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Diagnóstico clinicopatológico de patologías pancreáticas en perro y gato Las enfermedades del páncreas son relativamente frecuentes en pequeños animales, aunque su diagnóstico a menudo supone un reto para el veterinario. En el siguiente artículo nos centraremos en el diagnóstico de estas patologías mediante el empleo de pruebas de laboratorio y de las alteraciones clinicopatológicas más frecuentes que aparecen en las mismas. Antonio Meléndez-Lazo DVM, MSc, Dipl.ECVCP, MRCVS Carmen Cortés García DVM, PhD LABOKLIN Labor für Klinische Diagnostik GmbH & Co. KG Imágenes cedidas por los autores
Como en casi todas las enfermedades, el diagnóstico de las enfermedades del páncreas debe combinar los resultados de las pruebas de laboratorio con los signos clínicos y otras pruebas complementarias, y no debe basarse en los resultados de un único test.
Pancreatitis La pancreatitis es una enfermedad de presentación frecuente tanto en perros como en gatos, y supone la patología más frecuente del páncreas exocrino en ambas especies. Desde un punto de vista estricto, pancreatitis significa “inflamación del páncreas”, si bien incluye procesos del páncreas exocrino caracterizados por necrosis (pancreatitis necrotizante) y cambios estructurales irreversibles como la fibrosis (pancreatitis crónica) en los que el componente inflamatorio es mínimo [1].
nar o mantener una pancreatitis aguda o crónica. Sin embargo, a pesar de que son muchos los factores de riesgos que se conocen, en la mayoría de los casos se considera la pancreatitis como idiopática al no llegar a encontrar una causa (o causas) desencadenante. De este modo, la presencia de signos clínicos compatibles junto con algunos de los factores de riesgo es lo que hace sospechar de una pancreatitis [1,2]. La pancreatitis es más frecuente en perros y gatos de más de 5 años, aunque puede darse en animales de cualquier edad. Mientras que en perros parece haber una predisposición en las razas terrier, Cavalier King Charles Spaniel y Boxer, entre otras, en gatos no parece existir predisposición racial [4].
Signos clínicos La sintomatología de la pancreatitis es muy variable (desde muy leve a muy grave) y no patognomónica, con unos signos aún más leves e inespecíficos en caso de PC [1].
•• En el perro, los signos de la pancreatitis aguda van desde anorexia, debilidad y signos gastrointestinales (vómitos, diarrea, dolor abdominal) hasta alteraciones hemostáticas, shock y fallo multiorgánico. En el caso de la pancreatitis crónica, los signos suelen ser leves y principalmente gastrointestinales [2].
crónica (PC) son histológicas
felina debe basarse en la evaluación del cuadro clínico junto con los resultados de PLI (Pancreatic Lipase Immunoreactivity) sérica y los hallazgos ecográficos. •• En el gato, los signos gastrointestinales son menos frecuentes en ambas formas de pancreatitis. La anorexia y el letargo son los signos más frecuentes, y pueden aparecer signos graves del mismo modo que en la pancreatitis aguda en perro [5].
El perro presenta signos clínicos típicos de pancreatitis aguda
Bioquímica, hematología, electrolitos y, si es posible, gasometría y urianálisis
Resultados compatibles con enfermedad metabólica específica
Resultados NO compatibles con enfermedad metabólica específica
Realizar más pruebas diagnósticas
Radiografía de abdomen
y funcionales, pero no necesariamente clínicas [2], ya que cuadros agudos recurrentes pueden sugerir un proceso crónico y procesos
Evidencias de obstrucción intestinal
Signos de líquido libre
Sin hallazgos significativos
crónicos pueden presentar episodios de agudización [3]. La pancreatitis se clasifica generalmente en aguda (reversible) y crónica (progresiva e irreversible); la gravedad del cuadro clínico es muy variable, con presentaciones que van desde muy leves hasta muy graves. Las diferencias entre pancreatitis aguda (PA) y crónica (PC) son histológicas y funcionales, pero no necesariamente clínicas [2], ya que cuadros agudos recurrentes pueden sugerir un proceso crónico y procesos crónicos pueden presentar episodios de agudización [3]. La PA es más frecuente en perros [2], mientras que la PC es más frecuente en gatos y puede pasar desapercibida o presentar signos leves, y puede estar asociada a la aparición de múltiples enfermedades como diabetes mellitus (DM) e insuficiencia pancreática exocrina (IPE).
Etiopatogenia Son muchos los mecanismos que pueden provocar la activación de la tripsina dentro del páncreas y, por lo tanto, origi183
Laparotomía exploratoria una vez el paciente se considera estable para anestesia
Abdominocentesis y análisis del líquido
Exudado séptico
Exudado estéril
Evidencias de enfermedad abdominal quirúrgica
Test cPL, cPLI o cPE-1 o lipasa total
+ Ecografía abdominal
Páncreas alterado y resto de abdomen normal
Sin anormalidades
En la práctica clínica, el diagnóstico (o exclusión) de pancreatitis en todas las especies suele ser un diagnóstico presuntivo. El diagnóstico presuntivo de la pancreatitis canina y felina debe basarse en la evaluación del cuadro clínico junto con los resultados de PLI (Pancreatic Lipase Immunoreactivity) sérica y los hallazgos
El diagnóstico presuntivo de la pancreatitis canina y
Las diferencias entre pancreatitis aguda (PA) y
Hallazgos clinicopatológicos
ecográficos; es importante descartar otras enfermedades que puedan cursar con sintomatología similar (figura 1). Ningún método diagnóstico para la pancreatitis canina y felina es fiable al 100 %, lo que hace especialmente complicado el diagnóstico en aquellos animales con síntomas clínicos leves e inespecíficos.
Hematología y bioquímica general Es frecuente encontrar valores hematológicos y bioquímicos dentro de la normalidad, aunque en perros y gatos con pancreatitis se ha descrito una gran variedad de alteraciones en general asociadas a complicaciones de la enfermedad. •• Hematología: hemoconcentración por deshidratación o anemia de enfermedad crónica [5]; leucocitosis (más frecuente en perro) o leucopenia (asociada a peor pronóstico en gato); trombocitopenia [7]. •• Bioquímica: aumento de enzimas hepáticas (ALT, ALP) e hiperbilirrubinemia (por obstrucción biliar extrahepática en perro y colangitis o lipidosis hepática en gatos); azotemia prerrenal por deshidratación o renal si está asociada a enfermedad renal concurrente; hipoalbuminemia; hipertrigliceridemia e hipercolesterolemia; hiper/hipoglucemia, la hiperglucemia aparece en un 10-64 % de gatos con PA y PC, mientras que la hipoglucemia es más frecuente en gatos con PA [5]; alteraciones electrolíticas frecuentes (hipocloremia, hipopotasemia, hiponatremia); hipocalcemia (calcio ionizado), sobre todo en gatos, relacionado con un peor pronóstico en PA [8]. •• Coagulación: prolongación de tiempos de coagulación y aumento de D-dímeros [1].
Pruebas específicas Test cPL/cPLI/cPE-1 normal
Test cPL anormal o cPLI/cPE-1 aumentado
Pancreatitis improbable. Tratar para enfermedad gastrointestinal inespecífica y reevaluar
Test cPL/cPLI/cPE-1 normal
Probable pancreatitis primaria. Confirmar con citología si resultados discordantes o signos de carcinoma pancreático
Figura 1. Algoritmo para el diagnóstico de pancreatitis aguda canina [6].
Los valores de especificidad y sensibilidad de las diferentes pruebas disponibles para el diagnóstico de pancreatitis varían en función de varios factores (tipo de pancreatitis, tipo de estudio y puntos de corte seleccionados): 1) PLI (Pancreatic Lipase Immunoreactivity): inmunoensayo que detecta y cuantifica lipasa de origen exclusivamente pancreático, lo que lo hace más adecuado para el diagnóstico de alteraciones del pán-