué me pasaba porque ya sabían la respuesta y tenían miedo de afrontar la situación directamente.

¿Ahora vigilas lo que comes?

Sí, y esa obsesión no se me va a ir. Yo creo que una persona que ha sufrido estos trastornos alimenticios nunca va a dejar de preocuparse por su físico. Sin embargo, ahora es una preocupación sana y normal porque sé que no voy a volver a caer en la bulimia, pero si me da miedo recaer en la anorexia.

¿En qué momento decidiste poner solución a tu problema?

¿Existe suficiente información y ayudas para la gente que atraviesa esta situación?

Yo me veía fea. Sabía que la gente no me miraba y cuando lo hacían comentaban lo delgada que estaba. Así que pensé que si dejar de comer no me había ayudado, ahora iba a comer sano para ver si conseguía verme y que me viesen guapa.

Creo que la información llega tarde. Y para familiares y amigos es nula. Estoy segura de que no soy la única persona que siente envidia en televisión o en carteles publicitarios a una chica delgada a la que etiquetamos como la ‘chica perfecta’.

*Acogiéndonos a la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, hemos accedido a proteger la identidad de las fuentes que así lo han deseado. En este caso, el nombre de Marta Gutiérrez no es real.

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JORDI FERRÚS

Jordi Ferrús, atropólogo y profesor de la UMH

EXPERTO EN ANTROPOLOGÍA CÁNONES DE BELLEZA IMPUESTOS POR LA SOCIEDAD #38

Belleza industrial Cuando se me planteó el tema de los cánones de belleza me vino a la mente una mujer que fue una de las causantes -no intencionada- de estos. Creo que al rededor de los cincuenta dijo algo como: “Una mujer nunca es demasiado rica ni está demasiado delgada”. Esa señora se llamaba Coco Chanel.

Todo un icono de la industria capitalista de la moda y de modelos de mujeres burguesas que, a partir de un momento determinado, se universalizan y crean la tendencia.

Si la meta es estar demasiado delgada, eso se convierte en un valor que se transmite por toda la industria de la moda a partir de la publicidad, las revistas, las películas y, ahora, de las redes sociales. Y eso crea un canon. Un canon de mujeres que debe ser extremadamente delgada y con lo que se bombardea permanentemente, hasta tal punto que únanlo a las míticas muñecas: la Barbie y la Nancy. Son maniquíes de escaparate reducidos a la mínima expresión, y con esto juegan las niñas. Si hiciéramos a esa Barbie a tamaño de metro setenta sería un monstruo, que es el mismo monstruo que la industria de la moda proyecta.

Actualmente, se han perdido las aspiraciones de realizarse como personas a través de trabajos o proyectos y a lo que se aspira es a realizarse como cuerpo perfecto y como modelo de cuerpo. De ahí el éxito de los talent shows como Gran Hermano, Mujeres, Hombres y Viceversa, etc. Meramente están proyectando la vaciedad de la personalidad dentro de un cuerpo perfecto. La única forma de tener un cuerpo perfecto -que es el error- es dejar de comer o vomitar lo comido. Realmente, la anorexia y la bulimia son consecuencia de toda esa violencia de género de la moda, de los medios de comunicación y de los diseñadores que son misóginos.

El problema es que la mayoría de esos diseñadores son gays. Además, un tipo de gay muy afeminado, es decir, que les hubiera gustado ser mujer. Como no pudieron serlo, someten al sexo femenino a toda una serie de sacrificios, imponiéndoles un canon que les va a obligar a no comer o a vomitar lo comido. Y, yendo todavía más allá, los hombres que están surgiendo ahora como modelos son también famélicos. Se está cambiando el modelo de hombre atlético y musculoso por el de lánguido y andrógino. Y eso afectará a la idea que muchos adolescentes tienen sobre cómo quieren que sea su cuerpo en el futuro.

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Mandalas contra el estrés

Expresarte en colores Colorear se está convirtiendo en una práctica complementaria muy utilizada para eliminar el estrés La vida a contrarreloj, sentir que no se llega a los objetivos propuestos, una mala alimentación, en general mirar la vida en tonos oscuros casi negros, son algunos de los motivos por los que la mayor parte de la población padece estrés. Concretamente un 70%, según un estudio de la Universidad Privada de Tacna. Por ello, cada vez son más las personas que buscan actividades que les ayuden a desconectar. Nunca se habría pensado que coger un lápiz, ya sea de color azul, rojo o verde, y ponerse a pintar, fuera una de las formas mediante las que poder eliminar el estrés.

Carl Gustav Jung, médico y psicólogo del siglo XIX, pudo demostrar que darle un dibujo en blanco y negro para que lo coloreara a un enfermo mental o a una persona que padece ansiedad, aportaba rentables beneficios en su recuperación.

Aunque pueda resultar extraño que pintar reduzca las preocupaciones que se originan en la mente, la psicóloga Mari Carmen Martínez, profesora de la Universidad Miguel Hernández (UMH), aclara que “ya hace tiempo que el ser humano utiliza las artes como un medio de expresión para hablar de sus sentimientos”.

El hecho de realizar una actividad fuera de lo común que permita desarrollar la creatividad, expresar los sentimientos de otra forma, y además no suponga un esfuerzo ni físico, ni mental, ni económico, son los motivos primordiales por los que la psicóloga de la UMH cree que se ha hecho popular este tipo de práctica.

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Pero es importante saber, y así lo recomienda el psicólogo y profesor de la Universidad Miguel Hernández, Álvaro García, que el colorear un dibujo en blanco y negro, no tiene por qué tener los mismos beneficios para todo el mundo. Puede que a una persona con baja ansiedad le ayude a su recuperación y a otra le provoque un efecto inverso y que su nivel de estrés aumente.

Por estas razones, ambos profesionales, recomiendan este tipo de actividad como un “simple complemento”. No se puede prescindir de realizar terapias continuas con profesionales sobre los problemas que se pueden padecer, además de seguir sus indicaciones.

Otro de los datos que facilitan ambos expertos es que la decisión de qué colores utilizar, ayuda a aumentar la eliminación del estrés, de las preocupaciones acumuladas y a mostrar sentimientos que se encontraban ocultos. Por lo que no existe ningún tipo de norma a la hora de colorear mandalas. A pesar de ello, Mari Carmen aconseja que si lo que se busca es tener un mayor contacto consigo mismo y con las emociones es mejor comenzar a colorear de dentro hacia fuera, para así conseguir una mayor liberación de los sentimientos.

Si por el contrario, lo que se desea es olvidar los problemas, se obtendrá mejor beneficio si se pinta de fuera hacia dentro.

La única explicación a estas recomendaciones es el grado de concentración a la hora de colorear los dibujos.

La elección de los colores dependerá de la persona que lo trate, pero se recomienda que se utilicen todos aquellos colores que se deseen, teniendo en cuenta que los colores cálidos expresarán una serie de sentimientos como pueden ser la rabia, ira, etc. Mientras que los colores fríos pueden expresar más la tristeza, el dolor...

El ejercicio físico, la respiración profunda o simplemente, el colorear un dibujo en blanco y negro, son las actividades que ayudan a conocerse de manera personal y olvidarse del entorno. Siempre teniendo en cuenta que no sólo así se conseguirá superar una enfermedad, sino que colorear solamente es un práctica complementaria para dejar a un lado el estrés y todas las problemáticas del día, y comenzar a colorear en otros colores que no sean el negro.

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Adicciรณn a las drogas

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Adicciรณn a lo ilegal La mirada que adopta la sociedad hacia sustancias como la marihuana ha provocado que se califique como normal el hecho de consumir ciertas drogas

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Humo. En el ambiente solo hay humo. Una primera calada inocente que te invita a toser y a seguir fumando. Pero no es el olor de un cigarrillo el que desprende esa nube gris, sino que es la marihuana la droga que circula de mano en mano entre los jóvenes. El trato normalizado que muestra la sociedad hacia estas sustancias ilegales provoca que la edad a la que los jóvenes empiezan a consumirlas sea cada vez más temprana.

“El consumo de cannabis está bastante normalizado y la mayoría se inicia con su grupo de amigos compartiendo unas caladas en la época del instituto”, reitera Nicolás Condés, psicólogo y coordinador de las áreas de prevención de Proyecto Hombre Alicante. Pero, ¿cuáles son los factores que influyen en que la sociedad tilde de ‘normal’ el consumo de ciertas drogas?

Según el informe “La normalización social del consumo de drogas en España” –realizado por el equipo de la Fundación IGenus y con el apoyo del Plan Nacional Sobre Drogas, Ministerio de Sanidad y Política Social–, existen varios aspectos propuestos por el investigador británico Parker que ayudan a normalizar esta situación: En primer lugar, la “disponibilidad de las drogas” ya que, tal y como explica el informe, “sin disponibilidad no hay consumo, y sin consumo no hay normalización”. Es decir, cuando una sustancia es fácilmente adquirible se convierte en una mercancía cercana a la sociedad, lo que le aporta una visibilidad mayor.

A esta primera causa se le une la “difusión de las drogas”, la

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Begoña M., psicóloga: “Tienes una adicción cuando tu vida se ve afectada por el consumo de una sustancia” cual tiene relación con su disponibilidad, ya que si son fáciles de conseguir también se expandirán con rapidez entre la población.

El llamado “consumo responsable” es otra de las causas que provoca la normalización de las drogas, obteniendo placer al “asumir el mínimo riesgo posible”. Es decir, la persona intenta consumir una cantidad que no sobrepase su límite para así pensar que tiene la situación bajo control, aunque el consumo ‘responsable’ puede dejar de serlo sin que el individuo sea consciente de ello.

Esta realidad la respalda Begoña Martínez, psicóloga de la clínica Mindic, quien sostiene que “si se tiene una adicción, el sujeto puede consumir más o menos, pero lo que tiene se llama adicción”. Por lo tanto, la persona ha tenido que atravesar un proceso de habituación para que este consumo se convierta en una actividad ‘normal’ en su vida, al determinar los días en los que consume o al definir la cantidad de dosis que toma.

Llegados a este punto es necesario concretar qué se considera adicción. Begoña la define como “un trastorno, una enfermedad mental”. Además, puntualiza: “Es cuando tu vida o tus facetas diarias se ven afectadas por el consumo de una sustancia”.

La cantidad de consumo, la frecuencia y las áreas de vida afectadas son criterios para señalar una adicción Pese a la extendida creencia de que todos los pacientes que acuden a consulta debido al consumo de alguna sustancia sufren adicción, el panorama es bastante distinto, ya que se debe distinguir entre el uso y el abuso de las sustancias.

Nicolás respalda esta realidad y asegura que la mayoría de los jóvenes que acuden a Proyecto Hombre no pueden calificarse como adictos porque “no cumplen los criterios del DSM-5, el manual psiquiátrico y estadístico de las enfermedades mentales”, que utilizan los psiquiatras y los psicólogos para realizar un diagnóstico. La frecuencia con que se consume, la cantidad o las áreas afectadas en la vida del paciente son algunos de los “criterios estandarizados” que certifican si una persona padece algún tipo de adicción, tal y como explica la propia Begoña.

Aunque no todos los consumidores se pueden clasificar como adictos, lo que sí es cierto es que las cifras de consumo de sustancias ilegales siguen aumentando con el paso de los años.

Hasta el punto en que, en 2016, 29 millones de ciudadanos sufrieron trastornos relacionados con las drogas. Este nexo entre padecer un trastorno adictivo y uno mental se denomina patología dual. Se destaca que de los 29 millones solo una de cada seis personas recibió tratamiento, según manifiesta el “Informe Mundial Sobre las Drogas 2016”, llevado a cabo por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONODC).

Begoña Martínez en su clínica en el momento de la entrevista

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En 2016, 29 millones de ciudadanos sufrieron trastornos relacionados con las drogas

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Una manera alternativa de fumar sustancias ilegales es mediante la cachimba

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Nicolás Condés en Proyecto Hombre Elche en el momento de la entrevista

Si se distingue por edades, “la marihuana y el hachís son las sustancias más consumidas entre los jóvenes, mientras que en los adultos lo es la cocaína”, corrobora la psicóloga de Mindic.

Andrea Mena, quien experimentó la adicción y los síntomas de ella en primera persona, confiesa que empezó a “fumar porros a los 13 o 14 años”. Sin embargo, estas no son las únicas drogas de las que abusa la sociedad ya que, como la propia Andrea declara: “Hubo una temporada en la que no podía salir de fiesta si no me metía speed”.

La joven admite que llegó a padecer depresiones y paranoias y que tratar con un profesional le sirvió para comprender por qué consumía. “Me ayudó a darme cuenta de que lo único que quería era evadirme de unos problemas que iban a seguir existiendo”, explica Andrea. Además, asegura que hubo un tiempo en el que consumía marihuana a diario, hecho que

Andrea Mena, exadicta: “Hubo un tiempo en el que no podía salir de fiesta si no me metía speed” reabre el debate sobre la instauración de las sustancias ilegales.

Según acusa Nicolás, esta normalización es culpa de la sociedad, ya que “no ve el problema de la adicción. Entre las treinta primeras preocupaciones según la encuesta del CIS no aparece, y si no le importa a la gente, no le importa a los políticos”.

Es el humo el que contamina el ambiente, pero son las personas las que se dejan contaminar. Una pasividad silenciosa que normaliza un problema que late en la sociedad como un hábito.

*Acogiéndonos a la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, hemos accedido a proteger la identidad de las fuentes que así lo han deseado. En este caso, el nombre de Andrea Mena no es real.

#48

Alcohol para integrarse

En las últimas décadas el consumo de alcohol entre los jóvenes ha crecido desorbitadamente, tanto que se ha convertido en una conducta completamente normalizada entre ellos cuando salen de fiesta o tienen algo que celebrar. Cientos de miles de jóvenes de todas las edades se reúnen en las calles hasta altas horas de la madrugada para tomar copas y pasar un buen rato con sus amigos, esto es lo que denominamos como botellón.

El 82% de los adolescentes entre 14 y 18 años han consumido alcohol alguna vez en su vida y un 81% en el mismo intervalo de edad lo han hecho en el último año, según la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas. Esta es una cifra preocupante teniendo en cuenta que esto se lleva a cabo habitualmente los fines de semana y que los adolescentes todavía no tienen la edad legal para consumir drogas en nuestro país.

Ya no se trata solo de los efectos que puedan tener estas sustancias en sus cuerpos, aunque esto sea lo más importante, sino que siendo menores de edad, los jóvenes consiguen el alcohol de una forma o de otra cada fin de semana.

El botellón se ha convertido en una actividad tan normalizada que se puede considerar una práctica casi obligatoria si un adolescente quiere integrarse en un grupo de amigos, ya que si uno del grupo no bebe puede acabar siendo excluido, ya no solo por sus acompañantes, sino por él mismo al no sentirse identificado con el resto.

Antes los adolescentes se reunían para jugar al balón o incluso para dar una vuelta por su barrio comiendo pipas o con una bolsa de caramelos en la mano. Ahora lo normal, lo habitual, es quedar con tus amigos para salir de fiesta hasta altas horas de la madrugada y consumir todo tipo de alcohol hasta "pillar el puntillo" para pasarlo bien. Y si esto no te gusta puedes ser considerado como aburrido, soso o antisocial; hoy en día, es casi obligatorio entre los jóvenes, ya no solo salir de fiesta, si no beber y emborracharse para estar integrado en un grupo.

Cristina López Muñoz #49 #49

Paloma Repiso - Depresiรณn

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“Depresión no significa estar loco”

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“La cabeza funciona como un aparcamiento de coches: si aparcan pero no salen no habrá sitio para más. Lo mismo sucede con los problemas: si se acumulan y no se busca solución la cabeza termina enfermando. Esto es lo que me sucedió a mí.” La depresión es la plaza de garaje en la que vive Paloma Repiso (Zaragoza, 1996) desde los 18 años y de la que es consciente que no será fácil salir.

“Sí me he sentido apoyada pero no acompañada” mando y reiterando que no era su hija y que me viera llorar desconsoladamente sin importarle esta situación fueron cosas que me afectaron mucho.

¿Puedes contar tu evolución?

Cuando entré en depresión no sabía que era depresión. Un día fui al instituto y no recordaba cómo había llegado hasta allí; había sufrido una pérdida de memoria. A partir de ese momento me dediqué a llorar y a no salir de la cama. Fue entonces cuando los médicos me diagnosticaron depresión. Me recetaron unas pastillas y lo cierto es que comencé a sentirme mejor, pero decidí que no quería medicarme porque era muy joven y dejé de tomarlas. Esta interrupción repentina en una enfermedad como la depresión provocó que estuviera bien durante unos días pero que, luego, la caída fuese más grande. ¿Por qué sufriste pérdida de memoria?

Yo intentaba autoconvencerme de que estaba bien a pesar de que tenía problemas. Pero el cerebro, que es muy listo, me dio señales de que algo no funcionaba a través de las pérdidas de memoria.

¿Qué se siente al padecer depresión?

No es algo que sientas porque tú no sabes que sufres depresión. De repente te sientes despreciable y repugnante, no quieres salir de la cama, no quieres ver a nadie, solo lloras y no le encuentras sentido a vivir. Lo único que quieres es encerrarte y llorar. ¿Cómo te recuperas?

Yo no me he recuperado. Una depresión es una enfermedad muy difícil de curar porque, aunque creas que estás bien, es algo de la cabeza y la cabeza es muy mala. Normalmente te dan Serotonina, que es como la hormona de la felicidad y que te provoca una felicidad artificial. Cuando tomas las pastillas vas mejorando pero tú no eres consciente; simplemente comienzas a salir, a hablar, a comer… Pero todo esto lo causan las pastillas, no tú misma. ¿Crees que podrás recuperarte?

¿Cuáles son las causas que te llevaron a padecer depresión?

La depresión es algo progresivo. Tú vas añadiendo problemas a tu cabeza hasta que dice “no puedo más”. En mi caso, yo crecí sin una figura paterna. Hace poco he tenido juicios con él por la pensión alimenticia, y verlo en los juzgados afir-

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¿Por qué no? Yo en mi interior me siento bien y todavía soy muy joven. ¿Cómo afectó la depresión en tus relaciones sociales?

Mal. Muy mal. Discutía con todo el mundo porque yo misma

Paloma Repiso, diagnosticada de depresión desde hace tres años

buscaba aislarme y el hecho de no saber lo que me pasaba me hacía estar peor. Es muy duro pasar por algo así. Fue tener a mi pareja al lado lo que me motivó a salir de la cama y a querer vivir. Nunca antes me había sentido querida o apoyada. ¿Has recibido apoyo por parte de tu entorno?

Sí que me he sentido apoyada pero no acompañada. La gente no sabe la importancia que tiene una depresión y no están a tu lado constantemente. Pero, al fin y al cabo, mis amigas y yo teníamos 18 años cuando caí enferma. Éramos unas crías. ¿Qué cosas cambiaron en tu vida a raíz de la depresión?

Para empezar, dejé el bachillerato de artes que estaba estudiando. A nivel de relaciones, me aislé de todo el mundo y me

centré en mi pareja, según me recomendó mi psicólogo. ¿Cómo te limitó la depresión?

No salía de fiesta porque pensaba que como yo estaba mal iba a amargar a los demás. Para nada era así, pero mi propia cabeza me hacía estar en mi contra. No tenía una vida de una persona de 18 años. ¿Qué aconsejarías a una persona que padece depresión?

Que tenga paciencia y que lo cuente. Hay personas que relacionan depresión con locura, y una depresión no significa que estés loco, ni es contagiosa. No es como un resfriado. Es una persona que lo está pasando mal. ¿Tú no ayudarías a una persona que lo está pasando mal?

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Paloma se siente con fuerza para superar de la depresiรณn - FOTO CEDIDA

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“Discutía con todo el mundo porque yo misma buscaba aislarme”

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¿La depresión te ha llevado a padecer otras enfermedades?

Creo y espero que no. Sí que es verdad que te planteas acabar con todo porque la cabeza te lleva a pensar cosas que nunca creías que te plantearías.

“Quiero ayudar porque he necesitado hablar y me han rechazado”

¿Cómo te ha cambiado la depresión?

Me ayudado a no juzgar a las personas y a comprenderlas; lo que no quiero que me hagan no lo hago. Además, he madurado y he aprendido a hablar de los problemas. Yo he necesitado hablar y me han rechazado, así que ahora yo no puedo decir que no a nadie. Quiero ayudar.

Antes de la depresión tenías unos objetivos que abandonaste. ¿Te planteas retomarlos?

Me gustaría mucho retomarlos, sobre todo los estudios. Pero todavía estoy mal y hasta que no me vea recuperada no puedo ponerme a estudiar porque sé que los voy a abandonar.

El cerebro es una esponja y yo llevo mucho tiempo sin trabajar con él. ¿Crees que la depresión es hereditaria?

No pienso que sea una enfermedad hereditaria, pero es cierto que yo he visto a mi madre y a mi abuela sufriendo depresión.

Las he visto llorando y dándole muchas vueltas a las cosas y esa manera de afrontar los problemas la he terminado adoptado yo.

“Quería sentirme como una cría sin problemas ni preocupaciones” ¿Ahora has aprendido a gestionar mejor tus emociones?

Llorar no. Aguanto, aguanto y cuando no puedo más, rompo a llorar. El problema es que cuando empiezo no paro. ¿Sientes miedo de que la gente huya cuando cuentas por lo que estás pasando?

No, porque yo soy consciente de que necesito ayuda y sé que es un tema que no puedo solucionar por mí misma. Yo me muestro libremente sin ningún problema. Si hay personas que quieren juzgarme o no quieren ayudarme, entonces es que no necesito a esas personas. Tienen la puerta abierta para marcharse. ¿Cómo manejas tu vida en la actualidad?

En líneas generales, ¿qué se necesita durante la depresión?

En mi caso, yo no necesitaba tener amigas, sino sentir que las tenía. Lo que quería no era hablar del tema, sino salir con ellas y sentir que era una cría sin problemas ni responsabilidades. En resumen, necesitaba sentir que tenía a mi gente al lado.

#56

Actualmente, convivo con la depresión. En el ámbito laboral sí que me afecta en ocasiones porque ha habido momentos en los que me he sentido frustrada y me he querido ir del trabajo para evadirme del mundo, pero no he tenido una alternativa que no fuese aguantar. A día de hoy, me siento feliz y me quiero como no me había querido nunca.

“Me siente feliz y me quiero como no me había querido nunca”

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FERNANDO CAUDEVILLA

Fernando Caudevilla, coordinador del proyecto Chem-Safe - FOTO CEDIDA

COORDINADOR PROYECTO CHEM-SAFE CHEMSEX

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El Chemsex desde los medios

El término “chemsex” define el uso intencional de sustancias psicoactivas en contextos de tipo sexual, sobre todo en población homosexual masculina. El uso de sustancias como la metanfetamina en este colectivo constituye un fenómeno emergente que ha saltado a los medios de comunicación tras la publicación de un editorial en el British Medical Journal y el estreno de un documental a finales de 2015.

En España, las ONG que trabajamos en los entornos de drogas, LGTB y/o VIH tenemos constancia del fenómeno desde hace unos cinco años. La respuesta de las instituciones públicas ha sido casi nula, y el fenómeno ha saltado a la calle en forma de noticias de prensa con titulares como “Una moda en auge con graves riesgos para la salud" o “72 horas de sexo y drogas”. Se construyen relatos sobre orgías multitudinarias organizadas a través de Internet en las que se consumen drogas que intensifican el placer sexual de forma intensiva.

La experiencia es tan extremadamente satisfactoria que la mayoría de quienes la prueban quedan enganchados sin remedio. Términos como “moda en auge” o “nueva tendencia” aparecen de forma casi constante.

Un enfoque realista del fenómeno implicaría considerar que existe una minoría de usuarios que se encuentra expuesta a un riesgo muy elevado, derivado del potencial de dependencia de algunas sustancias (metanfetamina), su escaso margen de seguridad, vías de administración (que incluyen el uso de vía intravenosa o slamming) así como por prácticas de riesgo derivadas del sexo no protegido. También debería recordar que la asociación entre sexo y drogas es tan antiguo como la propia humanidad, no es exclusivo de una determinada orientación. Y, sobre todo, debería indagar en la respuesta de las instituciones públicas, si existen suficientes recursos para la investigación y la prevención, si las ONG que se enfrentan al problema están suficientemente financiadas o si los profesionales sanitarios tienen una formación adecuada.

Algunos de los más prestigiosos profesionales de la sociología y la antropología han destacado la influencia de los medios de comunicación en la difusión y popularización de algunas drogas en España a lo largo de las últimas décadas. Aunque en menor escala, lo que estamos viendo y leyendo sobre el “chemsex” presenta elementos comunes con la cobertura informativa que se hizo sobre la heroína a principios de los 80. Los datos disponibles sobre el “chemsex” indican que es un fenómeno que no debe ser ignorado, aunque tampoco magnificado ni enfocado desde perspectivas sensacionalistas. Se trata de un reto para los profesionales sanitarios, autoridades políticas, sociedad civil y también para los medios de comunicación.

#59

La educación sexual se debe instauran desde la infancia

Fetichismos y parafilias

Sin educación no hay paraíso La falta de formación en el ámbito sexual obliga a la sociedad a rechazar la normalización de ciertas prácticas eróticas “La educación hace buenos padres, buenos hijos y buenos ciudadanos”, aseguraba ya Carlomagno allá por el siglo VIII d.C,, pero habría que preguntarse si él mismo se sentó con sus veinte hijos para explicarles lo que era tener relaciones, o lo que conllevaba un embarazo no deseado. Hoy en día, tras más de trece siglos, los padres recelan de hablar de sexo con sus hijos e hijas, y las únicas nociones que reciben son las reducidas y escasas charlas que se dan en los centros educativos provocando que la sexualidad no sea un tema normalizado por la sociedad y que ciertas prácticas eróticas, como las parafilias y los fetiches, sean vistas como anormales.

Laura Cruz, sexóloga advierte que “cuando hablamos de sexo, todo es observado y juzgado con una ‘doble moral’, con otro rasero”, ya que “¿Acaso no hay sadismo en otras esferas de nuestra vida, y obsesión con objetos de coleccionismo? ¿No está la sociedad enganchada al exhibicionismo y el vouyerismo en las redes sociales?” Los fetichismos y las parafilias #60

“Cuando hablamos de sexo, todo es juzgado con ‘doble moral’, asegura la sexóloga Laura Cruz que deberían considerarse normales, dependiendo, también, de la legalidad en la que se cometan. “Existen prácticas eróticas funcionales y, por lo tanto, legales, y por otro lado, existen no funcionales e ilegales”, advierte Jorge Pérez, psicólogo y sexólogo del centro Psiconox.

“Por ejemplo, dentro del vouyerismo, que es sentir placer por observar al acto sexual de otra persona, que una persona se excite por ver a terceras personas no está tan aceptado. Y si esa persona realiza estas prácticas sin que las otras personas les den el consentimiento entramos ya en temas legales y poco funcionales”, aclara Jorge Pérez.

Pero entramos directamente en el ámbito de la aceptación, y es que muchas de estas prácticas ya sean fetiches o para-

Un preservativo y unas colillas que sirven para representar el fetiche de este protagonista

“Los fetichismos y parafilias son una característica más de las personas”, aclara Matías González, fetichista filias, no están bien vistas por parte de la sociedad. Laura Cruz, para así normalizarlas, exige que se dé una “educación sexual integral y desde la infancia”, con la obligación de “entender la sexualidad como un valor humano, la búsqueda de libertad e igualdad entre los sexos, es decir, el Feminismo y el respeto y la tolerancia con todas las diversidades sexuales”.

Matías González*, fetichista con el gusto de la inhalación del humo mientras practica relaciones sexuales, apoya la tesis de Laura Cruz, y es que para él “los fetichismos y parafilias, sin que discurran en la ilegalidad, no son más que una característica más de las personas”.

Inexistencia en el programa educativo No se dan charlas guiadas sobre sexualidad en los centros de enseñanza y son una necesidad básica para el alumnado. De hecho, no debería darse una charla únicamente a lo largo de un solo curso, como defiende Jorge Pérez, si no que debería de crearse un programa específico: “se debería de instaurar un programa por cursos, adaptado a la edad, y que sea un programa protocolizado y que esté hilado. No una charla suelta

de bullying, una charla suelta de igualdad de género o cosas así”.

Por otro lado, el problema que encuentra Laura Cruz a las charlas que se imparten en los centros, es que solo se enfocan al ámbito reproductivo, y no sólo se debe de enseñar así al alumnado de los cursillos: “yo soy más de sentimientos y emociones, que es como entiendo la sexualidad”.

“Las redes sociales comunican a personas con una misma parafilia”, explica el sexólogo Jorge Pérez La segunda escuela Ya no se trata de la familia, ya que las nuevas generaciones van a ser criadas por la televisión. Los medios de comunicación van a convertirse en los segundos profesores de los niños y niñas del mañana, aunque ya lo están siendo hoy. Los medios trasladan una imagen del modelo de sexualidad inadecuado, tal y como asegura Laura Cruz: “los medios de comunicación dejan ver una falta de responsabilidad con el modelo de sexualidad mostrado”.

En muchas ocasiones a través de la televisión vemos un tratamiento del sexo, sexualidad o de las relaciones sexuales que no es el idóneo, ya que parece que no se detienen a pen#61

Laura Cruz, sexóloga, en su consulta - Foto cedida

sar que muchos niños pueden estar viéndola y recogiendo todo lo que traslada.

Redes de concentración Las redes sociales son medios que están ayudando a la normalización de la sexualidad y a la normalización de ciertas prácticas eróticas. Además de ello, están siendo utilizadas para poner en contacto a personas que tienen una práctica sexual en común, según el sexólogo Jorge Pérez, y es que las redes sociales “comunican a personas que tienen un mismo tipo de parafilia o fetichismo y por tanto es más fácil llevar a cabo este tipo de prácticas”.

“Las redes sociales”, continúa, “están ayudando a normalizar la situación porque se habla de sexualidad y por tanto como las parafilias son conductas sexuales también se pueden comentar”. Pero advierte que puede haber momentos en los

“Las redes sociales están ayudando a normalizar la situación”, aclara el sexólogo Jorge Pérez

*Acogiéndonos a la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, hemos accedido a proteger la identidad de las fuentes que así lo han deseado. En este caso, el nombre de Matías González no es real.

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que se discurra en la ilegalidad: “Existen algunas prácticas, como la pedofilia, que es ilegal, entonces nos encontramos con que las redes sociales no suelen estar presentes, por lo que la gente suele utilizar otros mecanismos, también en internet, pero mucho más desconocidos”.

El tratamiento de la sexualidad en la actualidad y el de ciertas prácticas como son las parafilias y los fetichismos son tratados por la gente de a pie como perversiones y anormalidades sin darse cuenta de que no es más que un gusto. “Hay personas que pueden excitarse de forma distinta y no por eso tienen que estar enfermas”, asegura Laura Cruz, “si la persona no tiene sufrimiento y, además, no le está interfiriendo o causando problemas en su vida cotidiana, ¿por qué tiene que ser visto de forma extraña?”.

La vida sexual de cada persona es íntima y privada, por lo que mientras no llegue a la ilegalidad y no cause mal a ninguna de las partes, no deja de ser una práctica más. “Cada persona es única y, por lo tanto, la vivencia de su sexualidad también lo es”, asegura la sexóloga. No se debe permitir que en la actualidad no se deje experimentar la sexualidad de una persona por considerar perversas sus prácticas sexuales.

Ángela Martínez - Ansiedad

“Para luchar contra la ansiedad hay que aprender cómo funciona tu cuerpo y combatir con él y contra él” Un año de crisis de ansiedad a las espaldas en su adolescencia hacen que Ángela Martínez todavía guarde un par de pastillas en la mesita de noche

En el año 2013 el término "crisis de ansiedad" fue uno de los más consultados en el buscador de Google por encima de "crisis económica". De esto, los últimos estudios sobre enfermedades y patologías nerviosas han afirmado que más del 20% de la población mundial padecerá en algún momento de su vida ansiedad. Ángela Martínez, que vive con la enfermedad, relata su experiencia con el objetivo de concienciar tanto a los jóvenes como a los adultos que si "quieres aprender a curarte, puedes curarte perfectamente"

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Ángela Martínez sobre uno de los balcones del edificio Altabix de la UMH.

¿Cómo comienza?

Fue sin esperármelo. Un día, cuando yo tenía unos 17 años, mi madre me llamó porque tenía que ir a clase. Estaba en mi cama y de repente comencé a encontrarme mal. Me ahogaba y no recuerdo más. La sensación que tenía era de no poder moverme y no poder respirar. Y lo vivía como si estuviera fuera de mi cuerpo. Lo veía y decía: "Ángela, haz algo". Mi madre se asustó muchísimo e intentó calmarme pero era como si yo me hubiera quedado enclavijada: no me podía mover y las extremidades me temblaban, el cuello sobre todo. Me asusté porque nunca antes había sentido que yo no tuviera el control de mi cuerpo. ¿Cómo fue tu vida a partir del día que te dio la primera crisis de ansiedad?

Ese día no fui a clase y por la tarde yo estaba muy cansada, con una sensación como si me hubieran dado una paliza, ¡aún estando recién levantada! Al día siguiente me levanté y me volvió a pasar, al día siguiente también, y así sucesivamente, estuve dos semanas sin ir a clase, hasta que logré incorporarme. Había días sueltos que sí podía ir a clase, pero al día siguiente me daba otra crisis. Y ese año tuve que dejar los estudios porque la cosa comenzó a ir a más. #64

“Al principio tenía una crisis al día, pero más adelante me llegaban a dar cinco en un mismo día de media” ¿Cómo sabes que es ansiedad?

Es ansiedad por los síntomas. Llegó un punto que tuve que ir al médico, donde me explicaron que tenía ansiedad. Me mandaron a médicos de la Seguridad Social pero fue la peor experiencia que tuve en la vida. Sin tener un duro me tuve que ir por lo privado, porque luego la cosa fue a más. Al principio me daban crisis una vez al día, más adelante me llegaban a dar cinco crisis al día de media, pero había días que tenía más. Y en ocasiones llegaba a perder el conocimiento y a desmayarme. ¿Tienes miedo a que te vuelva a dar?

No, porque ya sé cómo controlarlo. ¿Crees que la ansiedad es algo crónico?

Creo que nunca desaparece del todo. Pero sí que es muy controlable, y que si tú tienes ganas de "curarte", te puedes llegar a curar perfectamente. Hay mucha gente que cree que no y pone excusas pero no es así. Otra cosa es que se junte con otras enfermedades. Como cuando tienes ansiedad y depresión, que la depresión te quita las

ganas de luchar contra esa enfermedad. Si tú solo tienes ansiedad no puede joderte la vida, lo que sí puede joderte la vida es que vaya un poco más allá. ¿Cómo afecta esto a tu vida cotidiana?

Me sentía una basura porque no tenía vida normal Yo no podía salir de casa. De hecho estuve nueve meses casi sin salir de casa. Es que si salía me podía dar una crisis, y claro, ¿qué hago? No quería salir sin mis padres o sin mi perro. Él ha conseguido pararme más crisis de ansiedad que cualquier cosa. En cuanto me notaba un poco nerviosa se me subía y era una sensación de tranquilidad que no sabría explicar. ¿Lo saben las personas que te rodean?

Sí. En el momento fue difícil, porque las que eran mis amigas no lo entendieron. La gente de mi alrededor se llegó a pensar que estaba embarazada, que tenía, incluso, una hija o que sufría anorexia, porque por ese entonces estaba muy delgada. Y como salía poco a la calle, daba pie a pensar esas cosas. A día de hoy, no es algo que yo oculte. Es un tema del que no me gusta hablar, porque mi familia lo pasó fatal. Yo no me quiero imaginar por lo que pasó mi madre viendo a su hija desmayarse, perder el conocimiento...

“Mi perro ha conseguido pararme más crisis de ansiedad que cualquier otra cosa” Por qué crees que te daban esas crisis?

No lo sé. Y los médicos intentaban llegar a una explicación y no han llegado. Si que me afectaban los típicos fantasmas de cosas que no has podido superar, por ejemplo el fallecimiento de mi abuelo. Pero eso fue en primero de la ESO, y mis comienzos con la ansiedad fueron en primero de bachiller. Tampoco sé si tuvo algo que ver la edad del pavo.

No soy una persona que le quiera dar vueltas a eso, soy más una persona de vivir en el día a día, por eso no le he encontrado nunca una explicación coherente al por qué me pasó. ¿Te avuergüenza?

No. Al principio era extraño porque nunca lo había vivido.

Nunca había escuchado ningún testimonio de alguna persona que hubiera vivido con ansiedad, pero después de esto he conocido a tanta gente que, tal vez no tenga ansiedad, pero que sí tiene los sintomas. Y me gusta ayudarlas.

Ángela Martínez sobre uno de los balcones del edificio Altabix de la UMH.

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Millennials frustrados

“Estoy en paro”. “Necesito que me concedan la beca”. “Tengo que aprobar esta asignaturo”. “No puedo pagar el coche”. Y una infinidad más de frases de obligación. Lo sé, muchas de estas declaraciones de guerra os rondan constantemente la cabeza. A mí también. Teníamos tanta prisa por crecer que la realidad -a la que llamaremos sociedad- nos ha propinado un golpe seco y doloroso.

Estas preocupaciones son propias de jóvenes adultos como nosotros. Es por ello que las personas que nos encontramos entre 18 y 33 años -la famosa generación millennial- somos el colectivo al que más atacan la ansiedad y el estrés, según un estudio realizado por la Asociación Americana de Psicología (APA).

La economía tiene un gran peso en la aparición de estos trastornos debido al agobio que ocasiona la imposibilidad de generar dinero para independizarse o pagar lo que cada uno considera sus caprichos. A la preocupación monetaria se suman, además, el trabajo y los estudios -que cada uno se aplique su caso particular-, temas que alarman a los ninis (personas que ni estudian ni trabajan), los sisis (estudian y trabajan) y los nosis (un híbrido entre ambos que realiza una de las dos).

Pero estos trastornos pueden tener un origen previo a la juventud: la confusa etapa de la adolescencia.

Los jóvenes viven en un proceso de cambio constante, el cual experimentan en su cuerpo y en otros aspectos de su vida (cambias del colegia al instituto, comienzan a salir de fiesta, se inician en el consumo de sustancias como el alcohol -en el mejor de los casos- y un sinfín de etcéteras). Además, están sedientos de aceptación social, lo que significa que sienten la necesidad de encajar entre sus amigos y compañeros.

Nos encontramos perdidos en una sociedad que parece quemar los relojes y acelerar el ritmo. Este estilo de vida enfático, sumado a las causas descritas, provoca los trastornos que ya se conocen como la epidemia silenciosa del siglo XXI. Thais Peñalver Cerdá

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Everybody

HUMAN SHOULD

T R E AT E D

BE

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