Actividades de comprensión 1. Estas dos rimas de Bécquer tienen un motivo en común que llevó a colocarlas de forma consecutiva en el libro que póstumamente recogió los textos poéticos del escritor. ¿Cuál crees que es ese motivo?
2. La rima LXIX trae enseguida a la mente el recuerdo de una famosísima obra del teatro barroco español. ¿Sabes a cuál nos referimos?
3. Analiza la métrica y el estilo de los dos textos. 4. Señala las características propias del Romanticismo que hayas podido advertir en ambas rimas.
5. Compara la rima LXVIII con el siguiente poema de Rosalía de Castro: Gustavo Adolfo Bécquer en 1865 (fotografía de A. Alonso Martínez).
Unha vez tiven un cravo cravado no corazón, i eu non me acordo xa si era aquel cravo de ouro, de ferro ou de amor. Soio sei que me fixo un mal tan fondo, que tanto me atormentóu, que eu día e noite sin cesar choraba cal choróu Madanela na Pasión. «Señor, que todo o podedes —pedinlle unha vez a Dios—, daime valor pra arrincar dun golpe cravo de tal condición». E doumo Dios, e arrinqueimo; mais... ¿quén pensara...? Despois xa non sentín máis tormentos nin soupen qué era delor; soupen só que non sei qué me faltaba en donde o cravo faltóu, e seica, seica tiven soidades daquela pena... ¡Bon Dios! Este barro mortal que envolve o esprito ¡quén o entenderá, Señor...!
Tenía una vez un clavo clavado en el corazón, y ya no recuerdo si era aquel clavo de oro, de hierro o de amor. Solo sé de él que me hirió tan hondo, que tanto me atormentó, que día y noche sin cesar lloraba, cual lloró Magdalena en la Pasión. «Señor, que todo lo puedes —le pedí una vez a Dios—, dame valor para arrancar de un golpe clavo de tal condición». Diómelo Dios, lo arranqué; ... ¿quién lo dijera...? Hasta hoy ya no sentí más tormentos ni supe qué era el dolor; solo supe que algo me faltaba donde el clavo faltó, y aún sentí nostalgia, aún sentí nostalgia de aquella pena... ¡Buen Dios! Este barro mortal que envuelve el alma, ¡quién lo entenderá, Señor...! (Traducción de Juan Barja)
Otras actividades 1. Buscad diversos ejemplares de las Rimas de Bécquer en la biblioteca y elegid cada uno un poema distinto de los que componen el libro. Memorizadlo y recitadlo luego en una clase ante los demás compañeros.
2. Después de haber comentado las dos rimas anteriores de Bécquer y de haber escuchado otras muchas recitadas por vuestros compañeros, puedes intentar escribir tú mismo una rima al modo de Bécquer: busca que tenga cierto parecido tanto en cuanto al tema como por lo que respecta al estilo.
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