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Lust Films

El cine es una herramienta de identificación y reunión.

Nuestras emociones, fijaciones, contradicciones, cualidades han sido documentadas, magnificadas y representadas en la pantalla. Sin embargo, cuando se trata del erotismo, aún existen diferencias ideológicas, descontextualizaciones que no permiten un pacto armónico para su representación y exhibición. La censura suele ser una proyección del miedo que tenemos de nuestra propia naturaleza humana.

Para definir al erotismo, hay que abordar y bordar la sexualidad; concepto de naturaleza compleja que normalmente se reduce al coito o genitalidad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser humano. […] Se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. […] En resumen, la sexualidad se practica y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos. La sexualidad libremente ejercida es empoderamiento. Permite dinámicas saludables de convivencia: evita el ultraje, la invasión, el maltrato. Posibilita la materialización de una sensibilidad (personalidad) única que se va construyendo con la evolución intelectual, sensorial, emocional, biológica del individuo. Si cada persona pudiera alcanzar dicho potencial, entraríamos en una faceta llamada «progreso».

Entonces, si la sexualidad es resultado de experiencias emotivas, el erotismo es un elemento que forma parte crucial de aquel espectro de sensaciones, estímulos, percepciones. El término proviene del griego «eros», amor e «ismo», actividad, expresión o relativo a. Por lo tanto, es un sentimiento relacionado con el afecto y derivado de la necesidad de vinculación. Es la excitación, exaltación de los sentidos como respuesta a un estímulo agradable o intenso. También se aproxima a la muerte. Georges Bataille —escritor, antropólogo y pensador francés— lo define como la aprobación de la vida hasta en la muerte. […] Es una búsqueda psicológica independientemente del fin natural dado en la reproducción. En otras palabras, sin el erotismo, la actividad sexual es solo reproductibilidad o en el peor de los casos, una institución de poder.

Sin duda, la sexualidad se encuentra representada en el cine. Se refleja en la manera en que el autor experimenta el mundo exterior y la transformación del interior. Por lo tanto, el erotismo también está presente. No necesariamente con la demostración explícita de genitales. El erotismo va más allá de la excitación del ser mediante la contemplación del cuerpo humano. Importan las formas, colores, olores, símbolos ocultos detrás de las apariencias. Lo que para unos es erótico para otros es ofensivo. Por ejemplo, en una de las secuencias del filme El abismo (1910) del director danés Urban Gad, la estrella de cine Asta Nielsen mueve las caderas levemente, mientras junta su cuerpo al de su coprotagonista masculino. El filme le otorgó fama mundial a la actriz, pero fue censurado en países como Estados Unidos. Se consideró provocativo e inmoral. Actualmente, los movimientos de la intérprete no resultan transgresores ni siquiera para los más conservadores...

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