1 minute read

ed itoria l No se puede negar No se puede negar

La crisis climática es algo que, a estas alturas, solo unos pocos niegan, y que ha pasado a formar parte del día a día de las empresas del sector. El consenso en que hay que adoptar medidas se ha manifestado de forma reciente a través de dos grandes encuentros relacionados con la construcción. En su Jornada Nacional, Asefma ha elegido el lema “Objetivo: -55% emisiones en 2030”, que remite al objetivo propuesto por la Comisión Europea de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) en, al menos, un 55 por ciento antes del año 2030, en comparación con los niveles de 1990. Tal y como manifiestan desde la asociación, se trata de un objetivo general al que la industria de la pavimentación asfáltica se debe adherir y colaborar de forma proporcional. Así pues, en dichas Jornadas se quiso contribuir a dicho objetivo, dando a conocer iniciativas concretas en el campo de la pavimentación asfáltica, pero con la idiosincrasia propia de estas jornadas: la visión de la tecnología basada en datos, no solo en opiniones. Todos los socios fabricantes de Asefma han decidido solicitar el año pasado la Declaración Ambiental de Producto sectorial (DAP sectorial) y en las fechas de celebración del evento ya había finalizado el proceso completo de las cuatro familias: AC, BBTM, PA y SMA. Se trata todavía de un requisito voluntario en la mayor parte de los sectores industriales. En esta Jornada se explicó en detalle el proceso realizado, las fases que han debido ser consideradas y las consecuencias inmediatas.

Anefhop no se queda atrás. En el transcurso de su Asamblea Anual Ordinaria, presentó la Hoja de ruta de reducción de la huella de CO2 en el hormigón. En ella, además de participar parte de los creadores de este documento, también ha intervenido el director de Estrategia y Desarrollo de Negocio para la Descarbonización de Tecnalia, Asier Maiztegi, quien bajo la ponencia “Descarbonización de la fabricación de hormigón. Implicaciones en el desarrollo y competitividad de las empresas”, ha puesto de manifiesto el alcance y los efectos de la reducción de huella para las empresas del sector y ha servido para aclarar la situación de futuro de una forma más generalizada y comprensible. Esta hoja ofrece una serie de directrices que permiten al sector conseguir su objetivo de reducir su huella en un 40 por ciento para 2030 con respecto a las cifras de 1990. Aunque la mayoría de las emisiones directas de CO2 asociadas al hormigón provienen de la producción de cemento (más del 85 por ciento de su huella), existen diferentes áreas sobre las que actuar para llegar al Net Zero.

Advertisement