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Ecobarómetro Fundación Endesa Cultura ecológica y educación Resumen ejecutivo
RESUMEN EJECUTIVO ECOBARÓMETRO
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RESUMEN EJECUTIVO Fundación Endesa, en su compromiso por la promoción de la cultura ecológica a través de la educación y con el interés de profundizar en el conocimiento de los jóvenes en materia de medio ambiente, ha realizado el informe “Ecobarómetro. Cultura Ecológica y Educación”. Este estudio persigue un doble objetivo: por un lado, el de dar continuidad a los estudios que, a escala nacional e internacional, se ocupan de evaluar los factores que facilitan un desarrollo sostenible e integral. Por otro, el de conocer hasta qué punto la educación y otros actores sociales intervienen en la implicación ecológica y medioambiental de las personas. Para la elaboración de este estudio, Fundación Endesa ha contado con la participación de la Fundación Europea Sociedad y Educación, y con Víctor PérezDíaz y Juan Carlos Rodríguez, de Analistas Socio-Políticos y autores del informe, quienes han construido, a través de la aplicación de dos encuestas de opinión pública, un enfoque algo diferente, basado en la idea de explorar los vínculos entre “cultura ecológica” y “educación”. Este resumen ejecutivo destaca algunos de los hallazgos principales obtenidos de la consulta a dos muestras de unos 1.000 individuos, representativas de la población internauta de 18 a 35 años y de la población general de 18 a 75 años, respectivamente. La primera siguió una metodología online y la segunda, la de la entrevista telefónica asistida por ordenador. El trabajo de campo de ambas tuvo lugar en julio de 2016. El aspecto más novedoso de esta exploración radica en dos elementos. El primero de ellos tiene que ver con el uso del concepto de cultura ecológica, como cultura vivida, que atañe al sentido que dan los individuos a sus decisiones (efectivas o potenciales) en un ámbito específico de la vida humana, el de las relaciones de los seres humanos con su medio ambiente, y que se analiza en sus distintas dimensiones (percepciones, conocimientos, actitudes y comportamientos), así como desde la perspectiva de la posible influencia en esas dimensiones de determinadas creencias o valores subyacentes. De los resultados de esta exploración se da buen ejemplo en la encuesta a la población general. El segundo aspecto novedoso de este estudio implica centrar buena parte de la atención en los jóvenes, y en la relación entre su experiencia escolar y sus opiniones y comportamientos relativos al medio ambiente. Probablemente, es la primera “cata” que se hace en España en este sentido, y es probable que sea de las pocas que se han hecho en cualquier país. Por último, a modo de conclusión, se hace un balance de las tendencias observadas en la cultura ecológica de los españoles. RESUMEN EJECUTIVO ECOBARÓMETRO
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PRIMERA PARTE LA ENCUESTA A JÓVENES. HALLAZGOS PRINCIPALES
En este apartado resaltamos las principales averiguaciones relativas al bloque “Medio ambiente y escuela”, es decir, mencionamos algunos juicios de los entrevistados sobre contenidos, sobre profesorado y su didáctica, y al bloque “La cultura ecológica de los jóvenes españoles”, y concluimos con una consideración breve sobre la asociación entre experiencia escolar y cultura ecológica.
1. Medio ambiente y escuela Contenidos · Un 54 % cree que los contenidos dedicados a lo largo de su aprendizaje escolar (hasta los 15/16 años) al medio ambiente y la energía son muy insuficientes o insuficientes; para un 44,5 % son aceptables, elevados o, para muy pocos, excesivos. · Pero, solo a un 30,8 % le habría gustado saber más de alguna cuestión sobre esos temas porque los contenidos no se enseñaban. Entre esas cuestiones predominan las relativas a la energía (42,1 %), especialmente la procedente de fuentes renovables.
España (2016). Tema sobre el que habría querido saber más, pero no pudo porque los contenidos apropiados no se enseñaban en la escuela (N=317) (porcentajes) Conocimientos sobre energías renovables en general
15,8
Conocimientos sobre alguna energía renovable en particular (eólica, ... Conocimentos sobre energías no renovables en general
8,7 2,0
Conocimentos sobre energía nuclear Conocimentos sobre energía en general
4,6 1,9 5,3
Costes de las fuentes de energía Producción de energía para el consumo propio
3,8 8,2
Hábitos adecuados (en general) 3,4
Reciclaje
8,2
Consecuencias de nuestro estilo de vida
7,1
Cambio climático Transgénicos
1,1 8,3
Demanda genérica de más conocimientos
19,3
Otros Ns/nc
2,3
Fuente. Encuesta ASP 16.061.
· Al evaluar cómo trataban los libros de texto a los principales actores de la discusión pública sobre estos temas, un cuarto no lo recuerda, y en el resto tiende a predominar la opinión “de manera neutra”.
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Profesorado y didáctica · Los encuestados no tienen, en general, una opinión especialmente positiva de la preparación que tenían sus profesores para explicar esas materias, pues se obtiene una media del 5,29 en la escala del 0 al 10, que es baja en comparación con las evaluaciones medias del profesorado recogidas en encuestas recientes, que se sitúan entre el 6 y el 7. · Por término medio, los encuestados reconocen un uso no muy frecuente de metodologías “modernas” en la enseñanza de temas medioambientales. El uso habitual de internet lo refiere un 11,2 %; el uso de proyectos prácticos hechos en grupo o individualmente, un 10,6 %; y los proyectos prácticos que implicaban a varias clases, un 2,8 %. Si añadimos la categoría de frecuencia “algunas veces”, la extensión de esas metodologías sería del 33,2, 39,7 y 17 %, respectivamente.
España (2016). A lo largo de esa experiencia escolar, ¿con qué frecuencia usaban los siguientes materiales o actividades para estudiar los temas de medio ambiente o energía? (porcentajes) Habitualmente
Internet
11,2
Proyectos prácticos hechos en grupo o individualmente
10,6
Proyectos prácticos en los que estaban implicadas varias clases del centro
2,8
0
Algunas veces
22,0
Casi nunca
16,0
37,8
36,1
14,2
20
No recuerda
44,0
20,2
29,1
10
Nunca
30
39,3
40
50
60
70
80
90
100
Fuente. Encuesta ASP 16.061.
· Hasta un 27 % no sabe mencionar ninguno de esos proyectos prácticos, y entre los que los mencionan, muchos se refieren, más bien, a tradicionales trabajos académicos en grupo, siendo relativamente pocos los que, efectivamente, mencionan trabajos prácticos. · Asimismo, son pocos los que recuerdan que existiese en su centro un plan de ahorro de energía (16,9 %) o de cuidado del medio local (13,7 %).
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Efectos de la enseñanza en la cultura ecológica del entrevistado · Los encuestados evalúan de manera mediocre la utilidad de la experiencia educativa para entender la producción y la distribución de energía (media de 5,74 en la escala del 0 al 10), el funcionamiento del medio ambiente y sus problemáticas (6,32), y esa evaluación se extiende a aprendizajes no relacionados con los anteriores, sobre el funcionamiento de la economía de mercado (4,95) y de la democracia (6,09). · Tampoco destaca la escuela como factor que haya contribuido a los hábitos de cuidado del medio que tiene el entrevistado: para un 38,5 % ha contribuido mucho o bastante (para un 60,4 %, poco o nada). El porcentaje correspondiente a los grupos de amigos es parecido (35,8 %), y son más altos los de los medios de comunicación (51,2 %) y, sobre todo, la familia (71,3 %).
España (2016). ¿Cuánta influencia han tenido los siguientes factores en que usted adquiera hábitos de cuidado del medio ambiente, mucha, bastante, poca o ninguna? (porcentajes) Mucha
Su experiencia escolar
Bastante
7,6
Poca
Ninguna
No sabe
50,5
30,9
Su familia
29,7
9,9
42,6
22,8
4,1
Los medios de comunicación
10,2
Sus grupos de amigos
41,0
5,8
0
40,4
30,0
10
20
9,7
38,2
30
40
50
21,5
60
70
80
90
100
Fuente. Encuesta ASP 16.061.
· Según la opinión de quienes reconocen la influencia escolar, esta habría tenido lugar, sobre todo, a través de los contenidos enseñados (45,7 %), y solo secundariamente a través de las prácticas de cuidado del medio (22,5 %) o el ejemplo de los profesores (20 %).
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2. La cultura ecológica de los jóvenes españoles Percepciones · Casi todos los entrevistados piensan que la conservación del medio es un problema muy o bastante grave (96,7 %) y muy o bastante urgente de resolver (96,4 %). · De una lista de problemas medioambientales, eligen como el primero o segundo más importante el cambio climático (43,2 %), la contaminación del aire (36 %) y el agotamiento de los recursos (28,6 %). · La estabilidad en las percepciones sobre el medio ambiente se observa en que un 77,2 % piensa que la contaminación ambiental en España ha ido a peor en los últimos diez años, un porcentaje casi idéntico al obtenido en 2004. Esta opinión apenas tiene que ver con los datos reales de evolución de la contaminación.
España (2004, 2016). ¿Diría que, en general, la contaminación ambiental en España en los últimos diez años...? (porcentajes) Junio 2004
Julio 2016
90 80 70 60 50 40
77,8
77,2
30 20 10
18,2 6,8
1,8
2,1
11,4
4,6
0
Ha ido a mejor
Apenas ha cambiado la situación (*)
Ha ido a peor
No sabe
(*) En 2004 la opción de la ausencia de cambio se recogió sin ofrecerla como tal, algo que no pudo hacerse en 2016, dada la técnica de la encuesta. Fuente. Encuestas ASP 04.040 y 16.061.
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· La inmensa mayoría (86,1 %) cree que solo podrá resolverse el problema del cambio climático con cambios en nuestra forma de vida. En 2010 lo creía un 76,8 %. · Que mencionen tanto el agotamiento de los recursos encaja con el predominio claro (66,9 %) de la idea de que hay una cantidad dada de recursos naturales que el hombre va a agotando, frente a la de que es el ser humano el que amplía la oferta de recursos naturales utilizables mediante su conocimiento (26,3 %). Conocimientos · La mayoría (57,7 %) se siente poco o nada informada sobre temas medioambientales, una proporción que apenas ha variado en veinte años, a pesar de una mayor presencia de cuestiones medioambientales en la enseñanza y en la discusión pública. · Una amplísima mayoría (87 %) acierta al considerar total o probablemente verdadera la idea de que al consumir combustibles fósiles contribuimos al cambio climático. El porcentaje habría crecido desde 1993 (71,6 %). · Sin embargo, una mayoría yerra al considerar total o probablemente verdadera la afirmación de que el cambio climático se debe a un agujero en la atmósfera, un 51,3 %, frente al 41,4 % que la considera falsa. De todos modos, el juicio correcto ha mejorado desde 1993 (19,8 %). · La estimación de los costes relativos de las fuentes de electricidad sigue primando muy mayoritariamente como las más baratas a la eólica y la solar, que han sido tradicionalmente las más caras. Un 33,7 % mencionó a ambas y un 40,3 % a una de ellas. Actitudes · La pregunta por los fines de la educación medioambiental ofrece un buen indicio de cómo jerarquizan los encuestados los componentes de la cultura ecológica: primero estaría la adquisición de hábitos (43,6 %); segundo, el desarrollo de valores apropiados (7,4 %); tercero, la adquisición de conocimientos y el tomar conciencia de los problemas (12,9 y 11,5 %, respectivamente). · Es muy relevante (por lo que se asocia esta pregunta con otros elementos de la cultura ecológica) la estructura de la confianza en unos u otros actores: a la hora de que les expliquen los riesgos medioambientales confían, sobre todo, en científicos (78,5 %) y ecologistas (72,9 %). Esos porcentajes han aumentado desde 2004, especialmente el de los científicos (desde el 47,4 %); han caído, desde niveles ya muy bajos, los relativos a los gobiernos; y sigue siendo bajo el correspondiente a las empresas.
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España (2004, 2016). ¿En quiénes confía más para que le digan la verdad acerca de los riesgos medioambientales? (máximo 2 menciones) (porcentajes) Junio 2004
Julio 2016
28,7 Las asociaciones de consumidores
16,2 64,0 72,9
Las asociaciones ecologistas
11,0 Los gobiernos
3,3 3,0
Las empresas
2,5 3,3
Los partidos políticos
0,8 47,4
Los científicos
78,5 21,1
Los medios de comunicación
12,2 3,2
Otros
2,0
Ninguno
2,7
Ns/nc
2,8 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
Fuente. Encuestas ASP 04.040 y 16.061.
· Sin embargo, hasta un 54,6 % está muy o bastante de acuerdo con la idea de que la ciencia no resolverá los problemas medioambientales (y un 40,6 % está poco o nada de acuerdo). Además, las dudas sobre la ciencia han debido de aumentar algo desde 2004. · Una amplísima mayoría (85,4 %) sigue otorgando prioridad a proteger el medio ambiente frente al mantenimiento de nuestro nivel de vida, sin que apenas haya cambiado esa cifra desde 2004. · De todos modos, por término medio, el sacrificio al que están dispuestos parece mínimo, pues poquísimos (12,3 %) pagarían más de un 15 % más por electricidad procedente de renovables, y un 42,4 % no estaría dispuesto a pagar más, un porcentaje que habría crecido claramente desde 2004 (28,1 %).
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Comportamientos · Algunas conductas medioambientales de las medidas están bastante asentadas; otras, relativamente poco. Entre las primeras están la separación de residuos domésticos para su ulterior reciclaje (con una práctica habitual del 66,7 %, que habría crecido claramente en los últimos veinte años) y el uso de bombillas de bajo consumo (77 %), con un gran crecimiento, ayudado por la prohibición de la venta de bombillas incandescentes. En un segundo nivel estarían el ahorro de agua (46,6 %), comportamiento cuya frecuencia no ha variado apenas en veinte años, y el uso del transporte público (35,4 %), también sin cambios apreciables. En un tercer nivel estarían el dejar de usar el coche privado por razones medioambientales, un comportamiento poco frecuente (13,6 %) que habría crecido desde 2000, y la compra de productos ecológicos (13 %), estable o a la baja en los últimos veinte años.
España (2016). Frecuencia con la que se llevan a cabo varias conductas relativas al medio ambiente (porcentajes) Habitualmente
Algunas veces
Separa la basura orgánica según el tipo de desecho (orgánico, plástico, papel)
Casi nunca
Nunca
66,7
Pone en práctica medidas para ahorrar agua en su hogar
46,6
No procede
No sabe
17,9
7,9
6,8
38,7
9,7
77,0
Usa bombillas de bajo consumo en su hogar Utiliza el transporte público para desplazarse en sus trayectos cotidianos
35,4
Deja de utilizar su vehículo (coche, moto) por razones medioambientales
13,6
Compra productos ecológicos, es decir, productos que no contaminan el medio ambiente
13,0 0
10
17,9
28,4
28,9
19,8
25,8
30
40
12,9
23,4 50
2,8
19,6
44,9 20
4,4
60
70
14,5 80
90
100
Fuente. Encuesta ASP 16.061.
· En conjunto, de las 4 conductas aplicables a toda la población, la media de conductas llevadas a cabo habitualmente sería de 2,03. · Al solicitar al entrevistado una conducta que reflejase mejor el compromiso del entrevistado con el medio ambiente, hemos obtenido una lista de comportamientos conocidos, destacando uno muy por encima de los demás, la separación de los residuos domésticos (mencionado por el 49,4 %). 10
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· Por último, un 7 % afirma pertenecer a una asociación ecologista.
La huella de la variedad de experiencias escolares en la variedad de la cultura ecológica de los jóvenes españoles es relativamente menor, salvo en el caso de la orientación de los estudios. Ello no implica que la escuela no esté dejando huella en su cultura ecológica. Los amplios consensos en algunas percepciones, actitudes y conocimientos de carácter básico han de proceder de alguna fuente. Una de ellas sería la educación escolar. Otra bastante obvia sería la de los medios de comunicación, cuyos mensajes llegan cotidianamente a lo largo de toda nuestra vida. Ambas influencias, la escolar y la de los medios, estarían acompañadas, o intermediadas, por la influencia de los grupos de referencia o pertenencia de los ciudadanos, comenzando por la familia, a la que los encuestados atribuyen una relevancia significativa.
SEGUNDA PARTE LA ENCUESTA AL PÚBLICO EN GENERAL. HALLAZGOS PRINCIPALES
Destacamos, a continuación, algunos datos significativos de las diferentes dimensiones de la cultura ecológica de una muestra de 1.003 individuos, representativa de la población de 18 a 75 años residente en España.
1. Percepciones · Cuando los entrevistados oyen hablar del medio ambiente, las frases que más resuenan en ellos atañen a problemas medioambientales (la contaminación, con un 25,7 %), al legado que dejaremos a futuras generaciones (23,3 %), a la protección de la naturaleza (14,5 %) y a la responsabilidad de cada uno por mejorarlo (14,3 %). En los últimos catorce años han crecido los porcentajes correspondientes al legado y a la responsabilidad individual. · Considerada en sí misma, la conservación del medio ambiente es vista como un problema grave y urgente de resolver: un 95,4 % cree que es un problema muy o bastante grave; un 93,5 % cree que su solución es urgente. · Sin embargo, cuando se enmarcan en el conjunto de problemas de España, los problemas medioambientales no aparecen entre los más importantes a corto plazo. Hoy ni siquiera llegan al 1 % quienes los mencionan entre los tres principales. · A medio o largo plazo (20 años) apenas aparecen entre los principales (8,1 % de menciones), predominando el paro (27,5 %) y las pensiones (14,8 %). RESUMEN EJECUTIVO ECOBARÓMETRO
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España (2000-2016). El medio ambiente como uno de los tres problemas principales de España en la actualidad (porcentajes) 6
Sequía 5
Hundimiento del Prestige
4 3 2 1
JUL 16
FEB 16
SEP 15
ABR 15
NOV 14
ENE 14
JUN 14
AGO 13
OCT 12
MAR 13
DIC 11
MAY 12
JUL 11
FEB 11
SEP 10
ABR 10
NOV 09
ENE 09
JUN 09
AGO 08
MAR 08
OCT 07
DIC 06
MAY 07
JUL 06
SEP 05
ABR 05
NOV 04
ENE 04
JUN 04
AGO 03
OCT 02
MAR 03
DIC 01
MAY 02
JUL 01
FEB 01
SEP 00
0
Fuente. Elaboración propia con datos del Banco de datos del CIS (www.analisis.cis.es).
· La mayoría (53,3 %) cree que la situación del medio ambiente en España es regular, pero son más los que la ven como mala o muy mala (32 %) que como buena o muy buena (14,4 %). Estas percepciones apenas han variado en veinte años. · Entre los problemas más urgentes de resolver destacan (en mención espontánea, con dos menciones posibles) la contaminación en general (32,7 %) y la contaminación atmosférica (17,9 %), seguidas por los incendios forestales (14,2 %) y los relativos a los residuos y el reciclaje (14 %). Pocos mencionan el cambio climático (6,9 %). · Sin embargo, considerado en sí mismo, el cambio climático es visto como grave: un 83,6 % lo ve como una amenaza muy o bastante seria para su forma de vida en 20 años, sin que haya cambiado apreciablemente el porcentaje desde 2007. 2. Conocimientos · Los que se sienten muy o bastante informados sobre temas medioambientales y los que se sienten poco o nada informados se reparten, más o menos, por mitades: 52,2 y 47 %, respectivamente. El porcentaje de “informados” ha crecido en los últimos 20 años. · Ello no es óbice para que se mantengan o empeoren desconocimientos tradicionales, como el que un 72,4 % considere verdadera la afirmación de que el cambio climático se debe a un agujero en la atmósfera, un porcentaje incluso superior al observado en el año 2000 (59,8 %). Esos niveles de desconocimiento sitúan a los españoles en la parte baja de la clasificación de los países europeos. 12
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· La gran mayoría de los encuestados sigue creyendo, como en 2007, que las fuentes de electricidad más baratas son las que tradicionalmente han sido las más caras, con un 38,4 % que menciona a la eólica y a la solar, y un 38,3 % que menciona a una de las dos. Hoy ya no puede calificarse la mención de la eólica como error, pero que no lo sea no se debe a un aprendizaje de la población, sino a la evolución de los costes de la eólica. · En el lado positivo, una gran mayoría (85,5 %) cree verdadera una afirmación que vincula el uso de combustibles fósiles con el cambio climático, habiendo crecido esta proporción desde el año 2000. 3. Actitudes · El medio ambiente ocupa un lugar secundario en las preferencias sobre los elementos de una buena calidad de vida: solo lo considera uno de los dos factores más importantes al respecto un 6,6 %, lejos del 65,8 % que menciona tener buena salud, el 35,2 % que menciona unos ingresos suficientes, el 28,6 % que menciona un trabajo satisfactorio o el 28,1 % que cita a familia o amigos con los que poder contar.
España (2016). De los siguientes, ¿qué factor considera más importante para tener una buena calidad de vida? ¿Y en segundo lugar? (porcentajes) En primer lugar
En segundo lugar
49,0
Buena salud Poco estrés o preocupaciones
16,8
2,42,8
Ingresos suficientes para cubrir las necesidades
13,3
21,9
Un medio ambiente satisfactorio 1,8 4,8 Un trabajo satisfactorio
11,0
Familiares o amigos con los que poder contar
17,6
9,8
Acceso a buenos servicios públicos (transporte, sanidad, educación)
7,5
18,3 7,7
Vivir en una zona segura 2,0 5,1 Suficiente tiempo libre
2,6 4,1
Otro Ns/nc 0
10
20
30
40
50
60
70
Fuente. Encuesta ASP 16.060.
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· La pregunta por los fines de la educación medioambiental sugiere cómo jerarquizan los encuestados los elementos de la cultura ecológica, con resultados distintos a los obtenidos en la encuesta a jóvenes: primero estaría la adquisición de hábitos (34 %); segundo, la toma de conciencia de los problemas (26,7 %); tercero, el desarrollo de valores apropiados (18,9 %); y cuarto, la adquisición de conocimientos (14,3 %).
España (2016). Sobre todo, ¿a qué debería aspirar la educación medioambiental, a que los estudiantes... ? (porcentajes) Público joven (16 a 35 años)
Público general (18 a 75 años)
50 45 40 35 30 25 20
43,6 34,0
15
26,7
27,4 18,9
10 5
11,5
12,9 14,3 3,5
0 Tomen conciencia de que hay problemas medioambientales
Tengan conocimientos sobre la interacción entre la humanidad y el medio ambiente
Desarrollen valores favorables a la protección del medio ambiente
Adquieran hábitos cotidianos de cuidado del medio
4,9
Sepan evaluar las decisiones públicas relativas al medio ambiente
1,1
1,1
Ns/nc
Fuente. Encuestas ASP 16.060 y 16.061.
· Se refuerza la estructura de confianzas en los actores de la discusión pública medioambiental observada en 2007. Pudiendo mencionar hasta dos actores preferidos para recibir información veraz sobre riesgos medioambientales, un 75,6 % menciona a los científicos (68,3 % en 2007) y un 65,3 % a los ecologistas (60,9 % en 2007). Lejos se sitúan los medios de comunicación (26,3 %) y muy lejos, con poquísimas menciones, empresas, gobiernos y partidos políticos. Esta estructura es muy similar a la que observamos en la encuesta a jóvenes. · Muy pocos (19,3 %) piensan que hay un partido con políticas medioambientales eficaces y eficientes. · Muchos (71 %) creen que los medios tratan los asuntos medioambientales de manera desordenada y confusa, tantos como los que piensan lo mismo si se
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ECOBARÓMETRO RESUMEN EJECUTIVO
·
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·
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trata de información sobre economía o política, tal como se deriva de encuestas recientes. A pesar de la confianza en los científicos, son menos (40,8 %) los que creen que la ciencia resolverá los problemas medioambientales sin grandes cambios en el estilo de vida que los que no lo creen (56,8 %). Es posible que estos últimos sean hoy más que en el año 2000. El balance protección medioambiental/costes de la protección está muy equilibrado en el público español: un 49,9 % cree que la protección es tan importante que hay que adoptar medidas más allá de su coste y un 49,4 % reconoce la importancia de la protección pero teniendo muy en cuenta los problemas de coste. En 2007 el balance estaba claramente desequilibrado a favor de la primera opción. El balance medio ambiente/crecimiento económico es más dudoso, dependiendo de cómo se plantee la pregunta. Un 53,4 % cree que el crecimiento es perjudicial para el medio (un 43,2 % no lo cree); pero un 64,1 % piensa que el crecimiento es necesario para poder proteger el medio (un 35,6 % no lo cree). La disposición a asumir costes en este ámbito es bastante limitada: muy pocos (10,4 %) estarían dispuestos a pagar más de un 15 % extra por electricidad procedente de fuentes renovables, mientras que un 36,3 % no estaría dispuesto a pagar más, un porcentaje superior al observado en 2007 (26,9 %). Probablemente, España está entre los países de la UE15 menos proclives a este tipo de sacrificios.
4. Comportamientos · Como en el caso de los jóvenes, algunas conductas medioambientales de las medidas están bastante asentadas, otras relativamente poco. Entre las primeras están: el uso de contenedores para depositar los distintos tipos de residuos domésticos (87,6 % de práctica habitual), con un gran crecimiento en los últimos veinte años; el uso de bombillas de bajo consumo (85,3 %), también con un gran crecimiento; y el reciclaje de residuos domésticos (83 %), de nuevo con un gran aumento. · En un segundo nivel estaría el uso del transporte público (34,3 %) y la compra de productos ecológicos (27,8 %). · En un tercer nivel se encuentran: dejar de usar el coche privado por razones medioambientales, un comportamiento poco frecuente (17 %) que, de todos modos, habría crecido desde el año 2000; y el más costoso en términos del tiempo requerido, el participar en acciones a favor del medio ambiente (9,6 %). · En conjunto, de las 5 conductas aplicables a toda la población, la media de conductas llevadas a cabo habitualmente sería de 2,9.
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España (2016). Frecuencia de distintos comportamientos medioambientales (porcentajes)
Habitualmente
Algunas veces
Casi nunca
Nunca
No procede
No sabe
Utiliza contenedores de la calle para depositar ciertos desechos (vidrio, cartón, papel, pilas...)
87,6
6,1
Usa bombillas de bajo consumo en su hogar
85,3
9,4
Separa la basura doméstica según el tipo de desecho (orgánico, plástico, papel)
83,0
Utiliza el transporte público para desplazarse en sus trayectos cotidianos
34,3
Compra productos ecológicos, es decir, productos que no contaminan el medio ambiente
16,7
27,8
Deja de utilizar su vehículo (coche, moto) por razones medio ambientales
44,3
17,0
Participa en acciones a favor del medio ambiente (limpieza de playas o parques, plantar árboles, etc.)
9,6 0
7,8
20,6
17,0 20
40
60
80
100
Fuente. Encuesta ASP 16.060.
· Por último, un 4,1 % afirma pertenecer a una asociación ecologista, lo cual, como en el caso de los jóvenes, suele relacionarse claramente con actitudes y comportamientos medioambientales.
En conjunto, la coherencia general entre los distintos componentes de la cultura ecológica de los españoles es relativamente baja, salvo para ciertas minorías para las que el cuidado del medio ambiente es un valor relativamente central en sus vidas.
5. Bases de su implicación medioambiental · Los entrevistados contestaron una pregunta sobre las creencias fundamentales que pueden estar detrás de su implicación en la conservación de la naturaleza. Las dos más mencionadas son el deber de cuidar la naturaleza que tienen los humanos como único ser racional en ella (32,6 %) y los perjuicios que la degradación de la naturaleza presentan para el bienestar humano (32,2 %).
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ECOBARÓMETRO RESUMEN EJECUTIVO
A cierta distancia se sitúa la creencia en que los seres vivos tienen valor por sí mismos (16,2 %) y la de que la naturaleza es fuente de recursos para nuestro bienestar (13,6 %). La menos mencionada es la creencia en la naturaleza como creación de Dios (4,4 %). · Desde una perspectiva más “sociológica”, cuando los entrevistados reflexionan sobre la procedencia de sus actitudes medioambientales, se imaginan, en primer lugar, que han debido de ser importantes su familia (un 29,5 % la menciona como el factor que más ha influido en ellas) y los medios de comunicación (26,8 %), y no tanto su experiencia escolar (19,4 %) o sus grupos de amigos (12,9 %).
CONCLUSIÓN CULTURA ECOLÓGICA COMO CULTURA VIVIDA: LA EXPERIENCIA ESPAÑOLA, UN BALANCE MEJORABLE
Destacamos, por último, los hallazgos que consideramos más interesantes de nuestra investigación, es decir, aquellos a los que, creemos, la discusión pública sobre medio ambiente debería prestar una mayor atención, y también, considerarlos como objeto de futuras indagaciones. En primer lugar, el conjunto de los españoles se caracterizaría por una cultura ecológica vivida que podríamos calificar, por una parte, de intensidad media o media-baja, dadas las características de los comportamientos medioambientales más frecuentes y dadas las reducidas predisposiciones a asumir costes para conseguir finalidades medioambientales. El segundo hallazgo apunta a que las preocupaciones medioambientales no ocupan un lugar central, como sí lo ocupa en grupos reducidos de población. En particular, sería dudosa la realidad de la asignación de mucha o bastante gravedad a los problemas medioambientales, tanto porque ceden protagonismo al compararlos con otros problemas como porque no se traduce en los comportamientos esperables. El tercero refleja que entre los miembros de asociaciones ecologistas, a diferencia de lo que ocurre en general, predomina claramente el juicio que asigna un valor intrínseco a todos los seres vivos, como fundamento de la propia implicación medioambiental. Esto apunta al recorrido que tendría que hacer la cultura ecológica media para, si fuera el caso (o el fin deseable), aproximarse a quienes más coherentemente hacen de la ecología el centro de su cultura. El cuarto indica que los cambios observados en los últimos veinte años son relativamente limitados. Los principales se refieren a la mayor frecuencia de ciertas conductas medioambientales (las menos costosas), pero, como hemos
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argumentado, ello no tiene por qué ir asociado a una mayor centralidad de la ecología en la cultura de los españoles. El quinto recuerda que se mantienen niveles de conocimiento bajos en algunos de los temas considerados, lo cual tendría consecuencias, sobre todo, en la calidad de la discusión pública sobre estos temas. El sexto se referiría al potencial, todavía por cumplir, que tiene la experiencia escolar para el desarrollo de una cultura ecológica vivida. El séptimo hallazgo principal tiene que ver con el juicio relativamente crítico que hacen los jóvenes de su experiencia escolar, aunque los resultados de la encuesta sugieren que la crítica se moderaría si, por ejemplo, los profesores estuvieran mejor preparados y/o utilizasen metodologías más modernas en su enseñanza, como los proyectos prácticos.
Todos estos resultados apuntan a la necesidad de seguir indagando en el papel de la escuela en la configuración de la cultura ecológica de los españoles. Para ello, habría que elaborar indicadores que lo midan con mayor fiabilidad y que estén planteados desde un enfoque en el que la escuela puede ser un factor relevante, en conjunción con otros, como la cultura del conjunto de la sociedad, actuando a través de la familia y/o en combinación con ella, una institución crucial en los procesos de socialización, pero con frecuencia marginada en el debate sobre la materia.
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