Poéticas de la cuarentena

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Poéticas

de la

cuarentena


Poéticas de la cuarentena : palabras que abrazan / compilación de Cristina Larice . - 1a ed.Buenos Aires : Editorial M.B., 2021. 126 p. ; 21 x 14 cm. ISBN 978-987-8365-12-1 1. Antología de Poesía. I. Larice , Cristina, comp. CDD 861

Edición especial para la difusión de la poesía, material de distribución gratuita, prohibida su venta

Copyright. Derecho de Autor. Todos los derechos reservados. Está prohibido reproducir total o parcialmente, de cualquier forma o con cualquier medio electrónico, incluso con el sistema de fotocopiado sin el permiso del autor. Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 de Propiedad Intelectual. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización del autor.

Diseño de portada: G. Cestnik Ilustración de contraportada: Macarena Kazmierczak Correcciónes. Graciela Reveco Manzano Maqueta de edición: Mariana Boh editorialmb@gmail.com Se terminó de imprimir en Editorial MB, Miramar, en el mes de julio de 2021.


Antología poética

Compilacion Cristina Larice

Poéticas de la cuarentena Palabras que abrazan

MATERIAL DE DISTRIBUCION GRATUITA PARA LA DIFUSIÓN DE LA POESÍA

Adhesión SADE ATLÁNTICA



De decires y haceres “Pleno de méritos, pero es poéticamente como el hombre habita esta tierra”. Hölderlin

“Hagamos algo” eso fue lo que surgió luego de hablar con la inquieta poeta Cristina Larice. Ella, por aquel entonces se comunicaba con otros autores que le manifestaban la angustia y ansiedad generada por el encierro y la extrema cuarentena de los meses de abril y mayo del pasado año. Mientras pensábamos qué y cómo hacerlo vino a mi mente el recuerdo cálido y amoroso de mi madre. Sabia, como casi todas las madres, siempre decía que la pena se va cuando uno la transforma. La magia que hace la transformación es el arte. Poner color al dolor, o música o hilvanarlo a través de palabras que se escurren y a cada trazo alejan la tristeza y la convierten en un testimonio de un tiempo histórico trascendental, único y definitivo. El rol del arte es siempre fundamental y definitivo nos ayuda a salvarnos, nos incentiva a mantenernos a flote, nos fija un rumbo. Bendita poesía, bendita escritura. Seremos recordados como la generación que trascendió la pandemia. Las cicatrices del alma nos harán indudablemente más resistentes, aunque la coraza que hemos construido para proteger nuestro vulnerable mundo emocional nos recordará día tras día que somos la construcción que conscientemente hemos llevado adelante. Escribir, no solo para testimoniar sobre una circunstancia mundial, sino para expurgar esa melancolía que solapada se esconde aviesa y nos asalta en cada puesta de sol. Escribir para alivianar esa ausencia de abrazos que contienen y sanan. Escribir para sanar. Escribir para vivir.


Así, producto de querer encontrarle la vuelta a la pena, a la incertidumbre, se gestó este Poéticas de la cuarentena, una acción conjunta entre los autores y quienes creímos que esas voces y sus múltiples decires podían aportar una visión de un tipo de sensibilidad, de un modo de mirar el mundo, de un modo de interpretar la situación que el género humano atraviesa. Es necesario destacar que a la travesía inicial se sumó en los últimos meses Graciela Reveco Manzano, quien ha tenido un rol fundamental en la disposición de los textos y en la sugerencia de correcciones. Para finalizar agradecer, a todos los que han tomado parte y han enviado su material, a mis compañeros de la editorial por confiar en este proyecto. Que el espíritu de este libro; transformar dolor en arte, incertidumbre en poema candente, se vuelva una constante en nuestras vidas y salgamos de cada circunstancia fortalecidos y con deseos de seguir sembrando la semilla de la creatividad y la palabra. Que las palabras vuelen plagadas de sentido y aniden y fructifiquen en los corazones que hagan un nido amoroso para ellas. Que la poesía nos abrace siempre.

Mariana Suárez Boh Miramar, Buenos Aires


Poéticas de la Cuarentena

Cuarentena Todo se ha reducido temporalmente a una habitación a un espacio delimitado por sus cuatro paredes ángulos y verticales que la sostienen una puerta y ventanas que dan al mundo digo que la pequeña parte de él que he abrazado esta aquí que el afuera es la desmesura ni esperanzas ni desesperanzas anoto un poema no respira en esas antípodas se escribe en los márgenes en los paréntesis en los apartes del tiempo un poema es una copa de cristal un barco de papel un anillo un gesto un pan repartido y ciertas calles que reconozco lugares y afectos que aún esperan por mí por todo lo que abrazo esta música escrita para después.

Néstor Alonso Mar del Plata, Buenos Aires 7


Palabras que abrazan

Cuarentena I “La corona está en mi corazón no en mi cabeza” Shakespeare

El silencio se alimenta de palabras atadas al tiempo. Por ejemplo, hoy: un vecino espiaba simulando leer a Shakespeare. Las calles solían ser auditorios donde la gente discutía sobre pequeñeces ¿sobre qué escribiremos ahora? Sobre mirar el árbol de mi patio y su sin fondo de visiones. Al principio era la palabra ¿y al final? Entre ambas orillas un abismo de alfabetos que intentan contar la dicha de mirar las estrellas de caminar bajo la lluvia de embarrarse hasta las orejas de abrazar montañas, médanos amigos, padres, hermanos. ¡Corramos a ver quién gana! Y siempre perdemos. El vecino simula leer a Shakespeare y yo simulo que no lo veo. Tal vez sea cierto que este acto sin palabras nos desate las coronas y nos lance a un mundo nuevo.

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Poéticas de la Cuarentena

Cuarentena II No creerás lo que veo: los seres humanos apartándose uno de otro. Confinados en las casas mirando a través de las rejas de repente a mi alrededor un revoloteo de mariposas como cuando era niña. No me creerás pero aquí ¡hay tantas aves! y pían como orangutanes. Una deliciosa paz se cocina como bizcochuelo. Sabes que siempre hablé con las flores pero ahora ellas lo hacen. Y el aire... ¡Cultivo aire! Silbando y silbando él me crece como las calabazas sí, me creerás hija mía, porque si respiras hondo el aire nos está abrazando y es todo lo que quiero. (Después de comunicarme con mi madre de 79 años, me puse a trabajar en este poema. A ella, con gratitud)

Cuarentena III Amanecida la luna en este tiempo angosto de cuarentena se hace luz y árbol la mañana entera canto ancestral de las gotas que caen encima de la azotea angosta y húmeda sed de consciencia capricho humano de poder envuelto en llamas ¿para qué tanto esfuerzo? en la alocada servidumbre canta un zorzal modesta invitación a la templanza. Ciela Asad Miramar, Buenos Aires 9


Palabras que abrazan

Sombras

Poetizo tus sombras taciturnas Sin prisa ni pausa Te respiro Te reflejo Nos abrazamos En la mente Tan cerca y tan lejos Pero cercana Aromas nos imaginan Y te bebo

Elisa Algranati Filmus Neuquén, Patagonia Argentina 10


Poéticas de la Cuarentena

En el tiempo sin abrazos En el tiempo sin abrazos sin calles y sin tiempo me envolví con una remera de hojas ocres un pantalón de ramas despojadas nubes en el pelo y gotas de mar en mis pies. Mis brazos se vistieron con plumas de muchas bandadas. Me apoltroné en un rincón. Un rincón de mi casa que acondicioné para estos tiempos. Un rincón de brisa tibia y olas de luz. Mi cuerpo se pensó quieto. Allí quedó. Pero el alma se abrió en ala y planeó sobre las calles que soñé desiertas. Pero no. Yo creí que… Pero no. No hay desierto. Allí, vos y yo y ellos estamos como en el tiempo que ya no. Estamos, sí con sonrisas de plumas y hojas y mar y cielo en las mismas calles volando el deseo. Así, el recuerdo de mañana cuando nos volvamos a abrazar.

Mónica Aramendi moncaaramendi06@gmail.com 11


Palabras que abrazan

Es tiempo Un reloj perplejo marca las etapas de un tiempo inexistente época de corridas sin recreo ni temor de pronto surge la voz y todo se para cercado el movimiento breve espacio las horas se vuelven pegajosas tangibles vacías de besos alzan ardiente el abrazo virtual tal vez es tiempo de escuchar la propia voz buscar la palabra exacta para un cuerpo en pausa pensar en blanco junto al ulular de otoño recuperar la imagen niña el instante preciso en que la mirada acaricia desde lejos la tristosa ciudad acaso imaginar una golondrina que saltee el invierno se pose sobre el barandal anunciando una nueva primavera.

Graciela Barbero Mar del Plata, Buenos Aires 12


Poéticas de la Cuarentena

CoronaPoesía No es la mujer que reina sin corona en el palacio virósico del aire pero florece hecha orquídea de los verbos en los caminos del mundo donde vive el poeta. Es apenas un brote de esperanza en el hechizo verde de las coplas, un perfume a uva dulce en el resabio escarlata de algún vino. Dios la puso en el centro de los hombres para que diga acaso el testamento, para que sea voz de los que sufren. Ella vino desnuda de codicia a encender el pabilo de las sombras para que vea en ojos de los niños esta patria de trigo y de cebada. Soy príncipe y mendigo en las espadas líneas de sus vértebras. No es la mujer que reina sin corona en la pandemia triste que asola los rincones de mi patria. Sin embargo, ella reina con la cadencia y la trama de los sueños desde esta voz tan mía, tan nuestra para ser madre de mis pasos tristes, para ser agua de mis ríos mansos, para ser ave de mis cielos vivos, Dios, en la iglesia solitaria, silencio de una escuela sin bandera mientras te izo, desde el cuaderno blanco de mi pena, para que reines con tu magia en la casa más íntima del sueño, Oh, reina con corona de esperanza, escudo ante el temor madre poesía. José Luis Frasinetti General Belgrano, Buenos Aires 13


Palabras que abrazan

22 de marzo de 2020 el tiempo el mismo tiempo que no alcanzaba tiene un latir pausado en tiempos de cuarentena no corre no empuja no atropella la quietud florece en proporciones distintas se aprecia la belleza preexistente las casas insomnes trincheras nos protegen

26 de marzo de 2020 no es el insomnio tampoco la lavandina no es el encierro el silencio sólido de afuera las ventanas aplaudieron puntuales a las 21hs las palmas golpetearon lluvia en techo de chapa silbidos cacerolas hinchada emoción el eco se evapora los pisos barridos y limpios un lujo de caminatas descalzas y oscuras al tanteo de la madrugada el despertador sin horario de entrada y qué contradicción ahora que es posible dormir hasta tarde la almohada habla y habla sin parar

26 de Abril de 2020 ¿Qué le pasa a la pava que se queja? ¿Adónde reside el miedo? ¿En un estornudo o adentro de uno?

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Poéticas de la Cuarentena

26 de Abril de 2020 Bis algo extraño le pasa al paso sin peso del tiempo algo excede a los relojes algo extraño los habita por fuera algo raro pasa algo no está en su latir habitual hay algo imperceptible que transforma a la mañana en mediodía en cuatro mates a la siesta en hora de brujas en tres suspiros a la cena en madrugada en dos pestañeos algo hace que al martes le siga el domingo y al domingo el viernes con su esperada copa de vino algo en la elasticidad temporal está cambiando o la que está cambiando soy yo

30 de Abril de 2020 de vez en cuando, profilaxis de por medio, astronauta barrial, salgo del cascarón, cada muerte de obispo soy extranjera en la cuadra, escafandra virtual, actriz de mi rutina, muy cada tanto abandono el nido, vuelo rasante, un rociado de alcohol, bendice y bautiza, de cuando en cuando navego las veredas, miriñaque imaginario, descubro paisajes, todo es diferente detrás de los anteojos empañados

11 de Mayo de 2020 En tiempos de posguerra, el Nono en su tierra natal traficaba fideos. ¿Dónde están, cómo se abren, cuándo? Hay en el tiempo túneles que nos devuelven descalzos, despeinados, contemplativos a la cocina siempre tibia de nuestros abuelos. En tiempos de pandemia se trafican alfajores de Maicena, pochoclos, mermelada casera. ¿Serán los genes? Luciana Balanesi Mar del Plata, Buenos Aires 15


Palabras que abrazan

Refugio Cuando todo esto pase el olor cansino las noches sin memoria los versos arrumbados sobre las moscas encontraré un refugio será en la sombra donde la luz entre como en puntilla de pies le tejeré una manta la dejaré brotar de estrellas construiré un refugio cavaré y cavaré con las uñas sembraré manzanilla y lavanda pondré a propósito algunos jilgueros construiré el refugio y dejaré noche a noche en el vaivén- entre el sol y la luna: el recorrido exacto del anís desde el horno a la escalera el silbido con un diente a dos dedos esa lágrima de cebolla cruda por las tardes la sonoridad del estrangulamiento de aquella gallina construiré el refugio dejaré reposar la orfandad de un apellido los columpios de mi Caracas amada la orilla donde nos frotamos los pies Pi por radio al cuadrado su fórmula el borde del diagrama entre la mirada de Arlt y Pizarnik los sonidos de tu siesta tienen tiempo flaco construiré un refugio. Patricia Bruno Mar del Plata, Buenos Aires 16


Poéticas de la Cuarentena

Bahía de los vientos Viento frión del Sur entrando hasta en los huesos mientras camino por esta pasadísima y calma orilla. Vientomar rompiente de la rutinaria y locamorfa carrera cotidiana. Asoma entre las olas la hélice como la mano de un desahuciado náufrago. Duendísticas calles entre los médanos y en un recodo desde la cabaña de piedras y adoquines el humo firuleteando al aire invernal y la bruma marina. El faro presente con su sempiterna y ensimismada cadencia de luces. Bajo qué conjuro o destino este mar de Quequén nos atrae por igual a los naufragios y amores errantes. Aquí, en este Aleph marino el Espaciotiempo detenido para miyoahora.

María del Carmen González Quequén, Provincia de Buenos Aires 17


Palabras que abrazan

Cuando dicta el corazón Así como hay que decirle al amor que nos visita la inmensa satisfacción de inspirar mil poesías también es bueno el valor de cantar a las ausencias y no pedirnos perdón ni cerrarnos esas puertas a las musas que contienen y nos abrazan el alma. Cuando dicta el corazón, no se callan las palabras. Así como es bueno andar por las calles del secreto no conviene rechazar los motivos tan certeros deshojar las margaritas que habrán dejado fulgores reencontrarse en cada cita por la vida y sus bemoles. Con suma delicadeza, después de todos los tiempos cuando dicta el corazón, no se guardan los silencios.

Abrigo Busqué en mi interior tu omnipotencia indagué en lo más hondo tu ternura y encontré apenas la fortuna de sentirme con bendición, repleta. Luego, seguí ese camino despiadado de andar sin timón por tu alegría mas comprobé que nunca se termina el sol, abrigo eterno del verano. Eso eres para mí, sublime enero que acompasas el final de otro diciembre recorrer el febrero sin saberte no escatimando marzo, muy atento. Cuando vuelva a explorar en mi conciencia con el amor que adorna la nostalgia me he de hallar estrenando alguna infancia para encontrarnos siempre donde quieras. Ana María Bausela Miramar, Buenos Aires 18


Poéticas de la Cuarentena

Cuarentena XVII El después Han visto desfilar a los postreros caminantes por las cornisas débiles donde no se ve un horizonte amigo sin embargo el sol se asoma predispuesto y transmuta su furia antigua nacen bocas en las cimas un eco complaciente regala súplicas entonces como un milagro que termina todo cambia los mares se dividen en otros mares la tierra se vuelve azul y murmura rastros nacen destellos todos se incorporan lentamente con la desnudez de sus pieles nuevas con alientos frescos que vuelan la luna dibujará sutilmente los contornos de las nuevas criaturas.

Oscar Vicente Conde Lanús, Buenos Aires 19


Palabras que abrazan

La tecnología no basta Coronavirus: te grito en medio de mi inseguridad esa palabra que me aísla y ha reproducido el eco de toda soledad. Niños y adultos hemos dejado de caminar hemos sido obligados a cubrir esperanzas y sonrisas. Calles vacías locales cerrados el aire susurra y luego grita: quédate en casa. Maldito nos has obligado a un solo destino: un clik carente de amor un volver a casa con vida un miedo que ni el jabón puede. ¿Cómo calmar el desasosiego? ¿Cómo deshacerse de la apatía? ¿Cómo desvanecer la soledad? ¿Cómo aceptar la nueva realidad? La tecnología no basta.

Blanca Bátiz Guadalajara, Jalisco, México 20


Poéticas de la Cuarentena

Cuestiones filiales Al recuerdo de mi madre.

Hay tanto escalofrío tanto agobio acumulado que atraviesa el deseo en estas cruentas horas de ciudad derrotada que vuelvo a vos mamá para esconderme entre tus blancas faldas y protegerme de la luz aciaga que nubla la razón y los sentidos. Vuelvo porque sí a buscar refugio en tus dulces manos de otoño como en esos viejos días cuando otro escalofrío corría por mis venas y tu amor como siempre todo redimía. Aquel largo camino hacia la escuela el olor a pan caliente brotando de los fondos de la antigua panadería los viajes deseados en el Auburn con papá y Liliana en esas calurosas noches de verano y las paredes de Pujol que guardan por siempre tu eterno sabor a madre.

Luis Raúl Calvo Ciudad Autónoma de Buenos Aires 21


Palabras que abrazan

Entonces Entonces la vida sonreía todo lo entibiaba el sol... y la ilusión de enero latía en mi vientre. Eran dos latidos sonando al unísono eran dos vidas que me pertenecían eran ellos por igual amados eran los mellizos espigas de trigo. Y llegó el día de sala de parto... y llegó el primero lo tuve en mi pecho y llegó el segundo... mientras Él nacía las manos ladronas llevaron mi hijo. Pero el primero fue arena en mis manos desierto en mi vida que busco afanosa mientras el segundo es frondoso árbol cuyas ramas a mi lado encuentro.

Ana Noemi Angioni Mar del Plata, Buenos Aires 22


Poéticas de la Cuarentena

Mientras miro a @rusantinka cantar por IG Hay un pájaro que canta hermoso desde su jaula virtualizada aunque no entiendo una goma de ruso siento que como el ave de Maya Angelou va a resurgir y elevarse. La vida no es vida en el zoológico nuestras jaulas se achican con cada suspiro triste salimos al balcón a ejercitar. Mi capacidad de asombro yace muerta al lado de la lavandina que escribe y escribe como loca. Este encierro nos aliena a todos de distintas formas.

Juan Miguel Idiazabal Mar del Plata, Buenos Aires 23


Palabras que abrazan

Días de cuarentena (mayo de 2020) el cerebro entró en anarquía las neuronas pelean por algún recuerdo flores tardías pegajosas celdas horas y horas tiñen los días de olvidos la ausencia brota en las venas del encuentro silenciosas amordazadas ni un alma me dice por qué tan desiertas el torrente rojo es una canal de sombra en la pandemia los huesos en quejumbroso cántico dentro del pecho balcones suspendidos cuando obscurece se escuchan nombres morir parece hermoso partir a medianoche orienta en las tinieblas la mente tiene brisas de esperanza donde la juventud se extingue fiebre… inquietud… fatiga duele el corazón una extraña somnolencia se adueña de los sentidos la angustia en vigilia o dormida se mezcla con suspiros de orgullo miedo y bronca. Olga Silvia Bertinetti Mar del Plata, Buenos Aires 24


Poéticas de la Cuarentena

Tiempoespacio

Este tiempo espacio tan necesario Digo tiempo, tiempo de miradas Miradas que viajan al profundo océano Océano que contiene la inmensidad de mi alma Alma que no se rinde, alma que ríe y canta Canta colores espiralados, sin estructuras ni mapas Este tiempo espacio tan necesario Digo espacio, espacio que habito Habito mi carne, carne que contiene al infinito Infinito moldeado para pisar el mundo Mundo sin lógica, lógica humana Humana aprendiendo, soy en este tiempo

Mariana Haurie Mar del Plata, Buenos Aires 25


Palabras que abrazan

Micropoemas Quiero provocar el deseo la demencia y lo imposible. Quiero soplarle al viento palabras que no existen. * Soy un abecedario más dos letras. Soy una coma un punto. Soy una palabra y una veleta.

Lorena Iturrioz Capital de Neuquén 26


Poéticas de la Cuarentena

En la trinchera A Rita Santana, poeta brasileña

Acá estoy en el balcón en el barrio Cafferata digamos Caballito Sur guarecido en la trinchera de las balas imperiales tras las rejas de la incertidumbre atroz ¿alguien pasa cantando coronados sin gloria muramos? pero no Tony mira bien: un desierto la calle es todo silencio me tomo unos mates para vencer los días iguales y la noria de los pasos limitados espero encontrar un oasis que calme mi sed con agua bendita a borbotones que ahogue mi angustia Ah, si el balcón fuera un trineo que cruce la galaxia y me lleve lejos de las muertes que asesinan a mansalva Ah, solo puedo seguir tomando mates y mirar en la calle los muñecos usurpadores del decreto nuestro de cada día qué será qué será what wil be what wil be sigo en el balcón esperando un poema de Rita que cruce el Matto Grosso y me brinde un hálito de alegría.

Sebastián Jorgi Ciudad Autónoma de Buenos Aires 27


Palabras que abrazan

Balada de un triste otoño Aquí estoy en este silencio solitaria mi alma grita -no se debe salirdicen que estamos en guerra me asomo a mi balcón los árboles están inquietos sus hojas se van cayendo este otoño es raro y triste no hay niños que jueguen en las veredas son ciénagas hundidas están sus alegrías el mundo un paño de lágrimas son muchos los que parten nadie los despide el consuelo será una dádiva de pronto un túnel blanco hay fantasmas sin rostros que van y vienen ¡médicos y enfermeras de cuerpos y almas son los únicos dioses! ayúdenme por favor me esperan en casa no hay comentarios alentadores tampoco contacto en los cuerpos ¿la distancia será el olvido?

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Poéticas de la Cuarentena

donde caminaban humanos hoy transitan animales un lobo marino en el puerto salta al asfalto lo más campante una yarará zigzaguea en las calles de mi querida ciudad de Goya ojos escondidos tras las ventanas espían… asustados y extrañados solamente las aves vuelan libres el cielo es exclusivo para ellas nada las perturba y una poeta en cuarentena triste solitaria… pese a todo: ¡alimentándose con el pan de la FE ve la luz al final del camino!

Ramona Diaz Ciudad Autónoma de Buenos Aires 29


Palabras que abrazan

Fiesta de disfraces A la “rabia” de mi madre

Amanece de un tirón se arranca la máscara ya amanece cuando decide regresar a su departamento amanece con ese frío húmedo e incómodo de las madrugadas cerca del mar. “Es un idiota… es un idiota…”. Entra se quita la falda larga con tanta rabia y a tanta velocidad que casi se cae. Se desprende el corpiño-1-. El agua helada le tensa las arrugas de la cara. Hace un rápido bollo con todas las partes del disfraz y enseguida se pone el pijama: “Ese idiota… ese idiota”.

Ángel Chiatti Mar del Plata, Buenos Aires -1- En griego se dice strophion y en latín fascia. 30


Poéticas de la Cuarentena

De buenas a primeras Vivimos como si nada que altere nuestras cuatro comidas diarias nos fuera a suceder jamás. El baño matinal, pasear el perro y pagar impuestos o hacer las compras para llenar la alacena. Navego por las redes, me relaciono me siento parte de la realidad virtual. Y así día tras día repito rutinas ceremonias, protocolos, convenciones. Veo televisión, duermo y me levanto al día siguiente para ir a trabajar. A la noche otra vez cansado y en paz con mi conciencia duermo y sueño. En la jornada siguiente me tomo un tiempo para asistir a una reunión social tomar un café con el amigo que hace tiempo no veo -y extrañoy de regreso a casa pienso en el viaje que nunca hice y que esta vez será. Hasta que de buenas a primeras la radio anuncia un extraño virus. Muy lejos. Más allá del país que me gustaría visitar en una ciudad de la cual nunca escuché su nombre. Otra cultura y otra gente. Nada que ver conmigo nada que pueda modificar mis hábitos diarios y mis planes 31


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sin embargo, ya está acá tengo que salir a hacer las compras pero me piden que no vaya, que permanezca en casa. Siento que no soy dueño de mi vida ahora y apenas de mis actos que soy un potencial asesino y una segura víctima por igual que tal vez mis sueños nunca se concreten. Con la seguridad de que nada volverá a ser lo mismo no sé si tengo miedo pero siento vulnerados mis deseos sin certezas ni autonomía privada espero que las cosas “sucedan”. Desorientado, confuso y a la deriva total.

Daniel Cheruna Arrecifes, Buenos Aires 32


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La casa “… Después de estar tan enfermo qué lindo corazón que estés acá y acá latiendo y me desenredes los ojos…” Onda Vaga

A veces, las cosas coinciden. Los espacios y las almas. Tal vez por azar o porque -como dice una amiga- las cosas se dan cuando tienen que darse. Será por eso por lo que este encuentro se produce en época de aislamiento. Hoy te recorro desenredándome los ojos. Percibo una nueva luz, nuevos ruidos. Otro movimiento. Hasta parece que despertamos al mismo tiempo. Ambas estuvimos silenciosas, distantes, como si hubiésemos esperado que nuevos acontecimientos se produjeran para reunirnos, para reencontrarnos. Cuando los hijos se fueron, quedamos desoladas y confundidas por ese silencio nuevo flotando en el aire, y por la luz apagada de los cuartos. Esa nueva oscuridad se filtró en nosotras. Fue cuando mis ojos comenzaron a enredarse y de a poco dejaban de ver, chocando con paredes que olían a encierro, a debilidad. No pudimos prevenirlo, nos fue tomando y se nos metió en la piel, en el alma. El silencio volvió a invadirnos hasta que nos asfixió. No hubo opciones, tuve que abandonarte, salir, buscar aire afuera. No podía soportar esa atmósfera pesada y rota. Hoy todo es diferente. Subo las persianas, abro las ventanas. Dejo que la brisa fresca recorra los ambientes y la luz de este sol de marzo se filtre a través de las cortinas y se escurra por las puertas abiertas. Es algo paradójico, porque hoy debo quedarme, no tengo 33


Palabras que abrazan

otra posibilidad. Afuera está la amenaza. Adentro, el refugio. Volvemos a sentirnos cómodas, guardamos el pasado en los rincones, no para ocultarlos sino para evitar negarlo. Vení, sentémonos en el jardín a mirar cómo las copas de los árboles vecinos se agitan, y espiar a esos pájaros que se detienen en la reja, o en la tierra recién regada. Mirá aquella planta, ha florecido fuera de época. Sentí este aroma a lavanda que viene a nuestro encuentro. Hoy mis ojos pueden recorrerte. Conciliamos este encuentro sin rencores. Nos reconciliamos también en el silencio, pero aceptamos el nuevo ruido, las voces distintas, las palabras frescas. Compartimos este nuevo tiempo y debo quedarme, porque la enfermedad y la muerte acechan afuera, pero deseo hacerlo. Porque ahora aquí me siento contenida, segura, acompañada. Al fin descanso. Tal vez volvamos a ser un hogar, vos y yo. No necesitamos a nadie más, nos conocemos desde hace tiempo.

Karina Carrettini Mar del Plata, Buenos Aires 34


Poéticas de la Cuarentena

amigos a todos aquellos que alguna vez me golpearon el pecho

Juan y José nacieron en distintas ciudades. vivieron cuarenta años sin conocerse. una tarde cualquiera José con el corazón inmóvil cayó en medio del gentío. la gente miraba al tipo tirado y lograba esquivarlo. Juan se detuvo y se agachó a golpearle el pecho. cuatro horas estuvo en eso entre las sombras de una calle desolada hasta que el tipo abrió los ojos: - no sabía bien cómo se hacía esto...- dijo Juan. bueno, tuviste tiempo de aprender- balbuceó José. desde ese día nunca más se vieron. nunca se olvidaron.

Aldo Luis Novelli Neuquén -desde los bordes del desierto del fin del mundola poesía es un oasis en medio del desierto. 35


Palabras que abrazan

Tres perlas Que la flor dicte belleza sacuda los sentidos... vapuleándolos y así rendidamente se someta la mirada... la hambrienta mirada incendiada de colores para nombrar tres perlas... girasol, petunia y geranio.

Jorge Tarducci Averara, Italia (26.5.20) 36


Poéticas de la Cuarentena

Digo en qué pubis del mundo late la ignominia pienso me flagelo me retuerzo me inculpo busco el oráculo no basta la utopía ni la bronca de torbellino de mi última nada cuando mis brazos no alcanzan protejo ausencias en índiga caverna dónde no

Susana Roman Mar del Plata, Buenos Aires 37


Palabras que abrazan

Corazones al Unísono Bendecido Jesús y tu resurrección planetario pedido de trasmutación. El fin de la reina Apocalíptica oración espiritual eclíptica. Constelación, cruz del sur, boreales que abarcan los cuatro puntos cardinales. Agua del cuerpo, río de las venas mar de la corriente, anémona. Corazones al unísono, en el mundo orando como un sueño, muy profundo. Unamos juntos el latido universal entrañas de la tierra, espuma y sal. Tócanos Altísimo con tu mano derecha las almas del mundo nos estrechan. Déjanos gritar: ¡Estamos Vivos! Con un soplo de tus labios, un solo suspiro.

Sonia Colombo Mar del Plata, Buenos Aires 38


Poéticas de la Cuarentena

Esperanza Día tras día deshilvanando estrellas. Noche tras noche hilando algún poema. Cada tanto la lámpara arrima un viento de alas perladas y tiñen la pandemia a ritmo de balcones. Al momento justo el virus que es apenas un guijarro en las curvas del sendero habrá de escurrir por alcantarillas con mansedumbre impía. Al declinar la tarde la brújula conducirá a andar caminos con manos limpias y aire nuevo en los ojos.

Daniela Riccioni Mar del Plata, Buenos Aires 39


Palabras que abrazan

Si pudieras hacerlo todo de nuevo Si pudieras hacerlo todo de nuevo saltarías al vacío volverías a caerte. Harías las valijas, el amor y las paces. Con tu cóctel de dudas un buen fondo blanco. Frenarías el paso, dibujarías unicornios y volverías a decirte que con el diario del lunes todos son sabios. Si pudieras hacerlo todo de nuevo aprenderías a ver las escalas de grises a tejer primaveras entre hojas muertas a guardarte siempre un as en la manga. Y de cara al viento repetirías cada error cometido disfrazado de acierto.

Daiana Stigliani Mar del Plata, Buenos Aires 40


Poéticas de la Cuarentena

Tiempos difíciles el ser es o no es ¿Parménides somos? no sucede el hecho en la escenografía fija e inerte ¿no somos? no podemos fluir y perdimos relación lo virtual predomina a los encuentros las distancias son inconmensurables el lenguaje es satelital la piel se va resecando cuando las caricias se han ido la cotidianeidad de la vida es vacua aún es más difícil contemplar amaneceres y crepúsculos todo cae en el horizonte de la inmóvil monotonía los ríos fluyen limpios ahora nunca somos los mismos el río tampoco ¿pero, nosotros? ¿lo comprenderemos si el hoy se puede superar y soñar un mañana? ¿podremos desechar nuestras miserias? ¿será posible un aprendizaje?

Quique Stoco Ciudad Autónoma de Buenos Aires 41


Palabras que abrazan

Hoy Mi rostro es otro. Mis manos son otras. La fragilidad, la turbulencia… No necesito espejos para saberme basta con escuchar los gritos dentro de mí. El amparo me lo da el viento cuando la calle está sola y sin embargo cada presencia permanece allí en las miradas que bebieron mis ojos en los pasos que nadie nombra. Encerrados en nuestras vidas. En todas las vidas.

Daniela Tomé Mar del Plata, Buenos Aires 42


Poéticas de la Cuarentena

En pausa El tiempo amarillo que mora en mi puerta hoy se ha detenido está en pausa… y espera. Desoladas calles ansían los pasos y el silencio invade fantasmas urbanos. Las plazas vacías rechina la brisa de algunas hamacas extrañando risas. Una extraña magia aletarga el tiempo. Se detiene el mundo se suspenden sueños. Acallados los sonidos maravilloso silencio que nos permite escuchar el latir del universo. Sin relojes, sin apuros. Reyes de un tiempo sin tiempo. Aún tenemos un haz barajar y dar de nuevo. 43


Palabras que abrazan

Amontonadas las letras de un poema no perdido subyace oculto en el aire este sueño colectivo. Cuando exista comprensión de cómo hemos vivido al volvernos a mirar no seremos ya los mismos.

Adriana Luján Mar del Plata, Buenos Aires 44


Poéticas de la Cuarentena

Hay que saber jugar en el límite Hay que saber jugar en el límite desatar los nudos a riesgo de perderse en el laberinto esta es la regla del juego el equilibrista sobre la cuerda el soñador sobre el abismo el artista sobre el papel en blanco todos ellos saben que la red cualquier red si la usan es una trampa…

Miguel Lucero Buenos Aires 45


Palabras que abrazan

Coordenadas de vida En la soledad de la cuarentena dialoga en un monólogo silente. Las contradicciones asoman por las coordenadas de la vida vida expuesta acorralada entre el deber y el deseo. La memoria de la piel golpea contra el olvido imágenes esculpidas en la infancia asoman entre soles parpadean telarañas de sombras y colores. Los ojos se humedecen y el rostro esboza una lánguida sonrisa. Es tiempo de supervivencia de perdonar y ser perdonado y en cada amanecer seguir agradeciendo a la vida.

Raquel Carrera Mar del Plata, Buenos Aires 46


Poéticas de la Cuarentena

Dónde irán pasajeras del viento cuando desprenden su armadura en las prisiones quedan sueños escritos y sueños sin escribir más los sueños de los que no huyen del secreto mensaje del poeta aislamiento con ventanas abiertas y puertas cerradas contienen y desplazan su oratoria setenta veces siete en el aire incansable de las musas en el idioma original de los santuarios bíblicos donde se aúna la oración múltiple y geográfica vocablos en boca de la humanidad en siesta que aguarda otras nuevas presencias encerradas en grises parlamentos en blancas texturas excusadas en bermejas biósferas no entienden que la vida se va no espera sucesos que descansan en tomos viscerales y cobijan el aliento de la suma de tantos que perduran en cada biblioteca y pasará hoy a la Historia con el nombre gutural de la pandemia las palabras interpelan voz del alma que intenta dibujar una respuesta sujeta al hueso de la lógica los ojos sobre la hoja en movimiento sin ignorar el elemento real de la metáfora atesora las promesas en cuerpo sano y deja que al fin bregue en la batalla su propia desnudez de abecedarios para aclamar la victoria. Graciela Reveco Manzano Mar del Plata, Buenos Aires 47


Palabras que abrazan

* aprendiste a volar en tu interior aprendiste de los reflejos de otras almas te dejás delinear por la luz por la sombra te dejás acariciar por las manos que no te tocan * me dejo habitar por la tarde clara sospechosamente

amable

me dejo intimidar por el silencio espeso de la misma tarde allá afuera las noticias sospechosamente inciertas me hacen gravitar entre emociones sospechosamente me dejo acariciar por mi silencio

Gabriela Carlevari Mar del Plata, Buenos Aires 48


Poéticas de la Cuarentena

Los días de cuarentena Reina en esta ciudad un silencio irreal no hay bocinas y el rumor de un auto es una fantasía que se aleja obligados los vecinos se refugian tras las paredes de su casa en la calle alguien se aventura escudado con un barbijo cuando todo esto pase ¿podremos reparar la historia o solo seremos los sobrevivientes de una sociedad de consumo que padeció una enfermedad terminal?

Mariel Farías Necochea, Buenos Aires 49


Palabras que abrazan

Romance de soledad Se despereza la ciudad vacía se derrite su aliento sobre el mar llama sin respuesta ya no hay nadie para escuchar claman el plátano y el tilo derraman amarillentas lágrimas nadie para pisarlas solo el viento las animará clama la brisa que no tiene a nadie para acariciar parpadea inútil el semáforo que no tiene a quién parar y esperamos con dolor urgente poder salir a abrazar besar, tocar, envolver y amar reír y llorar, suspirar en libertad.

Susana del Campo Mar del Plata, Buenos Aires 50


Poéticas de la Cuarentena

El cielo de tus ojos Me vi caer Por el tobogán sereno de tus ojos Me vi caer Al espejo límpido de un mar en calma Al espacio cósmico encendido de pájaros y flores Me vi caer A la Suprema Existencia que habita en nuestro Ser Donde la Luz Se tiñe de celestes auroras Y se instala En el infinito cielo de tu profundo mirar

Mónica Echenique - Monilí Mar del Plata, Buenos Aires 51


Palabras que abrazan

Haiku al otoño El jardín triste se vuelan hojas secas nada de flores. Un sol liviano poco reluciente ya días distintos. Un clima fresco el otoño comenzó ¡Leñas a juntar! Días más cortos tardes de tortas fritas con té de cedrón. Otros aromas sopas muy calentitas guisos picantes. Música lenta frazadas perfumadas hogar ardiente.

Miriam Fernández fernandezmiria@hotmail.com

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Poéticas de la Cuarentena

Vientos del exilio en casa Escuchar el ruido lacerante de la acera silenciada a fuerza de la ausencia. Asomarse al mundo casi apenas sentir el aire y desconfiar de la caricia infecto contagiada. La paranoia del sentirse aislado del estar contigo en el silencio de mis propios ruidos. El respirar contenido por cubrebocas mortajas de la voz en libertad. El silencio cohabita con la distancia. Una libélula ave de paso amartillada de consignas que rafaguean sobre las calles. Sobrevolando la indiferencia propia del miedo lanza su voz. 53


Palabras que abrazan

Aquí los pocos que transitan con pasos lerdos y pesados se detienen un segundo para admirar la voz intrusa que alerta desde el aire. Abajo le saludan los niños jugadores desde las reducidas canchas de un segundo piso con infancias de balcón con plenitud de cuarentena con imagos rotos …

Jesús Cruz Flores Guadalajara, Jalisco, México 54


Poéticas de la Cuarentena

366 Afloran trescientos sesenta y seis en los postigos de las ventanas se balancean nuevos amores ilusiones, deseos de un nuevo alba. Afloran trescientos sesenta y seis aun se escuchan risas distraídas y entre senderos de hadas se pierden pasos y miradas. Afloran trescientos sesenta y seis sobre las puertas de entrada con mirada furiosa, envenenada se posa un ave sin miedo a ser espantada. Afloran trescientos sesenta y seis y esas plumas pavorosas ven su propia muerte a la cara frente a la humanidad esperanzada.

Guillermo Figini Arias Mar del Plata, Buenos Aires 55


Palabras que abrazan

El mundo detenido Pandemia. Virus. Muertes. Miedo. Cuarentena interminable. Soledades... ¿Y nosotros? Aislados... Aletargados... Con todo el tiempo para mirarnos hacia adentro. Así podremos reencontrar nuestra energía. Somos como la semilla -pequeño punto que contiene el milagro de la vidaque está hundida en la silenciosa oscuridad de la tierra. Aguardando que el sol la alcance, la entibie, la despierte y así comenzará a trepar hacia arriba, hacia la luz expandiéndose en árbol, en flor, en fruto... Dándose, brindándose en sombra, belleza, alimento. Nosotros como la semilla volveremos a la luz al otro, al abrazo, al amor. En una íntima, intensa y total comunión con este maravilloso mundo nuestro hogar.

María Gordillo Mar del Plata, Buenos Aires 56


Poéticas de la Cuarentena

Reflexión Un virus letal implacable acecha al mundo burlando nacionalidades ideologías religiones condición social edades. Valientes y cobardes tiemblan por igual. La pandemia desatada avanza por rincones avenidas hospitales matando sin mirar. Jugarreta del destino en tiempo de pensar si sobrevivimos pasado este flagelo en ruego imprescindible al Altísimo elevar nos haga más humanos honrados solidarios y el alma sublimar optar por el amor recurso devaluado será el mejor antídoto para la PAZ alcanzar.

Rafael Mones Ruiz rafamonesruiz@hotmail.es 57


Palabras que abrazan

Ahora

todos los caminos tomados al azar confluyen en esa exhalación filamento de luz solar que irrumpe en la ventana y acaba por quemar al tiempo ya no hay palabras entre paréntesis ni cuerpos entre paredes sólo existe un hilo libre de nudos

Macarena Kazmierczak Mar del Plata, Buenos Aires 58


Poéticas de la Cuarentena

Cuarentena Acróstico Cuando la tierra gime sin ser escuchada. Una y otra vez avisa… clama. Ante la necedad del ser humano. Rompe las consignas que la delimitan. Entonces sobrevive el caos. Nadie está a salvo de esta gran pandemia. Tenemos los humanos que tomar conciencia. Estrecharnos las manos ya no sirve. Nada ni nadie podrá ya contactarse. Aislémonos… hasta que todo pase.

Cristina Isabel Cámpora criscampora@hotmail.com 59


Palabras que abrazan

Poema para el después En esta eterna cuarentena son las letras nuevamente que me enfocan y lo mínimo es lo máximo. Mi casa es donde vivo trabajo, callo, sueño y al salir barbijo uso de regreso, mis manos lavo. Que este virus me mejore me supere y prospere al menos de corazón y desde ahí supere mis miedos y mis metas y camine a tu encuentro. Cuando todo esto pase y todo se escurra transitar de la mano los caminos del silencio del viento, la música, el aire y la vida. Post Covid19, Dios tiene planes por el momento a quedarse adentro con paciencia paz y prudencia.

Marina de Ibarlucea Balcarce, Buenos Aires 60


Poéticas de la Cuarentena

Cuarentena Nos creíamos reyes invulnerables bebíamos nuestra soberbia con la cerveza del bar. Pero llegó silencioso invisible el que sí tiene corona y mando de majestades para encerrarnos para meterse en nuestras casas en nuestros cuerpos en nuestra mente ávido de expansión como los monarcas sin razones ni privilegios sin ánimo de tregua. Nos bajó del trono de plástico nos obligó a sentir y a pensar en lo que importa estamos frente a la vida armados con agua y jabón. Nos enseñó a la fuerza que la tierra está cansada que el poder es de Dios y que existir es con el otro. Película que es extraña realidad distancias que ahogan verdades que sacuden y lo resignifican todo.

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Palabras que abrazan

La piel añora caricias el alma suplica sentido el espacio que nos salva es también el que nos sobra. Y finalmente aprendimos bajo pena de muerte cuán pequeños somos cómo es de valioso un abrazo y qué mezquina es la tecnología -nuestro ídolo de barrocuando el enemigo es la soledad.

Cecilia Gillet ceciliaguillet@hotmail.com 62


Poéticas de la Cuarentena

Adentro/Afuera Una línea recta e indeleble corta en dos el espacio de lo posible y lo prohibido. La línea fina que acompaña el silencio. Adentro. Me visto de recuerdos. Me los cuento a mí misma, confinada. Testigo levitante del pasado, solo pasado, todo pasado obligada. Flotando en las alas de un pájaro en un gesto congelado. La lengua es el hogar. Brinca los muros. Susurrando, me regala recuerdos muy simples de la infancia. Una taza de té de manzanilla, tostadas con manteca, salir a la vereda en horas de la tarde. Afuera. Dos pares de zapatos como cuando iba a ver a Ashma, mi amiga palestina. Tumbo el reloj de arena día tras día. Abandono el viaje recostado en su distante, indeterminado porvenir de alfombra mágica, vuelvo al viaje interior. Santa Teresa renace tentadora. Acaso las Moradas, ¿no fueran un refugio, un túnel de respuestas? Si es que el meditar se ha puesto necesario. Si es que a meditar nos han puesto. Eremita. Carmelita. El exilio interno me envuelve no sin placer en la casa torre cuerpo fortaleza teresiana.

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Palabras que abrazan

Un torbellino de memorias y palabras me acunan por la noche. Afuera. Un carro lleva el cadáver inmaculado de Cecilia. Reposa envuelta en un traje blanco, su madre la despide “Descansa en paz” Niña, casi un diáfano lirio. Milano 1630. I promessi sposi corren por las calles, huyen del dottore della peste. ¡Faccia brutta! ¡É la morte! dicen. Apenas la literatura. Afuera. La ciudad global no exhibe féretros. y el miedo se disfraza de consumos. Hoy la plaga transita a un espejismo.

Cristina Guzzo Ciudad Autónoma de Buenos Aires 64


Poéticas de la Cuarentena

Aislada Aislada, deambula el adentro afuera. Un algo que se conmina nombrar es algo nada más. El pensamiento flota como una boya de río ondulante que va y viene en el mismo sitio. Aislada, este algo que nomino femenino por vocal final no entiende el afuera aislado. Irá hasta el infinito, al hermetismo del adentro planeado alto rasante acá y allá, sin encontrarnos, sin encontrarse. Aislada, desde el cuerpo al lenguaje, la sangre sube y camina. Hay una imposibilidad que transfiere la desolación como la cadena que se rompe solamente para permanecer desarraigado y no sujeto a nada. Lejos, la alegoría de libertad en la imagen que se acostumbra. Hay una megalomanía en el juego del dolor que se imbrica en las palabras, aunque cruja el cuerpo y brote la sangre. Las palabras van también, y derivan como eslabones rotos, perdido, en la indiferencia de la marcha sin marchar a este estatismo de texto muerto. Y esta imposibilidad de lo desolado que siempre nos une mientras las palabras quebradas buscan aún el eslabón roto, perdido, para volver a ser, enteros, como estábamos.

Luis Loitey Mar del Plata, Buenos Aires 65


Palabras que abrazan

Tiempo de cuarentena Los recuerdos cobran vida entre estas paredes. Paredes que se levantaron con sacrificio y amor. Las voces, que hace tanto tiempo no escucho se conservan entre el cemento y la cal de esta casa ella las retiene intactas. Hoy, solas las dos, conversamos y a menudo pongo mis manos en su piel de arena y cal y siento el latir de la vida que nos queda a las dos. La casa me cuenta yo sonrío y bailo con esos recuerdos días de fiesta, días de la madre y cumpleaños momentos inolvidables donde no sobraba lugar ni para ir al baño. Todo estaba colmado, risas y jolgorios y manos que se cruzaban en la mesa a la hora de comer. El espacio reducido de la casa se agigantaba para recibirlos. El crujir de los huesos y el chirriar de las puertas me hacen ver el paso del tiempo. Ellos tienen otros caminos para recorrer pero yo seguiré aquí esperando. Pondré adornos, plantas y flores cantaré canciones nuevas y viejas esperando la llegada de los hijos y nietos.

Eumelia Battan Mar del Plata, Buenos Aires 66


Poéticas de la Cuarentena

Sin atajos Algunos diseñan la sonrisa para pocos otros sonríen sin dientes piensan que así debe ser se resignan asumen la entrega de su libertad y su vida para que pocos tengan prótesis implantes dentaduras … por nombrar algunas cosas … las mariposas y los pájaros no dicen nada Dios no dice nada la humanidad sigue su rutina parpadea la luna una lágrima inmensa cae sobre mi plato una mamadera sin leche una teta seca astronautas callejeros navegan en un mar de fríos corazones.

Cristina Larice Mar del Plata, Buenos Aires 67


Palabras que abrazan

Ultimátum Catarata de emociones sucumben ante el ritmo cotidiano que alteró su latir ante la visita de un forastero errático. Antípodas de sensaciones se perciben en el éter desbordes y vacíos esperanzas y reclamos. Mediático bombardeo diezma las almas que viven cautivas, a merced de sus antojos. Las miradas se confiesan. Las sonrisas de la niñez nos brindan ganas. ¿Quién desea la paz y la verdad? Sin importar lujos o miserias la incógnita se hace eco en cada refugio. El hambre no descansa la dicha siempre es buena. Y así, cautivos del sistema, obedientes, aguardamos ¿Protegidos? ¿Sometidos? Cada quien elige en qué creer...

Violeta De Lisi Mar del Plata, Buenos Aires 68


Poéticas de la Cuarentena

Detrás del ligustro (Lejos de romantizar la cuarentena)

Mis vecinos. Hijos changarines del baldío y la pelota de la pesca de ranas y barro en las manos. -Nunca mocasinesBicicleta que va de pedal en pedal. Chillidos anodinos detrás del ligustro. Un canto materno es el llamado a almorzar. Cuerdas con delantales. Mis vecinos. Ahora. Se acobijan. Se agolpan. Se molestan. Se quieren. Se sufren. Se gritan. Se asustan. Agua y jabón. ¿Agua y jabón? Detrás del ligustro.

De cotidianidades marzo 2020

Te vi desde mi postergada existencia y tus horas robadas. Escondiendo notas para cuando salga el sol. Caminando alrededor de tu Alzheimer. El alma que se encierra y reduce. -Son una carga pesada los recuerdos cuando buscan saltar la vara de la memoriaTreinta y más veces o treinta veces más aceitaste los huesos buscando disimular la melancolía pero lo fantástico es de cuento y la realidad lo supera. Patricia Lucrecia Berho Moreno Lobos, Buenos Aires 69


Palabras que abrazan

Temporada de marzo y abril Cuando es marzo y abril en la calle vacía. Dormían en mí. Los plátanos de las alergias juntando las lágrimas y todavía estoy con un pañuelo tapándome la boca con las manos impregnadas de alcohol pensando que solo el cielo miraba mi espalda y el sonido de las llaves se confundía entre mi respiración con los pasos no sé de quién a un metro de distancia. Entré cerré la puerta subí al ascensor. No sé si él entró o estaba allí… devorando mi miedo. Mi temporada de nerviosismo. Cuando es marzo y abril en la calle vacía. Los jazmines caen y la muerte como una fatal montaña crece. La sangre de incertidumbre con olor a puertas cerradas / a mar mediterráneo. Se pregunta qué nos hizo el tiempo para atraparnos así en una vida de silencio sintiendo que la oscuridad nos arrebata lo que no supimos ver en esa libertad de vivir.

Graciela Ovejero Mar del Plata, Buenos Aires 70


Poéticas de la Cuarentena

Alma de payaso ¡Qué extraño! -se dijo el condenado, recorriendo la estrechez de su encierro- soñé que un alma de payaso jugaba a mi lado. - No me soñaste -responde el payaso- aquí estoy, puedo penetrar en tu cuerpo y alegrar tus días. - ¿Cómo llegaste a mi celda? Ahora nos han encerrado a los dos. - A los dos no, a uno solo -dijo el alma de payaso. Atravesó las rejas y desapareció.

Jose Daniel Scornovacche vgmfaa@yahoo.com.ar 71


Palabras que abrazan

El besonauta Tierra delirio e injusticia así librado a una nueva galaxia el beso privado de su poder de sus humedades y sequías ¿dónde cuándo no será acusado por ser parido en los labios? no existen los besos viejos el dolor de los que no se dieron son los besos muertos la mudez del grillo la indiferencia de un inventario de mostrar el todo como una nada al rencor de no darse habita en las ganas de los seres pero lo han prohibido han secado su fuego húmedo la lengua es para hablar de los muertos el poseído daño de la peste es la negación del beso al ansia resurgirá de un enamorado buscando un nuevo cosmos gira y retuerce su destino mojado su próximo universo está en el tiempo un movimiento de las cosas por venir una búsqueda dónde confiar 72


Poéticas de la Cuarentena

será la boca de labios afinados fruncida y dañada no se sabrá de los corazones solo lo que enseñan los ojos una creencia en la espera porque habrán nacido nuevos el latir de la entrega los mares de amor del besonauta

Carlos Morteo Mar del Plata, Buenos Aires 73


Palabras que abrazan

Ser bosque he cruzado los límites del ojo y descubro el corazón de la ciudad solitario y nada solo llaves que se cierran el olor a miedo pegado a contrapuerta los tarcos llueven un silencio inusitado la palabra incertidumbre cala hondo la palabra clausura solo las casas saben acaso los secretos del milagro la palabra cifra cuarenta días y cuarenta noches un nuevo desierto otro he roto los puentes viejos y conjugo el encierro la aventura del encierro invento pasadizos de celofán aprendo a volar con los pies cautivos en la tierra 74


Poéticas de la Cuarentena

el azul de los cerros me interpela olvidarnos de ser árbol y ocuparnos del bosque susurra preservar su alma sus raíces de randa dice desde la tarde lejos hay distancias necesarias para burlar lo invisible de las púas lo que acecha noche solo el ojo de poeta como un destino lee las redes subterráneas de la luz un cambio en el rumbo el nuevo big-bang la mística de un café

Estela Porta Tafí Viejo, Tucumán 75


Palabras que abrazan

Río Arco Iris Enhebro con la mirada cada detalle y voy descubriendo poesías en movimiento puedo verte como un relieve sobresaliendo de sus lienzos puedo verte entre matices desbordantes esencia de lo perfecto eres y tu naturaleza lo sabe. Magnífica obra de Picasso o Miguel Ángel sobre un remanso de valles soñados de arenas blancas y cascadas deslumbrantes. Sabrá Dios. Quisiera ahora saber si el arco iris bebió de ti alguna vez.

Sandra Mariel Scioli Balcarce, Buenos Aires 76


Poéticas de la Cuarentena

Racconto Acá estoy... Mirando la calle sin gente Sola... con mi pensamiento Galopando como potro salvaje En medio de tanto silencio Pendiente del celu... del fijo Que es mi única comunicación Con el mundo exterior Tiempos no soñado por nadie Que ninguno imaginó Quizás... alguna pitonisa Hace meses lo profetizó Encuentro conmigo misma Dando gracias por lo bueno... Lo que es malo... De mi mente se borró En esta nueva ventura Que hoy me toca vivir Seguiré con mis principios Que es mi fortuna de ser

Beatriz Mulleady Mar del Plata, Buenos Aires 77


Palabras que abrazan

Cuarentena de aquí y allá Qué me vienen a contar sus penas, y más que penas cotidiano vivir en cuarentena cuando llega el invierno allá en el sur, con sus fuertes vientos gélidos. Siento este tiempo como un retiro espiritual estival donde a veces aflora la necesidad de abrazar besar a un ser querido un familiar que vive lejos o cerca y no es posible por esto que llaman pandemia coronada por un virus que llega inesperada y tan rápida como el viento sur. No puedo salir a la terraza ni ir a la plaza. Nubes grises presurosas pasan como las hojas de otoño se desparraman y llueven ganas de volar junto a ellas. Como ejercicio necesario solo puedo bajar y subir escaleras. Siento deseos de comer todo dulce y muy gustoso pero raciono el intento no sé hasta cuándo avanzará la cuarentena.

Ana Elisa Medina Río Gallegos, Santa Cruz 78


Poéticas de la Cuarentena

Aislamiento Caverna oscura. Soledad. Negrura inmensa. La cruel cuarentena devora el tiempo que corre sin límites. Salvajes suceden los días Corona virus COVID 19 instalado en la piel del planeta. Salvaje, sombrío, desconocido... domina el dolor y la muerte. Un rayo inesperado... cuarentena y aislamiento sostienen la vida. Soledad Cuerpos que no se palpan pieles que no se tocan abrazos perdidos en el aire furtivos encuentros distancias eternas memorias guardadas vividas en silencio. Respirar hondo contener el aliento pensar profundo... lamentos... revés de la vida pero existe un norte y es nuestro. Entonces despierto. María Teresa Pireni Mar del Plata, Buenos Aires 79


Palabras que abrazan

Mi planeta Tierra Mi planeta Tierra parece herido. Un poco tembloroso, algo manchado, un poco triste. En algunos lugares, solitario. ¿Qué sucede por allí? ¿Será tan solo la soledad del otoño que quiere mezclarse con la alegría de la primavera? Uno amarillea y arruga la vida. La otra la expande y viste con todos radiantes colores. ¿Por qué ya no me envías acordes de felicidad? ¿Acaso crees que he cerrado mis ojos ante la pobreza, las injusticias y las guerras? Es que no escuchan mis lamentos, ni los tuyos, ¡amada Tierra! No puedo hacer milagros. El milagro, es cuidarte a ti, mi Tierra. Irrumpen los truenos y el ventarrón. Llegarán tormentas y la inundación. No, no es eso. ¿Qué es lo tan grave que pasa? ¿Qué es lo que allí falta? No veo a los niños en las calles, ni escucho las canciones en las escuelas. Las hamacas se han quedado quietas, muy solas en las plazas. Algunos caminan apurados y pronto desaparecen. Algo muy poderoso ha invadido el planeta. Muchos te quieren Tierra y luchan por un mundo mejor. Aunque… ¡Una sola persona te quisiera! Aunque… ¡Un solo ser te amara! Aunque nadie me lo pida. ¡Te ayudaré mi Tierra!

Sara Noemí Mendiara Mar del Plata, Buenos Aires 80


Poéticas de la Cuarentena

Ante esta brevedad impuesta Acaricio el borde interno de la curva. Dibujo tras su cimbra, con un pincel de pelo suave, lo inadvertido. La vida es un espiral presuroso en el que busco como consuelo las aves, los árboles, la lumbre de las flores. Me recuesto exhausta al ras de sus orillas y comprendo el horizonte socavado que sostengo mediante mi rostro de heroína. Se imprime sobre los huesos oraculares la profundidad inasible de lo real. Aún tengo la obligación de editar cada día el ciclo de la lengua, como una predicción repetida con el propósito aún desconocido que se demora. Los días resuenan obligados contra el altar de esa concavidad. Dejo atravesarme por la ensoñación de un linaje inconcluso y desde la incertidumbre perpetua del verso sobre el que habito, se asoma amenazante. Hago todo lo posible por no mirar. No mirar aquella que temo, nunca voy a ser.

María Eugenia Millares Mar del Plata, Buenos Aires 81


Palabras que abrazan

A mis nietos ¿Puedo hablar de la inmensidad de mi corazón? Sí, creo que sí al pensar en ellos a los que extraño hasta doler sí puedo. Esos seis pequeños a los que amo descendencia de mi descendencia viven en las aurículas y los ventrículos en el interior de arterias y venas deambulan por mi sangre pues son mi sangre. Sin ellos naufrago sin ellos me ahogo. Dios mío protégelos que mi amor no alcanza para apartarlos de todo mal. Que el soplo de mi aliento amoroso roce sus cabecitas envolviéndolos de ternura. Ay, quién pudiera alejar de ellos todo dolor, toda espina que solo el perfume de la rosa de la vida los alcance, embriagándolos.

Sylvie Chedeville Santa Clara del Mar, Buenos Aires 82


Poéticas de la Cuarentena

Reflexión en la espera El sol rebota en la ventana: hiedra verde y tallos diezmados. La vereda vacía y la calle muda los pájaros vuelan libres a ojos atrapados que observan. La mente imagina y reflexiona: ¡Minúsculo virus de un gramo! ¡Pudiste más que armas que aviones, que humanos! Los cuerpos yacen sin pompa ni honores… los queman como Ícaro quemó sus alas. El tiempo no existe: letargo en la espera todos encogiéndonos somos pequeños caracoles que ante el minúsculo estímulo nos guardamos. Cada uno en nuestro universo cuerpos mínimos que creamos ilusiones. Un suspiro, un carraspeo, leve tacto. TODO ES PELIGRO. Vulnerables, solos, humanos.

Ester Mönke Miramar, Buenos Aires 83


Palabras que abrazan

Mis manos En este encierro obligado y necesario he visto a mis manos crecer. Se pusieron a mi disposición: limpiar, cocinar, coser y así, mi negativismo hizo desaparecer. Mis manos realizan cualquier trabajo escribir, acomodar, recoger pequeñas cosas o en lengua de señas poder hablar. Agrietadas las veo por tanta agua y jabón pero todo lo hago con amor y pasión. Mis manos por momentos están alegres me peinan y masajean. Las aprendí a contemplar y escuchar. A veces se tornan muy tristes no pueden amigas abrazar, ni a mis nietos acariciar. Mis manos trabajadoras dan gracias, se entregan, dan ánimo. ¡Dibujan y crean! Cuando las veo escribiendo sueño un mar de posibilidades calmando y borrando ansiedades. Ojalá con mis manos escritoras pueda despertar aquellas fuerzas secretas y captar que después de esta pandemia vendrá otro mundo mucho más hermoso más esperanzado, más profundo. Mis manos pueden aplaudir a médicos y enfermeros desde su profesión y corazón de servicio salvan a la humanidad de morir. Mis manos se levantan dando gracias, prestan vida. Manos preciosas que ayudan, valiosas. Son un capullo de sorprendentes cosas. En la tristeza dan consuelo. ¡¡Todo lo que puedo hacer!! ¡Puedo Vencer! Mirta Lembo Mar del Plata, Buenos Aires 84


Poéticas de la Cuarentena

Un cumple en cuarentena Y tampoco voy a festejar su cumple. Sus once años. Y no lo puedo creer, tan grande tan mujer. Tan lejos de esa Pili que agarraba al abuelo Carlos y le recetaba remedios para un montón de cosas para los colores, para la melancolía para los pinceles que a veces no obedecían. Tan lejos de esa Pili llena de rulos que en el patio daba su discurso a las plantas y a los leones y a los tigres que se escondían detrás de los jazmines. Esa Pili que jugaba con sus tíos a reírse. Esa Pili con la que veíamos tutoriales de maquillaje mientras probábamos lápices de labios y sombras raras. Esa Pili con la que me gustaba ir al cine y después a tomar la leche en alguna confitería linda mientras nos mirábamos y yo la quería hasta el infinito y más allá. No puedo abrazar sus once años recién estrenados. Pero le escribo este poema que es una caricia suavecita para que la acompañe, aunque sea un ratito nomás porfi.

Alicia Márquez Vicente López, Provincia de Buenos Aires 85


Palabras que abrazan

Corona Virus versus Cuarentena Corona Virus tenés nombre de Rey y como los monarcas lograste colonizar el mundo. Elegiste preferentemente a nosotros los mayores pero expandiste tu imperio sobre niños y jóvenes. Nuestra lucha es tediosa encerrados y limitados pero es nuestra arma contra tu pandemia injusta. Saldremos y te venceremos. Pagaremos muy caro tu despiadado ataque. Cuando te controlemos seremos libres e inmunes. Nuestros sueños no están en cuarentena y día a día planificamos nuestra salida. Corona Virus igual que los Reyes quedarás en el recuerdo como parte de la Historia. Triunfará la Cuarentena.

Olga Chipy Mar del Plata, Buenos Aires 86


Poéticas de la Cuarentena

Ando… Ando en la noche sé que voy a oscuras el sonido del agua entre mis pies asegura que voy en camino a ninguna parte a ningún lugar. Nada me llama demasiado para seguirlo. Los abrazos quedaron entre cordones colgados de alguna soga casual. El viento hecho jirones también lastima en su intensidad y busca. Todos estamos buscando nadie sabe qué. En esa orilla me siento el agua en mis nalgas ahora repite y repite el extravío la pérdida. Tal vez sufro, un poco, otro poco ya no sabíamos bien que era aquello de sufrir. Una extraña lobotomía nos paralizó la sangre el pensamiento quedó como una sustancia parecida al helio flotando también perdido y extraño adentro de nosotros. Ya no hay campanario no hay registro de manada las ovejas nos miran preocupadas nunca nos habían visto igual. Caminamos cerca o lejos de nosotros. Me incorporo y sigo tal vez con algas entre mis pies como los otros y en el agua algo nos una allá abajo. Marisa Olmos Mar del Plata, Buenos Aires 87


Palabras que abrazan

I Curvada la caricia desde el muslo hasta la espalda se eleva el espádice despojados de miedos y tapujos los cuerpos palmean sus pieles en el revolotear de las aves se apropia el árbol entre los labios seguidilla de pálpitos desde el tallo hasta la cúspide un crujido rompe el silencio y en un gemir al unísono tu llegada es río que en dirección recta se extiende y la mía se extiende como las olas de un mar.

II En recorrido de los años se esfuma en el contorno del silencio ya no se puede oír el murmullo que deja el hamacar de sus olas la he visto en el furor de los tiempos abriendo puertas donde la lluvia y la tierra enlodaban la esperanza la vi correr distancias en el huerto de cerezos recoger conchas de nácar y apilarlas 88


Poéticas de la Cuarentena

los tejidos de la chonta y el pepe pan ella no recuerda de dos en dos a veces su mente no distingue el concierto de chicharras desplegadas en el sendero pero sigue luchando e intenta desatrancar la palabra ida esas que se van escapando en el mutismo de sus ojos ahora queda saberla mariposa de ala frágil ahora me pregunto: ¿Qué será lo primero que yo olvide?

Mónica Patricia Ossa Grain Cali, Colombia 89


Palabras que abrazan

Peste 2020 Así... como recorre el flagelo mundialmente del virus que diezma a nuestros héroes son delantales blancos que así salen a diario de trincheras. ¡De donde estamos todos! Parapetados, tristes desahuciados. ¡Nadie sabe! Ni cómo esto empezó ni cómo termina pero ellos están ahí combaten cara a cara entre respiradores y cánulas siniestras entre altas y bajas de las vidas humanas entre jeringa y fiebre la peste determina a quién se lleva y a quién confina. ¡Ellos salen al frente! Y luchan codo a codo con su suerte algunos caen, otros siguen pero todos, todos corren la misma suerte.

Argelia Díaz Mar del Plata, Buenos Aires 90


Poéticas de la Cuarentena

Todo pasa Llegó a mis manos un jazmín tardío siento que tú lo has enviado blanco de fragancia su espíritu esparce en la muda casa. ¿Mensaje del cielo? Caricia que abrasa mi pena se esfuma mi angustia tan sola me deja perfume de tardes lejanas de loca esperanza. Ya no soy la misma no sueño despierto y no me arrepiento de cambiar en nada. Pasan los dolores cesan las demandas los afanes pasan. Y todos tus sueños han sido balandras cadenas de humo rocas y corazas que ciñen los lomos de todas las brasas. No ha quedado nada ni aun las cenizas que alberga mi alma crepitan dolientes. Todo al fin declina menos mi esperanza.

Alba Aída Oliva Buenos Aires 91


Palabras que abrazan

Regreso a lo humano irradiar confianza con ojos sucios besar al otro con amor mudable negociar promesas con palabras fatuas no tener espíritu pequeñez vergüenza naturaleza y basural hambre y hostigamiento guerra y poderío bastó una microgota en Wuhan para consolidar la muerte prender la chispa de la pandemia es ignoto el triunfo de la ciencia en erradicar el flagelo pero es innegable que cuando el mundo sepa respirar amor habrá retornado la magnitud perdida del ser humano.

María Guillermina Sánchez Magariños Mar del Plata, Buenos Aires 92


Poéticas de la Cuarentena

Interiores Aferrada a mi sombra como el árbol a la tierra miro el eco de los ojos que devoran la esperanza escucho voces que resuenan en el piano de mi infancia. ¿Por qué el hombre explora y conquista el espacio como el ave que busca la presa para sobrevivir? Y mientras respondes va huyendo el día envuelto en gotas resbala tímidamente entre los dedos codiciosos. Y quieto mi cuerpo en la pesadilla de la orfandad recupera el instante de luz y se contagia del poder crepuscular de la palabra aliento sutil convertido en magia herida en la agonía inexistente rasgada por caminos de venganza. Erguida en la sombra del poder como la espina en una rama siento el dolor de la ausencia en el hueso quebrado. Y en el andar de las calles largas se van trazando líneas que multiplican la soledad.

Cristina Pizarro Ciudad de Buenos Aires 93


Palabras que abrazan

Máscaras Cuando la pesadilla acabe y nos encontremos con nuestros verdaderos rostros antes tapados por las máscaras de buenos buenísimos o malos malísimos salgamos a la calle y el sol refleje los verdaderos rostros buenos o malos porque somos mitad de cada sentimiento. Al final de la pandemia nadie reemplazará a nadie algunos habrán cambiado y otros seguirán igual. ¿Quiénes continuarán igual? ¿Los que sean ciegos espiritualmente? Los no videntes verán por otros sentidos percibirán la luz su tacto será más sutil el olfato estará sensible ellos serán los que puedan marcar la diferencia.

María Magdalena Pérez Mar del Plata, Buenos Aires 94


Poéticas de la Cuarentena

La ciudad sin testigos Podría ser cualquiera… delimitada por montañas o cercos bañada o seca, cualquiera sea su geografía. Alguna invisible de Calvino imaginada y contada o acaso imposible… sin caminantes, sin sonido de ciudad ¡no hay ciudad! No hay testigos urbanos no hay ciudad sin que nadie la mire sin que nadie pregunte por alguna calle solo para hacerla visible. Se cerraron las puertas y los parques aunque el sol sigue allá afuera nadie le ha dicho que ya no hay una multitud que lo celebre ni que le reconozca el mérito del día. Día treinta y seis… casi recordamos que termina abril. Los calendarios parecen indultar al tiempo prorrogando las horas y la urgencia de fluir sin remedio. Estamos solos, con el solo permiso de circular libremente por nuestro interior. Hacemos nuevos caminos, descubrimos nuestra propia ciudad. Le ponemos nombre y gente a nuestras calles y nos interrogamos inquisidores acaso como únicos testigos de esta ya casi infinita existencia en pausa. Laura Pena Mar del Plata, Buenos Aires 95


Palabras que abrazan

Me Caía Me desperté caminando desnuda con las alas caídas. Las lágrimas humedecían mis pies. Me resbalaba y me levantaba me resbalaba y me levantaba. Cansada, me dejé caer. Mi roto corazón latía flores sin colores.

Diana Ruiz Mar del Plata, Buenos Aires 96


Poéticas de la Cuarentena

La fragilidad del después ¿Habrá después o sólo una continuidad de distancia? ¿Andarán los tapabocas por las calles o seguirán los tapaojos y orejas que llevan desde siempre unos cuantos? ¿Mostrará el espejo a la soberbia su pequeñez? ¿Pontificará el poderoso sin un mínimo atisbo de vergüenza? Tal vez sea un simple hueco y el porqué de las sombras polvo en la memoria. Es tan frágil el después.

Carlos Pili Mar del Plata, Buenos Aires 97


Palabras que abrazan

Elegías del corazón … Y se grabó en mi mente aquel amargo y odioso día me tocó partir de repente. Era una orden… el corazón no quería. Fue un impulso del destino que hizo alejarme de ella ese día. ¡Por qué he de recordar los pasos que di en el camino! Una orden me empujaba… el corazón no quería. Sus labios me besaron fuerte como si nunca más lo harían. Sus besos quedaron grabados en los recovecos de la mente con el amargo adiós… que el corazón no quería. Por ella lloré como en la infancia mis oídos sordos quedaron por aquel adiós lloroso y lejano… que el corazón no quería. Sus pupilas se cerraron y quedaron inertes por la distancia que yo alargaba… y en ella me perdía. Pasó el tiempo un día tras otro y como una tarde 98


Poéticas de la Cuarentena

voló todo por mi mente. El recuerdo de aquel día seguía… ella sospechaba que la ausencia había roto nuestro amor pero lo llevaba en mi corazón y de su sangre fluía. Los días fueron carcomidos por mi ausencia. Nunca olvidé la promesa de que volvería y todos los días con una insistencia necia… mi corazón lo pedía. Ahora… ella mira el ocaso y por la espalda un sol dorado le abraza y le susurra: —Mi amor, muy buenos días.

Luis Payares Mercado Sincelejo, Colombia 99


Palabras que abrazan

Cruzando puentes Cruzando puentes para sentir su aroma verás la vida empezar cada mañana serás tú mismo cazador de sueños que volarán tan alto como puedan sobre las aguas del espejo de tu alma sin maquillaje ni dueños libertando caerán los rencores, los enconos la envidia, el asco, la venganza y el lento cotidiano gotear del odio será vencido por Cronos sabiamente. Así como todo tiene su fin desaparecerán las heridas y en esa ausencia se abrirá una torre porque el tiempo lo devora todo cuando el agua del presente toca sus orillas y sale el Sol cada mañana.

Mirta Salomón mirturki@hotmail.com 100


Poéticas de la Cuarentena

Transformación Flotan las horas en días vacilantes difusos. El viento murmura una melodía en do menor. Compone un mantra trenzado en el trino de los pájaros. Nacen fragancias que saben a recuerdos. Las luciérnagas bordan la noche en consonancia con las estrellas. Vibra la incertidumbre al costado del camino. Mas no altera el designio de este tiempo transformado en inquietante calma en naturaleza liberada en el ocaso de la depredación y del maltrato en el pulular perplejo de vientos mansos amilanados por una tragedia envilecida destinada a la derrota.

Silvia Beatriz Cecchi Mar del Plata, Buenos Aires 101


Palabras que abrazan

S/T las ciudades son islas pintadas por la mano del silencio su puerta de entrada se oblicua al universo mientras el vacío golpea con nudillos feroces los cerrojos dan comienzo al poema del otro lado una selva despierta se pregunta de dónde llegan las siluetas solitarias sin alma ni memoria como pájaros de asfixia sus murmullos vagan tras muros puede oírse el temor la luna flor marchita podría estallar ante un parpadeo también se ha aislado hundida en el río en un reloj de arena la vida observa como una telaraña interminable va tejiendo la muerte pero la lluvia quiere atravesarlo todo para tendernos su abrazo plateado pupilas agitan el deseo de volar hasta desnudar el sol es el fin del poema palabra necesaria la espera

Gladys Cepeda Avellaneda, Provincia de Buenos Aires 102


Poéticas de la Cuarentena

Seamos fuertes Seamos fuertes nos ha tocado algo inesperado. La humanidad toda, sorprendida ha visto como una pandemia ha ido arrasando país por país. Es una verdadera situación única increíble y de una fuerza devastadora. Realmente cambiará la historia del ser humano en muchas facetas. Ya nada será igual. Esta situación ha quebrado la historia contemporánea pero ante la adversidad debemos sentirnos más humanos que nunca. Podrá cambiarnos nuestras costumbres sociales nuestra manera de mirar al mundo pero en algún momento podremos volver a abrazarnos de nuevo. Hasta que llegue esa instancia tengamos paciencia, templanza y el espíritu irrevocable de salir adelante. La vida no pregunta si queremos ser fuertes… la vida nos obliga a serlo. ¡Seamos fuertes!

Carlos Pérez de Villarreal Mar del Plata, Buenos Aires 103


Palabras que abrazan

La pandemia Este mes se nos hizo más largo los días se acortan más cada vez luz menguante del día retrocede observo el horizonte y oscurece y la noche se adueña de la tarde una tristeza destruye mi sonrisa camino en los pasillos desiertos mis pasos vacilantes no resuenan es miedo con acordes melodiosos vibran como música de pandemia. Todo nos indica quietud, aislamiento porque un virus letal nos sobrevuela la distancia es un alerta obligatorio el contagio es una pausa peligrosa un abrazo nos contagia y confunde cuando aumentan casos positivos cuarentena obligatoria indefinida y mientras los humanos morimos no cambian las formas del paisaje la naturaleza, recupera su pureza.

María Esther Fernández Mar del Plata, Buenos Aires 104


Poéticas de la Cuarentena

Estamos viviendo Estamos viviendo el principio de la era de acuario. Todo lo que pensabas se cae... China nuevo líder mundial oriente viene a desestabilizar la línea de pensamiento griego y el conocimiento científico. La naturaleza está hablando. Esta reverdeciendo y reapropiándose en este intervalo planetario de la especie humana… La naturaleza está diciendo que nos ama. La tecnología 5 g nos promete el mundo de los hologramas y la radiación… La salud y la enfermedad en combate ferviente. Las economías en crisis. Las derechas y las izquierdas como polaridades del pasado. Los universos personales empoderándose o destruyéndose en sus casas. Mil preguntas sobre un futuro incierto. Urano en su luz y su sombra... desestabilizándolo todo...

Santiago Roura Mar del Plata, Buenos Aires 105


Palabras que abrazan

Propagación Se oyen voces que afirman: “entró por Ezeiza y se multiplica en los barrios” y no precisamente privados. Voces que ahora llaman barrios a las villas. Frases en el aire que calan hondo, duelen despiertan angustias, enojos. Habilitan múltiples lecturas profundizan divisiones, enfrentamientos resumen la Historia, nuestra Historia. La de un interior supeditado a la gran urbe. La de un indefenso aislado de la protección del distanciamiento social que no puede respetar y que lo acerca más al padecimiento y a la pobreza. Días iguales, sin calendarios ni relojes. Las campanas de un pueblo marcan las doce y se elevan plegarias en la radio. O marcan las veinte y se cierran los pocos comercios habilitados. Pero cuando suenan con un lamento, sin horario despiden a un alma en una solitaria sepultura. Es allí cuando captamos que lo doloroso no es vivir en cuarentena sino morir en ella. Solo así, el que queda reconoce el verdadero aislamiento 106


Poéticas de la Cuarentena

la soledad, el silencio que aturde. Históricamente las pandemias han hecho visible todo lo que metemos debajo de la alfombra como mundo, sociedad e individuos. Que también sirva para que al aislarnos aprendamos a valorar el tiempo que alguien nos dedica en lugar de juzgar su insuficiencia. Que al restringir nuestro exterior vivamos más plenamente nuestro interior. Que experimentemos el valor del trabajo la salud, la educación. Que las vidas perdidas y todo el sacrificio emocional y económico hayan servido para esto. Ah, cierto… y para aplanar la curva.

María Alejandra Civalero Mautino Clucellas, Santa Fe 107


Palabras que abrazan

Cuarentena Cada día es único a vivirlo con amor y felicidad si escribes cantas o amasas con pasión representas así la belleza de la verdad disfrutemos las bendiciones y el privilegio de hacer el bien compartamos con el hermano la amplitud del ser quedarse en casa descubrir el interior con placer disfrutar del don solidario por todo lo hecho con amor amor desde el amanecer.

Silvana Sarda Ciudad Autónoma de Buenos Aires 108


Poéticas de la Cuarentena

Visión Llegarán con sus armas... cargadas de misiles. Encerrarán sus manos... inocentes civiles. No tendremos hogares... no importará el dinero. Nos pondrán de rodillas... con el tiro primero. Nuestros rostros sangrientos... buscarán en el cielo salvación y refugio... amor, paz y consuelo.

Amarilla Qué hermosa flor, madre mía que decora tu jardín… ¡Ni en cuentos de maravilla una tan hermosa vi! Ella es capaz de bailar cuando me acuesto a dormir y de cantar al compás de la risa del jazmín. Es hábil para volar me trae de regalo el sol… ¡Con esta flor especial vamos a viajar las dos!

Justina Cabral Mar del Plata, Buenos Aires 109


Palabras que abrazan

Sueño de los niños Los pájaros le piden a la lluvia que se derrame mansa, sigilosa. ¡Los niños cansados tienen que dormir! Los ojos de tanto en tanto cierran sus corazones se acompasan bostezan burbujas de fatiga. Entran en el mundo azul de ilusión. Corren por calles de chocolate a upa de estrellas saltan las nubes. ¡Silencio! Ya llega el sueño.

A.M. Santángelo Miramar, Buenos Aires 110


Poéticas de la Cuarentena

El día menos esperado Llegó ese día en que los besos tienen pena de prisión. Ese día en que los posesivos rayos de sol son pasibles de un acta labrada en su contra. El día de la confiscación de los abrazos de las palabras que se ahogan en dos cafés que se enfrían. Ese día de recompensas invertidas donde el pasaporte de los buenos se viste de algodón. Las risas salieron a buscar gentes y solo rebotaron contra el cemento en una ciudad fantasmagórica iluminada de sombras errantes. Mientras tanto los sueños esperan. Saben que no se puede expropiar a nadie de sus emociones. Esas que pueblan el paraíso al que sólo accedemos nosotros atravesando el muro de estos días.

Marisa Scopel Mar del Plata, Buenos Aires 111


Palabras que abrazan

Mensajero... Óyeme... ¿te crees Dios? Detente caminante contaminador destructor de este planeta. No puedes vivir en el caos aprende cada día... es esa tu misión detente, detente ahora ¡te lo ordeno! ¿Acaso no lo ves? El mundo está enfermo ardiendo desde el corazón derritiendo los glaciares mares y ríos inundándolo todo. La Tierra se sacude gime, llora pidiendo piedad... y tú… no respondes. VAMOS. Despierta. Aquiétate, detente mira las estrellas escúchalos, son pájaros escúchalo, es el viento míralos, son árboles. Levanta la mirada... Mírate en tu pequeño mundo míralos, son tus seres… ¿queridos? Quizás, es tarde para ti, pues ese calor y frío es el incendio en el centro de tu cuerpo y ese frío está enfriando tu corazón apagando esa inmensidad que eras tú, y nunca viste.... No soy tu enemigo solo soy un mensajero trayendo un mensaje “Que te detengas…”. Atte. Corona virus. Verónica Costilla Juliano Mar del Plata, Buenos Aires 112


Poéticas de la Cuarentena

Rapandem Cierto desorden me invade, me invade se va de mí, se evade, me invade y sé que no es lo mismo orden que caos. Lo mío es un desorden circunspecto que por momentos se mezcla con los muertos. Lo mío es un desorden que es de todos en este caos que entra por los poros y me saluda con los codos. Que es pura complejidad diseminada aquí y allá todo es oscuridad, y tu mirada en stand by, quedamos congelades. Y no hay un rumbo claro ni parámetro, ni adivino que pueda hoy dimensionar un destino tan raro. Cierto desorden me invade, se evade invade mi rutina, mi esquema corporal mi proyecto de vida, mi matina. Y lo incorporo a mi medida al modo de vivir en estos días: el horizonte incierto 113


Palabras que abrazan

el pasado inseguro, sin huellas presente sin presencias con visitas virtuales con ausencias. Solo el aquí y ahora, aquí conmigo y esa flor que encontré en el camino. Solo el aquí y ahora, aquí conmigo y esa flor que encontré en el camino. Cierto desorden me invade, se evade y esa flor que encontré en el camino. Cierto desorden me invade, me invade y esa flor que encontré en el camino.

Graciela Tonnier Mar del Plata, Buenos Aires 114


Poéticas de la Cuarentena

Amos Sueños inquietos de invierno Cuerpos jugando al placer Bellas propuestas de amor Amos de un mundo pequeño Seres que no quieren dejar de ser Besos, jadeos, gemidos, calor Mezcla de ilusiones lindas ¿Dónde está la muerte? Finales de tontos nefastos Infiernos hermosos y alegres ¿Es esta la vida? Tengo la fusión Un ser pequeñito adentro Brindando fiestas Saltando muertos Y obligándome a gritar ¡¡Esto es la vida!!

Jorge Ramírez Jar Santa Clara del Mar, Buenos Aires 115


Palabras que abrazan

Cuentos oníricos de la cuarentena Sueños “…los sueños son la actividad estética más antigua” J. L. Borges

Quiero dormir, en forma plácida. Sin pesadillas, ni angustias. Sin ese sudor frío que me despierta y me empapa. Siempre el mismo sueño. Por las noches y también durante el día. Con los ojos abiertos me persiguen las mismas imágenes. Y me acompañan todo el tiempo. Una cara horrible y sombras que me persiguen. Me paralizo. Es que ese acero azul de sus ojos me hace temblar. Me observa. No me habla. Mi cuerpo arde. Corro. El mar.

Descanso Dicha. Habían atravesado la capa de nubes y un sol radiante bañaba todo el interior del avión... Ellos creían haber tocado el cielo, no conocían la tormenta que se avecinaba y que haría necesario un aterrizaje de emergencia. Cuando oyeron la voz que pedía que se ajustaran los cinturones creyeron que llegaban a destino. Se tomaron las manos, se besaron con alegría. Todo parecía normal. No notaron los nervios de la azafata, ni la inquieta voz del piloto que pedía serenidad. Ellos vivían su dicha y no percibían la realidad, que transformaría este en su último viaje.

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Poéticas de la Cuarentena

Desesperación Estaba en Madrid, con su hijo, en el departamento de una amiga. Iba a visitar a su nieta. Emocionada se despidió rápido de su amiga. Subió al primer micro que pasó, sabía que vivían en el campo. Cuando comenzó el descampado quiso encontrar la dirección, el nombre del lugar. Descubrió que no tenía el celular, tampoco el dinero. Buscó y rebuscó entre las cosas de su hijo, solo anteojos y papeles inservibles. Bajaron apurados. Frente a ellos una hostería, le dijeron que no había lugar, comenzó a preocuparse, no recordaba ningún teléfono, pidió hacer una llamada internacional, una amable señora le acercó unos dólares, no podía discar nada, puso 5411 y nada más aparecía en su mente. Desesperada no sabía cómo resolver la situación. De golpe sonó el despertador y se levantó confundida.

Duda Estuvo frente a casa varios días. Observaba los movimientos y estaba atento a todo. Tuve miedo, pensé en llamar a alguien, casi una semana sin salir me tenía angustiada. Lo observaba por las ventanas y dudaba sobre qué debía hacer. Hasta que un día salí y lo enfrenté. Le dije: “Ven a mi casa y verás quién soy”. Me miró asombrado, me contestó que solo quería saber sobre la vida del hombre que había muerto. Pensé no contestarle, pero lo hice pasar y le conté todo lo que sabía.

Beatriz Biancchetti Mar del Plata, Buenos Aires 117


Palabras que abrazan

Un día (haiku) Todo es silencio. Marzo llegó con miedo. Pasará, dije. Nos alejamos pero nos acercamos por otros medios. Pasaron meses y creció la esperanza de un día mejor. Llegará la hora. Veremos las sonrisas de los que amamos. La pesadilla dirá adiós para siempre. El día llegó.

Enriqueta Noemí Borrello Mar del Plata, Buenos Aires 118


Poéticas de la Cuarentena

Amordemia La calle está silenciosa por este confinamiento que casi quita el aliento pone la vista borrosa… el vacío nos acosa. El miedo nos acorrala. Para todos es la mala. Algunas actividades destacan las cualidades y el encierro nos iguala. Se suceden las noticias de broncas y desencantos dolores, muertes y llantos generosidad o avaricia, las ciertas y las ficticias. Surgen preguntas constantes, novedades inquietantes. El mundo se queda quieto. Humanidad: nuevo reto. Y acá estamos: expectantes. Palabra nueva: pandemia, para nosotros al menos, términos que eran ajenos… es la salud la que apremia. El cuidado nos agremia a mirarnos a los ojos a vencer los enojos tratará nuestro presente, aunque sea virtualmente poder abrir los cerrojos. Abrazar la libertad que hoy nos suena lejana… pero siempre hay mañana para nuestra humanidad si hay solidaridad. La empatía, el amor, ese sentimiento mayor mejor que cualquier vacuna (que aparezca, oportuna) para vencer tanto dolor. Cimarrona (Valeria W.) 119


Palabras que abrazan

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Poéticas de la Cuarentena

Indice

De decires y haceres...................................................................... 6 Néstor Alonso . ............................................................................. 7 Ciela Asad..................................................................................... 9 Elisa Algranati Filmus . ................................................................. 10 Mónica Aramendi ........................................................................ 11 Graciela Barbero .......................................................................... 12 José Luis Frasinetti . ...................................................................... 13 Luciana Balanesi........................................................................... 15 Patricia Bruno............................................................................... 16 María del Carmen González ......................................................... 17 Ana María Bausela........................................................................ 18 Oscar Vicente Conde .................................................................... 19 Blanca Bátiz ................................................................................. 20 Luis Raúl Calvo.............................................................................. 21 Ana Noemi Angioni....................................................................... 22 Juan Miguel Idiazabal................................................................... 23 Olga Silvia Bertinetti..................................................................... 24 Mariana Haurie . .......................................................................... 25 Lorena Iturrioz............................................................................... 26 Sebastián Jorgi.............................................................................. 27 Ramona Diaz................................................................................. 29 Ángel Chiatti.................................................................................. 30 Daniel Cheruna............................................................................. 32 Karina Carrettini............................................................................ 34 Aldo Luis Novelli ........................................................................... 35 Jorge Tarducci .............................................................................. 36 Susana Roman.............................................................................. 37 121


Palabras que abrazan

Sonia Colombo ............................................................................. 38 Daniela Riccioni............................................................................. 39 Daiana Stigliani............................................................................. 40 Quique Stoco................................................................................. 41 Daniela Tomé................................................................................ 42 Adriana Luján................................................................................ 44 Miguel Lucero............................................................................... 45 Raquel Carrera ............................................................................. 46 Graciela Reveco Manzano............................................................. 47 Gabriela Carlevari......................................................................... 48 Mariel Farías ................................................................................ 49 Susana del Campo......................................................................... 50 Mónica Echenique - Monilí . ......................................................... 51 Miriam Fernández......................................................................... 52 Jesús Cruz Flores........................................................................... 54 Guillermo Figini Arias.................................................................... 55 María Gordillo............................................................................... 56 Rafael Mones Ruiz........................................................................ 57 Macarena Kazmierczak................................................................. 58 Cristina Isabel Cámpora ............................................................... 59 Marina de Ibarlucea...................................................................... 60 Cecilia Gillet.................................................................................. 62 Cristina Guzzo............................................................................... 64 Luis Loitey..................................................................................... 65 Eumelia Battan . ........................................................................... 66 Cristina Larice................................................................................ 67 Violeta De Lisi . ............................................................................. 68 Patricia Lucrecia Berho Moreno ................................................... 69 Graciela Ovejero........................................................................... 70 Jose Daniel Scornovacche............................................................. 71 122


Poéticas de la Cuarentena

Carlos Morteo............................................................................... 73 Estela Porta................................................................................... 75 Sandra Mariel Scioli...................................................................... 76 Beatriz Mulleady .......................................................................... 77 Ana Elisa Medina.......................................................................... 78 María Teresa Pireni....................................................................... 79 Sara Noemí Mendiara................................................................... 80 María Eugenia Millares................................................................. 81 Sylvie Chedeville............................................................................ 82 Ester Mönke.................................................................................. 83 Mirta Lembo ................................................................................ 84 Alicia Márquez ............................................................................. 85 Olga Chipy .................................................................................... 86 Marisa Olmos . ............................................................................. 87 Mónica Patricia Ossa Grain........................................................... 89 Argelia Díaz................................................................................... 90 Alba Aída Oliva............................................................................. 91 María Guillermina Sánchez Magariños . ...................................... 92 Cristina Pizarro.............................................................................. 93 María Magdalena Pérez............................................................... 94 Laura Pena ................................................................................... 95 Diana Ruiz..................................................................................... 96 Carlos Pili ..................................................................................... 97 Luis Payares Mercado .................................................................. 99 Mirta Salomón.............................................................................. 100 Silvia Beatriz Cecchi...................................................................... 101 Gladys Cepeda ............................................................................. 102 Carlos Pérez de Villarreal.............................................................. 103 María Esther Fernández ............................................................... 104 Santiago Roura............................................................................. 105 123


Palabras que abrazan

María Alejandra Civalero Mautino............................................... 107 Silvana Sarda................................................................................ 108 Justina Cabral................................................................................ 109 A.M. Santángelo........................................................................... 110 Marisa Scopel................................................................................ 111 Verónica Costilla Juliano .............................................................. 112 Graciela Tonnier............................................................................ 114 J. Ramírez Jar ............................................................................... 115 Beatriz Biancchetti........................................................................ 117 Enriqueta Noemí Borrello . ........................................................... 118 Cimarrona (Valeria W.).................................................................. 119

Gracias por leernos

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