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Valencia y Murcia
Valencia yMurcia
unidas por la solidaridad y por el amor a sus patronas Alejandro Romero Cabrera
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Historiador del Arte y Vocal de Cultos de la Hermandad
Valencia y Murcia, desde tiempo inmemorial, han sido dos regiones y dos ciudades muy unidas por diversas razones: ideológicas, religiosas, culturales, folklóricas, costumbristas, paisajísticas, etc. Pero en este año 2017 celebramos el LX Aniversario de una fecha que marcó un antes y un después en las relaciones entre ambas capitales. Se trata de la gran riada del Río Turia que asoló a Valencia y su huerta en 1957, y de la que la historia de Murcia sabe tanto, debido a que desde la Capital del Segura se emprendió y capitaneó la mayor demostración de solidaridad que, aun hoy, ha existido en España.
La crecida y desbordamiento del Río Turia a su paso por Valencia fue doble y tuvo lugar en la madrugada y mañana del 14 de Octubre de 1957. El casco urbano quedó anegado casi en su totalidad, alcanzándose hasta los 5 m. de agua en lugares tan emblemáticos como las calles del Barrio del Carmen. Las zonas rurales más humildes que rodeaban la Ciudad también fueron absolutamente devastadas. Se llegaron a contabilizar 81 fallecidos, 800 casas venidas abajo y 300 edificios seriamente dañados. Todas las infraestructuras de agua corriente, alcantarillado, electricidad, etc., quedaron inservibles.
Una vez bajaron las aguas el aspecto que ofrecía Valencia, anegada con toneladas de lodo, era dantesco. Dio comienzo ahí la conocida “batalla del barro”, con cientos de voluntarios que acudieron para retirar poco a poco los depósitos de la avenida del Río. Murcia entró en acción el día 15 de Octubre, al día siguiente, con la organización, por parte del famoso locutor Adolfo Fernández Aguilar, de un maratón radiofónico solidario desde Radio Juventud Murcia. Se trató de un maratón de subastas y donaciones, titulado “La Gran Subasta Radiofónica” que duró un mes y que pronto sobrepasó los límites de la Región de Murcia para entrar a involucrarse toda España, especialmente la Ciudad de Zaragoza, que tuvo un papel muy destacado en esta iniciativa murciana.
En esta gran maratón, popularmente conocida como “Murcia por Valencia”, se llegaron a subastar las joyas arzobispales del Arzobispo de Valencia, animales, prendas de famo-
El manto para la Patrona de Valencia, con la Virgen de la Fuensanta bordada a la espalda.
Detalle del manto para la Virgen de la Fuensanta con el escudo de Valencia.

La Virgen de la Fuensanta con el traje que le regaló Valencia.
La Virgen de los Desamparados con el manto que le regalaron Zaragoza y Murcia, y sus respectivos escudos bordados.

El 14 de Octubre de 1957 el casco urbano en Valencia quedó devastado,e llegaron a contabilizar 81 fallecidos, 800 casas venidas abajo y 300 edificios seriamente dañados
sos futbolistas, prendas de reconocidas artistas como Carmen Sevilla o Lola Flores, trajes de luces de afamados toreros, la partitura original del Himno a Valencia, e infinidad de donaciones imposible de numerar. Una de las piezas más valiosas que se subastaron fue una reproducción de la Patrona de Valencia, Ntra. Sra. de los Desamparados, realizada por el imaginero valenciano Ramón Granell. Esta bella talla después de subastada fue donada a Radio Juventud y hoy se puede contemplar en el Museo de la Ciudad de Murcia.
Llegados los años 60, con la Capital del Turia ya casi repuesta, los valencianos quisieron demostrar su inmenso agradecimiento a los murcianos y le regalaron a nuestra Patrona, María Stma. de la Fuensanta, el mejor traje bordado de cuantos posee. Fue bordado en oro sobre raso de seda celeste, con un impresionante diseño de estilo neobarroco. En el corpiño de dicho traje incluyeron un detalle muy propio de las indumentarias de las imágenes de la Virgen valencianas, como es la incrustación de joyas de un gran valor sin desmontar, formando parte del dibujo del bordado. Este traje es una joya tanto artística como socialmente, ya que fue confeccionado gracias a los donativos (tanto en dinero como en joyas) ofrecidos por el pueblo de Valencia en agradecimiento al de Murcia.
Pero los regalos entre ambas ciudades prosiguieron durante esa década, con otro traje que, en esta ocasión fue ofrendado a la Virgen de los Desamparados, de parte de Zaragoza y Murcia. El manto fue bordado en Lorca y en su parte frontal cuenta con los escudos de ambas ciudades, mientras que en la espalda aparecen bordadas la Virgen del Pilar y la Virgen de la Fuensanta.
Todo esto da muestra de que la solidaridad del pueblo llano no conoce fronteras, así como que la Virgen María, en sus advocaciones de los Desamparados y de la Fuensanta, siempre ha sido un hecho consustancial a la historia de Valencia y de Murcia.
