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Espacios Naturales
Valdefuentes del Páramo. Fotografía Mª Jesús Mayo.
Siglos antes, ya desde la Edad Media, las gentes de esta zona también necesitaron el agua del Órbigo para su abastecimiento diario y para el riego de sus huertas y cultivos. Es así como se construyeron los primeros cauces y presas del Órbigo, hoy considerados históricos, como la Presa Cerrajera, la Presa Castañón o el Caño de los Cuatro Concejos.
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Cultivo característico del Órbigo es el lúpulo. Aunque tuvo su época de mayor apogeo durante las décadas de los 70 y 80, de esta zona procede todavía el 99% del lúpulo que produce España cada año.
EL ENCINAR DE BÉCARES
De gran interés biológico y cinegético, aparece ya documentado en el siglo XIII y se extiende desde la parte más occidental de Alija del Infantado hasta los términos de Castrocalbón y San Esteban de Nogales, constituyendo el mayor encinar de la provincia con más de 1500 hectáreas. Se conservan algunos ejemplares de encina cuya antigüedad se calcula en más de mil años.
EL RÍO TUERTO
Su nombre hace referencia a las pronunciadas curvas o meandros que va realizando el río en sus más de 80 Km de “tortuoso” recorrido por la provincia de León, durante los cuales surca el cruce de los dos caminos históricos más importantes de la Península Ibérica: la Vía de la Plata y el Camino de Santiago. Nace en el norte de los Montes de León. Una vez rodeada La Bañeza, entrega sus aguas al Órbigo después de haber pasado bajo una veintena de puentes, de haber salvado presas y de regar extensos cultivos.
EL RÍO ÓRBIGO
Nace entre los términos de Villaroquel y Santiago del Molinillo del abrazo de otros dos ríos, nacidos a su vez en la montaña occidental de León, el Omaña y el Luna. De ahí su nombre, “Urbicus”, que significa dos ríos que se unen o lugar de dos aguas.
En su recorrido, atraviesa localidades como Villanueva de Carrizo, donde nace la famosa “Presa Cerrajera”. En las inmediaciones de Alija del Infantado abandona la provincia de León al encuentro del Esla, ya en tierras zamoranas.

Río Órbigo. Fotografía Manuel A. Raigada
CAUCES HISTÓRICOS
Los cauces históricos son cauces artificiales articulados por medio de presas. Se consideran los precursores de los nuevos sistemas de regadíos, iniciados a mitad del siglo pasado, y permitieron proporcionar agua a terrenos alejados de la fértil vega del río, desarrollando así una agricultura que impulsó la economía de la zona. Frecuente fuente de conflictos y objeto de múltiples modificaciones, han pervivido a través de los siglos y continúan, aún hoy, en uso. Veamos a continuación los más importantes.
LA PRESA CERRAJERA
Nace como afluente del rio Órbigo en el que, una vez cumplida su misión, vuelve a depositar suavemente las aguas sobrantes.
La Presa Cerrajera es sin duda, el más famoso de los canales y presas del Órbigo y del Páramo y una auténtica seña de identidad de los pueblos y localidades que atraviesa. Constituye la

Presa Cerrajera en Valdefuentes del Páramo. Fotografía Martín Manceñido. mayor obra civil de carácter rural de la provincia de León realizada en la Edad Media y tiene un valor económico, cultural y medioambiental excepcional.
Las noticias sobre su construcción se remontan al año 1315 en Palacios de la Valduerna, cuando el Infante Don Felipe, hijo de Sancho IV el Bravo, dona las aguas del Órbigo al Deán y al Cabildo de Astorga, para que puedan regar la villa de Santa Marina del Rey, propiedad del Obispado. Sin embargo, el curso de agua de La Cerrajera se iba a extender y proyectar poco a poco hacia otros núcleos de población radicados más al sur, de tal manera que el uso y aprovechamiento de su caudal se convertiría en una importante fuente generadora de riqueza económica, gracias al aporte de beneficios provenientes tanto del espacio agrario destinado al regadío como de la industria molinera, uno de sus aspectos menos conocidos que generó este cauce. A lo largo de sus orillas se asentaron innumerables molinos, tanto de harina como de linaza, de los que todavía se conservan algunos.
LA ACEQUIA CASTAÑÓN
La acequia denominada Castañón, constituye la segunda acequia histórica en importancia en tierras del Órbigo y el Páramo Leonés. Su trayecto es paralelo al de la Presa Cerrajera y sus orígenes se sitúan en 1762, cuando a Don Francisco Javier Castañón Sandoval y Rojas, marqués de Campofértil, se le concedió autorización real para construir una acequia con la que pretendía conducir el agua del Órbigo hasta la villa de Hinojo. Durante algunos años esta fuente de riqueza hídrica realizaría una notoria función en la irrigación de este espacio, aunque durante la Guerra de Independencia quedaría en desuso debido a su abandono y destrucción. Sería años más tarde, en 1826, cuando se pondría de nuevo en activo el deteriorado cauce al solicitarse por parte de su principal beneficiario, el marqués de Castrojanillos, sucesor del mayorazgo que comprendía el término de Hinojo, la reconstrucción del mismo.
CAÑO DE LOS CUATRO CONCEJOS
Se formó a partir de las aguas del Órbigo, junto a San Martín de Torres, irrigando las otras tres localidades a las que pertenece: San Juan de Torres, Quintana del Marco y Genestacio, viniendo a morir cerca de La Nora, en el mismo Órbigo, después de haber reunido sus aguas con las del Jamuz en el término de Villanueva.