de la habitación no les impidió mantenerse en buena forma física. Los años pasaron y Melchor acabó escribiendo un extenso libro sobre su, según él, envidiable vida. Catarina lo ayudó en algunos capítulos corrigiéndole el estilo. Un día ocurrió un incendio en el primer piso del edificio. El fuego se fue extendiendo lentamente y toda la gente tuvo suficiente tiempo para evacuar el local del siniestro, pero de un momento a otro el fuego ocupó todos los pisos y a pesar de los gritos de los vecinos para que salieran Melchor y Catarina, ellos no lo hicieron. Murieron asfixiados y sus cuerpos quedaron carbonizados. Los bomberos llegaron muy tarde. Unos cibernautas pudieron ver como fue muriendo esta curiosa pareja, porque Melchor había dejado conectada una cámara web y en lo que duró la batería de la computadora portátil transmitió el horrible final. Nadie pudo hacer nada, los dejaron morir siendo testigos del fin de su mundo.
Diego Martínez Lora. Portugal Lima, Perú 1958/Vila Nova de Gaia, Portugal. Publicaciones: Títulos interiores (2010), La línea oculta (2010), Allí (2007) entre otros libros. 144 b Universidad de San Buenaventura Cali