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Lectura: mejor afi ción que hábito
LIBROS
Lectura: mejor afi ción
QUE HÁBITO

Celeste Flores
Hoy por hoy, en la era del e-book, del e-reader, ¿vale la pena continuar fomentando la lectura del libro impreso? Por supuesto que sí, ya que la mayoría de los adultos viven ajenos a la fascinante manifestación de la cultura escrita y los jóvenes están más cautivos en las imágenes de internet que en los textos.
con un discurso de avanzada y, por supuesto, aplicable a México, en lo relativo al “cultivo” de la afi ción lectora, Luis Arizaleta −miembro fundador de la sociedad FIRA (Fomento de Iniciativas Recreativas y Artísticas S. L. de Pamplona, Provincia de Navarra, España)−, quien lleva un camino muy andado por más de diez años en el terreno de la promoción de lectores y formación de mediadores, propone y explica por medio de su vasto conocimiento, que sí hay una vereda, es decir, un camino que no es de tránsito común, para promover específi camente la afi ción lectora. Sus experiencias y consejos están plasmados en el título que hoy les presento: La lectura, ¿afi ción o hábito?
El contenido de este libro da pistas acertadas y específi cas sobre cómo sí es posible educar la afi ción por la lectura, sin recurrir en absoluto a la obligación, al hábito impuesto o la evaluación. Afi ción como un placer privado o compartido que corresponde al entorno de un verdadero deleite dentro de las inclinaciones de una persona, como puede ser el salir de paseo, de pesca o fi ccionar… (p. 15). Arizaleta nos regala propuestas muy interesantes para facilitar la comprensión lectora.
La obra que hoy nos ocupa está estructurada de manera que paso a paso, por cada uno de sus capítulos, Arizaleta nos va conduciendo por los ámbitos más propicios para hacer de la lectura, una afi ción educable (p. 17), y enfatiza la importancia de empezar a formar lectores desde antes de los seis años. Asimismo, aclara las defi niciones de los vocablos afi ción y hábito, pues aunque no son lo mismo a la vez son palabras siamesas en cuanto inciden en el gusto por leer. La lectura
puede llegar a ser una práctica que tanto niños como adultos adoptemos como una actividad muy placentera. No hay que estancarse sólo en el concepto de que leer es bueno porque así nos lo han dicho nuestros padres o profesores y, peor aún, que es en la escuela donde obligadamente se debe desarrollar dicha afi ción, ya que el primer y más importante inicio es la narración oral en voz alta con los hijos. Si leer es empezar a construir signifi cados a partir de los textos e imágenes, desde muy temprana edad, el mejor “método” es con la lectura en voz alta y la simultánea explicación y decodifi cación de las imágenes que mostramos a los niños pequeños. Cierto es que en la mayor parte de los casos, una vez terminada la vida escolarizada, los libros que por gusto o por obligación leímos en las aulas desaparecen de nuestro mundo cotidiano para convertirse en “objetos de culto” en los libreros de la casa y queda entendido que tener muchos libros es un signo de prestigio o cuestión de estrato cultural o social y económico. Vale la pena destacar que a quien de verdad le gusta leer no se para a pensar en la excusa mítica de que los libros son muy caros y por no tener los recursos para adquirirlos, mejor no lee. El precio es en lo que menos piensa un lector. Más bien se concentra en buscar y encontrar opciones como acudir a una biblioteca, a las ferias o remates de libros en donde siempre hay descuentos, en contactar amigos lectores, inscribirse en clubes de lectores, etc. (p. 46). Al fi nal de esta reseña les sugiero ligas de interés al respecto.
Veamos las defi niciones de las palabras comentadas.

Afi ción: inclinación natural hacia una persona o cosa que promueve alguna actividad sin tenerla por ofi cio u obligación.
menweb.mineducacion.gov
La lectura puede llegar a ser una práctica que tanto niños como adultos adoptemos como una actividad muy placentera.
Las afi ciones son actos, entonces, selectivos y su práctica está vinculada estrechamente con la identidad de cada persona en particular y les causan gozo, placer, gusto. Se puede ejercer o no cotidianamente, practicarse con mayor intensidad durante una temporada y con menor dedicación en otras épocas de la vida pero siempre queremos reanudarla y la esperamos con gusto y con muy placentera ilusión. Conclusión: si la actividad no produce satisfacción, no es afi ción.
Hábito: costumbre adquirida. Práctica acostumbrada que se realiza de manera sistemática nos guste o no, y que podemos lograr que otras personas la realicen. El hábito es un acto rutinario que se realiza con frecuencia y se interrumpe excepcionalmente (p. 15). Un ejemplo de hábito puede ser el poner el despertador a diario.



Podemos encontrar libros infantiles llenos de imágenes o con texturas para estimular la lectura en los niños.
También el autor se hace las siguientes preguntas: • ¿Cuál es la etapa más favorable de nuestra vida para convertirnos en lectores? • ¿Qué circunstancias pueden propiciar nuestro gusto por la lectura espontánea? • ¿Qué experiencia signifi cativa puede convertirnos en usuarios de los materiales impresos?
Las respuestas de Arizaleta a estas preguntas son muy concretas, acertadas y avaladas por las experiencias del autor (p. 9).
El disfrute se enseña y se aprende. La interacción de los implicados en este proceso, es decir, padres e hijos, va tejiendo la red de contactos del niño con el lenguaje, con la narrativa, con la fi cción, y gracias a esta última van a conectarse con la realidad existencial, etc. Tomando en cuenta que el primer relato de un cuento será un principio, a partir de los siete u ocho meses, los padres lectores deberán poner a disposición de sus hijos los primeros soportes textuales con libros de imágenes como los de plástico para la bañera, almohadas y ropa de cama con imágenes de los cuentos favoritos y gran cantidad de propuestas lúdicas en formato de libros que los niños pueden tocar −las ediciones con diferentes texturas−, jugar con personajes movibles, sonidos, colores, etc. Estos productos se encuentran en las librerías, en la sección de material para estimulación temprana. Tanto niños como adultos disfrutan de las obras especialmente publicadas para niños y jóvenes por medio del diálogo en cuanto a compartir los sentimientos que las lecturas les van produciendo y así, mediadores y padres estarán en mejores condiciones para orientar y acompañar a los menores en este proceso de maduración lectora, hasta que por sí mismos los pequeños y los adolescentes
www.tipkids.com
Bebeteca de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) 2010. En ella los padres aprendieron técnicas de lectura para compartir con sus hijos.

descubran el momento adecuado para leer quietos y solos (p. 58). Es un hecho que de padres que no son lectores difícilmente habrá hijos que adopten la lectura como una afi ción placentera.
Interculturalidad. Escuchar cuentos, mitos, leyendas y fábulas de diversas culturas contribuye a la comprensión de semejanzas y diferencias entre unas y otras formas existentes en la interculturalidad (p. 75).
La fábula es una herramienta ideal para incentivar la lectura en los niños. Por lo general contiene dos elementos: la brevedad de su narrativa y su conclusión en una sentencia o moraleja. El uso de animales y objetos humanizados, como personajes participantes, propicia que por medio de la fi cción se llegue a un sentido alegórico de la historia. A diferencia de otras composiciones literarias, la fábula se aboca directamente a la interrelación entre los seres humanos dentro de una sociedad; esta característica hace que la fábula sea, además de actual, un favorable medio de enseñanza didáctica por los valores universales e intemporales que contiene.
Algunas buenas lecturas. La sugerencia de lecturas para los ya implicados en el proceso de formación de lectores, tanto en el entorno escolar como en el familiar, se inicia de forma tan espontánea, que el mismo mediador quedará sorprendido: es por pedido explícito del lector cuando dice: “A mí me gusta…” (p. 89).
Adultos mediadores. En el nombre asignado a las tandas de charlas impartidas por Arizaleta, se resume la acción más viable a desempeñar: “Leer en casa”.
Se complementa esta obra con el apartado de visitas guiadas a exposiciones y la efi ciencia en el uso de los recursos públicos. En este aspecto, se acota que las dinámicas de trabajo no serían
una realidad sin el apoyo de los responsables municipales tanto técnicos como políticos. En las exposiciones se desarrollan actividades de extensión que de una u otra manera se vinculan estrechamente con la lectura, y esto sucede también en México; me refi ero al enorme caudal de acervos que ponen al alcance de nuestra mano, y bolsillo, las ferias del libro como la Trigésima Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil.
En cuanto a sugerencias concretas de actividad en el aula, las propongo para los profesores en su papel de padres de familia. Pueden consultar la información en casa junto con sus hijos y desarrollarla en el aula de preescolar.
Recomiendo consultar la información referente a las “bebetecas” y estimulación temprana para la lectura en las siguientes ligas de internet. Encontrarán diversas estrategias y herramientas para practicarlas en casa y en el aula con los pequeñitos futuros lectores.
1. www.blogdelbebe.com/juegos/estimulacion/bebetecas-la-estimulacion-tempranapara-la-lectura-1096/ 2. www.hoy.com.do/vivir/2009/3/13/270033/print 3. www.educared.org.ar/biblioteca/guiadeletras/?p=2727
Para obtener información sobre el Programa Nacional de Bibliotecas Magisteriales, Club de Lectores, Programa Nacional de Lectura y Biblioteca de Aula:
1. www.pnbm.com/ 2. www.clublectores.com 3. lectura.dgme.sep.gob.mx/
Reseña del libro La lectura, ¿afi ción o hábito?, Colección La sombra de la palabra (núm. 7), de Luis Arizaleta (FIRA), Anaya, Madrid, 2003, 125 pp.
NOTA: Los datos sobre el diseño de la portada del libro hoy reseñado, en la que aparece un objeto rojo, me fueron proporcionados por Gerardo Domínguez de Madrid, diseñador de cubierta quien me explicó que la gura es un juego que se llama “diábolo”. Fue inventado en China durante la dinastía Han (206 a.C.) y en España es muy frecuente encontrar en los parques y plazas a los malabaristas ambulantes que los practican como entretenimiento para el público. Usarlo en la portada fue con la intención de mostrar un elemento de impacto visual y porque la fuerza reside en la cuerda que lo sostiene y lo eleva, al diseñador le pareció interesante formar esta cuerda con palabras que son el inicio del un texto de la página 11 que dice:
En algún lugar del norte peninsular transcurre uno de esos días del mes de enero que llevan dentro la promesa de la primavera. La placidez de la tarde invita a pasear. Mira el reloj de pared, deja sobre la mesa el librito que le tiene enfrascado…
