Métodos diagnósticos. Exploración microscópica del pelo
El pelo torcido o pili torti es un trastorno poco frecuente, en el que la diáfisis del pelo se aplana y se retuerce sobre sí misma. Este trastorno ha sido descrito en personas, tiene una base hereditaria y los pacientes pueden presentar otros síntomas cutáneos y sistémicos. En veterinaria se ha descrito en gatos jóvenes y en perros de raza Bull Terrier con acrodermatitis. En los casos descritos en gatos, la edad de aparición suele ser en gatitos muy jóvenes (10 días) y puede haber otros síntomas asociados, como dermatitis podal, periocular y paroniquia, o bien no existir ninguna otra sintomatología. Figura 7. Diáfisis con fragmentación longitudinal o tricoptilosis.
perros de raza Golden Retriever, con un síndrome de hiperfragilidad de la diáfisis del pelo, que les predispone a sufrir tricoptilosis ante cualquier mínima agresión externa, como la utilización de insecticidas tópicos. La rotura del pelo en estos casos no suele ser en la base, sino cerca de la punta, ofreciendo un aspecto clínico de hipotricosis más que de alopecia. La tricorrexis nudosa es la aparición de pequeñas deformidades en forma de bolas en la diáfisis del pelo. Estas deformidades carecen de cutícula. Cuando el pelo se rompe en ese punto, los dos extremos están enfrentados como dos cepillos (fig. 8). Esta anomalía está descrita en gatos con tratamientos tópicos de forma continuada para el control de pulgas.
Figura 8. Tricorrexis nudosa.
Los gatos de raza Abisinia pueden presentar una malformación de carácter hereditario y congénito en la punta del pelo, consistente en una inflamación en forma de cebolla. En el caso de los perros de capa diluida, la melanina forma grumos en la corteza del pelo de distinta forma y tamaño y distribuidos de forma dispersa, pero que no provocan la rotura del mismo (fig. 9). En caso de que los animales con capa diluida presenten alopecia, estos grumos pueden agruparse, provocando puntos de fragilidad con rotura secundaria de la diáfisis del pelo. Los cilindros foliculares son vainas de queratina que recubren al pelo (fig. 10) y aparecen en trastornos de la queratinización, tanto primarios como secundarios, como los que se producen en casos de adenitis
Figura 9. Acumulación de melanina en la corteza de un
perro con capa diluida.
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