PATRONAJE PARA MODA MASCULINA CONTEMPORÁNEA Patronaje para moda masculina reúne una colección de patrones que se han convertido en clásicos de la moda masculina contemporánea. Trabajando con las prendas que se incluyen, aprenderá los principios básicos necesarios para cortar patrones. Utilizando los estilos como bloques para explorar ideas y su lado creativo, podrá intercambiar técnicas y procesos a la hora de desarrollar nuevas interpretaciones y soluciones para sus diseños. Para apreciar lo lejos que ha llegado el arte de dar forma a las telas sobre el cuerpo humano es necesario remontarse a sus mismos orígenes. El patronaje contemporáneo está intrínsecamente ligado a la historia de la moda. Las primeras nociones sobre patrones tal como hoy los conocemos aparecieron en Occidente, en el siglo XV, a medida que las siluetas masculinas empezaron a verse redefinidas por las exigencias de instituciones sociales como el ejército, los tribunales y la Iglesia. A partir de esos orígenes surgieron las dos formas dominantes de creación de prendas masculinas: la primera se caracteriza por la técnica del drapeado; la segunda se desarrolló a partir de lo que hoy se conoce como «confección a medida» (dar forma a la tela). Esta última técnica, la más utilizada, pasaría a ser muy valorada. Los gremios de sastres dieron alas a la profesión, y sus técnicas se desarrollaron meticulosamente durante los siglos XVI, XVII y XVIII a través de numerosas sesiones de ajuste con una clientela elitista en los talleres de la Europa Occidental. Como ocurre con tantos otros oficios, el mejor maestro es la práctica: horas interminables de marcar con tiza, hilvanar (coser con puntadas sueltas), sujetar con alfileres y cortar los patrones para los clientes de todas las tallas y formas aportaban los conocimientos necesarios para poder considerarse un maestro cortador. A través del corte y la confección se desarrollaron formas de prendas masculinas más complejas cuando los estilos de abrigos y casacas dieron lugar a chaquetas estructuradas con mangas abiertas y cierres. Al principio se documentaron como simples patrones ilustrados en uno de los primeros libros sobre confección: Libro de geometría práctica y traça, de Juan de Alcega (Madrid, 1589). Siguieron tres etapas decisivas que marcaron la evolución de la ropa masculina a través del corte, el ajuste y la confección, que comenzaron
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PATRONAJE PARA MODA MASCULINA CONTEMPORÁNEA
con las guerras civiles de Inglaterra y Francia en el siglo XVII. La ropa tenía que responder a las turbulencias de aquellos tiempos, y se produjo el cambio de las telas suaves a las prendas de tejidos de lana, más gruesas, con formas más rígidas y cualidades más resistentes para hacer frente a los rigores de la batalla y de la vida al aire libre. A principios del siglo XVIII, las prendas empezaron a reflejar un ambiente económico más estable. La primera prenda adoptada por la aristocracia europea para transmitir notoriedad fue la casaca: una prenda sencilla cortada por encima de la rodilla, con dos paneles delanteros y dos traseros cosidos a la cintura, y con mangas tres cuartos. Este estilo incluyó más tarde un cuello y tablas con aberturas. Se confeccionaba con seda o raso, y con vistosos detalles decorativos, con lo que se consiguió una silueta femenina más sutil. Fue el precursor de las formas que vemos en las actuales prendas de vestir. A medida que la profesión iba desarrollándose, M. de Garsault escribió el primer manual serio con todos los principios sobre la creación de patrones y la confección: L’Art du Tailleur, publicado por la Académie Royale des Sciences para la enciclopedia Description des Arts et Métiers (París, 1769). Garsault describe todo el proceso de confección de la casaca de principio a fin, empezando con la toma de medidas. Presenta el uso de una tira fina de papel cortado a la longitud adecuada para registrar los parámetros de altura y anchura de cada cliente, además de detallar los procesos de confección con patrones ilustrados como acompañamiento del texto. Más tarde, en 1796, se publicó un manual en inglés: The Taylor’s Complete Guide or a Comprehensive Analysis of Beauty and Elegance in Dress, que presentó una nueva manera de percibir el arte que no dista mucho del formato actual. En concreto, incluía instrucciones para dibujar la casaca, con medidas apuntadas directamente sobre el material atendiendo a una serie de diagramas ilustrados. Esas publicaciones ampliaron el público y la relación entre profesionales y clientes.
Issey Miyake interpreta la idea de las capas para hombre con esta, de la colección de otoño de 2012, diseñada a partir de la idea japonesa de «KASANE» (funcionalidad sencilla para la vida cotidiana).