Cuando todo el mundo pisĂĄbamos la misma arena blanca
En el principio no existĂa dualidad
por eso es tan difĂcil que nos entre en la cabeza. Por el sol distinguimos entre el brillo y las sombras y las gaviotas son hermosas y nos dan miedo si se acercan. Hay que tener cuidado porque en la arena, su sombra, son como agujeros.
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