Proyectos Agropecuarios de Investigación y Desarrollo
Proyectos productivos
Los denominados proyectos productivos se identifican con aquellas propuestas de soluciones a problemas que surgen tanto en empresas como en otras organizaciones o territorios vinculados a la producción agrícola, las que a través de un proceso de análisis de alternativas aportan la forma más conveniente desde el punto de vista biológico, económico, tecnológico, social y ambiental para enfrentar problemas concretos que limitan la eficiencia y calidad en el cumplimiento de sus objetivos. En los proyectos productivos el nivel de definición de los objetivos a alcanzar debe ser muy preciso, implicando en su formulación riesgos mínimos, al tiempo que requieren de una puntualización muy alta en relación a los costos y recursos necesarios para su ejecución. Para el estudio de las características concretas se los clasifica en proyectos de desarrollo empresarial y proyectos de desarrollo rural. Esta clasificación está asociada de manera directa a las condiciones específicas en que se llevan a cabo los estudios, diferenciando los que se relacionan con problemáticas concretas que se presentan en el seno de empresas, organizaciones productivas, de aquellas entidades que forman parte de un contexto mucho más amplio; en el que se ven implicadas comunidades que desarrollan su vida en un ámbito rural y cuyo quehacer puede o no estar determinado por el vínculo directo con las producciones agrícolas que en tales condiciones se desarrollan. Proyectos técnicos
Los problemas de carácter técnico no tienen generalmente una complejidad significativa. Los proyectos técnicos para su solución se abordan de manera directa a partir de modelos, procesos o tecnologías claramente definidas, por lo que su planeamiento o diseño se desarrolla de manera simple en función de la definición precisa de los objetivos y de la descripción de un conjunto de actividades secuenciadas. El grado de complejidad de los proyectos técnicos depende de la envergadura de la solución, de ahí que diferenciamos dos tipos fundamentales: las tareas técnicas y los proyectos de inversión.
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