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Cérvidos silvestres: ser o no ser reservorio de parásitos que afectan a los rumiantes domésticos y al ser humano

El aumento de la población de ungulados silvestres en los últimos años y su coexistencia con especies domésticas y el hombre hace necesario un enfoque multidisciplinar que permita abordar desde una perspectiva One Health su influencia en la incidencia de endoparasitosis digestivas.

Nélida Fernández Pato1 , Irene Aguilar García2 1Doctora en Veterinaria, coordinadora de Enfermedades Parasitarias Grado en Veterinaria Universidad Alfonso X el Sabio. Miembro de la Unidad Biomédica de Investigación UAX. E-mail: nfernpat@uax.es 2Veterinaria, investigadora y libre ejercicio de profesión Imágenes cedidas por las autoras

INTRODUCCIÓN

La población de cérvidos silvestres ha aumentado su número en toda Europa en los últimos años1 .

Los métodos de agricultura intensiva o el abandono de zonas rurales de las últimas décadas favorecieron que muchas regiones geográficas recuperasen a lo largo de los años 90 parte de su población vegetal, posibilitando una mayor biodiversidad de fauna y flora2 .

Además, el desarrollo de viviendas residenciales en las afueras de las ciudades ha favorecido que los animales silvestres tiendan a vivir alrededor de estos núcleos debido a una mayor presencia de recursos alimenticios y a la falta de predadores entre otras causas, habiéndose detectado, por ejemplo, poblaciones similares de ciervos en zonas boscosas y áreas más abiertas como zonas residenciales y campos de golf3 . destacan ciervos y gamos, también está acarreando la aparición de problemas medioambientales que afectan tanto a la silvicultura, como a la ganadería y al hombre.

Las repercusiones del aumento de cérvidos silvestres en silvicultura derivan de su alimentación. Su ramoneo repercute negativamente en el crecimiento de algunas especies vegetales de las que suelen alimentarse4 .

En relación a la coexistencia de cérvidos silvestres y ganado en pastoreo (figura 1), se disminuyen los recursos alimenticios de ambos, teniendo una repercusión mayor en los animales silvestres en los que, exceptuando algunas reservas naturales, no se suplementa su alimentación de forma artificial5 .

Otra consecuencia negativa derivada de dicha coexistencia, fundamentalmente de rumiantes domésticos y silvestres, es que comparten parásitos que no son específicos de especie. Los endoparásitos digestivos son los que se observan con mayor frecuencia, habiéndose detectado una mayor intensidad de parasitación en cérvidos silvestres por estos parásitos cuando comparten pastos con rumiantes domésticos5 .

Por último, cabe destacar el carácter zoonótico de algunas de estas especies, que pueden, por lo tanto, produ-

cir alteraciones en el hombre y cuyo control debe abordarse de forma multidisciplinar.

DESARROLLO

Causas de la variación en poblaciones de cérvidos silvestres

Las especies de cérvidos silvestres, ciervo (Cervus elaphus) y gamo (Dama dama), son de las más numerosas en la península ibérica, si bien la primera es una especie nativa, y la segunda, una especie que se reintrodujo en muchas zonas de clima mediterráneo con fines cinegéticos.

Como se ha comentado con anterioridad, su número se ha visto incrementado en muchas regiones en los últimos años, debido a factores relacionados con prácticas agrícolas, disminución de la caza o nuevas zonas residenciales que les facilitan alimento3 .

Sin embargo, en el noroeste de la península ibérica, en Galicia y Asturias, se ha detectado una disminución en su número, postulándose como posibles causas la presencia de enfermedades infectocontagiosas y la falta de alimento por condiciones climáticas adversas6 .

Parásitos en cérvidos silvestres

Algunas especies de los conocidos como endoparásitos digestivos son las más compartidas entre rumiantes silvestres y domésticos. En todos ellos, la infección suele producirse por vía oral por contacto con formas infectantes que se encuentran en el medio ambiente, como es el caso en nematodos gastrointestinales (NGI)6 , Fasciola hepatica7 , Calicophoron daubneyi8 y Dictyocaulus5. Aunque también pueden parasitarse por ingestión de hospedadores intermediarios como sucede en los protostrongílidos9 .

Los endoparásitos digestivos más frecuentes son los NGI y se han demostrado incidencias en ciervos del 62,9 % en España6. Sin embargo, a pesar de que su presencia en rumiantes es cosmopolita, la repercusión real que estos parásitos tienen en la salud y bienestar animal se infravalora en muchas ocasiones, debido a que producen cuadros clínicos inespecíficos y a que las pérdidas productivas que ocasionan no se miden10 .

Bajo esta denominación se engloban parásitos de la Familia Trichostrongylidae y se ha detectado distinta intensidad de parasitación en gamos y ciervos. Este hecho puede explicarse por las diferencias alimenticias, de desarrollo y de supervivencia parasitaria. Los gamos son animales que pastan más en praderas, mientras que los ciervos se alimentan más en zonas de transición y áreas boscosas o cubiertas11 (figura 2).

Otros nematodos, en este caso broncopulmonares del género Dictyocaulus, se han identificado en ciervos de la península ibérica (2,4 %)6 .

FIGURA 2. Huevos de nematodos gastrointestinales y larva 3 tras realizar el coprocultivo y migración larvaria para el diagnóstico etiológico. Por otra parte, trematodos como Fasciola hepatica o Calicophoron daubneyi se han observado en cérvidos silvestres de países como España, Francia, Bélgica o Reino Unido8,12. La frecuencia con la que se detectan estos trematodos depende, en gran medida, de las técnicas de diagnóstico utilizadas. De hecho, la escasa sensibilidad de las técnicas coprológicas para el diagnóstico de F. hepatica hace que muchas investigaciones se centren en el estudio de su aparición con uso de técnicas inmunológicas13 o post mortem, como los realizados en España, en los que se describe una incidencia del 34 % utilizando ELISA y 7 % mediante necropsia14 (figura 3).

Sin embargo, los cérvidos silvestres no solo actúan como hospedadores definitivos de endoparásitos digestivos, también tienen importancia por ejercer el papel de hospedadores intermediarios de cestodos como Echinococcus granulosus15 o protistas como Toxoplasma gondii y algunas especies del género Sarcocystis. De esta manera, se ha determinado que la presencia o no de predadores que actúan como hospedadores definitivos produce una mayor o menor incidencia de estos parásitos en cérvidos y modifica su dinámica poblacional16 .

El papel de cérvidos silvestres como reservorios

Muchas infecciones parasitarias de rumiantes bajo régimen de explotación extensivo o semiextensivo tienen su origen en cérvidos silvestres17. Los terrenos utilizados como pasto para rumiantes domésticos se solapan, en muchos casos, con el hábitat de cérvidos silvestres, habiéndose demostrado la transmisión de distintos helmintos entre ellos18 .

FIGURA 4. Forma en heces (huevos) de Fasciola hepatica (en el centro) y Calicophoron daubneyi (dos a los lados).

Dentro de los helmintos, algunos géneros y especies de NGI que se transmiten con mayor éxito entre ganado vacuno, ovino, gamos y ciervos son: Oesophagostomum venulosum, Haemonchus contortus y los géneros Cooperia, Ostertagia, Trichostrongylus, Nematodirus y Trichuris19. Sin embargo, si se tiene en cuenta la intensidad de parasitación, es mayor cuanto mayor es la especificidad del NGI20 y, en este caso, es el ciervo la especie silvestre que se considera más importante como reservorio de NGI21 .

Estudios realizados en España en nematodos del género Dictyocaulus demostraron especificidad en las especies encontradas y descartaron como reservorios a los cérvidos silvestres6. Sin embargo, otros estudios europeos no descartan la transmisión de D. viviparus entre vacuno, ciervos y gamos18 .

Parásitos zoonóticos

La presencia de parásitos zoonóticos hace necesario establecer métodos de diagnóstico y control integrados, es decir, teniendo en cuenta el concepto One Health27 .

Los cérvidos silvestres pueden estar infectados por parásitos con carácter zoonótico como Fasciola hepatica o Toxoplasma gondii26. La detección de gamos y ciervos seropositivos a T. gondii hace necesaria la inspección sanitaria de carne de caza debido al riesgo de salud pública que suponen26 .

Sin embargo, la presencia de quistes hidatídicos en cérvidos no incrementa el riesgo de hidatidosis humana, ya que, como se ha mencionado anteriormente, la incidencia es muy baja y el genotipo detectado no suele ser el más frecuente en humanos15 .

Bibliografía disponible en www.grupoasis.com/albeitar/ bibliografias/AL246_cervidos.pdf

Protostrongylus y Muellerius, dos de los géneros que forman parte de los denominados pequeños vermes pulmonares o protostrongílidos que afectan a ovejas y cabras, también se han detectado en gamos y ciervos en pulmón, con incidencias entre el 12 y 13 %22. Las especies Muellerius capillaris, N. linearis, C. ocreatus y P. rufescens se han detectado en cérvidos silvestres, pero en este caso, en muflones23 .

La importancia de los cérvidos silvestres en el mantenimiento y distribución de algunos endoparásitos digestivos está ampliamente estudiada, como en el caso de Fasciola hepatica7, a pesar de que las intensidades de parasitación observadas en el gamo sugieran cierta resistencia de esta especie a la parasitación por este trematodo24 (figura 4). El aumento poblacional de ciervos y gamos posibilita la contaminación del medio ambiente por este platelminto, aunque otros animales silvestres como el jabalí han demostrado ser también reservorios de F. hepatica en Galicia25 .

Además, se han detectado infecciones patentes por C. daubneyi en ciervos y gamos, aunque las cargas parasitarias detectadas en gamos son menores a las encontradas en vacuno, lo que descartaría su papel como posible reservorio parasitario8 .

La escasa incidencia detectada de quistes hidatídicos producidos en cérvidos por la ingestión de huevos de E. granulosus (0,17 %), así como la detección del genotipo G10 en muchos casos, indican la escasa importancia de estos animales como reservorios de este parásito15 .

La seroprevalencia de T. gondii del 30 % en ciervos y gamos detectada en el Parque Nacional de Doñana es de las más altas de toda Europa26, por lo que su participación en el mantenimiento del ciclo biológico del protista en zonas rurales y periurbanas debe tenerse en cuenta.

CONCLUSIONES

• El aumento poblacional de cérvidos en muchas regiones ha supuesto su adaptación a nuevos hábitats, como zonas periurbanas, lo que posibilita un mayor contacto con animales domésticos y el hombre. • La infección con endoparásitos digestivos en cérvidos es frecuente y no todos los agentes etiológicos parasitarios detectados son específicos de especies silvestres. • Gamos y ciervos actúan como reservorios de algunos endoparásitos digestivos debido a su falta de especificidad. En algunos casos, muestran una mayor resistencia a la infección si se comparan las posibles consecuencias de su parasitación con los rumiantes domésticos. • La presencia de parásitos zoonóticos en gamos y ciervos supone la búsqueda de soluciones multidisciplinares, es decir, desde un punto de vista One Health.

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