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Vetia continúa con su campaña de concienciación sobre la paratuberculosis y otras enfermedades consuntivas

El Cersyra de Valdepeñas acogió el pasado 4 de febrero una nueva edición del taller teórico-práctico sobre diagnóstico anatomo-patológico de las enfermedades consuntivas en pequeños rumiantes organizado por Vetia Animal Health e impartido por el profesor de la Facultad de Veterinaria de León, Valentín Pérez.

Vetia Animal Health Imágenes cedidas por los autores

En la presentación oficial del acto, el Director del Centro, Rafael González Cano, destacó el histórico compromiso del Cersyra de Valdepeñas con la formación, señalando que el centro es un referente para los profesionales del sector ovino, no solo de CastillaLa Mancha, sino también del resto de España.

En este sentido, Javier Marcos, Director Técnico de Vetia Animal Health, en su intervención agradeció las facilidades dadas para la celebración del taller al Cersyra, a los treinta veterinarios participantes su interés y asistencia, y al ponente, Valentín Pérez, profesor de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de León, su exposición.

Esta formación, titulada “Diagnóstico anatomopatológico de las enfermedades consuntivas en pequeños rumiantes”, se desarrolló en la misma línea de la impartida con gran éxito en la Facultad de León el año pasado. De esta manera, con una interesante base documental y fotográfica, se repasaron minuciosamente desde un punto de vista teórico y práctico las principales enfermedades que cursan con adelgazamiento crónico en el ganado ovino.

Cuando se produce emaciación o caquexia, se puede observar atrofia de la musculatura, edema intermandibular, desaparición del tejido adiposo, atrofia serosa (muy evidente en cavidad abdominal, corazón y articulaciones) y del hígado.

El adelgazamiento crónico puede deberse a diferentes causas que se describen en detalle en la tabla.

ENFERMEDADES LENTAS O CAQUECTIZANTES

Dentro de esta categoría además de la paratuberculosis ocasionada por Mycobacterium avium ssp paratuberculosis, encontramos las infecciones por retrovirus (Maedi-Visna, adenocarcinoma pulmonar -APO- y adenocarcinoma nasal -TIE-), así como el scrapie.

Todas presentan caquexia o adelgazamiento extremo, con un curso lento, progresivo y fatal desde un año y medio de edad, aunque la máxima incidencia

se da entre los dos y los cinco años. Recordar que el Maedi-Visna afecta al sistema nervioso central (leucoencefalitis no purulenta), al pulmón (neumonía intersticial), a la glándula mamaria (mastitis intersticial no purulenta) y a las articulaciones. El diagnóstico no es sencillo, aunque se puede hacer por ELISA en suero o PCR en sangre. Enfermedad clínica

Subclínicos excretores

PARATUBERCULOSIS

Aunque no existe un estudio epidemiológico actualizado a nivel nacional, diversos estudios llevados a escala provincial sugieren una elevada incidencia de la enfermedad. Sin embargo, a nivel de rebaño no se aprecia una incidencia tan elevada porque los animales que presentan enfermedad clínica son muy pocos en comparación con los afectados subclínicos. Estos últimos pese a no manifestar sintomatología, sí excretan el agente causal. Finalmente se encuentra la mayoría de infectados “silentes” cuya escasa excreción es difícil de detectar (figura).

La paratuberculosis produce una importante serie de pérdidas directas por la eliminación prematura de animales (pérdida de potencial genético), la mortalidad ocasionada (4-5 % en ovino, más acusada en ganado lechero), por afectar mayormente a adultos jóvenes (menor longevidad), etc. Pero también existe toda una serie de pérdidas indirectas en el colectivo de animales con cuadro subclínico como es el descenso de la fertilidad (9-19 %) y otros trastornos reproductivos como mastitis (descenso significativo de entre 3,95 y 7 % en la producción de leche; disminución en la grasa y proteína de la leche). Infección "silente" Excreción escasa, no detectable

FIGURA. Distribución de animales en el rebaño.

Por cada animal con síntomas, se calcula que hay entre 10 y 25 subclínicos.

DIAGNÓSTICO En primer lugar está la sospecha clínica: animales con pérdida de condición corporal y diarrea crónica. Estas ovejas que sufren un descenso en la producción, suelen tener entre 1,5 y 5 años. En cabras podemos encontrar reacciones débiles a la prueba de la tuberculina. En cuanto a las lesiones vamos a encontrar enteritis granulomatosa y linfangitis/linfangiectasia.

En animales subclínicos y silentes es de gran ayuda el diagnóstico histológico de la válvula ileocecal.

Para la mayoría silente, el PCR de heces puede resultar de gran utilidad. También está disponible un

TABLA. Causas de adelgazamiento crónico en el ganado ovino.

• Deficiencia nutricional primaria. Por una negligencia, raciones pobres en nutrientes o reducción de la alimentación en momentos críticos. Un caso muy típico es la deficiencia de cobalto que puede lugar a casos muy graves • Desequilibrio entre la alimentación y demanda productiva, como por ejemplo cuando se produce el pico de lactación o en las toxemias en torno al periparto. • Incapacidad de ingerir comida. Puede venir motivada por problemas en la dentición, lesiones en la boca, esófago, etc. Por ejemplo, periodontitis, gingivitis, pérdidas de piezas dentarias, abscesos dentarios, osteomielitis. Otras causas pueden ser fibrosarcoma, faringitis gangrenosa, glositis, estenosis esofágica producida por linfadenitis caseosa, etc. • La incapacidad para ingerir comida puede ser consecuencia también de una cojera (artritis crónicas, laminitis crónica, etc.), ceguera (por una queratitis por ejemplo) o de la propia jerarquía del rebaño. • Interferencia con la absorción de nutrientes. Puede deberse a diferentes parasitosis (Moniezia spp, Trichuris spp, Teladorsagia spp, Coccidiosis), salmonelosis y yersiniosis, la propia paratuberculosis o problemas hepáticos (fasciolosis, dicroceliosis, abscesos, intoxicaciones, quistes hidatídicos, cisticercosis, etc.) • Alteración de la motilidad ruminal. Esta puede venir dada por timpanismos crónicos, dilatación de abomaso, hernias umbilicales o diafragmáticas, tricobezoares, etc. • Enfermedades crónicas. Son también de muchos tipos: tumores (adenocarcinoma intestinal, que produce estenosis; carcinoma de células escamosas), inflamaciones crónicas (por parasitosis como dictiocaulosis, sarna, oestrosis o neumonía verminosa por Muellerius spp, sinusitis, mastitis crónicas, metritis, neumonías crónicas, neumonía gangrenosa, etc.), amiloidosis renal, linfadenitis caseosa (pseudotuberculosis) en su forma linfadenítica y visceral y enfermedades caquectizantes.

diagnóstico inmunológico por IDR interferón gamma y un ELISA indirecto.

Lo más idóneo es a partir de animales enfermos confirmar la presencia de las lesiones de paratuberculosis junto con un ELISA y PCR. También puede ayudar la toma de sueros de animales sospechosos para análisis con ELISA.

CONTROL Para el control de la paratuberculosis podemos seguir dos estrategias: • Por un lado, la detección y eliminación de excretores. Es un procedimiento lento y en caso de una elevada incidencia, además resulta muy costoso.

Foto del grupo que participó en el taller

• Por otro, la vacunación, que aunque no previene la infección, sí que reduce la excreción de micobacterias y el número de casos clínicos. Gudair es la única vacuna registrada frente a paratuberculosis. La vacunación se lleva a cabo con una única dosis por vía subcutánea y se pueden seguir diferentes protocolos: • Vacunación anual de la reposición. • Vacunación de todo el rebaño el primer año. Vacunación de la reposición anualmente. • Vacunación de la reposición y de las ovejas jóvenes (hasta 2-3 años) el primer año. Vacunación anual de la reposición.

Aunque tiene efecto protector, la vacunación no previene la infección. Sin embargo, disminuye notablemente la carga bacteriana en los animales y, en consecuencia, la excreción. De la misma manera, modifica el curso de la respuesta inflamatoria (induce una intensa respuesta inmunitaria celular y humoral periféricas), evitando la progresión de las lesiones hacia formas graves y reduciendo los signos clínicos. Como consecuencia se reducen también las pérdidas económicas.

En un estudio de campo, se encontró que las ovejas vacunadas frente a paratuberculosis producían un 20 % más de leche en sus dos primeras lactaciones que las no vacunadas. De la misma manera, se alargaba su vida productiva útil en 1,4 años, tenían 1,5 partos-lactaciones más y 2,1 corderos extra.

EL CERSYRA DE VALDEPEÑAS, UN REFERENTE EN LA FORMACIÓN EN PEQUEÑOS RUMIANTES

El Centro Regional de Selección y Reproducción Animal de Castilla-La Mancha (Cersyra) de Valdepeñas (Ciudad Real), es un Centro de Investigación Ganadera adscrito al Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla La Mancha (Iriaf). Su finalidad es contribuir al desarrollo de la producción animal en la región castellano manchega, especialmente en pequeños rumiantes, a través de la investigación, el servicio al ganadero a través de sus asociaciones y la formación de los profesionales. La plantilla del centro es de más de 30 personas distribuidas en los distintos departamentos: - Departamento de Formación. En el Cersyra se imparten diferentes actividades formativas: cursos, talleres de trabajo y preparación. Además se reciben visitas y estancias de estudiantes, ganaderos y profesionales del sector. - Departamento de Reproducción Animal. Presta servicio a ganaderos a través de la elaboración de dosis seminales de ovino y caprino, gestiona un centro de sementales y un banco de germoplasma ovino y caprino. - Departamento de Investigación en Lactología. Desarrolla líneas de investigación relacionadas con la mejora de las condiciones higiénico-sanitarias y tecnológicas de la producción lechera. - Departamento de Investigación en Reproducción y Mejora Genética Animal. Realiza trabajos de investigación orientados a la mejora genética de caracteres de interés productivo y reproductivo, así como las valoraciones genéticas del Programa de Mejora de la Raza Ovina Manchega. - Departamento de Genética Molecular. Realiza las pruebas de filiación que permiten la verificación de la compatibilidad genealógica de un individuo con sus progenitores, para la inscripción de un animal en el Libro Genealógico, obligatoria en el caso de machos con cuyo destino sea ser reproductor (en su ganadería, en el Centro de Inseminación Artificial o participar en alguna subastas de sementales) y opcional en hembras de reposición. Foto Ramón Arias

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