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ACTUALIDAD PROFESIONAL
El congreso de la SEAAV se supera La última edición del congreso anual de la Sociedad Española de Anestesia y Analgesia Veterinaria, centrada en el manejo anestésico del paciente crítico, batió su propio récord y contó con 230 inscritos. Texto Sheila Riera – Argos Imágenes cedidas por la SEAAV
La XV edición del Congreso de la SEAAV, que tuvo lugar entre los pasados 23 y 25 de mayo en Toledo, contó con varios talleres durante su primera jornada: “Iniciación a la anestesia locorregional ecoguiada y con neurolocalizador”, a cargo de Eliseo Belda; “Monitorización hemodinámica avanzada”, impartido por Nacho Sández; “Ventilación mecánica durante anestesia general”, de Sarah Boveri; “Manejo anestésico en aves y reptiles”, ofrecido por Danae Díaz; y “Ventilación mecánica y manejo de complicaciones ventilatorias en pacientes”, por parte de Vicente Herrería. Esta primera jornada se completó con los seminarios “Iniciación a la gasometría perianestésica” y “¿Cómo diseñar un estudio científico?”, a cargo de Pedro Sousa y Nacho Redondo, respectivamente. Además, durante el congreso se presentaron 47 comunicaciones científicas. Las sesiones de ponencias, que se desarrollaron durante los días 24 y 25, fueron inauguradas por Gaspar Soler (presidente de la SEAAV), que dio la bienvenida a los asistentes y aprovechó para agradecer su participación a los ponentes y patrocinadores del evento. Por su parte, Juan Julián García (videpresidente del Colegio de Veterinarios de Toledo), que también participó en la inauguración, destacó la importancia de los avances e investigación en anestesia y analgesia. Como cada año, la SEAAV entregó diversos galardones durante la última jornada del congreso. Así, el premio Nacho Cruz a la mejor comunicación fue para Cristian Cabellos; el premio al mejor póster fue otorgado a Laura Garde San Juan; y la ganadora de la quiniela fue Olga Halasova. Por su parte, Blanca de Sousa obtuvo el premio de fotografía.
Paciente politraumatizado Durante la ponencia inaugural del congreso, sobre manejo perianestésico del paciente politraumatizado, Vicente Herrería (responsable de urgencias y cuidados intensivos en el Hospital Veterinario de la
Universidad Católica de Valencia) recordó que durante el triaje se debe llevar a cabo en primer lugar una evaluación “cerebrocorazón-respiratorio”. Así, en pacientes politraumatizados hay que tener presente que el shock será de tipo hipovolémico (hemorrágico) “hasta que se demuestre lo contrario”. Por su parte, en la evaluación respiratoria la disnea puede ser de origen no respiratorio (en caso de dolor, por ejemplo). En lo referente a la evaluación neurológica, Herrería recordó que se debe prestar atención al estado mental, el tamaño y los reflejos de las pupilas, así como a la postura del paciente. Con respecto a la evaluación secundaria, el ponente recomendó seguir la regla nemotécnica “a crash plan”: vía aérea, cardiovascular, respiración, abdomen, columna, cabeza, pelvis, extremidades, arterias, nervios. A continuación, Herrería recordó que la existencia de un trauma o shock origina la activación de la cascada de coagulación, y que la coagulopatía que se desarrolla rápido tras un trauma grave es “independiente de la pérdida de factores y de la dilución por fluidoterapia”. Tal y como puso de relevancia el ponente, la triada letal del shock está conformada por hipotermia, acidosis metabólica y coagulopatía, estados que deben tratarse, respectivamente, con: •• Calentamiento activo externo. •• Restauración de la perfusión tisular, algo para lo que el bicarbonato de sodio solo se debe usar “en situaciones extremas”. •• La limitación del volumen de cristaloides/plasma fresco o congelado y el uso de antifibrinolíticos como el ácido tranexámico. Con respecto a este producto, un estabilizador de coágulos análogo de la lisina, hay que tener en cuenta que puede dar lugar a vómitos. “Yo suelo administrar antieméticos siempre, por lo que este efecto adverso no es un problema”, comentó Herrería. En lo referente a los anticoagulantes, según su experiencia, en caso de que no exista sangrado activo es preferible no administrarlos, “porque en veterinaria no existe evidencia de que sean necesarios”. Por otro lado, se debe tener presente que si la causa del traumatismo es un atropello, es habitual que exista contu-
La organización reunió sobre el escenario a los asistentes al evento que han sido miembros de la junta de la SEAAV en algún momento durante la andadura de la sociedad. 210
En el acto inaugural participaron, de izquierda a derecha: Juan Julián García (vicepresidente del Colegio de Veterinarios de Toledo), Gaspar Soler (presidente de la SEAAV) y Alejandra García de Carellán (presidenta del comité científico).
sión pulmonar, que puede empeorar durante las primeras 24-48 h, algo determinante en la elección del momento de la cirugía. Este tipo de lesiones suelen resolverse en 3-10 días. Además, a la hora de evaluar un traumatismo craneoencefálico, el ponente hizo especial hincapié en la necesidad de utilizar escalas, como la Glasgow modificada o la ATT (animal trauma triage) score.
Pacientes respiratorios inestables Sarah Boverí (Universidad Católica de Valencia) comenzó su intervención sobre el manejo anestésico del paciente respiratorio inestable repasando la función del sistema respiratorio. Al tratar lo relativo a la inducción, la ponente remarcó que si un paciente “pone problemas al intentar administrarle oxigenoterapia y esto le ocasiona un estrés que le perjudica todavía más, es preferible inducir directamente sin oxígeno y administrárselo cuando ya esté anestesiado”. Por otro lado, en su opinión, durante la intervención quirúrgica “no es necesario dar oxígeno al 100 % en todos los casos”. De hecho, según su experiencia es preferible dar “el mínimo que permita alcanzar la saturación deseable”. La especialista remarcó las cualidades de la sedación, ya que reduce el estrés y la cantidad de oxígeno necesario, y es útil en pacientes que ponen problemas al colocarles la mascarilla. Además, tal y como recordó Boverí, mejora la calidad de la ventilación, pero “hay que tener cuidado con la relajación de los tejidos”, y monitorizar siempre al animal después de la inyección. En pacientes con síndrome braquicefálico hay que tener presente que la disnea inspiratoria genera hipertermia y estrés, que empeoran la disnea en un círculo vicioso. “La recuperación es otro punto importante en estos animales”, comentó la especialista, que recomendó la aplicación de frío, la administración de epinefrina en cavidad nasal y monitorizarles siempre en un ambiente tranquilo. Por último, la ponente puso de relevancia que en caso de parálisis laríngea, típica de animales mayores y de Goldens, el tubo ETT que podemos usar “suele ser más pequeño de lo que podemos esperar a priori”.
Pacientes hemodinámicamente inestables El objetivo de Nacho Sández Cordero (coordinador del Servicio de Anestesiología de Sinergia Veterinaria, Madrid) en su ponencia sobre el manejo anestésico de pacientes hemodinámicamente inestables fue exponer la ruta que sigue el oxígeno “desde el aire hasta la célula”. Así, comenzó su intervención recordando la diferencia entre el aporte de oxígeno (DO2), o cantidad de oxígeno suministrado al organismo desde los pulmones, y el consumo de oxígeno (VO2), o cantidad total de oxígeno utilizado por los tejidos. “En un paciente sano, el consumo supone el 20 o 25 % del aporte”, remarcó. El aporte de oxígeno se calcula multiplicando el gasto cardiaco (GC) por el oxígeno transportado en sangre arterial (CaO2): •• Cabe destacar que la fórmula que permite calcular el CaO2 pone de manifiesto que la PaO2 es “mucho menos importante de lo que creíamos”, mientras que la hemoglobina “cobra gran relevancia”: CaO2 = (Hb x SatO2 x 1,39) 1.100 + (PaO2 x 0,0031). Para plasmar este punto, el ponente expuso dos casos clínicos que dejaron patente que unas cifras peores de SatO2 y PaO2 acompañadas de unos niveles relativamente buenos de hemoglobina tienen mejor pronóstico que la situación contraria.