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Pregón de las Fiestas Patronales 2017

Pregón
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FIESTAS PATRONALES DE 2017



En honor de la Virgen de la Purísima concepción




Sra. Alcaldesa y Sres. miembros de la Corporación Local del M.I. Ayuntamiento de Mazarrón, Sr. Cura Párroco de la Parroquia de San Andrés y San Antonio de Padua, demás autoridades, vecinos, familiares y amigos… muy buenas noches.







Sean éstas mis primeras palabras, de profundo agradecimiento… de una parte, a quienes os encontráis hoy aquí en este maravilloso y emblemático lugar, en la forma afectuosa y número en que lo hacéis a pesar de la gélida noche, y pertrechados a acompañarme en este solemne acto, que principia las Fiestas en Honor a la Virgen de la Purísima, Patrona de todos los mazarroneros… y, de otro lado, a la Corporación Municipal de mi querido pueblo, por haberse acordado de mi persona para pregonar las fiestas patronales en este particular año 2017 que llega a su fin, lo que ha supuesto para quien se dirige a vosotros una gratísima sorpresa, pero a la vez una vasta responsabilidad, siendo ésta la razón por la que me quedé sorprendido, y hasta un tanto contrariado, cuando se me anunció, de lo que puede dar testimonio nuestra Alcaldesa, siendo motivadas dichas sensaciones a que, para cualquier mazarronero que se precie y congratule de serlo, contar con esta oportunidad de dirigirse a su pueblo en estas célebres fechas para pregonar la festividad mayor de la Villa, de gran historia y esplendor como evocaré, es todo un honor, un privilegio, una distinción y, por supuesto, una enorme emoción, y debo participaros que las indicadas zozobras que me asaltaron al darme cuenta de la encomienda, se agrandan aún más esta noche, primero desde que me dispuse hace unos minutos a acceder al edificio de las Casas Consistoriales, tan admiradas y respetadas por mí, no solo por su valor histórico, declaradas Monumento Histórico-Artístico Nacional, sino además, por lo que representan institucionalmente, la sede de la representación de la soberanía popular más próxima a los ciudadanos, al dispensarme las autoridades integrantes de la Corporación unas cálidas y cercanas muestras de afecto, y concediéndome la posibilidad de rubricar unas palabras que muestran mis sentimientos hacia mi pueblo en el Libro de Honor del Ayuntamiento y, seguidamente, aquí, ahora, en este momento, tras llegar a este centro parroquial, donde he vivido tantas y tantas experiencias, aunque en otro formato más reducido y austero propio de la época, y os testimonio sin rubor que he percibido y sentido lo que en verdad supone, y lo que me va a conllevar para la posteridad, y siempre con el convencimiento de que, en modo alguno, merezco tan relevante prerrogativa, a la vista no solo de la envergadura personal y profesional de muchos otros hijos de este pueblo que me han precedido en esta dicha, o a quienes ni siquiera se les ha brindado esta posibilidad, pero que sin duda eran acreedores de la misma más que yo… y ante esta dulce y placentera sensación, fluye en mí un deseo de hacer mías y expresar las palabras del gran poeta, novelista y dramaturgo alemán Goethe en su célebre obra “Fausto”, quien decía: “Detente, momento, eres tan bello…”.






Y dicho esto, asumo este encargo de pregonar la festividad con honda ilusión, respeto y compromiso, y si bien me hallo en emplazamiento ajeno a las Salas de Vistas de los Tribunales de Justicia, y desprovisto de mi respetada toga, donde avanza una parte relevante de mi vida, ciertamente me encuentro aquí en mi Tierra, acompañado de mi gente, lugar en que transcurre otra sección tanto o más significativa de la misma… y comienzo mi alegato, por mi condición de jurista, previa solicitud de concesión de la correspondiente “venia” al pueblo de Mazarrón a quien me dirijo y debo esta noche, siendo aquí donde ha tenido la fortuna de nacer este pregonero, hijo de Juan Navarro y Ventura Campillo, lo que manifiesto con orgullo, y a quienes echo en falta cada día a pesar del devenir del tiempo y, sobre todo, esta trascendente noche…, y vais a permitirme que amén de a todos los mazarroneros, sea a ellos, a mis padres, a quienes significadamente les dedique este pregón… por concederme mi existencia e inspirar en mí principios y valores de trabajo, sencillez, respeto a los demás y honradez, que he procurado tener presentes como referentes en mi vida.
Es mi pueblo, nuestro pueblo, Mazarrón, una portentosa Tierra, antaño denominado Almazarrón, durante la dominación musulmana, y con posterioridad Casas de los Alumbres de Almazarrón, por la trascendencia del mineral del alumbre, que alcanzó la condición de Villa tras lograr su segregación de la ciudad de Lorca, tan querida y admirada por mí, y en la que desarrollé una parte importante de mi vida profesional, lo que obtuvo digna y merecidamente tras salvar las reticencias mostradas por las ciudades limítrofes que se consideraban lesionadas en sus derechos, y con gran esfuerzo, en virtud de la Carta de










Privilegio Real expedida por el Rey Felipe II en fecha de primero de agosto del año 1572, pregonada el día 7 de septiembre, precisamente cuando se celebraban las fiestas mayores de Nuestra Señora en esos días. Pero la historia de esta Tierra es aún más rancia y basta, y como simples pinceladas, sin exhaustividad, quiero hacer mención que ya en la Prehistoria, ocuparon los pobladores esta zona, atraídos por la presencia de recursos vegetales y animales, y una geografía idónea para resguardarse de los peligros diarios, siendo también históricamente significativa la presencia de la cultura fenicia y romana, dejando como legado las naves halladas en el mar, y los restos de una fábrica de salazones puesta ya en valor con la creación de La Factoría Romana de Salazones, y espero que pronto podamos contemplar el barco fenicio de la playa de la Isla tras su extracción, según reciente publicación, y que si es posible permanezca aquí, en nuestra localidad, símbolos todos ellos de nuestro pueblo y de su riqueza histórica y cultural, destacando como muestra de la relevancia de esta Villa, su constante adaptación a los cambios históricos, políticos, sociales y económicos, aprovechando íntegramente su potencialidad, y avanzando significativamente en el devenir histórico, recordar que no será hasta el siglo XVIII cuando la pesca cobre importancia, procediéndose seguidamente a la explotación de otros recursos distintos del alumbre, como son la almagra, plata o plomo, cobrando entonces el municipio un peso bastante relevante en la evolución de la minería murciana, viéndose potenciado este auge económico por la industria espartera o la aparición de compañías metalúrgicas y salineras, la industria de la almadraba o el cultivo de la barrilla, apareciendo ya un incipiente turismo, asistiéndose en el siglo XX al paso de una sociedad minera y agrícola, a otra cuyos factores económicos y sociales se basan en la agricultura, consolidándose también el sector turístico y, por ende, la construcción, como ocurre en la actualidad.











Y tras estas brevísimas reflexiones históricas, he de continuar recordando que en nuestra Festividad se rinde honor y tributo a La Virgen de la Purísima, habiendo alcanzado, a lo largo del tiempo, la devoción a la Inmaculada tal grado de extensión e intensidad entre todos los españoles de toda condición que a Ella consagró España el Rey Carlos III allá por el año 1761, y la tomó por Patrona y Protectora, creando en su honor la Real y Distinguida Orden de Carlos III. Por aquella dedicatoria de Carlos III, el 8 de diciembre sigue siendo actualmente una de las Fiestas Nacionales de España. Y, con posterioridad, y en el ámbito religioso, como consecuencia de la extensión que la devoción de los españoles tuvo en el resto de la catolicidad, entre otros factores doctrinales, el Papa Pío IX proclamó el 8 de diciembre de 1854 el Dogma de la Inmaculada Concepción de María mediante la Bula “Ineffabilis Deus”, dando el último paso para la suprema exaltación de la Virgen, definiendo como dogma de fe el gran privilegio de la Virgen con el siguiente tenor: «La doctrina que enseña que la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su Concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano, es revelada por Dios, y por lo mismo debe creerse firme y constantemente por todos los fieles».


Pero la vetusta, íntima y asentada vinculación del sentir mazarronero con el culto a la Purísima Concepción, Patrona principal de esta Villa y su municipio, es de data muy anterior a la ya consignada, ya que conforme recuerda quien fue nuestro Párroco D. José Antonio Abellán, en su libro “El Milagro de la Purísima: historia y leyenda”, se remonta a un periodo de más de cuatro siglos. Y aunque ya Fray Ginés García en el año 1756 exponía en su libro de las Crónicas de la Provincia de San Pedro de Alcántara, que en fecha incierta se decía la existencia de una pequeña ermita dedicada a Nuestra Señora de la Concepción, constaba que ya en el año 1549 se había fundado una Cofradía bajo su título que hizo que se construyera un templo más amplio en su ubicación actual, en el que amén del ordinario destino al culto religioso, en el mismo además se reunieron los vecinos para elegir los cargos del nuevo Concejo Municipal tras obtener la independencia de Lorca, y en otras más ocasiones anteriormente, hasta contar con otro local propio, en todas las ocasiones con el cometido de tratar y decidir acerca de los asuntos concernientes a la administración de la Villa, siendo una data clave para el engrandecimiento de la veneración mazarronera hacia la Purísima el día 17 de noviembre de 1585 cuando, según se relata históricamente, tuvo lugar una de las incursiones a través del mar, de un numeroso grupo de piratas capitaneados por el temido y conocido Morato Arráez, con la ayuda de Mamí, conocedor de la misma al haber estado cautivo en ella, que emprendieron veloz huida por obra y gracia de un Milagro atribuido a la Purísima Concepción, que si bien es archiconocido por todos, no puedo ni debo soslayar, y que acabamos de conmemorar recientemente, como cada año, cumpliéndose el 432 aniversario, cediéndose nuevamente como cada año por parte de nuestra alcaldesa el bastón de mando de la Villa a la Patrona, la Purísima Concepción, quedando registrados dichos acontecimientos por las autoridades civiles y religiosas del momento, destacando este pregonero, por la especial condición de su emisor, el informe emitido por el Corregidor y Justicia Mayor de las ciudades de Murcia, Lorca y Cartagena, Adelantado y Capitán Mayor del Reino de Murcia, que tenía a su cargo su defensa y la de su costa cuando estaba ese mismo día en la ciudad de Lorca y que se conserva en su archivo municipal y que dice así: “…según he sido informado… por milagro se tocó una campana del hospital de Nuestra Señora de La Conzapçion sin ser tocada por mano alguna y que en la dicha imagen se avían visto señales de lo dicho, de cuya causa los dichos turcos aviendo oydo la Campana entendieron ayer sido sentidos y tocarse arebato se retiraron a la mar y se embarcaron sin hazer daño…”
Ese nexo sentimental ha perdurado a pesar de los avatares históricos ocurridos hasta el día de hoy, al igual que su sede, pasando de estar en manos de los frailes franciscanos de la Regla de San Pedro de Alcántara que la decoraron y ampliaron en gran medida, e hicieron el convento empleando los terrenos del hospital de la Cofradía anejos a la iglesia, y tras ser expulsados por el devenir de la historia, fueron las religiosas Hijas de la Caridad quienes lo ocuparon hasta que tuvo lugar la denostada Guerra Civil, causándose grandes destrozos, siendo nuevamente puesta en valor con posterioridad, acometiéndose una profunda restauración del templo. Y ha de reseñarse que se ha venido manteniendo una evidente actualidad la relevancia de la Purísima, lo que se demuestra con la reciente celebración en nuestro municipio del Congreso sobre el siglo de la Inmaculada, en el que estudiosos internacionales expusieron y analizaron la influencia social que tuvo y aún tiene en



diferentes partes del mundo el culto a la Purísima siendo el título de la convención “El siglo de la Inmaculada (1550-1650)-Los mundos ibéricos en su edad de oro”, que estuvo organizado por la Red Columnaria y la Universidad de Murcia en colaboración con el Ayuntamiento de Mazarrón.





Y si en verdad es el devenir de la historia quien otorga solera y abolengo a las tradiciones, a las personas y a los pueblos, perdurando lo relevante y pereciendo lo intrascendente, sin duda es la admiración por la Purísima un activo histórico de esta Villa, porque a pesar de que viene afirmándose que el tiempo pasa, más bien somos las gentes quienes marchamos a su través colmándolo de sustancia, haciendo historia, y transmitiendo a otras generaciones aquéllas vivencias y sentimientos heredados de nuestros antepasados para su pervivencia en el futuro por la enjundia que ostentan, como lo es aquí la devoción por la Purísima.





Y he de rememorar esta noche, como muestra de mi arraigada vinculación con esta Tierra, donde se encuentran mis ufanas raíces, algunos momentos de mi particular historia vivida en este pueblo, sobre todo de mi niñez y mi juventud, al ser especialmente gratificantes para cualquiera y que, sin duda, marcan y condicionan en gran medida el futuro, como me ha ocurrido a mí…, y comienzo haciendo alarde de uno de mis apellidos, ya que como recordaba en su libro “Cosas y Hechos de mi pueblo: Mazarrón”, D. Antonio Jorquera, “Navarro” es considerado uno de los apellidos raíces de esta villa al haberse mantenido constante durante todos los años, sin interrupción, desde el primer libro de registro de nacimientos. Dicho esto, adelanto que desde mi nacimiento he vivido en la calle entonces conocida, y difícil de recordar por su extensión, como Héroes de Santa María de la Cabeza, hoy Canalejas, hasta mi marcha tras finalizar mis estudios y contraer matrimonio, lugar al que continué ligado por ser la residencia de mis padres, y en el momento presente la mía desde hace unos años. Y recalco la palabra VIVIR en su más amplia acepción, ya que ciertamente son muchas las experiencias que tan gratamente recuerdo de mi infancia…esas largas tardes, que se prolongaban aun con la llegada de la noche, y aun con frío, daba igual, que pasaba en lo que llamábamos la “replaceta”, donde está ubicada la histórica fuente que, con gran acierto, ha sido elegida como cartel de las fiestas patronales de este año, y allí jugábamos a la pelota, al escondite, al pillao, al burro, a la lámpara, y a todo tipo de juegos que se nos ocurría, algunos no recomendables, junto a otros niños que vivían en la misma calle, o que venían de otros lugares del pueblo… era un sitio de encuentro y, como ahora se llama de interacción, ciertamente que “todos accionábamos”, y de qué manera; y, además, de ideación de actividades futuras a realizar, como la recogida de leña para la hoguera de San Juan que se apilaba en una explanada al final de la calle, y su protección ante las posibles y temidas acometidas para su quema prematura procedentes de residentes en tierras situadas tras el Molinete, lugar del mismo modo emblemático e histórico de la Villa construido precisamente para su defensa, que tan bien conocíamos todos por ser frecuentado reiteradamente. Y tal incansable actividad la alternaba, con la asistencia al local de la OJE, de la que conservo aún mi carnet de miembro de la misma, y que estaba ubicado en la misma calle, ensayando en la banda de tambores y cornetas en la que nos juntábamos muchos niños de todo el pueblo, participando con ella en las fiestas patronales y en otros eventos festivos de la localidad, y fuera de ella, rivalizando con la de la Cruz Roja…, y con las diferentes labores parroquiales como monaguillo o catequista como tuve la oportunidad de recordar gratamente en el pregón de aquélla Semana Santa de 2011 que tuvo el honor de pronunciar… y siempre esperando los domingos para acudir al cine situado frente a la replaceta, donde despachaba entradas mi abuela Magdalena, a la que los nietos llamábamos cariñosamente la caporala, por eso de que era la dueña y señora de todo, lo que era verdad, siempre atenta a todos sus nietos… alternando la estancia en el pueblo con la residencia veraniega ubicada donde el cine Mastia en el Puerto de Mazarrón, frente a la capilla de la Isla, ya que nos encargábamos de la explotación de ese cine, al igual que hacían de los otros mis tíos, ya que como todos sabéis, mi familia materna siempre se ha dedicado a la actividad de teatro al principio, y de cines con posterioridad, iniciada por mi abuelo Julián, y continuada hasta hace relativamente poco tiempo, pero siempre aquí… en Mazarrón… Y también recuerdo gratamente, las tertulias que mantenía con mi abuelo Paco, antes que nada maestro de tantos y tantos entonces niños y jóvenes de este pueblo, y recordado cariñosamente por ello por otros pregoneros, aunque también en un corto espacio de tiempo alcalde y juez de paz de este pueblo, de quien he de poner en valor su innata inteligencia, y su dote de una mentalidad adelantada a su tiempo. Y todo ello… sin olvidar las tareas de estudio en los dispersos centros educativos del pueblo, a que siempre estuve más o menos comprometido, sobre todo por indicación de mi padre, y siempre contando con la ayuda y atención, a veces resignada, de mis hermanas, prestas siempre a lo que frecuentemente demandaba por mi carácter algo inquieto, por llamarlo de alguna manera…, actitud que siempre agradeceré de ellas, y que lo han seguido hasta el día de hoy, al igual que sus maridos, seguro que por eso de que era el pequeño de la casa… Y pese a que por el paso del tiempo, marché a cursar estudios a Murcia, en modo alguno desaprovechaba la mínima oportunidad de que disponía para volver a Mazarrón… siendo en ese periodo cuando conocí a mi esposa, por aquello del dichoso destino, compañera infatigable desde hace más de treinta años, a quien también hoy quiero agradecer no solo su apoyo, confianza, comprensión y cariño durante este tiempo, muy duro en muchos momentos, sino también haberme proveído de lo más preciado que poseo, que son mis hijos, y de agrandar mi apreciada familia con una hermana más y su marido… Y aunque por razones del trabajo, marché a vivir a otras localidades, seguía viniendo tan pronto me era posible a Mazarrón, para recobrar la tranquilidad, la paz y el sosiego que tanto necesitaba, y para reencontrarme con mis grandes amigos que he tenido la fortuna de conservar y ampliar, y ello al igual que les ocurría a aquéllos primeros pobladores de estas tierras como dije al evocar la historia, lo que sigo haciéndolo en la actualidad.





Y para finiquitar la encomienda asignada, como pregonero de estas fiestas, os exhorto y conmino a vivirlas intensamente, por ser







tan esperadas como merecidas por todos, irrumpiendo en la monotonía más o menos acusada de nuestras vidas, y haciéndonos olvidar o, al menos, diluyendo, cualesquiera problemas que siempre nos acechan que, por fortuna, seguro poco tienen que ver con los que concernían a nuestros mayores, disfrutando plenamente de las numerosas y diversas actividades programadas de todo tipo, deportivas, musicales, culturales, y sociales, en las que intervienen un nutrido grupo de mazarroneros para el disfrute de todo el pueblo, como el tradicional desfile de carrozas, y destacando el acierto de continuar con el mercado gastronómico Gastrogallo, al ser un lugar de encuentro de distintas generaciones, por su carácter culinario, su horario diurno y vespertino, y su emplazamiento en el centro de la localidad, alternando de forma armoniosa la asistencia tanto a las actividades de carácter lúdico, como a las de signo religioso, en la medida que cada uno considere oportuno o prefiera, no pudiendo en modo alguno soslayarse que en las mismas se rinde honor y tributo a nuestra Patrona la Virgen de la Purísima, siempre atenta a todos nosotros, sus Hijos, y dispuesta a protegernos de cuantos males nos acechan, como singularmente nos consta históricamente a todos los mazarroneros.





Por ello, este pregonero quiere recordar una de las décimas poéticas que adornan la antesala de camarín de nuestra Patrona, y que reflejan la devoción a la Purísima Concepción de este pueblo y su motivación salvadora que dice así:





“Bien puedes Almazarrón Publicarte agradecida A la que concebida Sin culpa, mancha o borrón. Esta será el Paladión Que con oculta eficacia Venza y triunfe de la audacia Ya del Dragón del Abismo Ya del fiero Mahometismo Con su paladina gracia.”
¡Viva Mazarrón y su Gente, y viva Nuestra Patrona, la Virgen de la Purísima!… Muchas Gracias.
Mazarrón, 1 de diciembre de 2017 Francisco Navarro Campillo











