Instrumentos ¡Cómo suenan los tambores cuando esperan el comienzo!, cuando acaban un redoble, cuando rugen en silencio. Toques que son oración, soledad, recogimiento, toques que embriagan el aire mezclados con el incienso.
Este año no saldrán los bombos de Prendimiento, los timbales de Piedad o los de Descendimiento. Viernes Santo en la mañana sin imágenes subiendo. El redoble de Columna de tan bajo es un recuerdo.
No tocamos por tocar, nosotros no hacemos eso. Es la forma de rezar que aprendimos de pequeños. Herencia de nuestros padres y también de los abuelos. La cultura de una tierra que hace que se rasgue el cielo.
No sonarán los tambores bajando de Miralbueno, la Llegada en Oliver permanecerá en silencio. Ni la Cena, ni Humildad, andarán de madrugada, ni sus tambores y bombos anunciarán su llegada.
Este año no se oirá en las calles de Zaragoza las marchas que, con esfuerzo, se ensayan hora tras hora. Los ensayos con amigos han quedado aplazados. Lo aceptamos, lo entendemos y aun así, los añoramos.
Exaltación no traerá esos ritmos sincopados, y aguardará en Santa Gema, mientras aquí la esperamos. La Iglesia de San Felipe no tendrá cierre el domingo. No habrá un redoble que deje la Amargura en su destino.
Ni el redoble de un tambor, ni el tañer de una campana, ni el sonido de las pieles al golpear nuestras mazas. No sonarán las cornetas, no sonarán las carracas. Solo se oirán oraciones, desde la iglesia o la casa.
En Torrero, San Antonio, no contará el Jueves Santo con los toques que, con Fe, resuenan año tras año. El redoble mantenido y las carracas de Entrada, no sacarán a La Burra con el sol de la mañana.
Semana Santa • Zaragoza • 2021
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