Plan de viaje. 20 voces trasatlánticas

Page 113

Salidas Internacionales

ME DESPERTABA A LAS CUATRO, a las tres, cada vez más temprano y, sin lograr conciliar el sueño, pensaba en cómo se desmoronaba todo lo que había construido. Bajaba hasta la cocina preguntándome por qué me había casado con aquel hombre siempre correcto, siempre buen padre, aburridísimo. Ahora me doy cuenta de que el divorcio, a pesar de los seis meses de terapia que él propuso, era inevitable. Inevitable tras casi dos décadas de tedio absoluto que se transformó en insomnio. Mi miedo eran mis hijos: rodearlos de una atmosfera asfixiante en la que no sabía a qué los condenaba. ¿Por qué se sentencia a una mujer que toma decisiones sin pensar en sus hijos? ¿Entenderían ellos lo que yo quería? E stas preguntas surgen de noches medidas en estrías, polvos interrumpidos y un vago desprecio. Escuchaba la respiración uniforme de aquel hombre a lo lejos mientras, encerrada en el baño, observaba mi cuerpo envejecido decaer frente al espejo. Pensaba en el sexo que habíamos dejado de tener y en cómo debí decirle lo mucho que me costó sacrificar mi juventud por la juventud de ellos. Pero no lo hice; se me habría juzgado. ¡Qué egoísta!, gritarían mis amigas, sin haberse visto obligadas a dejar el cigarrillo, a no volver a dormir ni a soñar. Eran las mismas que no podían creerlo cuando les contaba que al segundo no lo había amamantado, que me había bastado con recordar el dolor dejado en mis pezones por mi hijo mayor. Abrían los ojos como si Carlos Ospina Marulanda 113


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.