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Síndrome de feminización por hiperestrogenismo derivado de un tumor testicular Los tumores de células de Sertoli secretores de estrógenos producen un síndrome de feminización que se caracteriza por alopecia simétrica bilateral, ginecomastia, prepucio pendular, hiperpigmentación y atrofia del testículo contralateral. Ana Isabel Agüera Martín Veterinaria en Centro Veterinario Covaresa (Valladolid) Imágenes cedidas por la autora
El síndrome de feminización en los machos suele producirse debido a un hiperestrogenismo derivado de un tumor testicular. El tumor de células de Sertoli es el que más frecuentemente secreta estrógenos.
Descripción del caso clínico Se presenta en consulta un perro macho mestizo, no castrado y de 15 años de edad, por pérdida de pelo de casi dos años de evolución y dificultad para defecar.
Anamnesis La alopecia se originó en la región genital, perineal y cola, y fue progresando gradualmente y de forma simétrica hacia las zonas del tronco, vientre y cuello. El animal presenta prurito leve en las zonas alopécicas desde hace unas semanas. No recibe ningún tipo de tratamiento en casa, salvo desparasitaciones internas y externas de forma esporádica. Vive en un piso junto con otros
a la palpación. Por el contrario, el testículo derecho se encuentra ligeramente atrofiado. No se evidencian linfadenopatías periféricas. En la exploración rectal se detecta un aumento de tamaño de la próstata y dolor a la palpación. En el resto de exploración general no se detectan más alteraciones.
Exploración dermatológica En la exploración dermatológica resulta notable la alopecia simétrica bilateral muy marcada en la zona ventral y dorsal del cuello, la zona troncal del cuerpo, la zona ventral del abdomen, la zona perineal y la cola. Las zonas alopécicas presentan hiperpigmentación, leve descamación y algunas pápulas eritematosas en la zona dorsal de cuello y tronco (figuras 2 y 3). En las regiones donde se mantiene el pelo (cabeza y extremidades), este es seco y de mala calidad (figura 4). Se observa también ginecomastia con leve agrandamiento de los pezones y prepucio pendular (figura 5). Los hallazgos encontrados en la exploración física y dermatológica son compatibles con un síndrome de feminización por hiperestrogenismo.
El riesgo de padecer este síndrome es aún mayor si el tumor se localiza en el abdomen. dos perros, y ninguno de ellos ni los dueños manifiestan lesiones sospechosas. Se alimenta con pienso de marca desconocida y los propietarios no han notado ningún cambio en el apetito ni en el consumo de agua.
Denominación del patrón clínico
Exploración general
Diagnóstico diferencial
En la exploración general se detecta un aumento de tamaño del testículo izquierdo (figura 1), que presenta una forma irregular y consistencia dura a la palpación. No se encuentra eritematoso ni con aumento de temperatura. Tampoco presenta dolor
La mayor sospecha en este caso es un síndrome de feminización si se tiene en cuenta la distribución, tipo y progresión de la alopecia, que respeta cabeza y extremidades, y la presencia de ginecomastia con agrandamiento de los pezones y pre-
Se establece un patrón alopécico en la zona ventral y dorsal del cuello, la zona troncal y ventral del cuerpo, la zona perineal y la cola.
Figura 1. Aumento de tamaño del testículo izquierdo. El testículo derecho se encuentra ligeramente atrofiado. 217
pucio pendular. Aunque el aumento de la concentración de estrógenos que causa el síndrome de feminización puede tener otros orígenes, como por ejemplo las glándulas adrenales, se considera en este caso que se debe a un tumor testicular izquierdo debido al aumento de tamaño del mismo detectado en la exploración. También se tienen en cuenta en este caso otras endocrinopatías, como hipotiroidismo e hiperadrenocorticismo, ya que pueden presentar, aunque no siempre, el mismo tipo de alopecia y, en el caso del hipotiroidismo, también ginecomastia:
no castrados; signos que no están presentes en este caso. En ausencia de signos sistémicos en este paciente, también hay que añadir al diferencial la alopecia X y las displasias foliculares, ya que los cambios dermatológicos que tienen lugar en estas enfermedades imitan los producidos en el síndrome de feminización. El comienzo tan progresivo de la alopecia, y ser pruriginosa solamente desde hace unas semanas, junto a la presencia de pápulas eritematosas hace sospechar de que el animal padece una infección secundaria a las alteraciones descritas,
El hiperestrogenismo suele ir acompañado de alteraciones prostáticas y puede producir supresión de médula ósea con anemia, trombocitopenia y leucopenia. • Los animales hipotiroideos tienen también el pelo opaco y seco y alopecia en zonas de fricción, como vientre, peritoneo y cola, pero, a diferencia de la alopecia que se produce en el síndrome de feminización, la alopecia en el hipotiroidismo no se presenta típicamente con la clásica distribución bilateral simétrica que evita cabeza y extremidades. Los pacientes hipotiroideos suelen presentar, además, otras alteraciones como mixedema, letargo o bradicardia. • En el hiperestrogenismo, la apatía y la debilidad pueden deberse a la aplasia medular solo cuando este proceso esté presente. Al igual que en el síndrome de feminización, en el hiperadrenocorticismo la alopecia simétrica bilateral, que respeta cabeza y cuello, suele ser frecuente, por lo que hay que tenerla en cuenta en el diferencial. Sin embargo, el hiperadrenocorticismo suele ir acompañado, además, de signos sistémicos como polifagia, poliuria-polidipsia y atrofia de ambos testículos en machos
que habrá que tener en cuenta, ya que puede ser el principal motivo de la consulta.
Pruebas diagnósticas En primer lugar, se realizan pruebas para evidenciar infecciones secundarias que justifiquen el picor que en las últimas semanas presenta el animal, y que se entiende por la progresión de la alopecia, que se debe a una complicación del problema principal. Para ello, se realizan varios raspados en busca de parásitos que resultan negativos. Las citologías realizadas por punción con aguja fina (PAF) de las pápulas eritematosas revelan una inflamación piogranulomatosa con neutrófilos degenerados y bacterias cocoides. En el examen microscópico del pelo obtenido de la zona dorsal del animal se observaron raíces en el telógeno, lo cual es frecuente en alteraciones endocrinas. No se observaron al microscopio acúmulos de melanina (melanosomas) en las diáfisis de los pelos, típicos de las displasias foliculares.
Figura 2. Vista lateral del paciente. Se observa la alopecia marcada en la zona de cuello, tronco, zona perineal y cola.