En mitad de la noche,
hasta el bosque ha llegado un gigantesco castillo hinchable. El viento lo había llevado allí quién sabe de dónde.
En mitad de la noche,
hasta el bosque ha llegado un gigantesco castillo hinchable. El viento lo había llevado allí quién sabe de dónde.
Y entonces todos quisieron convertirse en reyes del castillo. El tejón gritaba, enfadado: _¡Yo he sido el primero en descubrirlo! _Pero yo he sido la primera que se ha atrevido a explorarlo _protestaba Lucinda.
Emiliano, por su parte, quería imponerse solo porque era el más grande. Pero esta vez su vozarrón no estremeció a nadie.
Y entonces todos quisieron convertirse en reyes del castillo. El tejón gritaba, enfadado: _¡Yo he sido el primero en descubrirlo! _Pero yo he sido la primera que se ha atrevido a explorarlo _protestaba Lucinda.
Emiliano, por su parte, quería imponerse solo porque era el más grande. Pero esta vez su vozarrón no estremeció a nadie.