cia de las cosas bien hechas. Fue el Sargento Primero quien continuó el legado de su padre hace ya 25 años. Una vez aceptado en la Escuela de Paracaidistas, realizó los cursos de Paracaidismo Básico, Jefe de Salto y Jefe de Salto Experto, Empacador, Saltador Militar Libre a gran altura y Supervisor de Oxígeno. En definitiva, ha cumplido con los requisitos y alcanzado todas las metas en términos de capacitación dentro del paracaidismo militar.
baja desde un avión C-130 de la Fuerza Aérea, a 3.500 pies (1.200 metros). “Actualmente, los lanzamientos de suministros en Chile no superan los 2.000 kilos. Al sobrepasar esta prueba, estaríamos en condiciones de lanzar hasta 5.000 kilos, lo que aumenta el rango de operatividad en nuevas misiones”, puntualiza. El desafío es grande, pero el Sargento Primero Alfaro tiene confianza en su equipo conformado por 25 personas. “Hemos realizado infinidad de cálculos, como peso del vehículo, extensiones de los paracaídas, eje de pasada de la aeronave, altura y dirección del viento. Todo ello para que la carga aterrice en un área de la zona de Pequenco, al frente de la Brigada de Operaciones Especiales (BOE) “Lautaro”, cuyas dimensiones no superan los 1.400 metros de largo por 600 metros de ancho. Desde tierra parece
Los hermanos sin temor René y Óscar Alfaro son hermanos y tienen nueve años de diferencia. Pero hay algo que los une mucho más que los lazos sanguíneos y el trabajo en una misma unidad del Ejército. Su pasión es el paracaidismo. Tanto es así que René ya suma más de 800 saltos, mientras que Óscar supera los 500, lo que en términos de esta actividad los eleva a la categoría de expertos. A pesar de eso, se toman cada salto con la máxima rigurosidad, ya que tanto en el empaque como arriba de un avión otras vidas dependen de ellos. Por algo el lema de un empacador es “siempre estaré seguro”. Oriundos de Cauquenes y provenientes de una familia de ocho hermanos, son hijos de un Suboficial Mayor de Ejército, quien les inculcó el sentido del deber y la importan-
No pasó mucho tiempo para que Óscar se uniera al Ejército, estimulado por los logros de su hermano. Tras su Servicio Militar en Cauquenes y su paso por la Escuela de Suboficiales, fue destinado a la Escuela de Paracaidistas en el 2005. Ha realizado los cursos de Paracaidista Básico, Empaque, Jefe de Salto, Asalto Aéreo y Paracaidista Experto. “De mi hermano puedo decir que es metódico, responsable y destaca por su enorme entusiasmo por aprender. En este momento lo incentivo para que mejore su inglés, con la idea que se perfeccione en Estados Unidos”, enfatiza René. En el plano familiar, René está casado y tiene dos hijos: Joaquín (10) y Benjamín (8). Óscar también es casado y tiene una niña pequeña de 2 años, Emilia Isidora. Este último reconoce que el trabajo que realizan es complejo y con una gran cuota de riesgo. “Por eso somos el dolor de cabeza de nuestra madre, aunque hasta ahora llevamos un excelente registro de saltos. Pero nunca hay que confiarse y por eso no se puede descuidar ningún detalle de cada paracaídas que sale del empaque”.
Página Nº 37
AS &