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Manejo del periparto empiece a producir una mayor cantidad de leche lo antes posible. El día del parto la cerda apenas come ya que no tiene apetito y hay que suministrarle poco pienso, aproximadamente 2-3 kg (figura 2). Una vez finalizado el parto, se debe conseguir que en pocos días alcance niveles elevados de consumo de pienso, pero evitando subidas bruscas que puedan provocar empachos en las cerdas con la consiguiente parada en el consumo de pienso. El objetivo de máximo consumo (8-10 kg) se deberá alcanzar a los 10-14 días de lactación y se mantendrá hasta el final de la misma.

Parto Manejo, atención y monitorización

El parto es uno de los momentos más críticos de la producción porcina y se caracteriza por ser muy estresante para la cerda y decisivo para el desarrollo futuro del lechón.

• Intervalo de expulsión entre lechones:

al inicio del parto, el ritmo de expulsión de los lechones es lento, 30-45 minutos. Posteriormente, el ritmo de expulsión aumenta a cada 10-15 minutos y se agiliza el parto. • Duración del parto: la duración media normal de un parto se sitúa en torno a las 3-5 horas. Partos por encima de cinco horas pueden tener complicaciones debido a que la cerda empieza a agotarse y le cuesta expulsar a los lechones. Además, los lechones que nacen al final de partos largos pueden presentar problemas de hipoxia y tienen un menor porcentaje de supervivencia. En estos casos se puede plantear una asistencia obstétrica y ayudar a la cerda con oxitocina. • Estado de la cerda: en muchas ocasiones el gesto de esfuerzo de la cerda puede indicar que se está delante de una distocia. Si se observa este comportamiento en la cerda y al volver a revisarla a los 15-20 minutos no ha

Es importante no racionar a la cerda antes del parto para favorecer un mayor peso del lechón al nacimiento y que la cerda empiece a producir una mayor cantidad de leche lo antes posible.

Hay que conseguir un ambiente tranquilo en maternidad para que la cerda esté cómoda y poder reducir los niveles de estrés. La filosofía que se debe seguir para que se desarrollen correctamente los partos es vigilar mucho e intervenir poco, ya que la mayoría de las cerdas son capaces de parir sin ayuda. Esta filosofía de trabajo se lleva a la práctica con la monitorización de partos, que consiste en anotar en una ficha individualizada para cada cerda, la hora de las incidencias y acontecimientos que suceden durante el parto en intervalos periódicos, por ejemplo cada media hora, para llevar un control exhaustivo de este momento tan crucial. La finalidad de recabar toda esta información es, por un lado, sistematizar el trabajo de todos los operarios para que trabajen del mismo modo y, por otro, facilitar que el trabajador de la sala de partos actúe en función de una información objetiva. Hay estudios que demuestran que cuando se monitorizan los partos, el número de lechones nacidos muertos puede reducirse hasta en un 30 %. La decisión de intervenir en un parto viene marcada por diversos factores, y hay que valorarlos todos para entender como transcurre el parto:

expulsado ningún lechón, se debe plantear la intervención obstétrica. • Signos en los lechones expulsados previamente: ver lechones que nacen envueltos en fluidos amarillentos-marronáceos puede ser indicativo de estrés fetal durante el parto, debido a partos lentos. Cuando los lechones se empiezan a quedar sin oxígeno, defecan el meconio y se observa ese color amarillento en las membranas fetales que los envuelven cuando son expulsados. • Genética: es interesante conocer qué tamaño de camada aproximado se puede esperar de cada genética. • Historial y edad de la cerda: cerdas con un historial de partos conflictivos, es decir, con muchos nacidos muertos, requieren una especial atención, así como las cerdas viejas de más de seis partos. • Expulsión de las placentas: la expulsión de las placentas significa que el parto ha acabado. Aunque en algunas ocasiones es posible encontrar que la cerda ha expulsado parte de las placentas pero no la totalidad y puede quedar algún lechón en el interior. • Condición corporal: cerdas en mal estado corporal, por ejemplo muy

Figura 2. Curvas de alimentación recomendadas en el periparto para cerdas con condición corporal normal. kg pienso multípara Ración de la cerda (kg de pienso)

6

7 6 5 4 3 2 1 0

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kg pienso nulípara

8

-14

-12

-10

-8 -6 -4 -2 0 2 Días previos y posteriores al parto

4

6

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Figura 3. Cerda con su camada tras el parto.

gordas, tendrán partos más lentos y conflictivos.

Exploración del canal pélvico

Cuando sea necesaria la exploración del canal del parto porque los lechones tardan en ser expulsados, el procedimiento será el siguiente: • Limpiar y desinfectarse el brazo. • Utilizar guantes de plástico con un lubricante obstétrico que facilite la exploración y no irrite las paredes genitales de la cerda. • Introducir la mano con las yemas de los dedos juntas, progresando a través del cuello uterino sin forzar. • Cuando se contacte con un lechón, se debe determinar su posición y recolocarlo si es preciso para poder sacarlo al exterior. • El tiempo de estas operaciones no debe ser largo para evitar lesiones y daños a la cerda. • Después de la exploración se aconseja administrar un antibiótico a la cerda.

Programación

La programación de partos consiste en suministrar un análogo de la hormona prostaglandina. Normalmente, para llevar a cabo este manejo, se aplica la hormona 24 horas antes de la fecha teórica del parto (que dependerá de cada granja, genética, etc.), y no se debería llevar a cabo en el caso de las nulíparas, que tienen gestaciones más largas. El objetivo de este manejo es saber cuándo van a parir las cerdas para poder prestar más atención a este momento y conseguir una menor mortalidad neonatal y facilitar el trabajo de igualado de camadas. Por lo tanto, un parto que no se va a atender no debe ser programado en ningún caso ya que, con la programación de los partos, en un alto porcentaje de casos se adelanta la fecha en la que la cerda pariría por sí misma, lo que tiene una serie de consecuencias: • Menor peso del lechón al nacimiento: si el parto se produce un día antes, supone unos 80 g menos por lechón mientras que si se adelanta dos días, esta pérdida de peso al nacimiento se incrementa hasta los 200 g por lechón. • Falta de desarrollo del lechón: nacen lechones con una menor vitalidad y más propensos a sufrir diarreas y otros procesos patológicos. Si además se trata de camadas numerosas en las que es posible encontrar lechones con crecimiento intrauterino restringido, la situación se puede agravar más.

Posparto Secado y suministro de calor

Los lechones nacen envueltos en finas membranas fetales, de las que se libran ellos solos al nacer. Es recomendable que, a medida que nazcan los lechones, se sequen para reducir las muertes por hipotermia y se coloquen lo antes posible sobre las placas de calefacción, donde tiene que haber una temperatura focal de unos 32-35 °C (figura 3).

Encalostramiento

Los procesos de encalostramiento son un punto clave para que el lechón reciba la inmunidad pasiva y pueda hacer frente a determinados procesos infecciosos. El lechón nace en un medio hostil, con una elevada presencia de agentes patógenos, y prácticamente desprovisto de inmunoglobulinas. Esta falta de anticuerpos se debe al tipo de placenta epiteliocorial de la cerda, que no permite el paso de los anticuerpos maternales de la madre al feto.

Los procesos de encalostramiento son un punto clave para que el lechón reciba la inmunidad pasiva y pueda hacer frente a determinados procesos infecciosos.

El calostro no solo aporta inmunidad, también es rico en nutrientes altamente digeribles que son muy importantes para regular y mantener la temperatura corporal del lechón, cubrir sus necesidades de movilidad y asegurar el crecimiento de los órganos vitales, como el tracto intestinal. Las cantidades mínimas de calostro que debe ingerir un lechón para una buena inmunidad y desarrollo están en torno a los 200 gramos (tabla). El objetivo, en estas primeras horas posparto, es que los lechones tomen unas cantidades mínimas de calostro, y si es de su propia madre mucho mejor. Influencia de la ingesta de calostro en la supervivencia e inmunidad del lechón Ingesta de calostro <200 gramos >200 gramos

Mortalidad predestete 43,4 % 7,1 %

Adaptado de Devillers et al., 2011.


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