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82 FORMACIÓN CONTINUA

Úlceras corneales: actualización sobre una patología frecuente en oftalmología veterinaria La clasificación correcta de cada úlcera corneal, así como la identificación y resolución de la causa subyacente, son elementos claves para el éxito terapéutico. Charlotte Christophe (Gda. Vet), Daniel Costa Moya (Dipl. ECVO, PhD, MSc, DVM. EBVS European Specialist in Veterinary Ophthalmology), Elena Fenollosa Romero (DVM, CertVOphthal, ECVO elegible) Hospital Veterinario UCV Imágenes cedidas por los autores

Introducción y anatomía La córnea constituye la porción anterior de la túnica fibrosa del ojo y resulta de la diferenciación de las células del ectodermo superficial y del mesénquima durante el desarrollo embrionario. De forma elíptica y con un espesor de 0,5-0,8 mm en perros y gatos, la córnea constituye la estructura ocular con el mayor poder de refracción óptica, y permite el paso de más del 90 % del estímulo luminoso que incide en el ojo, hasta su integración en la retina. Esta función se puede desempeñar gracias a una particularidad propia de la córnea: su transparencia, resultado de la ausencia de pigmentación y vascularización, pero también gracias a las propiedades de ciertas capas corneales.

Las úlceras corneales se caracterizan por la pérdida de todas las capas del epitelio corneal y exposición (con o sin afectación) del estroma subyacente. El aporte de oxígeno y nutrientes a la córnea se realiza por difusión externa, desde la película lagrimal precorneal, e internamente, desde el humor acuoso. Además, la córnea es el tejido del organismo con el mayor número de terminaciones nerviosas por milímetro cuadrado, procedentes del nervio trigémino, lo que le confiere una alta sensibilidad. Sin embargo, pacientes braquiocefálicos y diabéticos, por ejemplo,

Figura 1. Úlcera epitelial superficial simple manifiesta después de la tinción con fluoresceína. 222

pueden estar más sujetos a sufrir un daño corneal, ya que presentan una disminución de sensibilidad.

Histología de la córnea Histológicamente, la córnea se compone de varias capas. La capa más externa corresponde a un epitelio estratificado escamoso y no queratinizado compuesto de 5 a 7 líneas celulares con su membrana basal, que tiene como función principal proteger el globo ocular frente al exterior. A continuación, el estroma constituye la capa más gruesa, con el 90 % del espesor corneal, y ofrece un poder tectónico; se compone de queratocitos, fibrillas de colágeno, agua, glicosaminoglicanos y otros componentes de la matriz extracelular. Las fibrillas de colágeno tienen la particularidad de estar muy organizadas y paralelas entre sí, lo que confiere transparencia a la córnea. Las dos capas más internas de la córnea son la membrana de Descemet (membrana basal del endotelio) y el endotelio. La membrana de Descemet está formada principalmente por colágeno y elastina y se engrosa con la edad del animal, mientras que el endotelio se compone de una sola capa de células hexagonales con pobre capacidad de replicación; su función principal

es el intercambio de iones y agua desde el estroma al humor acuoso gracias a las bombas Na+/K+ ATPasa, lo que permite asegurar un grado relativo de deshidratación corneal y favorece también su transparencia.

Queratitis ulcerativa y fases de la cicatrización corneal La funcionalidad de la córnea se puede ver comprometida en caso de daño de una o varias de sus capas. Las úlceras corneales o queratitis ulcerativas son una de las enfermedades corneales más frecuentes en

células epiteliales para cubrir el defecto y la llegada de células inflamatorias. Los queratocitos del estroma se multiplican y diferencian en fibrocitos, capaces de sintetizar colágeno y otros componentes de la matriz extracelular para rellenar el defecto. En casos de lesión estromal crónica, profunda o infectada, la liberación de factores quimiotácticos que atraen células inflamatorias y forman neovasos es responsable de la remodelación de la lesión, con aparición de fibrosis secundaria a la desorganización de las fibras de colágeno y consecuente pérdida de transparencia corneal.

Cada capa corneal tiene la particularidad de ofrecer un mecanismo de cicatrización diferente, con velocidad y grados variables. oftalmología veterinaria, y se caracterizan por la pérdida de todas las capas del epitelio corneal y exposición (con o sin afectación) del estroma subyacente. Cada capa corneal tiene la particularidad de ofrecer un mecanismo de cicatrización diferente, con velocidad y grados variables. En caso de daño corneal que afecte a todas las capas, se describen hasta seis fases de cicatrización corneal: inmediata, leucocítica, epitelial, fibroblástica, endotelial y final. La agresión corneal implica una respuesta inicial con deslizamiento de las

A

B

C

D

A diferencia de otras capas corneales, el endotelio corneal carece de capacidad mitótica, por lo que la reparación endotelial se realiza gracias a la migración e hipertrofia de las células endoteliales colindantes a la lesión.

Etiología y signos clínicos La etiología de una úlcera corneal es variada y a veces multifactorial. Se puede clasificar según la presencia de una protección corneal inadecuada o de un exceso de

Figura 2. Diferentes tipos de úlcera corneal complicada. A: Úlcera de bordes desprendidos o SCCED (Spontaneous Chronic Corneal Epithelial Defect). B: Úlcera estromal en proceso de cicatrización. C: Úlcera con queratomalacia o melting. D: Descemetocele.


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