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FOCAL
Pasando ahora a la forma en que los participantes hicieron referencia a la manera en la cual generan vínculos, tenemos que estos parten del deseo y el placer que generan, “nos enriquecemos y disfrutamos Yo creo que lo más importante para mí es el disfrute”. Y que estos nuevos vínculos, al menos en el curso, se originaron gracias a algún conocido, “de ahí, la manera en la que llegamos aquí puede ser porque tenemos algún nexo con la universidad o algún amigo nos invitó”
También, ellos hablan acerca del papel que juega este nuevo vínculo como un dispositivo de aprendizaje y de catarsis, donde es posible hablar, escribir, escuchar y tramitar temas emocionales, ya que expresan que “después uno se encuentra con los compañeros y uno encuentra otras motivaciones, de tratar de escribir con más economía, utilizar bien ya el tema específico de la técnica, aparte como se pudieron dar cuenta uno no solo viene a escribir, aquí se tramitan muchas cosas”
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Así mismo, cuentan que, “uno viene, se descarga; es que lo que decía don F, a mí me pasa también, me preparo durante toda la semana para este encuentro.
Yo vivo en Marinilla, me da la oportunidad de hacer otras cosas, me encuentro un montón de gente toda bacancita, nos tomamos un tinto y hasta escribimos”.
Finalmente, los vínculos son señalados como motivador en la medida que “escucho al uno, escucho al otro y entonces, eso mismo, me va dando más ganas de escribir. Es como un descanso, un relajo de la vida Es una oportunidad de uno dejar otras cosas No es un escritor por oficio sino porque quiero”.
Por último, se aborda el sentido de la vida como elemento fundamental en la persona Allí, los estudiantes señalan la motivación de tener un estado activo en esta etapa de la vida, lo cual implica el moverse o hacer algo; que pese a su edad y experiencias puedan lograr “estar activos, mantener la mente ocupada. No quedarse uno a estas alturas de la vida como ahí”, “vegetal”, “como hacer algo productivo”. Señalando así un sentido capitalista de la vida, que implica la producción y así mismo critica la quietud.
Por otro lado, este sentido implica una responsabilidad de transmitir sus conocimientos y experiencias acumuladas en el transcurso de sus vidas: “yo soy aquí el más jovencito de todos estos, no tengo sino 88. Conocí a un Medellín que ellos no alcanzaron a conocer, entonces a mí me gusta escribir sobre esas cosas”.
También, “hacer presentaciones de las investigaciones de los semilleros a nivel local, nivel nacional. Eso le despierta a uno un poquito las ganas de escribir sobre lo que uno ha vivido, lo que conoció”.
Esto podría verse como el sentido de una vida que, por un lado, se resiste a desaparecer, a descansar, y por el otro, entiende que en algún momento podría terminar y necesita enseñar aquello que ha aprendido.