Foto/Sergio Chávez/Criador: Celeste Chávez
El diagnóstico se lleva a cabo midiendo la producción de lágrimas y una prueba de coloración con fluoresceína, para valorar la integridad de la córnea. Parálisis laríngea En este trastorno hay cierta pérdida de función en los músculos laríngeos que normalmente abren la laringe cuando un animal respira. Esto es causado por la degeneración de ciertos nervios involucrados en la respiración normal. El resultado es la obstrucción de las vías respiratorias, en diferentes grados, causando respiración fuerte y dificultosa. En la forma hereditaria los signos se presentan antes de los seis meses de edad, suelen ser vistos a partir de los dos meses y con frecuencia se notan por primera vez, o empeoran, cuando hace calor. Los perros afectados tienen dificultad para respirar y pueden colapsar, especialmente con el ejercicio; la respiración será ruidosa, con tos o náuseas al comer; los perros afectados regurgitan los alimentos no digeridos después de las comidas y pueden desarrollar neumonía por aspiración, debido a la inhalación de partículas de alimentos. En casos graves las mucosas pueden mostrarse de color azulado (cianóticas).
Otras enfermedades que pueden ser de origen hereditario en esta raza Estas enfermedades han sido encontradas de manera esporádica y pueden tener predisposición genética en el Bull Terrier Inglés. 34
Perros Pura Sangre. Octubre 2017
Atrofia progresiva de la retina Las células de la retina reciben estímulos luminosos del entorno y transmiten la información al cerebro, donde se interpreta que se convierte en visión. En la atrofia progresiva de la retina (PRA), el deterioro de las células de la retina causa ceguera. Los animales afectados tienen dificultad para ver los objetos, tienen las pupilas dilatadas al no responder correctamente a la luz. Histiocitoma El histiocitoma es una neoplasia benigna, derivada de las células dendríticas dérmicas, muy común en la especie canina y que frecuentemente remite de manera espontánea. Este tipo de neoplasia puede aparecer a cualquier edad, pero suele manifestarse en animales jóvenes, menores de cuatro años. Se caracterizan por ser masas pequeñas, de rápido crecimiento, no dolorosas y generalmente en solitario. Los sitios comunes son la cabeza, los bordes del oído y las extremidades. El diagnostico se realiza por medio de un estudio citológico. Para concluir, es fundamental mencionar la importancia de seleccionar a los ejemplares que integrarán las bases de nuestra crianza, con el fin de erradicar las alteraciones mencionadas anteriormente, además de preservar la salud y calidad de la raza y siempre, ante cualquier signo de enfermedad, consultar con el médico Veterinario de confianza para la atención oportuna de nuestras mascotas.