36 EN PORTADA / MEDICINA Y CIRUGÍA FELINA
Hiperaldosteronismo primario y diabetes mellitus en una gata común europea El tratamiento médico fue de elección en este caso ya que la causa del hiperaldosteronismo, una hiperplasia adrenal bilateral, hacía que la cirugía no fuese una opción en la paciente. Esta afección adrenal suele estar infradiagnosticada, y es poco frecuente que el hiperaldosteronismo primario que provoca coexista con una diabetes, como sucede en este caso. V. Carballés, M. Palmero, F. Dessal, B. Montoya, I. Callealta Gattos Centro Clínico Felino www.gattos.net Paseo Reina Cristina 18, 28014, Madrid Imágenes cedidas por las autoras
El hiperaldosteronismo primario o síndrome de Conn es probablemente el desorden adrenocortical más común en el gato, y está caracterizado por una secreción autónoma excesiva de mineralocorticoides, principalmente aldosterona, que provoca como signos clínicos más frecuentes hipertensión arterial sistémica y/o polimiopatía secundaria a la hipopotasemia. Patología muy frecuentemente infradiagnosticada, probablemente debido a que al observar hipopotasemia e hipertensión en un gato casi siempre se da por hecho que son complicaciones secundarias a una enfermedad renal crónica. Además, hay que tener en cuenta que la enfermedad renal puede ser consecuencia del hiperaldosteronismo primario.
La presentación más frecuente en el gato es el carcinoma unilateral (52 %) y, con menor frecuencia, el adenoma unilateral (28 %) o bilateral (8 %) y la hiperplasia idiopática nodular bilateral (12 %). Puede estar causado por una hiperplasia idiopática nodular bilateral o por un adenoma o adenocarcinoma unilateral o bilateral de la zona glomerulosa de la glándula adrenal. La presentación más frecuente en el gato es el carcinoma unilateral (52 %) y, con menor frecuencia, el adenoma unilateral (28 %) o bilateral (8 %) y la hiperplasia idiopática nodular bilateral (12 %). Llama la atención que el tipo de presentación en gatos difiere totalmente de la presentación más frecuente en las perso-
Figura 1. Decoloración del pelo de gris a caoba.
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nas, en las que la hiperplasia adrenal bilateral ocurre en un 60-65 % de los casos, los adenomas en un 30-35 % y los carcinomas y las hiperplasias adrenales unilaterales son raros. Se cree que posiblemente la hiperplasia nodular bilateral esté infradiagnosticada debido a los pocos casos descritos de esta enfermedad en gatos y a que, como este tipo de casos son tratados médicamente a diferencia de los unilaterales, no se analiza histológicamente el tejido salvo cuando se hace post mortem.
Caso clínico Anamnesis Acudió a consulta una gata común europea esterilizada de 13 años por la presencia de polidipsia-poliuria y polifagia. Los propietarios notaban que el animal tenía muchísima ansiedad por la comida y el agua, y que había aumentado de peso desde que empezó con los síntomas. Su peso era de 4,7 kg, su condición corporal de 4 en una escala del 1 al 5 y tenía el abdomen distendido. Presen-
Los propietarios notaban que el animal tenía muchísima ansiedad por la comida y el agua, y que había aumentado de peso desde que empezó con los síntomas. La edad media de los gatos afectados es de 13 años, aunque el rango de edades de estos animales está entre los 5 y los 20 años. El mejor método diagnóstico es la medición de la concentración de aldosterona en plasma respecto a la actividad de renina (ratio renina:aldosterona), en el que se observará un nivel de aldosterona muy alto respecto a un nivel de renina muy bajo. Es fundamental utilizar técnicas de diagnóstico por imagen como la ecografía, resonancia magnética o tomografía computarizada para el diagnóstico y la planificación quirúrgica del caso, ya que podremos determinar si existe una hiperplasia unilateral o bilateral de las glándulas adrenales e identificar posibles focos metastásicos o extensión a vasos cercanos (frecuentemente a la vena cava). La adrenalectomía unilateral sería el tratamiento de elección para los casos de hiperaldosteronismo primario unilateral y, en los casos de hiperplasia o neoplasia bilateral o neoplasia unilateral con extensión vascular o metástasis, estaría indicado el tratamiento con un antagonista de la aldosterona, además de la suplementación con potasio y los fármacos antihipertensivos cuando sean necesarios.
Figura 2. Distensión abdominal.
Aunque la imagen ecográfica del páncreas era normal, al no descartar del todo una posible pancreatitis, se midió la lipasa pancreática específica felina (Spec fPLI) en suero, y se vio que su valor estaba aumentado, lo que confirmaba la existencia de una pancreatitis concomitante. Se midió la hormona tiroxina total (T4 total) en plasma para descartar el hipertiroidismo como causa metabólica del aumento de la ALKP, cuyo resultado estaba dentro de la normalidad, y también se realizaron un análisis, cultivo y determinación del ratio cortisol/creatinina en orina. El análisis de orina reveló una densidad urinaria muy baja (1020), y el resto de pruebas estaban dentro de la normalidad.
Tratamiento
taba una decoloración del pelo (de gris a caoba-rojizo) y seborrea generalizada (figuras 1, 2 y 3). Su temperatura estaba dentro del rango de normalidad en 38,2 ºC y a la auscultación presentaba un soplo grado IV/VI.
Pruebas diagnósticas Se llevaron a cabo hematología y bioquímica sanguíneas, que revelaron hiperglucemia, elevación de la fosfatasa alcalina (ALKP) y de la creatinina, e hipopotasemia. La tensión arterial sistólica medida mediante Doppler estaba dentro de la normalidad. Se realizó una ecografía abdominal en la que se observó una hiperplasia adrenal bilateral: la glándula adrenal izquierda era de 1,73 cm de altura × 1,71 cm de grosor y la derecha de 1,5 cm de altura × 1,9 cm de grosor. Además, se pudo comprobar que el riñón izquierdo era de menor tamaño de lo normal, con pobre diferenciación corticomedular y muy irregular debido a la presencia de antiguos infartos renales, con la presencia de un cálculo hiperecogénico en la pelvis renal de 0,32 cm de longitud con proyección de sombra acústica. El hígado era ligeramente hiperecogénico respecto a la grasa falciforme. El páncreas era de parénquima y tamaño normal (figuras 4 y 5).
Se comenzó a tratar la diabetes con insulina glargina a una dosis de 0,25 UI/ kg cada 12 horas por vía subcutánea (SC), la hipopotasemia con gluconato potásico a una dosis de 2 mEq cada 12 horas por vía oral (VO) y la pancreatitis con buprenorfina cada 12 horas a una dosis de 0,03 mg/kg por vía transmucosa (TMO) y maropitant por VO a una dosis de 1 mg/ kg cada 24 horas. Se citó al paciente al día siguiente para realizar una prueba de estimulación con dexametasona en dosis baja, cuyo resultado estuvo dentro de la normalidad.
Se llevaron a cabo hematología y bioquímica sanguíneas, que revelaron hiperglucemia, elevación de la fosfatasa alcalina (ALKP) y de la creatinina, e hipopotasemia. A las 20 semanas desde el inicio de la terapia con insulina y el suplemento de potasio, la gata desarrolló un cuadro de debilidad generalizada y los propietarios la volvieron a traer a consulta. Se le realizó bioquímica y hematología sanguíneas, en las que se observó una disminución del potasio por debajo de los niveles normales,
Figura 3. Seborrea generalizada.