S O NIÑANDO JUG
Una antología de En las Afueras Por Richard Thompson
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E N L AS A FUERAS. N IÑOS
JUGANDO
Título original: Cul de Sac. Children at play © 2009 Richard Thompson (texto e ilustraciones) Originalmente publicado en Estados Unidos de América por Andrews McMeel Publishing, una división de Andrews McMeel Universal, Kansas City, Misuri Traducción: Juan Cristóbal Álvarez D.R. © Editorial Océano, S.L. Milanesat 21-23, Edificio Océano 08017 Barcelona, España www.oceano.com D.R. © Editorial Océano de México, S.A. de C.V. Guillermo Barroso 17-5, col. Industrial Las Armas Tlalnepantla de Baz, 54080, Estado de México www.oceano.mx www.oceanotravesia.mx Primera edición: 2021 ISBN: 978-607-557-148-5 Depósito legal: B 8101-2021 Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita del editor, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. ¿Necesitas reproducir una parte de esta obra? Solicita el permiso en info@cempro.org.mx impreso en españa / printed in spain
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Para Anne y Carol Sue, a las que les habría encantado
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Prólogo A los caricaturistas celosos no nos cae bien Richard Thompson.1 Como alguien que ha tenido una larga y diversa carrera como dibujante y como celosista, considero el delicioso trabajo del señor Thompson una ofensa personal. Aunque los bocetos en sucio de los otros caricaturistas suelen tener más vida que sus dibujos terminados, no los mostramos porque la verdad son plastas indescifrables. Desgraciadamente la línea suelta y dinámica del señor Thompson no sólo tiene perfecto sentido, sino que convierte cada viñeta de su tira en una pequeña joya artesanal. Cualquier caricaturista que valga un rábano2 sabe que, después de Peanuts de Schultz y Calvin y Hobbes de Watterson, ya no se puede decir nada nuevo en historietas de niños suburbanos. Cualquier caricaturista salvo, al parecer, el señor Thompson, quien traza un nuevo camino reuniendo a una precoz bola de energía y a un misántropo3 paranoico en un mundo realista pero surrealista. Grrr... Ni siquiera voy a hablar de los chistes que pasan de una viñeta a otra, fluidos, cambiantes, pero siempre hilarantes, o la creatividad de las composiciones, la letra o el color. Eso no se hace. O al menos no se hacía hasta ahora. Lo peor es que En las Afueras4 es tan adictivo, tan entretenido, que hasta los caricaturistas celosos tenemos que soltar el lápiz y dejar de ganarnos los rábanos para perdernos en una realidad desquiciada, feliz, completa y a medio hacer. Que, por otra parte, es la única cualidad redentora del señor Thompson. Mo Willems 1. La categoría “celoso” abarca a 87.5% de los caricaturistas. El porcentaje restante corresponde a “furiosamente celoso” o a “Jules Pfeiffer”. 2. Los caricaturistas trabajamos por rábanos, que en esta economía es apenas mejor que ser banquero. 3 “Misántropo” es “caricaturista” en griego. Revisa. O no. Qué me importa. 4 ¿Eso es alemán o qué? (Se refiere al título de la tira en inglés, Cul de sac, un préstamo del francés que hace alusión a una calle sin salida. [N. del t.])
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Me contaron que en las alturas vive una raza perdida de niños salvajes con cola y patas de mono.
No te subas ¿Por a la parte qué? alta de los juegos.
Mira al niño de la caja de cereal.
¡Parece que tanto cereal lo volvió loco!
Alice, Dill no vas salió con a salir con shorts. shorts, hace mucho frío.
¿Cuánto tendré que comer para quedar con esos ojos saltones de idiota?
Viven de bellotas, ardillas y policías de tránsito.
¡Tienes razón! ¡Mejor les daré avena!
¿Bellotas? Ugh.
¿Ya ves lo que provocas?
Dill tiene cuatro ¡NO ES JUSTO! No me das Perdón que hermanos, suficiente nada más se puede esconder Pues lo cobertura. sea yo. siento. entre ellos.
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Se le estiró No puedo. ¿Por el resorte Mi papá qué? a mi pato. me quitó ¿Me lo arreglas? el martillo.
Mi mamá dijo: “¿Un niño con martillo? ¿Por qué no de una vez un taladro?”
Te voy a inscribir a futbol, ¿está bien? Ja, ¡claro!
¡Pero Petey, No QUIERO será inscribirme divertido! a futbol.
¿Y...?
Un mes y NADA.
¿Mi mamá dijo algo y luego yo le contesté? Y tenías la mirada perdida. ¡Fue genial!
Claro que no.
Claro que sí, vas a salir a correr.
Pero Siéntate en mamá... mis piernas y
lo hablamos.
Uy, se lo sentó en las piernas. Está perdido.
¿Petey ha salido de la casa? No recuerdo.
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