86 EN PORTADA / Anestesia y analgesia
Caso clínico
Anestesia epidural en hurón (Mustela putorius furo) para ovariohisterectomía La anestesia general es necesaria en la mayoría de los procedimientos diagnósticos y quirúrgicos en hurones porque, debido a su carácter, conseguir la inmovilidad completa es complicado sin métodos farmacológicos. La anestesia epidural es sencilla de realizar en esta especie, ya que las referencias anatómicas son fáciles de identificar, y aporta sus ventajas habituales. Ignacio Sández Cordero, Daniel Torralbo del Moral y María Soto Martín Servicio de Anestesiología de Sinergia Veterinaria anestesia@sinergiaveterinaria.es Imágenes cedidas por los autores
Entre los nuevos animales de compañía (NAC), el hurón es uno de los animales más habituales en nuestra clínica, y cada vez más se les somete a una mayor variedad de procedimientos quirúrgicos. Entre otros, la ovariohisterectomía (OHT) es uno de los más frecuentes. Se recomienda en los hurones por las mismas razones de medicina preventiva que en la perra y en la gata y, por tanto, suele realizarse en edades tempranas (menos de un año).
Figura 1. Cateterización de la vena cefálica.
Figura 2. Pinza de pulsioximetría.
Figura 3. Instilación de lidocaína en laringe.
Figura 4. Intubación endotraqueal.
Descripción del caso clínico Nuestro caso trata de Kala, una hurona de ocho meses, 900 g de peso y una condición corporal de 6/10. Llegó a la clínica para la realización de una OHT preventiva. En la exploración general el animal se mostró alerta, bien hidratado y con una auscultación cardiaca y pulmonar normales. Se realizó un análisis de sangre (hematología y bioquímica) que no mostró ninguna alteración importante en ninguno de sus valores. Por todo esto el animal se clasificó como ASA I. El día de la cirugía se retiró la comida y el agua 2-3 horas antes de la anestesia y se premedicó con dexmedetomidina 25 mg/kg + metadona 0,3 mg/kg + alfaxalona 1 mg/kg por vía IM todo en la misma jeringuilla. A los 10 minutos se obtuvo una sedación profunda que permitió el correcto manejo del animal y la preparación de la anestesia y cirugía. Tras el rasurado de la extremidad se cateterizó una vena cefálica con un catéter 24G, conectado a un tapón con punto de inyección (figura 1). Ya en quirófano se preoxigenó durante 4-5 minutos mediante mascarilla y oxígeno
al 100 % y se colocaron los electrodos del ECG y la pinza de pulsioximetría entre los dedos para realizar la inducción anestésica bajo monitorización (figura 2). La inducción se realizó con alfaxalona 1 mg/kg IV diluido hasta 1 ml, administrado de forma lenta (un minuto) y, una vez que perdió el reflejo palpebral y el de retirada, se procedió a la intubación con tubo endotraqueal (TET) de 2,5 mm. Se conectó a circuito semicerrado circular de pequeño tamaño (neonatal) para la administración de isoflurano en oxígeno al 100 %. Antes de la intubación se instiló 0,1 ml de lidocaína al 2 % directamente sobre la laringe para facilitar la maniobra (figuras 3 y 4). Durante el mantenimiento anestésico se monitorizó la ECG, temperatura, SatO2,
FeCO2, FeISO, FC, FR y gasto cardiaco (Doppler esofágico) de forma continua. Todos los parámetros estuvieron dentro de los límites fisiológicos a excepción de una ligera hipercapnia en algunos momentos de la cirugía (FeCO2 52 mmHg). Para reducir el espacio muerto instrumental se colocó la línea de muestra de gases directamente en el TET mediante una aguja hipodérmica 20G (figuras 5 y 6). Para disminuir la necesidad de anestésicos halogenados y mejorar el plano de analgesia del animal, se realizó una anestesia
Discusión y conclusiones La anestesia general implica un riesgo en todas las especies y, por tanto, las mismas medidas que se tienen en cuenta para minimizar estos riesgos en perros y gatos deben ser consideradas en hurones.
Los puntos críticos en el manejo anestésico del hurón son la pérdida de temperatura (muy rápida) y la hipoglucemia (el ayuno preoperatorio se reducirá a unas pocas horas). epidural, en abordaje lumbosacro, guiada por neuroestimulador (NE) (ver cuadro). Durante la anestesia no aparecieron respuestas simpáticas a los estímulos quirúrgicos, manteniendo la FeISO entre 0,7-0,9 % sin necesidad de administrar ningún analgésico de rescate (figura 8). Antes del cierre de la laparatomía se instiló bupivacaína 2 mg/kg al 0,25 % intraperitoneal y se administró meloxicam 0,2 mg/ kg SC. La fluidoterapia se realizó con suero lactato de Ringer, con un total de 3 ml/kg. La recuperación del animal fue buena, rápida y sin signos de dolor a la palpación de la herida quirúrgica. Se administró calor durante las primeras horas para ayudar en la recuperación de la normotermia. A conti-
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nuación Kala fue dada de alta para comenzar con la alimentación a las 6-8 horas de la cirugía. Como analgesia posoperatoria ambulatoria se pautó meloxicam 0,1 mg/ kg VO durante 5-6 días.
En mamíferos de pequeño tamaño se deben tener en cuenta además varios puntos críticos en el manejo anestésico: •• Por un lado, la pérdida de temperatura suele ser muy rápida debido a su superficie corporal. Por esta razón se debe controlar la temperatura de las diferentes estancias (prequirófano, quirófano y hospitalización). •• Por otro lado, la hipoglucemia es frecuente en animales de pequeño tamaño y muy jóvenes. Así, en hurones, el ayuno preoperatorio se reduce a unas pocas horas. La premedicación es un punto importante en el manejo de animales exóticos, ya que debe ser tranquilo y libre de estrés. La combinación de un agonista α2 junto