General lagos territorio ascentral por conocer

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Compendio Bibliogrรกfico


ILUSTRACIÓN

Bryan Meza Medina


CRÉDITOS

GENERAL LAGOS, TERRITORIO ANCESTRAL POR CONOCER ESTE LIBRO HA SIDO FINANCIADO POR EL CONSEJO NACIONAL DE LA CULTURA Y LAS ARTES REGIÓN ARICA Y PARINACOTA Y EJECUTADO POR CAMANCHACAS CONSULTORES, CON EL FIN DE DIFUNDIR EL PATRIMONIO CULTURAL Y NATURAL DE LA COMUNA DE GENERAL LAGOS, Y PROMOVER SU POTENCIALIDAD TURÍSTICA.

COORDINACIÓN – DIRECCIÓN DE DISEÑO Bosco González Jiménez Yeraldy Díaz Villalobos DIAGRAMACIÓN - EJECUCIÓN DE DISEÑO Ignacio Céspedes Flores Bryan Meza Medina FOTO PORTADA Fundación Altiplano PROGRAMA RED CULTURA REGIÓN ARICA Y PARINACOTA CONSEJO NACIONAL DE LA CULTURA Y LAS ARTES, 2016


ÍNDICE Presentación Director Consejo Regional de la Cultura y las Artes de Arica y Parinacota. José Barraza Llerena.

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Patricia Arévalo Fernández, Historiadora UTA. Tema: Lo que el viento de la puna nos contó.

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Yanett Fuentes Reyes, Periodista CONAF Región de Arica y Parinacota. Tema: El primer bosque nativo de Chile crece en la comuna de General Lagos.

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Calogero Santoro Vargas, Investigador del Instituto de Alta Investigación UTA. Tema: La historia profunda de la comuna General Lagos y desarrollo del turismo cultural.

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Claudia Flores Galleguillos, Historiadora del Área de Patrimonio Cultural CRCA AyP. Tema: El Patrimonio Inmaterial de la comuna de General Lagos.

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Ian Thomson Newman, Ingeniero en Transporte. Tema: Las azufreras de Tacora.

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Magdalena Pereira Campos, Historiadora del Arte. Ángel Guillén Cárdenas, Arquitecto. Fundación Altiplano “Monseñor Salas Valdés”. Tema: Valores patrimoniales de las capillas e iglesias de la comuna de General Lagos.

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Cristian Heinsen Planella, Director Ejecutivo Fundación Altiplano. “Monseñor Salas Valdés”. Tema: Ruta de las Misiones en General Lagos.

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Franco Rojas Carreño, Docente Carrera de Turismo INACAP. Tema: Algunas consideraciones para el desarrollo turístico en la comuna de General Lagos: La potencialidad turística del altiplano chileno.

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Equipo Regional Fundación para la Superación de la Pobreza. Tema: Sistema educativo, desarrollo local y su relación con el turismo cultural en General Lagos.

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Epílogo.

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ÍNDICE

Anexos

118 Decreto Supremo 166 y plano Iglesia de Iglesia Santa Rosa de Lima de Guacollo. Decreto Supremo 166 y Plano Iglesia Virgen de la Inmaculada Concepción de Putani. Decreto Supremo 294 y Plano Iglesia San Santiago Apóstol de Airo. Decreto Supremo 294 y Plano Iglesia Virgen del Rosario de Cosapilla. Decreto Supremo 294 y Plano Iglesia Virgen del Carmen de Tacora. Decreto Supremo 514 y Plano Ruinas del Complejo Industrial Azufrero de Tacora. Villa Industrial. Decreto Supremo 514 y Plano Ruinas del Complejo Industrial Azufrero de Tacora. Campamento de Aguas Calientes. Decreto Supremo 514 y Plano Ruinas del Complejo Industrial Azufrero de Tacora. Montaña – andariveles. Decreto Supremo Yacimientos arqueológicos y paleontológicos del Departamento de Arica. Región.


Presentación

L

a publicación de “General Lagos, territorio ancestral por conocer”, es una iniciativa que en conjunto con la municipalidad de General Lagos y el Programa Red Cultura del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, se ha desarrollado con la finalidad de fortalecer el desarrollo, acceso y la participación de la comunidad en torno a la cultura, las artes y el patrimonio de este territorio que aún guarda celosamente su historia cultural y natural que nos invita a descubrirla, conocerla y disfrutarla. Esta obra se ejecuta gracias al trabajo que el CNCA realiza con su programa Red Cultura y los fondos de apoyo a la gestión y fortalecimiento de su Plan Estratégico Municipal de Cultura de General Lagos, con esto se busca aportar a cumplir con su misión que es “consolidar un modelo perdurable en el tiempo para el desarrollo cultural de la comuna de General Lagos, que permita fomentar el patrimonio cultural, tanto material como inmaterial de la localidad y difundirlo al resto del mundo”. Como Dirección Regional, nos sumamos a la tarea de redescubrir y difundir los atributos naturales y culturales que la comuna posee y que la municipalidad de General Lagos ya inició con la edición de un texto anterior donde se describían los recursos naturales e históricos del territorio. Este trabajo buscar dar a conocer las potencialidades que posee la Comuna para desarrollar el turismo cultural, como actividad económica complementaria a la ganadería, pero también hace referencia a las limitaciones y desafíos que tanto el sector privado como el público debemos generar para que el aislamiento no sea la excusa para no conocer este espacio, con historias, sabores, olores y paisajes por conocer y disfrutar. El texto busca reflexionar y dar a conocer aspectos emergentes del patrimonio cultural y natural que la comuna posee, que no han sido relevado; también nos indica qué tareas debemos efectuar para superar las brechas que obstaculizan que el turismo cultural pueda desarrollarse. Si bien el territorio tiene sus debilidades para el desarrollo de la actividad, no es menor que los esfuerzos para mejorar la conectividad, como son la pavimentación de la Ruta A – 93 Parinacota – Visviri y el futuro funcionamiento del Ferrocarril Arica – La Paz y la ansiada electrificación, nos van a permitir ampliar la oferta turística de la Región. Para ello debemos estar preparados. Una forma de estar aprestos a esos nuevos tiempos es con la publicación de este libro y con la formación del capital humano de la comuna de General Lagos.


Agradecemos a todos y a todas quienes han hecho posible la publicación de este libro, gracias por su interés y generosidad. Su edición será una vitrina para difundir las bondades, atributos culturales y naturales, como también los desafíos que la comuna debe enfrentar para generar el ansiado desarrollo integral de este territorio ancestral, donde se registran las más antiguas evidencias de la presencia humana de la actual Región de Arica y Parinacota, como es el sitio Hakenasa. Dedicamos este trabajo con humildad a los hombre y mujeres, quienes desde hace mucho tiempo han ido domesticando, creando, conservando y cuidando este bello territorio ancestral. José Barraza Llerena Director Consejo de la Cultura y Las Artes Región de Arica y Parinacota


Lo que el viento de la puna nos contó Patricia Arévalo Fernández


LO QUE EL VIENTO DE LA PUNA NOS CONTÓ Patricia Arévalo Fernández Historiadora UTA En el año 2008, la carretera aún no estaba terminada y no era de extrañarse encontrar quiulas corriendo por el camino, aves carroñeras dando cuenta de lo que un puma había dejado, restos de una alpaca, un águila mirando el horizonte sobre una roca a tres metros sobre el suelo y una cantidad enorme de vicuñas cruzando el camino. Los bofedales verdes -por la época del año- haciendo el contraste con los cerros grises y casi nada de nieve en sus cumbres. Visviri y Charaña, poblados andinos, chileno uno y boliviano el otro, lugares de tránsito para camiones, los separan solamente 7 kilómetros, por eso ha de ser que uno de los descendiente de los Manzano va entre uno y otro, un día a pie y el otro en bicicleta. Mientras en uno el pollo asado con arroz y ensalada de papas es rigurosamente el plato típico en el otro lado sigue siendo el “asadito” o la trucha frita con arroz, papas cocidas y ensalada de lechuga y tomate. A los dos los azota el sol entre el medio día y las dos de la tarde, a los dos les llega el viento con arena a las cuatro de la tarde, a los dos les llega el frío, a las cinco de la tarde. Hay más niños y abuelos en Charaña que en Visviri, hay más aymara hablantes en Charaña que en Visviri y hay más negocios en Charaña que en Visviri. Cuatro meses entre ambos poblados dieron luces para reconstruir parte de sus historias, que son en realidad una sola historia. Visviri En el 2008, doña Concepción Butrón recordaba “... este pedazo de tierra, donde ahora está Visviri, le pertenecía a los Manzano, esto le pertenecía a los Manzano, era parte de la estancia Chujllumani...” comenta que su suegra, doña Marcela Manzano -hija de Miguel Manzanohabía dado terreno para la instalación de una escuela, después le dio a la gente junto con Bienes Nacionales... ella cuenta que el bofedal se fue... que los peruanos se lo llevaron...” se secó y tuvieron que salir y dejar sus estancias los Montes, Onofre y Manzano, todos se quedaron sin agua y se vinieron a Visviri”.

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En 1874 se canalizó el río Uchusuma[1], se dirigió hacia Tacna para aumentar las aguas destinadas al riego, secando los bofedales de las tierras altas. Siguiendo el relato de doña Concepción, ella recuerda “primero se vinieron los de las estancias que se secaron, antes venían desde sus casas a comprar lo que traía el tren... verdura, fruta y mercadería...”. Ella nos dice que poco tiempo después que se instaló la estación del ferrocarril, “la gente comenzó a vender tecito o queso decían que era un buen negocio... después fueron viniendo y haciendo sus casitas”. Don Ricardo Villanueva de 86 años en el 2008, nos contaba “...al principio el ferrocarril era un tren de carga... el retén fue el primero, el ferrocarril fue segundo, luego vino el negocio de don Victoriano Bofante, luego Modesto Paredes desde la estancia Chuyupampa, Onofre se vino desde la estancia Parcoma, Mauricio Montes comenzó a trabajar en el ferrocarril... y el ferrocarril puso la escuela, Manzano le dio el terreno. Don Ricardo dice “en Putani nace el agua para Visviri, era agua desde el Uchusuma, desde que el agua se la llevaron para Tacna, los bofedales se secaron, los Montes, Onofre y los Manzano y por último los Paredes, perdieron sus bofedales. La canalización del Uchusuma está en el recuerdo de los abuelos como un hecho importante, cambió no sólo el paisaje sino obligó a los dueños de las estancias que se secaron a abandonar sus tierras dedicadas a la ganadería, los hijos recuerdan “mi papá construyó la primera casa de Visviri, esperaban la mercadería que traía el tren... pero llegaba muy tarde en la noche, entonces necesitaban dormir aquí para salir muy temprano a la mañana siguiente para sus estancias, por eso construyó primero una pieza... pidió permiso y después hizo la primera casa. Por el lado del ferrocarril se levantó la segunda casa... la de los Manzano”. Don Marcelino Mamani, posee un documento, un título de propiedad, fechado en Tacna el 23 de Junio de 1914, declara que los dueños de un terreno llamado Visvire [sic] son Miguel Manzano, Manuel Nina, Modesto Paredes “en unión de” Francisco Mamani, Martín Manzano, Francisco Paredes, Cirilo Manqui, Nicolás Nina, Santos Chura [por la transcripción podría ser Santa o Santusa) viuda de López, Carlos López y Juan Machaca, el terreno es de 2.5 kms de ancho por 5 de largo, expresa que son dueños hace 35 años, lo que nos remite exactamente a 1879, al inicio de la Guerra del Pacífico y a sólo cinco años después de la canalización del Uchusuma, el padre de Marcelino le dijo “un hombre quería ser dueño de estos terrenos, por eso nos unimos para ganar el terreno de Visviri”. Cuando ya eran dueños el padre de Marcelino donó los terrenos para el cementerio de Visviri.

[1] Carlos Keller, “El Departamento de Arica” Santiago, 1946.

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Charaña Don Juan Alanoca[2], escribiendo la historia de Charaña contaba que “el pueblo de Charaña, está emplazado entre los territorios de los ayllus originarios de Taracollo Condoroca, Junuta Condoroca, Quelka, Copacati, Pahaza y Siki, todos son parte de la nación de los Paca Jaquis... los hombres águila, el antiguo Jacha Suyu Pakajaqi, la nación Pacaje en el territorio aymara; los seis ayllus están divididos en dos mitades, en el Aransaya estaban Taracollo, Junuta y Quelka, en el Urinsaya estaban Siki, Pahaza y Copacati, con una sola autoridad, el Jacha Mallku”. Las estancias Calacalani y Chujllumani pertenecían al ayllu de Taracollo. Con la anexión de parte de estos territorios a la república chilena y la posterior instalación del ferrocarril, se debió construir sobre la frontera la estación de tren en Charaña, allí ocurriría el intercambio de vagones, combinación y trasbordo. En cuanto comenzó a funcionar el tren se construyeron las primeras casas en torno a la estación, finalmente se instalaron casas comerciales, importadoras y exportadoras, marcando el inicio de un nuevo circuito comercial para la lana, cueros, tejidos, carbón y tola. Don Luis Mamani, yatiri, de 83 años, cuenta que “Charaña era un puesto para los comerciantes, ellos reformaron el pueblo que existía, antes esto era un tambo, se hacía negocio de carbón de queñoa, telares, se aprovechaba el tren de Arica La Paz, la gente del ayllo Taracollo Condoroca, le donó el terreno al ferrocarril, en la década del 20.” Otro abuelo, don Francisco Choque de 84 años, hace memoria “...Humapalca la primera estancia era de Andrés Rodríguez, Challavilti la segunda estancia, era de Clemencia viuda de Machaca, Vintilla era la tercera estancia...era de Taracollo de Modesto Paredes y Julia viuda de López, Yapayapani la estancia de Manuel Nina, Iscojo la quinta estancia, de Cirilo Mamani ... Chujllumani la sexta estancia de Miguel Manzano quedó para Chile... Calacalani la séptima estancia, también de propiedad de Manzano, ahora vive Paredes. Lupiran, la octava estancia de Segundo Manzano...pasó a Marcelino Mamani, Ticani la novena estancia de Laureano López...” (...) “estas son las estancias que dieron origen a Charaña, ellos donaron el terreno gratis, vino el Juez de Calacoto para organizar el terreno, dijo: primero aduana y estación... esto era una pampa, había sólo un tambo, los arrieros llegaban aquí para descansar, traían alimentos para cambiar, los peruanos Aranda, Cánepa eran comer- ciantes mayoristas, pusieron tiendas, vendían de todo, ellos compraban la lana de alpaca, carbón vegetal, leña, llegaron los camiones... pero todo eso pasó porque se llevaron el río Uchusuma, que viene del cerro Condortico, no mas pastos, no más agua... dejamos las estancias...” [2] Juan Alanoca M., “Valeroso Pueblo de Charaña. Futura Ciudad Centinela de Bolivia”. El Alto, 2007.

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En el año 1927, se establece la primera Junta de Vecinos de Charaña, quedando adscrita a la provincia de Pacajes, se instalarán paulatinamente puesto militar, oficina de telecomunicaciones rurales, puesto de policía fronteriza, la escuela, el puesto de salud. Sin embargo nunca han dejado de “compartir” ni de concebir este territorio, como un territorio integrado entre chilenos y bolivianos; la tía Viviana de Visviri tiene su sobrina Yolanda Andrade en Charaña, Vicente Poma de Charaña dice: “mi madre es de Nasahuento, ahora está en Arica, mis hijos mayores están en Putre y mi hermana Florentina en Parinacota...” De Charaña también, don Mario Machicado cuenta que trabajó en Arica, en un almacén en la calle 18 de septiembre “...mi primera esposa fue chilena, tengo tres hijas en Chile y una en Bolivia...” Adelina Vino en Charaña recuerda “...a los 8 años bajé a Arica, allí me quedé con parientes...”. Así entonces, entre el documento de Marcelino Mamani y la memoria de don Francisco Choque, nos encontramos con la evidencia de un territorio que hacia 1914 reconocía como propietarios a una serie de personajes que en la memoria aparecen como originarios de los ayllus que son parte de la nación Paca Jaqui. Al cruzar ambas fuentes se puede apreciar que la estancia Chujllumani de Miguel Manzano, quedó en el territorio chileno, que todas las siguientes estancias -del territorio de Charaña- eran las abandonadas por la pérdida del agua, cuyos dueños aparecen más tarde con tierras en Visviri; a saber, Manuel Nina era el dueño de la estancia Yapayapani, Modesto Paredes de Vintilla, Francisco Mamani, padre de Marcelino, era dueño de Lupirán, que Calacalani era de Martín Manzano y que pasó a ser de Francisco Paredes, Iscojo era de Cirilo Mamani [Manqui], Santa Chura viuda de Laureano López quedó dueña de Ticani. Finalmente los cambios provocados por la pérdida del agua y por la instalación del tren obligaron a los ayllus originarios a salir de sus estancias y ubicarse en las nuevas tierras de Visviri, tomando posesión de ellas en calidad de propietarios. El territorio de los Pacajes es la Puna, el paisaje los bofedales y la imagen es la de los ganaderos y pastoras cuidando su ganado; eran dueños de este territorio, le dieron otro sentido a la montaña, instalándose en aleros dejando en ellos pictografías, levantando tambos, chullpas, pukaras, poblados e iglesias. Los incas los obligaron a tributar y luego el español; entregaron lana y tejidos, a modo de tributos. Mantuvieron ritos ancestrales pese a la extirpación de idolatrías y un modo de vida vinculado a la puna y los bofedales. La agricultura de los valles cálidos y húmedos de la parte baja necesitaba más agua, la industria salitrera requería pastos y alimentos, entonces el río Uchusuma de canalizó dirigiendo sus aguas hacia el valle de Tacna. Los bofedales se secaron y quienes vivían en estancias cercanas observaron la falta de agua, no había como mantener el ganado ni como regar los

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bofedales. La guerra entre la Confederación peruana boliviana y Chile dividió el territorio y el tratado impuso la construcción del ferrocarril Arica-La Paz. El tren se volvió una oportunidad para “comerciar” o “intercambiar”, dejando de ser ganaderos de tiempo completo para ser comerciantes u obreros del ferrocarril pero manteniendo la idea y la costumbre ancestral de concebir este lugar como un territorio compartido e integrado.

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Figura 1. La imagen nos ilustra la presencia de llamas y alpacas en el altiplano de la comuna de General Lagos.


Figura 2. Límite Tripartito entre Chile, Perú y Bolivia. Desde este punto uno puede partir a Charaña y Visviri.


El primer bosque nativo de Chile crece en la comuna de General Lagos Yanett Fuentes Reyes


EL PRIMER BOSQUE NATIVO DE CHILE CRECE EN LA COMUNA DE GENERAL LAGOS Entre el cielo y la Pachamama, en la comuna más septentrional de Chile, pervive ancestralmente la queñoa (Polylepistarapacana), el árbol que crece a mayor altitud en el mundo. Yanett Fuentes Reyes Periodista CONAF, Región de Arica y Parinacota

Quien llega por primera vez a la comuna de General Lagos, en el extremo norte de Chile, probablemente se maravillará frente a un paisaje de coloridos contrastes. Descubrirá los tonos ocres, grises o dorados de sus formaciones geológicas, a los que se sobrepone el azul intenso o los blancos y grises de un cielo despejado o nuboso. En ese conjunto de bellezas paisajísticas, es donde se insertan luego los verdes y amarillos de los recursos vegetacionales, los que incluyen nada menos que al árbol que crece a mayor altitud en el mundo, la queñoa de altura o Polylepistarapacana, y que aquí, en la comuna de General Lagos, a más de 4.500 m.s.n.m., da forma al bosque nativo más septentrional del país. ¿Cuánto bosque tiene la Comuna? Hasta hace poco no había mucha certeza respecto de la magnitud de este bosque al no existir cifras oficiales respecto de su superficie o la cobertura que alcanza este recurso. Este vacío informativo vino a superarlo recientemente la actualización del Catastro de Recursos Vegetacionales de Arica y Parinacota, estudio encargado por la Corporación Nacional Forestal, y que reveló que la comuna de General Lagos tiene nada menos que 20.836,80 hectáreas de queñoa de altura, representando el 44% del bosque nativo de la región. El género Polylepis forma parte de la familia de las Rosáceas, y sólo existe en Sudamérica, donde se han descrito alrededor de veinte especies. Chile posee dos especies: la queñoa precordillerana o Polylepisrugulosa, categorizada En Peligro; y la queñoa de altura (Polylepistarapacana) –que referimos en este artículo-, y que se distribuye hasta la región de Antofagasta, con poblaciones menores.

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La queñoa de altura se encuentra en estado Vulnerable (VU A2c), desde el punto de vista de su conservación, de acuerdo al 3° Proceso del Reglamento de Clasificación de Especies, realizado el año 2007 (DS 51/2008 de MINSEGPRES), que confirmó la clasificación del Libro Rojo de las Especies. Esta condición implica que las queñoas de la región y el país estén bajo protección legal, bajo la Ley 20.283 sobre Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal. La queñoa de altura o el árbol de las alturas como se le ha llamado, es un árbol siempre verde que crece entre uno a siete metros y a altitudes sobre los 4.300 m.s.n.m. Al igual que su par de precordillera (Polylepisrugulosa), crece en bosques fragmentados, lo que probablemente se deba a la pérdida de sus poblaciones a lo largo del tiempo por el impacto de la acción humana. Como otro habitante más de esta comuna extrema, la queñoa se ha adaptado a condiciones rigurosas de frío y aridez e integra el paisaje de las regiones de la estepa altoandina o puna. Usos comunitarios Los bosques de queñoa de la comuna de General Lagos han formado parte no sólo del paisaje y de la geografía y ambiente extremo de esta comuna. En el ámbito cotidiano se trata de un ecosistema que ha estado conectado desde siempre con las comunidades locales. De ello dan cuenta sus usos como combustible y leña, material de construcción y artesanías, fuente de tinte para las lanas y tejidos, y la aplicación en usos medicinales, en especial su corteza. En otras latitudes a la queñoa se le llama “el coloradito”, precisamente por el color de su corteza, de tonos rojizos, y que se desprende en láminas finas y múltiples. Llama también la atención el crecimiento retorcido de su tronco y ramas, que permite bellas formas escultóricas. “Estación climatológica” Otro uso o aplicación más reciente y moderna que ha tenido la queñoa, deriva del aprovechamiento de sus características de longevidad, ya que se calcula que un árbol puede vivir más de 700 años. Esta cualidad es la que ha permitido realizar estudios, a través de la dendrocronología, que es la disciplina que se ocupa de estudiar los cambios climáticos en el tiempo a partir de los anillos anuales de crecimiento de los árboles.

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Justamente utilizando los bosques de queñoa de la Región de Arica y Parinacota, la Universidad Austral de Chile, participando asociativamente con instancias de Perú, Bolivia y Argentina, usaron estos árboles como verdaderas “estaciones climáticas” para estudiar el clima de la región desde tiempo ancestrales. La información que generó dicho estudio fue expuesta en el III Congreso Mundial de la Queñoa, que tuvo lugar en Arica el año 2012. En la ocasión, el especialista Duncan Christie, de la Universidad Austral detalló que esta investigación abarcó desde el año 1300, mostrando que “en el pasado hubo sequías persistentes, incluso de hasta cien años de duración, intercaladas con períodos lluviosos. Sin embargo, desde la década de 1930 los años secos se extienden como no había ocurrido nunca antes en la historia climática” (Boletín CONAF Informa N° 65, 2012). En este mismo encuentro científico, el ecólogo Paul Ramsay, de la Universidad de Plymouth, Inglaterra, calificó a nuestros bosques de Polylepis o queñoas, “que se comparten un poco con Perú y Bolivia como “únicos entre los únicos del mundo”, por el clima en que se desarrollan. La queñoa de altura es un árbol que no crece muy rápido, justamente por estar en uno de los lugares más altos del mundo. Su madera es muy densa, tanto porque crece lentamente como por la altura en que vive, donde hay poco oxígeno. Además, el ambiente seco posibilita que cuando un árbol muere, no se descompone rápidamente y permanece como madera más tiempo, por tanto, el carbono capturado se mantiene, por un tiempo más largo. Un bosque, un ecosistema Hablar de los bosques de queñoa es hablar de un ecosistema, por tanto, está asociado a muchas otras especies y recursos. Los avistamientos de avifauna mencionan alrededor de veinte aves, pero también según la opinión de Paul Ramsay, estos bosques tendrían también “diversos microorganismos y lo más probable es que haya especies aún no descubiertas asociadas a los bosques de la zona”. De lo conocido habría que señalar que donde crece la queñoa de altura, lo más probable es que también crezca la llareta (Azorella compacta), otra maravilla del altiplano, presente asimismo en la comuna de General Lagos. Si en la queñoa tenemos al árbol que crece a mayor altitud en el mundo, en la llareta tenemos a una de las especies herbáceas más rara o extraña del planeta. Crece en forma de cojín a un ritmo lentísimo, lo que también se explica por la altura a la que se desarrolla.

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En General Lagos, su bello paisaje vegetacional lo completan muchas otras especies. Los tolares (especies del género Baccharis y Parastrephia), forman por sí solo una belleza panorámica, por el tamaño que presentan las formaciones de este tipo a la entrada de la comuna. Tema aparte merecen los bofedales y vegas, que en General Lagos tienen un rol fundamental en la mantención de la ganadería camélida de la zona, por su elevado potencial nutritivo. Según el último catastro, en General Lagos existen mil quinientas hectáreas de bofedales y 4.264 hectáreas de vegas. Estos humedales constituyen también una de las bellezas escénicas de la comuna de General Lagos, y en términos de recursos, se calcula que reúnen alrededor de 66 especies distintas. Además, como ecosistemas, constituyen por sí mismos un sistema captador de aguas. Reguladores hídricos Y si del agua se trata, y volviendo a nuestros bosques de queñoa, otro papel fundamental en la ecología local y regional, es su aporte a la conservación y regulación del agua de las cuencas. No sería lo mismo el fluir del agua cordillerana que escurre al subsuelo, por terrenos secos que por zonas con formaciones vegetacionales, en especial los bosques. Tan importante es la queñoa, que a nivel gubernamental existe el Plan Nacional de Conservación de la Queñoa. Su objetivo es conservar los bosques de la especie en su estado natural, a través de diversas acciones, uno de ellas es la restauración ecológica. De ese modo se espera paliar en parte lo que fue la pérdida de este patrimonio, por la acción del hombre, cuando estos bosques se usaron en forma indiscriminada en épocas pasadas por la construcción de la vía férrea o por actividades mineras o su uso para carbón, entre otros. Proyectos Un impulso significativo para este efecto, así como para la forestación comunitaria, lo han dado los proyectos de recuperación ex situ, lo que ha permitido desarrollar por parte de CONAF, ensayos de propagación masiva y luego la producción de queñoas a partir de semillas, en el Vivero Forestal de Putre. De ese modo, es posible ahora comenzar a recuperar el bosque, pero además distribuir las plantas a la comunidad de la provincia de Parinacota. Es así como en el último tiempo se han plantado queñoas en la plaza de Visviri y en la Escuela de Ancolacane, además de entregas comunitarias a las familias de la comuna, todo con el objetivo de que las nuevas generaciones sigan contando con este recurso, y por supuesto, generando los beneficios que este árbol de las alturas aporta al medioambiente.

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Sin duda los bosques de queñoa, así como toda la vegetación asociada presente en la comuna de General Lagos, es un patrimonio aún por investigar, pero todo un potencial para la propia comunidad, así como para su proyección en materia turística. La belleza que aporta el bosque enclavado a más de cuatro mil metros de altitud, o su interés para el turismo de intereses especiales, en este caso de tipo ecológico para la investigación, constituye un atractivo y un mundo aún por descubrir, siempre y cuando se opere bajo la mirada del manejo sustentable y participativo. Para el visitante que llegue a estas lejanías en tanto, la belleza de este ambiente extremo le brindará una experiencia distinta a otros circuitos, se acercará un poco a las culturas andinas, y conocerá un bosque único entre los más altos del mundo, creciendo entre la Pachamama y el cielo. Referencias bibliográficas Boletín CONAF Informa Arica y Parinacota (2012), N° 65 Número especial Congreso Polylepis. CONAF (2015). Monitoreo de cambios, corrección cartográfica y actualización del Catastro de los Recursos Vegetacionales Nativos de la Región de Arica y Parinacota. Corporación Nacional Forestal - Informe final Biota preparado por Biota Gestión y Consultorías Ambientales Ltda., para CONAF, Santiago. Ficha técnica Polylepistarapacana, MMA. Proyecto Polylepistarapacana, material de divulgación, CONAF Región de Arica y Parinacota. Queñoa, árbol de las alturas, Gerencia de Medio Ambiente Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi SCM – Jack Stern y Cía. Ltda. Producción y Fotografía Felipe Orrego. Noviembre 2011.

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Figura 1. Paja brava. Las formaciones vegetacionales constituyen un atractivo más de las bellezas paisajísticas de General Lagos. En a foto observamos paja brava (Festuca Orthophylla). Foto: Guardaparque Luis Araya Villazón.


Figura 2. El bosque nativo más septentrional del país, conformado por Polylepis tarapacana o queñoa de altura, crece en la comuna de General Lagos, provincia de Parinacota. Foto: Andrés Huanca Mamani.


Figura 3. “Árbol de las alturas”, se le ha llamado a Polylepis tarapacana, la especie arbórea que crece a mayor altitud en el mundo. Foto: Andrés Huanca Mamani.


Figura 4. “Estación climática”: A los usos ancestrales que se le ha dado a la queñoa, se le suma ahora su utilidad en el campo de la dendrocronología, para conocer el clima y sus variaciones a lo largo del tiempo. Foto: Andrés Huanca Mamani.


Figura 5. Bofedal en sector Suriplaza, de la comuna de General Lagos. Vitales para la fauna silvestre y la ganadería doméstica los bofedales reúnen una gran diversidad florística, y aportan de manera singular a la belleza paisajística del altiplano. Foto: guardaparque Luis Araya.


La historia profunda de la comuna de General Lagos y desarrollo del turismo cultura Calogero Santoro Vargas


LA HISTORIA PROFUNDA DE LA COMUNA DE GENERAL LAGOS Y DESARROLLO DEL TURISMO CULTURAL [1] Calogero Santoro Vargas[2] Investigador del Instituto de Alta Investigación UTA Los territorios altiplánicos de la comuna General Lagos se inscriben en uno de los paisaje más inhóspitos del planeta, dada las amplias fluctuaciones de frío y calor entre el día y la noche y su altura de más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar que tiene efectos limitantes para la vida normal de las personas y otros seres vivos. Por esta razón, por muchos años los historiadores andinos estimaron que la profundidad histórica de esta zona no era comparable con la antigüedad de la historia de los pueblos de cazadores recolectores de la costa del Pacífico y del Desierto de Atacama, que de acuerdo a dataciones de investigaciones recientes se remontan a unos trece mil años de antigüedad (Latorre et al., 2013). Se estimaba que las duras condiciones del altiplano y cordillera andina requería de sistemas tecnológicos y culturales de pueblos avanzados de pastores y cultivadores de la tierra, capaces de construir viviendas y fabricar vestimentas adecuadas para soportar las duras inclemencias del clima. Por ejemplo, por esta áspera zona marcharon, con dificultades que provocaron bajas en sus filas, las huestes de Diego de Almagro desde Cusco hasta alcanzar la quebrada de Paipote en el valle de Copiapó, para seguir luego más hacia el sur hasta lo que es hoy Santiago de Chile (Vitry, 2007). A su regreso al Cusco, Diego de Almagro y su grupo expedicionario prefirieron atravesar el Desierto de Atacama desde Copiapó hasta Arica para evitar el altiplano, siguiendo otra de las rutas que formaron parte de la gran red vial que articuló el Estado Inka (Castro, 2007; Santoro, 1983). Esta visión pesimista de alguna manera persiste tanto en los ámbitos científicos y políticos así como en el consiente colectivo general. Para algunos investigadores el proceso de colonización humana de territorios sobre tres mil metros es un fenómeno tardío en la historia de la expansión de la especie humana en el planeta (Aldenderfer, 2006; Osorio et al., 2017), dado que por sobre esa altura los individuos se someten a fuertes presiones ambientales, como la falta de oxígeno para lo cual los humanos no están genéticamente adaptados; como ocurre con otras especies de animales como los camélidos, tanto silvestres (vicuñas y guanacos) como domesticados (llamas y alpacas). Biológicamente, las poblaciones humanas [1] Resultados del proyecto CONICYT/PIA ANILLO SOC1405. [2] Laboratorio de Arqueología y Paleoambiente, Instituto de Alta Investigación, Universidad de Tarapacá, Antofagasta 1520, Casilla 6-D, Arica 100236, Chile, fono 56-58 220-5896, Calogero_santoro@yahoo.com.

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pueden adaptarse a la altura, después de permanecer varios días o semanas en el altiplano. Este es un proceso individual que permite soportar las condiciones de falta de oxígenos y reducir los síntomas que experimentan las personas que suben a la comuna General Lagos (i.e. sueño, nauseas, vómitos, decaimiento general y en casos extremos paros respiratorios y cardiacos). La adaptación para superar estos efectos no se traspasa a nuevas generaciones, lo que implicaría trasformaciones genéticas. No obstante lo anterior, estudios genéticos recientes muestran que poblaciones humanas que han habitado ininterrumpidamente y por largo tiempo territorios altos del planeta como los Himalaya o los Andes muestran ciertos cambios a nivel genético que les permite sobrevivir mejor las condiciones estresante de estos ambientes, en comparación con poblaciones de ambientes bajos (Xing et al., 2008). Una prueba de ello podría ser el hecho que en los territorios de General Lagos viven actual y permanentemente pequeñas comunidades dedicadas en parte al pastoreo y otras actividades como el transporte, comercio, hotelería, turismo, empleados de empresas mineras y organismos del estado y no gubernamentales, con fuertes vinculaciones por lazos parentales y ancestrales, con centros urbanos del norte de Chile y de comunidades aledañas de Bolivia y Perú. ¿Cuándo comenzó este proceso de ocupación de los territorios alto andinos de General Lagos?, ¿cuán profunda es su historia humana? ¿cuáles son sus particularidades y potencialidades culturales desde el punto de vista del desarrollo de la comuna de General Lagos? Con este relato se espera contribuir a la difusión de la riqueza natural e histórica propia de la comuna en el contexto de la historia andina en general y su integración al resto del país. A diferencia de lo que ocurre en los territorios bajos del norte de Chile, los registros arqueológicos de la comuna de General Lagos son escasos pero significativos. Esto debido en parte a la baja visibilidad de los vestigios antiguos cubiertos por el manto de plantas en matorral, el intrincado relieve de la superficie, a lo que se suma la inaccesibilidad vehicular a vastas áreas del territorio. Excepción a esta norma la constituyen lugares donde se realizaron construc- ciones arquitectónicas monumentales, como pukaras, tambos, chullpas, como así también la impronta de una compleja red de senderos locales e interregionales antiguos y recientes que incluye la red vial integrada por el Estado Inka, conocida como Qapaq Ñan. El limitado número de sitios arqueológicos es el resultado también de una baja priorización de los programas de investigación científica realizados en esta zona alto andina, lo que debería cambiar en el futuro en concordancia con las comunidades e instituciones locales. En los últimos años nuevas generaciones de arqueólogos están descubriendo un pasado prehistórico, complejo y profundo, y de expresiones materias diferentes a lo conocido en las tierras bajas.

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Los ambientes de cordillera y altiplano de la provincia de Parinacota se componen de pequeños enclaves con recursos restringidos adecuados para sociedades humanas de escala menor, enmarcados por amplias praderas que hoy día lucen con baja cobertura vegetal. Destacan en el este paisaje de amplias praderas una serie de montañas y volcanes que lo otorgan un halo de paisaje espectacular y misterioso (Figura 1). En estos enclaves se constata una serie de sitios arqueológicos que cubren una larga secuencia histórico cultural que se remonta al décimo milenio antes del presente y por lo tanto relacionada con los procesos de regionalización de los grupos humanos que se distribuyeron por Sud América hace unos 15 mil años atrás (Núñez, Jackson, Dillehay, Santoro, & Méndez, 2016). La colonización del altiplano de General Lagos está documentada en Hakenasa, un alero que sirvió de refugio a cazadores recolectores que ocuparon intermitentemente el lugar por varios milenios durante la transición Pleistoceno-Holoceno (11.500 años atrás), cuando las condiciones climáticas eran menos frías que en los milenios previos (Moreno, Santoro, & Latorre, 2009; Osorio et al., 2011). Este lugar de habitación no es un fenómeno aislado, ya que se conocen otros campamentos en el altiplano del norte de Chile, como el alero las Cuevas (en el sector de la guardería de CONAF) y Quebrada Blanca en el interior de Iquique en la región de Tarapacá (Santoro et al., 2016). El proceso de colonización humana del altiplano del norte de Chile está antecedido por incursiones dos mil a tres mil años más antiguas constatadas en el altiplano del sur de Perú y sur de Bolivia, correspondientes a grupos de cazadores que descubrían exploraban estos ambientes (Capriles et al., 2016; Rademaker et al., 2014). Hakenasa representa la evidencia más antigua de creación de paisajes culturales en el altiplano chileno. Los paisajes culturales no son equivalentes al ambiente natural habitado. Un paisaje cultural se estructura, a partir de las actividades humanas realizadas a distintas escalas temporales y espaciales, dependiendo del sistema social de ocupación del territorio, las creencias, valores y significados asignados por los grupos sociales a los espacios integrados en su sistema de vida. Los cazadores recolectores de Hakenasa usaron estos pequeños refugios principalmente con fines domésticos, cuyas actividades del día a día se extendían hacia los espacios exteriores de la cueva, al aire libre. La elección de estos refugios no obedece a una situación fortuita o espontánea, por el contrario se seleccionaban aquellos cercanos a ambientes de humedales de altura o bofedales, en riberas de ríos o quebradas rodeados por extensas praderas o estepas andinas. Estos enclaves congregaban atractivos recursos de caza, como vicuñas, vizcachas (y otros roedores menores), aves como las guallatas, que fueron parte de la economía de los cazadores andinos (Figura 2). Su selección implicaba un conocimiento

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acabado de la zona lo que les permitía tener un buen manejo de las posibilidades que ofrecía el ambiente altiplánico para su subsistencia y reproducción social. A esto se sumaba el conocimiento de sofisticadas tecnologías, reflejado en el uso de seleccionadas materias primas (piedras, huesos de animales, plumas, fibras, cueros), para la confección de artefactos para la caza y recolección de plantas y, posiblemente, para elaborar ciertos artículos como vestimentas hechas de pieles y fibras de animal y vegetal. Las puntas de proyectil de formas triangulares, tetragonales y tipo Patapatane para cazar, junto a raspadores y raederas de distintas formas y tamaños hechos de rocas seleccionadas (i.e. sílices y obsidianas) son los elementos de los cazadores de Hakenasa que se destacan en la literatura por su alto grado de formatización y calidad técnica del tallado de la piedra. Los cazadores andinos de Hakenasa al utilizar e intervenir los enclaves que seleccionaron como áreas de caza y refugio le fueron dando significados y valores inmateriales que hoy no podemos reconocer en los mudos restos materiales recuperados por la arqueología. Estos grupos integraron también a su paisaje cultural amplios espacios geográficos y ecológicos en la medida que sus circuitos de movilidad alcanzaban hasta la costa del Pacífico, a más de 130 km de distancia. Estos viajes transregionales se han podido constatar por el descubrimiento de conchas de moluscos marinos en los campamentos de cazadores del altiplano y de obsidiana, una típica roca andina, trasportada hasta la costa. El hábito de trasladarse a largas distancias se debía a la necesidad de mantener lazos sociales, económicos y refrendado por arreglos de intercambio de distintos elementos, pactos matrimoniales con otros grupos sociales. Estos componentes materiales de la historia de los antiguos cazadores andinos muestran un paisaje cultural que no se compara con lo que ocurre hoy día en el altiplano de General Lagos. Constituyen fragmentos de una historia que se perdió en el tiempo, que recién comienza de develarse arqueológicamente y cuyo patrimonio material está despertando el interés de las comunidades actuales. Este mundo de cazadores recolectores se mantuvo por varios milenios cuyos rastros se registran en escasos sitios arqueológicos como Hakenasa que muestra una continuidad de uso del lugar hasta épocas recientes. Las evidencias arqueológicas muestran importante actividad de comunidades de pastores y agricultores, a partir del siglo XI de nuestra era, cuando las condiciones paleoclimáticas se tornaron más secas en el Desierto de Atacama. Una serie de comunidades colonizaron valles y oasis en la cordillera y altiplano andino donde realizaron grandes operaciones tecnológicas que incluyo obras de regadío y andenerías y mantención de las zonas de humedales de los bofedales, orientados a suplir en parte las deficiencias y fluctuaciones de los regímenes hídricos. El repoblamiento de la zona andina coincide con un aumento de las precipitaciones en la vertiente occidental de los Andes entre los siglos XI al XIV (Mujica et al., 2015).

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Los poblados eran mucho más estructurados, algunos de los cuales se ubicaron en posiciones defensivas estratégicas sobre cimas de cerros y protegidos, además, por altos muros perimetrales. Aparte de los pukara, destacan otra serie instalaciones como tambos, chullpas, apachetas (Figura 3), aleros con arte rupestre y la red vial Inka. De ese conjunto de riquezas arqueológicas se describen como ejemplos el Pukara Visviri, el Tambo Tacora y el Qhapaq Ñan. El Pukara o poblado de altura de Visviri fue levantado sobre la cima de un cerro de laderas abruptas flanqueado por dos quebradas profundas por el norte y sur respectivamente. La ladera oeste es la más vulnerable, por lo que se levantaron 5 corridas de muros defensivos de mampostería de piedra. Las tres primeras ubicadas a media ladera son los más altos, de mas de un metro de altura. Los recintos intramuros son de planta circular y servían para fines domésticos, de un diámetro promedio de 2,5 m y cubren un área total de aproximadamente 150 de largo por unos 50 m de ancho. Se contabilizaron más de 50 recintos dispersos, aunque se notan recintos pareados asociados a un patio común circundante. Los vanos de las puertas están orientados al este. El lugar fue ocupado desde el período Intermedio Tardío (1.100 – 1.400 d.C.) hasta el período Inca (1.400 – 1.500 d.C.). En superficie se recuperó cerámica de los estilos San Miguel, Chilpe, Saxamar, Isluga Negro sobre Rojo y elementos de oro. El Tambo Tacora se ubica cerca del poblado Tacora a una altura de 4.119 msnm, compuesto por una estructura rectangular alargada, mal conservada a consecuencia de continuas reutilizaciones que han transformado sus muros externos e internos. Destaca una pared de adobe sobre cimientos de piedra, una solución arquitectónica poco común en la zona, en época prehispánica. Se repite el patrón de doble muro con relleno observado en otros sitios de época Inca en la zona, como en el Tambo Ancara, donde además los muros se enlucieron una capa de barro. Se encuentra también una construcción de forma piramidal de rocas apiladas, como una especie de torreón, ubicado en el sector este del tambo junto al Qhapaq Ñan. Las características actuales de las ruinas del tambo coinciden con las descripciones de Squier, cuando pernoctó en el lugar en su viaje por el Qhapaq Ñan entre Tacna y La Paz, entre 1963 y 1865. Este tambo, que es un tipo mejorado de lo que en Suiza se llamaría “refugios”, consta de cuatro edificios bajos de piedra y barro, techados con ichu. Rodean un pequeño patio en que se reúne de noche a los animales de los viajeros. A veces para acomodar las tropas de llamas hay un gran corral o encierro suplementario, construido por piedras sueltas o piedras asentadas en barro. A menudo estos tambos no tienen encargados, ocupantes o muebles de ninguna especie, pero el Tacora si contaba con un residente, que ocupaba el edificio principal, donde tenía una escasa provisión de alfalfa marchita y unos cuantos artículos alimenti-

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cios, principalmente carne de vicuña. Otro edificio servía de cocina, un tercero de depósito de la carga y dormitorio de los arrieros, mientras que el cuarto estaba reservado para los viajeros. No tenía más entrada o abertura que el vano de puerta, que se elevaba 60 centímetros sobre el suelo y era apenas lo suficientemente grande para que una persona completamente desarrollada pasara apretadamente por él. Se lo cerraba con una lonja de cuero sin curtir. El interior era oscuro e indescriptiblemente sucio. Dudo que en muchos meses haya sido barrido o se haya intentado limpiarlo. Este cuchitril no tenía ningún mueble solamente se encontraba en él los habituales bancos de barro en cada lado, sobre los cuales el viajero podía extender su lecho (Squier, 1974 [1877], p. 136). Durante los siglos 13-14 de nuestra era Inca Yupanqui reorganizó los territorios de los pacaje alcanzando hasta la costa de Arica (Jiménez de la Espada 1965), lo que debió transformar el paisaje cultural de General Lagos. Una de las obras civiles organizadas por el Estado fue el camino principal o Qhapaq Ñan, acompañado de obras de infraestructura administrativa y doméstica ligadas al funcionamiento del camino. Otras inversiones ocurrieron en el ámbito económico como la generación y/o expansión de áreas de cultivo y obras hidráulicas complejas. La comuna General Lagos contiene importantes ejemplos de este sistema vial del Estado Inka (Figura 6). Todo este rico patrimonio histórico arqueológico, relevante para los intereses de la comunidad de General Lagos, constituyen una base sólida para sustentar un proceso creativo de turismo cultural, generado desde y para el beneficio de la comunidad local. Referencias bibliográficas Aldenderfer, M. S. (2006). Modelling plateau peoples. The early human use of the world is highest plateau. World Archaeology, 38, 357-370. Capriles, J. M., Albarracin-Jordan, J., Lombardo, U., Daniela Osorio, Herrera, K. A., Maley, B, Santoro, C. M. (2016). High-altitude adaptation and late Pleistocene foraging in the Bolivian Andes. Journal of Archaeological Science, Report, 6, 463-474. Castro, V. (2007). El más grande artefacto andino. Qhapaq Ñan en el contexto del Tawantinsuyu y de sus contemporáneos americanos Programa Qhapaq Ñan como Patrimonio de la Humanidad. Paris: World Heritage Series of UNESCO. Jiménez de la Espada, M. (1965). Relaciones Geográficas de Indias: Perú (Vol. 183). Madrid: Ediciones Atlas.

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Latorre, C., Santoro, C. M., Ugalde, P. C., Gayó, E. M., Osorio, D., Salas-Egaña, C., Rech, J. A. (2013). Late Pleistocene human occupation of the hyperarid core in the Atacama Desert, northern Chile. Quaternary Science Reviews, 77, 19-30. Moreno, A., Santoro, C. M., & Latorre, C. (2009). Climate change and human occupation in the northernmost Chilean Altiplano over the last ca. 11500 cal. BP. Journal of Quaternary Science, 24(4), 373-382. doi:10.1002/jqs.1240. Mujica, M. I., Latorre, C., Maldonado, A., González-Silvestre, L., Pinto, R., De Pol-Holz, R., & Santoro, C. M. (2015). Late Quaternary climate change, relict populations and present-day refugia in the northern Atacama Desert: a case study from Quebrada La Higuera (18°S). Journal of Biogeography, 42, 76-88. Núñez, L., Jackson, D., Dillehay, T. D., Santoro, C. M., & Méndez, C. (2016). Cazadores-recolectores tempranos y los primeros poblamientos en Chile hacia finales del Pleistoceno (ca.13.000-10.000 años antes del presente). In F. Falabella, M. Uribe, L. Sanhueza, C. Aldunate, & J. Hidalgo (Eds.), Prehistoria en Chile desde sus Primeros Habitantes hasta los Incas (pp. 71-116). Santiago: Editorial Universitaria y Sociedad Chilena de Arqueología. Osorio, D., Capriles, J. M., Ugalde, P. C., Herrera, K. A., Sepúlveda, M., Gayó, E. M., Santoro, C. M. (2017). Hunter-gatherer mobility strategies in the high Andes of northern Chile during the late Pleistocene-early Holocene transition (ca. 11,500-9,500 cal B.P.). Journal of field Archaeology (en prensa). Osorio, D., Jackson, D., Ugalde, P. C., Latorre, C., De Pol-Holz, R., & Santoro, C. M. (2011). Hakenasa Cave and its relevance for the peopling of the southern Andean Altiplano. Antiquity, 85(330), 1194-1208. Rademaker, K. M., Hodgins, G., Moore, K., Zarrillo, S., Miller, C., Bromley, G. R. M., Sandweiss, D. H. (2014). Paleoindian settlement of the high-altitude Peruvian Andes. Science, 346(6208), 466-469. Santoro, C. M. (1983). Camino del Inca en la sierra de Arica. Chungara, 10, 47-55. Santoro, C. M., Cartajena, I., Maldonado, A., Gayó, E. M., Latorre, C., Rivadeneira, M. M., Núñez, L. (2016). Cazadores, recolectores y pescadores arcaicos del Desierto de Atacama. entre el Pacífico y los Andes, norte de Chile (ca. 10.000 – 3.700 años a.p.). In F. Falabella, M. Uribe, L. Sanhueza, C. Aldunate, & J. Hidalgo (Eds.), Prehistoria en Chile desde sus Primeros Habitantes hasta los Incas (pp. 117-180). Santiago: Editorial Universitaria y Sociedad Chilena de Arqueología.

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Squier, G. E. (1974 [1877]). Un viaje por Tierras Incaicas. Crรณnica de una Expediciรณn Arqueolรณgica (1863-1865). La Paz: Editorial Los Amigos del Libro. Vitry, C. (2007). La ruta de Diego de Almagro en el territorio argentino: un aporte desde la perspectiva de los caminos prehispรกnicos. Revista Escuela de Historia, 1, 325-251. Xing, G., Qualls, C., Huicho, L., River-Ch, M., Stobdan, T., Slessarev, M., Appenzeller, O. (2008). Adaptation and mal-adaptation to ambient hypoxia; Andean, Ethiopian and Himala- yan patterns. PlosOne, 3(6), e2342.

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Figura 1. Paisaje altiplĂĄnico de amplias praderas, montaĂąas y volcanes que le otorgan un halo espectacular y misterioso a este paisaje.

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Figura 2. VicuĂąas en el altiplano de General Lagos.


Figura 3. Apacheta vinculada al Qhapaq Ñan en el altiplano de General Lagos. Se trata de acumulaciones de piedras de regular tamaño, dejadas allí por pastores trashumantes en un acto ritual de carácter votivo. A consecuencia de ello se forman estos montículos que alcanzan más de dos metros de altura.


Figura 4. Muro interior enlucido del Pukara de Ancara en el altiplano de General Lagos.


Figura 5. Escena del tambo Tacora y el volcán del mismo nombre dibujado por el artista que acompañó la expedición de Squier por el camino del Inka entre Tacna y La Paz entre 1863 y 1865.


Figura 6. Segmento del Qhapaq Ă‘an que unĂ­a Tacna con La Paz, transitado por Squier entre 1863 y 1865.


El Patrimonio Inmaterial de la comuna de General Lagos Claudia Flores Galleguillos


EL PATRIMONIO INMATERIAL DE LA COMUNA DE GENERAL LAGOS Claudia Flores Galleguillos Historiadora, UTA. Profesional Coordinadora Área Patrimonio Cultural Dirección Regional del Consejo de la Cultura y las Artes El presente capitulo describirá definiciones y el área de trabajo en el cual se desenvuelve el Patrimonio Cultural Inmaterial en términos generales, enseguida daremos a conocer las ideas planteadas, con los distintos procesos de investigación y diagnósticos, que se han realizado como medidas para la salvaguardia, entre otras, de las tradiciones más ancestrales, como ha sido el caso de la comuna de General lagos. Esperamos que esta presentación contribuya a la salvaguarda, promoción, rescate y difusión de las tradiciones, y expresiones de los habitantes de General Lagos, todo ello contribuye a la conservación patrimonio cultural del país. Convención para la Salvaguardia Al hablar de patrimonio cultural inmaterial nos debemos remitir a la Convención de la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial de 2003 de UNESCO [1], quien nos hace referencia a las prácticas y expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales, artes escénicas, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional. Aspectos específicos de la cultura que otorgan sentido de pertenencia e identidad a un grupo humano en un determinado territorio o donde ellos se encuentren. Nuestro país se suscribe a la Convención y esta es ratifica en el año 2008. Desde marzo de 2009 se encuentra vigente en nuestro país. La institución que es responsable de llevar a cabo las políticas y de aplicar las recomendaciones de la Convención es el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Entre las medidas dispuesta por la Convención de la Salvaguardia, desde ahora en adelante la Convención, encontramos las siguientes: [1] Con la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, adoptada por la Conferencia General de la Organización en su 32ª reunión, en octubre de 2003 y que entró en vigor el 20 de abril de 2006 se abrió una nueva fase en la protección de este patrimonio, reuniones realizar en Paris.

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Artículo 1: Finalidades de la Convención La presente Convención tiene las siguientes finalidades: a) La salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial; b) El respeto del patrimonio cultural inmaterial de las comunidades, grupos e individuos de que se trate; c) La sensibilización en el plano local, nacional e internacional a la importancia del patrimonio cultural inmaterial y de su reconocimiento recíproco; d) La cooperación y asistencia internacionales, Para su adecuada valoración y posibles Una vez demarcada el área de trabajo y las medidas que van en post de la salvaguardia [2] podemos identificar la existencia de cuatro ámbitos del PCI que confluyen en el Patrimonio Cultural Inmaterial, PCI de aquí en adelante: Manifestaciones PCI

1. Tradiciones orales, artes del espectáculo: Considera la diversidad de formas habladas como proverbios, adivinanzas, cuentos, canciones infantiles, leyendas mitos cantos y poemas épicos, sortilegios, plegarias, salmodias, canciones, representaciones dramáticas etc. Las tradiciones y expresiones orales sirven para la trasmisión de la memoria colectiva.

2. Usos sociales, rituales y actos festivos: Prácticas sociales que estructuran la vida en comunidad y de sus grupos. Su recreación aporta la reafirmación de la identidad grupal de quienes lo practican como juegos tradicionales, bales y danzas, practicas musicales y sonaras, artes corporales celebraciones y fiestas populares.

3. Conocimientos y prácticas relativas a la naturaleza y el universo, y saberes: Hace referencia al cúmulo de saberes, creencias conocimientos de las comunidades han creado en su interacción con el medio natural, a través de medicinas tradicionales, cosmetologías, y prácticas de chamanicas.

4. Técnicas vinculados a la artesanía tradicional: La artesanía tradicional es el caso más tangible del PCI, no obstante la convención 2003 se ocupa sobre todo de las técnicas y conocimientos utilizados en las actividades artesanales más que de los productos de la artesanía propiamente dichos se debe alentar a los artesanos a que sigan fabricando sus productos y transmitiendo sus conocimientos y técnicas a otras personas en particular dentro de sus comunidades. [2] Salvaguardia del PCI, se entiende por las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial, comprendidas la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión -básicamente a través de la enseñanza formal y no formal- y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspectos.

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A continuación presentamos parte de las innumerables manifestaciones y expresiones que le dan vida al PCI que conforma la identidad y tradiciones ancestrales de la comuna de General Lagos. En primer lugar se presentaremos bajo la lógica de los cuatro ámbitos de las manifestaciones PCI que mencionamos anteriormente, a través de ellas daremos a conocer algunos de los procesos investigativos que se han desarrollado en torno a la comuna de General Lagos. Manifestaciones PCI en la comuna de General Lagos I.- Tradiciones orales y artes del espectáculo: Dentro del proyecto CRESPIAL [3] de la salvaguardia del PCl [4] tradicional Oral de las comunidades aymaras de Arica y Parinacota y Tarapacá (2013) se menciona que: “Así como los nuevos cánones extranjeros del periodo colonial, las nuevas republicas y nuevos límites políticos administrativos los innumerables procesos chilenización llevaron a dificultar las relaciones tradicionales, además como consecuencias la pérdida del habla aymara, el desarrollo y la modernización y la escolaridad obligatoria, han tenido una merma en el plano cultural tradicional de la comunidad”. Actualmente observamos un alto porcentaje despoblamiento de las estancias y pueblos de la Comuna. Pero dentro del calendario ritual anual, hay fechas donde los pueblos vuelven a la vida, se llenan de color, vida, sonoridades y tradiciones. En especial para las festividades y celebración de los santos patronos [5] y carnavales. Por lo cual, estas festividades y celebraciones se vuelven en las escasas oportunidades de traspaso, a través de la oralidad para las nuevas generaciones, por lo que cobran vital importancia estos momentos para la comunidad, en donde se reúne y vuelve a generar los vínculos de intercambio de sus conocimientos y tradiciones. Es así que la música y los cánticos forman parte del ciclo de vida de las comunidades aymaras, siendo no sólo parte fundamental dentro de las festividades, sino también es parte 3] CRESPIAL, Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de América Latina. En Chile el núcleo focal de trabajo es el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, por intermedio del Departamento de Patrimonio Cultural, con sede en la ciudad de Valparaíso. [4] El contenido de la expresión “patrimonio cultural” ha cambiado bastante en las últimas décadas, debido en parte a los instrumentos elaborados por la UNESCO. El patrimonio cultural no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también tradiciones Po expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional. [5] Santo Patrono que una localidad, congregación o cofradía elige como protector, o al cual está dedicada una iglesia, capilla.

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importante de la vida cotidiana. Ya que a través de ellas se trasmiten conocimientos sobre la naturaleza y los ciclos de la vida hacia las próximas generaciones. La localidad de Chujlluta, que se encuentra a 4.250 m.s.n.m., su nombre proviene del término aymara Chujlla que significa choza, donde las condiciones geográficas y de puna provocaron un paisaje cultural disperso en el territorio encontrando diversidad estancias para el pastoreo de ganado (llamas y alpacas durante todo el año). La localidad de Chujlluta, que se encuentra a 4.250 m.s.n.m., su nombre proviene del término aymara Chujlla que significa choza, donde las condiciones geográficas y de puna provocaron un paisaje cultural disperso en el territorio encontrando diversidad estancias para el pastoreo de ganado (llamas y alpacas durante todo el año). Durante el año 2010 se crea un cuarteto de cantoras, proyecto que estuvo al alero de la escuela básica de Chujlluta, donde Daniela, Evelyn, Rosa y Érika, lograron finalizar un proceso de rescate y trasmisión de sus tradicionales orales de su comunidad, a través de canciones, en las cuales sus versos se centran en los animales altiplánicos, como el cóndor, la vicuña y la vizcacha [6] . Presentamos una de las variadas letras que este cuarteto lograron interpretar, “cóndor guagua”: KUNTUR WAWA Kuntur wawa kuntur wawa Suma, Suma Sarxañani (Bis) Ukasa nayaskaraksma Ukasa nayaskaraksma Kawkiruki Sarxañani (Bis) Kuntur wawa, kuntur wawa Suma, Suma Sarxañani (Bis) Ukasa nayaskaraksma Ukasa nayaskaraksma Kawkiruki Sarxañani (Bis)

CÓNDOR GUAGUA Guagua de cóndor Guagua de cóndor Que nos vaya bien (Bis) Yo te digo yo te digo A donde vamos a ir (Bis) Guagua de cóndor Guagua de cóndor Que nos vaya bien (Bis) Yo te digo, yo te digo A donde vamos a ir (Bis)

[6] Para escuchar al cuarteo de chujlluta solo debes ingresar a http://www.crespial.org/es/Proyectos/index/0001/proyecto-multinacional- salvaguardia-del- patrimonio- cultural-inmaterial- de-las- comunidades-aymara- de-bolivia- chile-y- peru

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II.- Usos sociales, rituales, actos festivos: Son las prácticas sociales que estructuran la vida de comunidades y grupos. Su recreación aporta a la reafirmación de la identidad grupal de quienes lo practican. Sin duda el calendario de ceremonias y fiestas representan de mejor manera a la comunidad de General lagos. Calendario de Ceremonias y festividades K’illpa o floreo del ganado [7] : Este ritual consiste en la marcación del ganado (cortes en las orejas), ganado que consiste principalmente en camélidos entre llamas, alpacas y vicuñas además de corderos. Parte del ritual es adornar a los animales con coloridos trozos de lana, se le coloca en la orejas tanto al macho como a la hembra, al momento del ofrecimiento de los animales debe estar ser buenos ejemplares, ya que luego se realiza la vilancha, que es el rito de que consiste en darle de beber a la madre tierra (pacha mama), la sangre fresca de un animal sacrificado con la finalidad de pedir protección y un año fértil para los animales, próspero y que todo sea en buena hora. La k’illpa como festividad, reúne a gran parte de las estancias en una actividad ganadera que tienen en común, momento en el cual los lazos de la comunidad se refuerzan. Esta actividad comunitaria se realiza durante el mes de abril. Con respecto a la llegada de los españoles a la América andina durante el siglo XVI, fenómeno que da pie a las trasformaciones de todos los sistemas socio-políticos que desarrollaban hasta ese momento las poblaciones andinas, sus estructuras sociales y rituales fueron las que sufrieron las mayores modificaciones respecto de las creencias religiosas en las comunidades andinas (Díaz: 2013;16-17). Esto es posible de ser visualizado dentro del calendario de celebraciones que se realizan en la actualidad en la comuna, cabe precisar que no todos los años se celebran dichas festividades, muchas veces son cada dos años, mencionaremos alguna de ellas:

[7] La k’illpa es el corte de las orejas de llama como forma de marcar la propiedad de la familia. La K’inka es el adornado de las llamas. Este ritual se realiza una semana antes de carnaval, en un ambiente festivo y de algarabía.

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Localidades

Calendario Religioso de General Lagos

Caamaña

Virgen del Rosario el 07 de octubre

Guacollo

Virgen del Rosario el 07 de octubre

Pacoyo

Santa Rosa de Lima el 30 de agosto

Chapoco Localidades

San Martín de Tours el 11 de noviembre Calendario Religioso de General Lagos Virgen de la Inmaculada Concepción el 08 de diciembre

Visviri Localidades

Santa Cruz el 03 de mayo Calendario Religioso de General Virgen de Asunta el 15 de agosto.

Ancolacane

Virgen de la Candelaria el 02 de febrero San Antonio Abad el 17 de enero. San Juan Bautista el 24 de junio Milagroso señor de Locumba el 23 de julio San Santiago Apóstol el 25 de julio

Ancopujo

Virgen del Rosario el 07 de octubre Virgen de la Candelaria el 02 de febrero

Chujlluta

Virgen del Rosario en el mes de octubre.

Putani Colpitas

Nasahuento

Humapalca Ancara

Lagos

Virgen de la Inmaculada Concepción el 08 de diciembre San José el 19 de marzo Virgen de la Candelaria en el mes de octubre Virgen del Rosario en el mes de octubre Virgen del Rosario en el mes de octubre Virgen de la Natividad el 08 de septiembre. Exaltación de la Santa Cruz, Milagroso señor de Locumba el 14 de septiembre Señor de Locumba dentro de la quincena del mes de septiembre.

Pamputa

San Antonio Abad el 17 de enero.

Chislluma

Señor de Locumba dentro de la quincena del mes de septiembre.

Tacora

Virgen del Carmen el 16 de julio Virgen de la Candelaria el 17 Julio Todos los Santos el 01 de noviembre

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III.- Conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza, el universo y saberes: De acuerdo con la Convención la gastronomía y la culinaria tradicional, es una de las características del PCI que se manifiestan, a través de la interacción de las personas con los sistemas agrícolas y con su historia. Es identidad, cosmovisión y por sobre todo economía política. La visión global de la culinaria y la gastronomía debe ir en correlación con el respeto y cuidado de la pequeña agricultura por el saber que atesora el pequeño campesino, de los pescadores artesanales y de quienes ejercen el oficio de la recolección. A continuación mencionaremos algunas de las preparaciones gastronómicas que se realizan dentro de la comuna de General Lagos. Preparaciones con valor patrimonial La llama como la alpaca, son animales domestico de la familia de los camélidos, la crianza de estos animales es parte importante de la herencia de los pueblos andinos, de la cual obtiene la lana y cuero de la manera tradicional, para poder consumir su carne y su lana. Los usos culinarios son: Chairo: Consiste en una sopa similar a la cazuela que entre sus ingredientes contienen Chuño, zanahoria y trigo mote. Kalapurca: Es un guiso en el que se acompaña con cosida con maíz papas chuño y verduras en un recipiente con piedras calientes. Ancacho: Se prepara con harina de maíz amasada con sangre de Llama, a la que le agrega grasa como para las tortillas comunes y cocidas luego en la parrilla o bien hervidas. Se comercializa principalmente, a través de redes familiares y mercados locales de la macrozona norte y el área del denominado sur andino. IV.- Técnicas vinculadas a la artesanía tradicional: La cultura aymara posee una larga tradición textil que proviene de tiempos preincaicos, vinculada a la producción de distintos tipos de telar, en los que se emplea principalmente la lana de vicuña, alpaca y llama. Aunque también se utiliza la lana de oveja, la mayor parte de las piezas son realizadas en lana de los camélidos antes mencionados. La textilería del pueblo aymara posee una gran variedad de prendas de vestir como son el urku, axo, kiza,

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mantas y de piezas para faenas, labores, usos domésticos o rituales como llicllas, costales, wayajas, wayuñas, chuspas, inkuñas y frazadas. La textilería aymara se caracteriza por una cromática exuberante y una fina hilatura conseguida mediante huso y ruecas manuales. Cada una de estas manifestaciones del PCI, los podemos observar en la vida cotidiana en la Comuna, como también en algunos eventos programados por la Municipalidad de General Lagos, con la finalidad de difundir y conservar sus tradiciones como son la Expo Feria Camélida Tripartita, el festival K’ illpa, entre otras acciones de registro y rescate del patrimonio cultural que se están ejecutando. Por consecuencia, el registro de las expresiones culturales, la planificación adecuada de medidas para la salvaguardia, el trabajo colaborativo de las comunidades y poblaciones locales, son necesarias para que el fruto de los procesos investigativos sean de real utilidad para la comunidad, cultores y cultoras. Logrando así una efectiva sensibilización en el plano local, nacional e internacional sobre la importancia del patrimonio cultural inmaterial y de su reconocimiento recíproco. Lo presentado forma parte importante del patrimonio cultural de la Región de Arica y Parinacota, por el cual debemos redoblar los esfuerzos en post de velar por su protección, rescate, puesta en valor, difusión y salvaguardia. Referencias bibliográficas Centro para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de América Latina. (2012) Proyecto multinacional del Patrimonio Cultural de las comunidades aymaras de Bolivia Chile y Perú. CRESPAL ed. Centro para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de América Latina (2013) Proyecto para la salvaguardia de patrimonio inmaterial y tradicional oral de las comunidades aymaras de Arica y Parinacota y Tarapacá Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (2014) Arca del Gusto: Catálogo Alimentarios Patrimonial, Andros Ltda. Santiago de Chile. Consejo de Nacional de la Cultura y las Artes. (2014) Herramientas para la gestión cultural local. 1° edición noviembre, 30 pp.

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Consejo de la cultura y las artes (2012) Soy José Mamani: relato de un niño Aymara. Editorial amauta. Santiago de Chile, primera edición. Diaz A. Ruz R., Galdames L (2013) De fiesta en fiesta: calendario de celebraciones religiosas delnorte de Chile, Santiago, Chile: Andros impresiones. Municipalidad de General Lagos (2011) Historia, Patrimonio Cultural y Naturaleza Viva Arica 1°edición. Páginas Web http://www.portalpatrimonio.cl/ http://www.sigpa.cl/ http://www.unesco.org/culture/ich/es/que-es- el-patrimonio- inmaterial-000

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Figura 1. Ganaderos de General Lagos preparando la mesa para la K’illpa.


Figura 2. Realizaciรณn de la Pawa para iniciar la marcaciรณn del ganado.


Figura 3. Comunera artesana y ganadera de General Lagos en proceso de hilado de lana de alpaca a un costado de la Ruta – 123.


Figura 4. Se observa el proceso de marcación del ganado K’illpa por parte de los comuneros de General Lagos.


Figura 5. Se aprecia el comercio en la frontera entre Chile, PerĂş y Bolivia, donde el intercambio comercial se realiza los dĂ­as domingo.


Las azufreras de Tacora Ian Thomson Newman


LAS AZUFRERAS DE TACORA Ian Thomson Newman Ingeniero en Transporte El azufre en Chile Existen depósitos de “caliche” de azufre a lo largo de la cordillera de Los Andes, relacionados con la actividad volcánica de épocas geológicas pasadas. Muchas veces, se encuentran en las laderas superiores de los volcanes, extintos o activos, y hay registros de su explotación en cercanías de cumbres de hasta 6.000 m.s.n.m. El elemento fue escasamente aprovechado en tiempos precolombinos y la primera explotación posterior, en el actual territorio chileno dataría del último cuarto del siglo XVII, cuando se extraía mineral, de alta pureza, del Cerro del Azufre, ubicado en la actual Provincia de Copiapó, el que fue transportado, sin procesar, mediante mulas, al Puerto Viejo de Copiapó para exportación al Virreinato del Perú, probablemente sirviendo allí como insumo para la producción de pólvora (Sayago, 1874). En tiempos republicanos, alrededor de 1825, se volvió a explotar el azufre, en territorio que contemporáneamente era peruano, pero el producto andino tuvo que enfrentar una competencia de azufre excavado en Sicilia y traído como lastre en navíos que vinieron a Sudamérica para cargarse de salitre. Poco a poco, ese primero se impuso, y la importación a Chile se transformó en exportaciones netas en los años de la Primera Guerra Mundial. La producción nacional de azufre natural, que había superado, brevemente, las 100 mil toneladas anuales entre 1969 y 1971, todavía se aproximaba a 35 mil más de 15 años más tarde, pero luego decayó bruscamente, quedando casi extinguida al llegar a 1993 (Sayago, 1874; Sutulov, 1978). No pudo competir, en términos de costos, con otros métodos de producción, como la extracción de azufre, como impureza, de petróleo crudo o gas. El azufre de Tacora La primera explotación, artesanal, en el sector del volcán Tacora, y de su vecino Chupiquiña, se remontaría de los primeros decenios del siglo XIX, cuando el territorio formaba parte del departamento peruano de Moquegua, impulsada por las demandas de pólvora de la naciente industria salitrera, y luego también de la agricultura. En fecha posterior a la incorporación del sector en el Departamento chileno de Tacna, por iniciativa del señor Feliciano Encina, alrededor de 1888, se inició en la zona una producción semi-industrial. Alrededor del cambio de

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siglo, en la zona se estableció el empresario José Espada, cuya firma se convirtió, primero, en Espada Hermanos y luego, en 1922, en Espada y Donoso. En 1930, Espada y Donoso S.A. fue adquirida por capitales británicas. En 1938, el negocio fue transferido a la Compañía Azufrera Nacional. El caliche que excavaban Espada Hermanos lo beneficiaban en la localidad de La Portada, a unos 17 km al suroeste del volcán[1], en territorio que fue devuelto al Perú en 1929, por el Tratado de Lima. Esa instalación de los Espada no era la única planta concentrada del sector, puesto que otras empresas había erigido beneficiadoras menores en el pueblo de Aguas Calientes y en Chislluma, al pie del volcán Chupiquiña, las que, tal como resultó, se comprobaron mejor ubicadas en términos de accesibilidad. La minería del azufre del Tacora parece haber sido abandonada en 1966. Unos ex-empleados recuerdan que perduraba hasta 1990, pero otras evidencias, documentales y visuales, señalan que no fuera así[2]. El procesamiento y transporte del azufre de Tacora El producto de la planta de La Portada habría sido llevado en carretas o, más probable, sobre las espaldas de mulas o llamas, a la punta de rieles, en la ciudad de Tacna, de la Arica & Tacna Railway Company, y, desde allí, al puerto de Arica en tren. Puesto que el transporte mediante mulas o, especialmente, llamas era muy ineficiente e igualmente caro (Sayago, 1874), una vez que se contratará la construcción del Ferrocarril de Arica a La Paz (FCALP) en un trazado por Puquios y Visviri (Sutulov, 1978), llevándolo a unos 10 km, en línea directa, de la cumbre del volcán Tacora se les ocurrió a los Hermanos Espada la posibilidad de aprovecharlo, para poder hacer llegar su producto, a menor costo y mayor facilidad, al mismo puerto. Por lo tanto, solicitaron al gobierno chileno una autorización para construir un ferrocarril de conexión, entre un punto, inicialmente sin nombre, sobre el FCALP y las laderas del volcán, la que fue concedida en noviembre de 1913. En 1914, se desactivó la planta de La Portada, construyéndose nuevas instalaciones en dicho punto, que se iba a llamar “Villa Industrial”, precisamente por la planta que se erigía. [1] Ese punto se habría ubicaría en 17.7667ºS, 69.8333ºW. Véase: http://mapasamerica.dices.net/peru/mapa.php? nombre=La-Portada&id=60816. [2] Estadísticas de Ferrocarriles del Estado, para el FCALP, indican que el tráfico local, como el azufre, que se transfería entre el FdT y el FCALP en Villa Industrial, quedó prácticamente extinguido en 1966. El autor visitó, por la primera vez, Villa Industrial en marzo de 1987 y era evidente que la azufrera había estado paralizada, desde hace ya varios años, aunque con expectativas, que resultaron frustradas, de reactivarse.

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El FCALP se inauguró oficialmente en mayo de 1913, pero el Ferrocarril de Tacora (FdT) no inició sus operaciones hasta octubre de 1925. Durante la Primera Guerra Mundial, el precio internacional del azufre había subido a las alturas de £ 9 la tonelada (Errázuriz, 1998; Thomson, 2007 a 2016), lo que habría permitido la operación rentable de las nuevas instalaciones, aunque se ocupara la tracción animal para el transporte del caliche, desde el costado del volcán hasta Villa Industrial. De todos modos, durante la Guerra, los gobiernos de los países huéspedes de las principales empresas fabricantes de locomotoras y carros para ferrocarriles industriales, de trocha angosta, es decir, de Alemania, los Estados Unidos y el Reino Unido, encargaban cantidades masivas de equipos para ese tipo de ferrocarriles, adaptados para poder ser relativamente fáciles de desarmar y reubicar en las frentes en Bélgica y el norte de Francia, dejando poca capacidad sobrante para atender a un nuevo cliente a más de diez mil kilómetros de distancia. Terminada la Guerra, bajó la demanda de pólvora lo que, junta con una mayor oferta de azufre obtenido mediante el proceso Frasch, en los Estados Unidos, condujo a una baja en los precios a unas £ 5, un precio que siguió reinando durante toda la década de 1920 (Errázuriz, 1998), lo que habría hecho imperativa la construcción del Ferrocarril. El largo del ferrocarril de Tacora era de unos 25 km[3], extendiéndose desde Villa Industrial hasta laderas del volcán Tacora, pasando por el pueblo de Aguas Calientes, y su trocha de 75 cm, en lugar de la originalmente contemplada de 60 cm. El ensanche habría sido ordenado, probablemente, para poder ocupar locomotoras de mayor poder de arrastre sobre el último tramo, donde la pendiente era entre un difícil 3%, de acuerdo con los planos originales (Errázuriz, 1998), y un casi imposible 6%, según una fuente que se refería al Ferrocarril tal como construido (Thomson, 2007 a 2016)[4]. Los planos indicaron que habría alcanzado una altitud de 4.843 m.s.n.m., en su extremo norponiente, siendo posible que haya subido a una altura aún mayor. El ferrocarril de Tacora fue siempre operado a vapor, mediante locomotoras, de fabricación alemana, algunas adquiridas nuevas y otras de segunda mano, probablemente de oficinas salitreras en liquidación. Como combustible, ocuparon la yareta, a lo menos como complemento al carbón de piedra. No ofreció un servicio para pasajeros, aunque, seguramente, habrá transportado a trabajadores de las faenas azufreras, entre Villa Industrial, Aguas Calientes y los faldeos del volcán, en carros destinados principalmente al transporte de caliche. [3] Las distintas fuentes no siempre coinciden respecto al largo del FdT. Según los planos originales, era de 27 km; el largo se habría reducido, por el abandono temprano del tramo más alto del Ferrocarril. [4] No habría sido factible operar el FdT, con una pendiente tan fuerte que 6%, a adherencia, si todo el tráfico no hubiera sido de bajada.

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Aunque concebido como parte integral de la actividad minero-industrial de Espada Hermanos, es probable que el ferrocarril de Tacora, también, hubiera atendido demandas de transporte de terceros, como la empresa Vaccaro Hermanos, compradora de la empresa Azufreras Aguas Calientes, cuya planta beneficiadora se ubicaba en el pueblo del mismo nombre y que poseía derechos calicheros cerca de la cumbre del Tacora. El tráfico de Espada Hermanos, y sucesores, era de caliche de azufre, de bajada, y de insumos a la actividad minera, de subida, pero la Vaccaro habrá bajado azufre purificado hasta Villa Industrial. El tráfico parece haber alcanzado su volumen máximo a principios de la década de 1940, llegando a más de 28.000 toneladas anuales (Thomson, 2007 a 2016). Arriba del Ferrocarril, hubo una red de andariveles, que bajaba el caliche desde las canteras y que habría alcanzado una altura de unos 5.400 m.s.n.m. La evidencia visual sugiere que el punto más alto del ferrocarril de Tacora no se haya mantenido constante a lo largo del tiempo; de acuerdo con los planos originales, se ubicaba a 4.843 metros, pero sería lógico considerar que recibiera, en su punto más alto, el caliche traído por el andarivel, en el punto más bajo de éste, es decir, a una altura de unos 4.980 m.s.n.m.[5] Por recorrer el terreno, uno concluye que el ferrocarril de Tacora difícilmente habría subido a 4.980 metros, puesto que el trazado, en su tramo final, tendría que haber sido muy inclinado, incluyendo, además, curvas muy cerradas, lo que lo habría dejado muy difícil de operar. Si hubiera alcanzado 4 980 metros, la dificultad de operar el mencionado tramo habría motivado su abandono y su reemplazo por una correa, que bajaba el caliche a un nuevo punto superior del Ferrocarril, ubicado a unos 4.840 metros. De cualquier manera, la altura de los dos puntos era superior al de cualquier otro punto en cualquier otro ferrocarril en el mundo, durante el período de actividad del ferrocarril de Tacora. El Azufre: un producto minero olvidado por los conservacionistas Aunque el azufre nunca tuvo la importancia del salitre o del cobre en la economía nacional, su explotación en el sector del Tacora fue considerada tan importante que, en el Artículo Segundo del Tratado de Lima, de junio de 1929, que fijo la frontera terrestre definitiva entre Chile y Perú, esa se estableció con “las inflexiones necesarias para utilizar, en la demarcación, los accidentes geográficos cercanos que permitan dejar en territorio chileno las azufreras del Tacora y sus dependencias” (Errázuriz,1998). A pesar de eso, durante décadas la industria azufrera y, en particular, la parte de ella que tuvo como su núcleo el volcán Tacora, fue ignorada por las personas e instituciones dedicadas a la conservación del patrimonio cultural. [5] El señor Keller, en su publicación, referenciada, del año 1946 (aproximadamente), indica que el Ferrocarril subió hasta 4 980 m.s.n.m., considerando que eso lo ubicaría entre los más altos en el mundo. Otros textos contemporáneos también señalan que alcanzó una altura de 4.980 metros.

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A partir de 1970, han sido declarados Monumentos Históricos los restos de las oficinas salitreras de Humberstone, Santa Laura, Iris, Chacabuco, Francisco Puelma, María Elena y Pedro de Valdivia, además de otras reliquias salitreras, ubicadas en Antofagasta, Baquedano y Taltal, todos, sin duda, de gran importancia patrimonial, pero, del azufre, hasta 2016, nada había recibido protección alguna del Estado. En 2005, se levantaron los rieles del FDT, los que, hasta ese momento, habían permanecido intactos, por existir una posibilidad de reactivar la explotación del azufre en el sector. Fue ese desarme que motivó al autor de la presente nota a solicitar que el ferrocarril de Tacora fuera declarado Monumento Histórico, el 26 de septiembre, 2005. La tramitación de la declaratoria fue muy demorosa, y el decreto correspondiente no fue publicado, en el Diario Oficial, hasta el 11 de enero de 2016, es decir, 10 años, 3 meses y 16 días después de la fecha de la solicitud. Durante ese intervalo, las ruinas del Ferrocarril no contaron con una protección legal y, por eso, a principios de 2012, las tres pequeñas locomotoras a vapor que habían sido guardadas en la casa de máquinas de Villa Industrial, fueron cargadas a camiones y llevadas a Colina, en la zona central del país. Véase la figura 4. Esa operación fue completamente legal. Además, fueron desarmadas las vías de intercambio entre el Ferrocarril de Tacora y el FCALP, en el antiguo patio de intercambio entre los dos ferrocarriles, de Villa Industrial, algunas de las cuales eran técnicamente interesantes por ser de dos trochas, es decir, la de 75 cm del primero y la métrica del segundo. A poco tiempo después de la solicitar la declaratoria, se dio cuenta que no eran solamente los vestigios del propio Ferrocarril que merecían la condición de Monumento sino, además, las reliquias industriales encontradas, tanto en Villa Industrial como en Aguas Calientes, las viviendas abandonadas en este último pueblo y los restos de la red de andariveles, todos los cuales se incorporaron en la solicitud. Sin embargo, para lograr la declaratoria, fue necesario podar, drásticamente, los límites del Monumento en algún momento contemplados y, tal como aprobada, comprende tres áreas separadas, cubriendo: (i) el área de la casa de máquinas en Villa Industrial; (ii) el pueblo de Aguas Calientes y una parte del trazado del Ferrocarril en esa zona, y; (iii) la franja de vía superior del Ferrocarril y la red de andariveles. Los restos de las azufreras que permanecen A pesar de que la vía del FDT ha sido levantada, las locomotoras llevadas y la mayor parte de las plantas en Villa Industrial desmantelada, todavía se puede conocer bastante de la antigua industria minera de azufre de Tacora, incluidos los siguientes elementos: Unos 20 carros ferroviarios del FDT, anteriormente ocupados para el traslado de caliche, la mayoría, y líquidos, probablemente petróleo, los demás, guardados en Villa Industrial, detrás de la antigua casa de máquinas, hecha de piedras.

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La huella del Ferrocarril, en distintos tramos, algunos de los cuales retienen sus durmientes, aunque los rieles han sido llevados – véase la figura 5. Los restos de maquinaria de la planta concentradora de azufre en Aguas Calientes y de los edificios de ese pueblo, tanto la casa del administrador como las viviendas de los trabajadores (algunas de las cuales pudieron haber sido ocupadas para hospedar a visitantes a los aguas termales del sector), y las torres, los cables y los tarros de la red de andariveles, accesibles, con dificultad, al final de una continuación del camino (Ruta A-107). La Agrupación para la Conservación de la ex-Azufrera y Ferrocarril de Tacora Se ha constituida la Agrupación para la Conservación de la ex-Azufrera y Ferrocarril de Tacora, con el fin de: (i) profundizar las investigaciones ya iniciadas de la historia de la minería de azufre de la zona; (ii) divulgar los resultados de esas investigaciones, y; (iii) preparar un plan de restauración de elementos integrantes del complejo y adecuarlo para aceptar turistas de intereses especiales, los que serían atendidos por la comunidad indígena de la zona[6]. Referencias bibliográficas Díaz, J., et al. (2016), La república en cifras, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago. Errázuriz, A. (1998), Manual de Geografía de Chile, Andrés Bello, Santiago. Hazelton, J. (1976), The economics of the sulphur industry, Routledge, Inglaterra. Macchiavello, S. (1935), Panorama mundial de la industria del azufre, Facultad de Derecho, Universidad de Chile, Santiago. Sayago, C. (1874), Historia de Copiapó, reimpresión de Editorial Francisco de Aguirre, Santiago. Sutulov, A. (1978), Minería Chilena, Centro de Investigación Minera y Metalúrgica, Santiago. [6] Para mayores informaciones de esa iniciativa, sírvase dirigirse con Tomás Bradánović P. - tombrad2@gmail.com – o Ian Thomson N. - ian.thomson.newman@gmail.com.

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Thomson, I. (2005, 2009) El tramo a cremallera del Ferrocarril de Arica a La Paz, http://aricaacaballo.com/fcalp/thomson/fcalp_tramo_cremallera.pdf Thomson, I. (2007 a 2016), La industria azufrera, el andarivel y el ferrocarril de Tacora, Consejo de Monumentos Nacionales, www.monumentos.cl/consejo/606/articles-39509_doc_pdf.pdf

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Figura 1. TodavĂ­a, se puede recorrer los restos de las viviendas del pueblo de Aguas Calientes, ubicado a unos 4550 m.s.n.m. Es posible que allĂ­ se hubieran alojado, ademĂĄs de los trabajadores, los visitantes a las propias aguas calientes. (ithomson, 05/11)


Figura 2. Mapa del sector Villa Industrial/volcán Tacora, mostrando la línea del FdT (Fuente: Comisión Chilena de Límites, lamina XXXI)


Figura 3. Originalmente, el FdT habría recibido el caliche, bajado por el andarivel, a través de la compuerta insertada en la estructura de hormigón, que se ve en primera plana; atrás se puede apreciar las torres del andarivel. Además, todavía se puede detectar los restos de la correa del tramo más alto del Ferrocarril. (ithomson, 05/11)


Figura 4. Dave Thomson, hijo del autor, recorre la casa de mĂĄquinas del FdT, en Villa Industrial; la locomotora fue llevada a la zona central del paĂ­s, en 2012. (ithomson, 11/09)


Figura 5. En algunos de los tramos altos del FdT, aunque los rieles han sido levantados, los durmientes no fueron removidos. (ithomson, 09/14)


Valores patrimoniales de las capillas e iglesias de la comuna de General Lagos Magdalena Pereira Campos y Ă ngel GuillĂŠn CĂĄrdenas


VALORES PATRIMONIALES DE LAS CAPILLAS E IGLESIAS DE LA COMUNA DE GENERAL LAGOS Magdalena Pereira Campos, Historiadora del Arte Ángel Guillén Cárdenas, Arquitecto Fundación Altiplano “Monseñor Salas Valdés” El contexto La conexión del hombre andino aymara con el rumbo histórico, social y cultural de la región sur andina de América Meridional ha sido y es primordial. El dicurso se transformó en una gran tarea para las poblaciones que supieron adaptarse a las circunstancias de un ámbito complejo en apariencia y contenido. Tal recorrido ha dejado muchos signos visibles e invisibles en el territorio. Lo perfilado en el proceso de antropización de los andes expone, complementariamente, avances imprescindibles para la persistencia y subsistencia presente y futura del hombre y su medio. Las poblaciones originarias, al superar el instinto, apostar por la creatividad, valorar los recursos naturales, sumar y agregar formas de vida comunitaria, estrechar lazos de parentesco, fomentar interrelaciones por pisos ecológicos y definir rutas longitudinales y transversales, pudieron caracterizar un paisaje y territorio entremezclado con alicientes connotaciones figurativas. En la religiosidad andina nada es fatuo y menos casual, dentro de tal orden y sistema lo cristiano se adaptó a la cultura prevalente, y mientras mejor lo hizo consiguió reforzar lo devocional. En ese aspecto, la arquitectura ha sido, es y será el medio, concreto e idóneo, para expresar tales fines. El ámbito comunal de General Lagos ha sido reconocido por los grupos humanos desde hace más de diez mil años y su espacio geográfico fue ocupado en fases subsiguientes conforme las comunidades superaban etapas culturales de aprendizaje y adaptación. Además, la gran confluencia ideológica y religiosa que provino desde las inmediaciones del lago Titicaca, a través del imperio aymara, fortaleció al territorio occidental en lo transversal y longitudinal. Luego, durante la vigencia de Carangas y Lupacas, se formalizaron las interdependencias culturales, productivas y sociales de carácter regional. La transitoria presencia

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incaica no desvirtuó los lazos creados. Desde el siglo XVI hacia adelante, con dominio hispánico y republicano, no se produjeron cambios ostensibles para el desarrollo del lugar. Arquitectura del entorno sacralizado Una diversidad de viajeros discurrieron por los difíciles trazos andinos, constatando el aspecto utilitario de las rutas y el contenido simbólico del paisaje. Al margen de las comparaciones territoriales, no puede soslayarse la impresionante confluencia de vías longitudinales y transversales que cruzan por el espacio geográfico de Arica y Parinacota. El planteamiento de los ceques en el período prehispánico, la habilitación de los caminos reales durante la colonia y la estructuración de las sendas troperas republicanas, han proyectado, en conjunto, un enmarañado sistema de articulaciones y artificialidades presentes indeleblemente en el suelo regional. Aquella curiosidad insaciable del trajinante por la identificación de sitios con potencial productivo devino en la adopción de decisiones para antropizar lugares estratégicos, sin menoscabo de admitir, como un acto de reconocimiento y satisfacción, las bondades estéticas del entorno. En el mundo andino, el sentido de las rutas procesionales es anterior a la presencia europea en el sub-continente, de esos tiempos permanecen con una aureola mitológica lugares como Caral, Chavín de Huantar, Pachacamac y Tiahuanaco. La coincidencia en los cuatro casos radica en el sistemático peregrinaje que ejercieron las poblaciones pan-andinas, año tras año, para cumplir con sus deidades a la espera de favores ambientales y productivos. Durante la colonia, la incursión de las órdenes religiosas se empecinó en un proceso sistémico de extirpación idolátrica. Volver a sacralizar el territorio, esta vez con iconos cristianos, implicó el despliegue de una estrategia recurrente en el alzado de conventos, monasterios y templos. La cristianización del territorio suroccidental y sudamericano comenzó, a partir de la segunda mitad del siglo dieciséis. Las directrices eclesiásticas iniciales para la Región fueron emanadas por el Obispado de Cusco, requiriéndose que las formas y volúmenes correspondieran al sentido evangelizador del momento y a la disponibilidad de recursos materiales. El aspecto compositivo que prevalecía en la edificación de los conjuntos religiosos era el tardo-renacentista. En un tiempo posterior, a partir del año 1613, se institucionaliza al Obispado de Arequipa, encargándose de la administración religiosa en los territorios del

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borde occidental cordillerano que se extendían hasta la actual Región de Tarapacá. Desde esa dependencia eclesiástica se implementó la transición hacia el barroco en directa alusión a la teoría y estética promovida por el Concilio de Trento y especificada por los concilios limenses. Los nuevos estilos, tipos y tipologías suscitados desde la fase colonial fueron asimilados afirmativamente con el paso del tiempo e, incluso, las propias comunidades indígenas han sabido alentar de una forma asincrónica, la pervivencia, convivencia y vigencia de usos, y simbolismos con estirpe barroca. Las capillas e iglesias de la comuna General Lagos expresan integralmente ese sentido de atemporalidad que contiene la arquitectura religiosa andina. Las edificaciones aparecen desperdigadas en medio del altiplano como si fueran un conjunto de constelaciones. El repertorio arquitectural es fiel a la esencia constructiva indígena y coherente con los aportes espaciales, formales y materiales recibidos de antiguos núcleos patrimoniales generadores como Arequipa, Copacabana, Pomata y Potosí. La interioridad y propensión andina por la estética ha incorporado una vasta compilación de atributos y formas, así como, una proclividad por la exposición de íconos y elementos semióticos cercanos a las comunidades. Es la agregación de intimidad y la exigencia de convivencia entre lo doméstico y simbólico. Por lo demás, la infinidad de manifestaciones simbólicas altiplánicas han devenido en componentes concurrentes y/o contrastantes de carácter constructivo, tipológico, territorial e incluso ecológico, expresando con suficiencia momentos espléndidos del arte y religiosidad andina. El conjunto La preservación del estilo y la reafirmación del emplazamiento, son dos componentes caracterizadores de la arquitectura religiosa existente en la comuna de General Lagos. La transmisión generacional de los procesos constructivos representados por la materialidad predominante en el lugar: agua, tierra, piedra, queñua e ichu; por el programa arquitectónico desplegado en sus abreviadas edificaciones: uniespaciales, con muros adelantados, cubiertas a dos aguas, barda perimetral, con o sin torres y campanarios; por el estilo que remarca su sencillez, como una búsqueda de identidad ligada a su esencia indígena y cotejada en igualdad de condiciones con el aporte occidental. La elección de los emplazamientos es magistral, siempre en un lugar protagónico de la estancia y de preferencia en un promontorio que simula la preponderancia de lo espiritual por encima de aquello mundano y cotidiano.

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Pero, históricamente cuando empezó a darse el proceso de cristianización en esta parte del altiplano ariqueño. La mención más antigua respecto a la existencia de edificaciones religiosas asevera que en los últimos años del siglo XVIII, las capillas de Tacora y Cosapilla existían. Ambas son edificaciones tempranas integradas a núcleos urbanos de mayor densidad poblacional. El inicio de las operaciones del ferrocarril Arica-La Paz en 1913, alentó la estructuración de nuevos asentamientos y la erección de otras capillas. De tal modo, en un hecho inusualmente multiplicador, pudieron erigirse en la primera mitad del siglo veinte más de treinta capillas que re-caracterización el paisaje cultural subregional. Las influencias constructivas extra-regionales compartidas y/o recibidas desde la sierra tacneña en Perú o desde el departamento de La Paz en Bolivia, se han dejado notar, tanto durante la colonia como en la fase republicana, apareciendo las edificaciones referenciales como unos prototipos visibles, replicables e imitables. La conformación material de las fábricas es en gran parte de piedra sin labrar, sus cubiertas preservan el sentido orgánico que proporciona el uso de armaduras de pares-nudillos confeccionados con queñua y protegidos con paja de puna. Los rasgos ornamentales de iglesias principales como la de Cosapilla, se proyectan a otros conjuntos religiosos. El patrimonio artístico apela sincréticamente a la relación entre elementos de la naturaleza e imágenes compatibilizándolos con advocaciones de procedencia occidental: Illapa es San Santiago y la Virgen Cerro se presenta como la Virgen Candelaria. Las dimensiones reducidas de los espacios religiosos no han sido óbice para la integración permanente de objetos sacros, muchos de ellos de significativa belleza y utilidad. Gran parte de los bienes culturales contenidos en el interior de las capillas fueron adquiridos en los cercanos países de Bolivia y Perú, debido al nivel de trashumancia cultural que aún se practica en la parte más septentrional de la Región. Sin embargo, como algo inevitable derivado de la movilidad poblacional, se impone la disminución demográfica como un factor crítico que gravita directamente en la continuidad de los bienes patrimoniales comunales. Valores patrimoniales Un valor excepcional inherente a las edificaciones cristianas comunales es su atemporalidad, justificada en la construcción permanente de contenidos patrimoniales explicitados en casi treinta capillas erigidas en la primera mitad del siglo veinte (Acancayane, Airo, Ancara,

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Ancolacane, Ancopujo, Camaña, Cayco-Cotani, Challipiña, Chapoco, Chisllani, Chislluma, Chojñumani, Chujlluta, Colpitas, Cotapalca, Cruzvilque, Guacollo, Humapalca, Humaquilca, Ilave, Limani, Limampalca, Nasahuento, Pampauta, Pucara, Pucoyo, Putani, Surapalca y Visviri). Un legado republicano ingente y ostensible. La expresividad barroca de los conjuntos religiosos es visible en su relación alegórica con el medio natural y cultural y en los contenidos textuales de su arquitectura y arte. Las capillas son en su mayor parte uniespaciales y las proporciones de sus espacios no superan, en el mejor de los casos, los cincuenta metros cuadrados. Predomina la piedra sin cantear en la construcción de muros con ejemplos excepcionales donde aparece el adobe. Las cubiertas tienen como soporte estructuras de par y nudillo confeccionadas con queñua que fueron protegidas con techumbres de paja y planchas de zinc. Una cuarta parte de los edificios dispone de torres y campanarios. Otros componentes destacables en los conjuntos son las bardas perimetrales que se observan en un cincuenta por ciento de las fábricas; casi todas incorporan calvarios en el frente de sus fachadas y muy pocas se encuentran al lado de cementerios. Una mención aparte para la capilla de Chapoco, donde convergen todas las virtudes de la arquitectura religiosa de General Lagos. Con solo diecisiete metros cuadrados de área edificada sorprende su planta en forma de cruz latina, las proporciones de su estructura pétrea, la cubierta abovedada y la cúpula junto a la proyección efectiva del crucero y cimborrio. La constatación de la capilla de Chapoco como única muestra representativa de su tipo en territorio chileno es gravitante y pondera su importante significado patrimonial. El siglo pasado ha sido prolífico para la erección de capillas, circunstancia que expresa asertivamente la vocación simbólica y religiosa de sus comuneros, profundamente interiorizada con la construcción permanente de arraigo al paisaje y territorio. Referencias bibliográficas Ángel Guillén Cárdenas (2016). Capillas eremíticas del altiplano sur andino, Fundación Altiplano MSV. Diagnóstico catastro de iglesias y capillas de la Comuna de General Lagos (2012). Programa Puesta en Valor del Patrimonio-Préstamo BID N° 30096764-0, Fundación Altiplano MSV, 2012.

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Figura 1. Iglesia San Santiago Apóstol de Airo declarada Monumento Nacional en su categoría de Monumento Histórico.


Figura 2. Iglesia de Chapoco, se aprecia su monumentalidad. Construida de piedra. Se caracteriza por su estructura pétrea, la cubierta abovedada y la cúpula junto a la proyección efectiva del crucero y cimborrio.


Figura 3. Iglesia Virgen del Rosario y cementerio de Cosapilla, Monumento Nacional en su categorĂ­a de Monumento HistĂłrico.


Figura 4. Se aprecia el paisaje de la localidad de Chapoco.


Figura 4. Iglesia Virgen del Carmen Tacora, Monumento Nacional en su categorĂ­a de Monumento HistĂłrico.


Ruta de las Misiones en General Lagos Cristian Heinsen Planella


RUTA DE LAS MISIONES EN GENERAL LAGOS Cristian Heinsen Planella Director ejecutivo de Fundación Altiplano MSV La Ruta de las Misiones en la Comuna de General Lagos, Arica y Parinacota, Chile Los templos andinos de Arica y Parinacota, tesoros patrimoniales de un Paisaje Cultural de América, excepcionales en la persistencia de su materialidad de piedras y adobe, en sus sistemas constructivos prehispánicos y coloniales, en su estilo mestizo, el barroco andino perdido en el tiempo. Espacios sagrados que integran templo, posas, calvarios, cementerios y el paisaje sobrecogedor de las alturas pobladas de los Andes. En la comuna-paisaje de General Lagos, los templos andinos celebran las majadas o estancias ganaderas, dedicando al mundo espiritual la actividad productiva ancestral del mundo aymara, la custodia del ganado y del conocimiento cifrado del textil andino, conectados con las grandes montañas mallku donde se reserva el agua-vida que bajará a verdecer el Gran Desierto, coronando los bofedales donde la vida se recrea a 4.000 m.s.n.m., muy cerca del cielo. El Plan de Restauración de Iglesias Andinas de Arica y Parinacota, modelo de Desarrollo Sostenible Hacia 1999, un grupo de estudiantes conoce el paisaje cultural de Arica y Parinacota y la necesidad que tienen sus comunidades andinas, de raíz aymara, por preservar sus centenarios templos de piedras y adobes, centros sagrados de su vida comunitaria y cultura ancestral. Inspirados por el trabajo del misionero Amador Soto, que desde 1990 atiende las comunidades del Decanato Andino de la diócesis, se crea en 2002 la Fundación Altiplano Monseñor Salas Valdés, como organización sin fin de lucro dedicada a atender la necesidad patrimonial de comunidades andinas y rurales, para acompañarlas, aprender y contribuir a lograr un mundo más alegre y sostenible, a través de la conservación de los tesoros naturales y culturales heredados de los antepasados. En el origen del trabajo de Fundación Altiplano está el Plan de Restauración de Iglesias Andinas, modelo de desarrollo sostenible, concebido como un plan maestro para atender la necesidad de comunidades que se acercaban a solicitar apoyo técnico y económico para restaurar sus iglesias centenarias que, hasta entonces, no estaban catalogadas ni protegidas como patrimonio cultural del país, ni menos acogidas a programas de preservación.

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Los primeros casos de intervención del Plan Iglesias Andinas son aprendizajes complejos. Revelan la necesidad urgente de recuperar saberes y oficios vinculados a la conservación de los templos, así como enfrentar adaptativamente las complejas pérdidas culturales que han sufrido las comunidades ancestrales en su migración masiva a la ciudad de Arica. El Plan Iglesias Andinas asume entonces el desafío de recuperar el valor de estos templos originados en la legendaria ruta de la Plata de Potosí, como un conjunto patrimonial principal de Chile y América, para fortalecer a las propias comunidades los conservan y que anhelan reactivar su poblados con alternativas de desarrollo sostenible. De entre los más de 100 templos andinos conservados en la región de Arica y Parinacota, el Plan propone realizar 31 proyectos de restauración + desarrollo sostenible para los casos principales, que se ejecutan en modalidad Escuela Taller, con participación-aprendizaje de las propias comunidades. Iglesias principales del Conjunto Patrimonial de Iglesias Andinas de Arica y Parinacota Iglesias de Valles Costeros (0-2.000 m.s.n.m.): Azapa, Poconchile, Codpa, Guañacagua, Chitita, Tímar. Iglesias de Precordillera (2.000-3.500 m.s.n.m.):Putre, Socoroma, Livílcar, Pachama, Belén (Candelaria y San Santiago), Ticnámar, Cobija, Sucuna, Aico, Pachica, Esquiña. Iglesias de Altiplano (3.500-4.700 m.s.n.m.): Parcohaylla, Mulluri, Guallatire, Choquelimpie, Parinacota, Caquena, Cosapilla, Guacollo, Chapoco, Airo, Timalchaca, Putani, Tacora. El Plan Iglesias Andinas es impulsado originalmente por Obispado de Arica y Fundación Altiplano como unidad técnica. En 2009, tras haber logrado las 3 primeras intervenciones patrimoniales con trabajo voluntario y aportes privados, la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, distingue al Plan Iglesias Andinas con el premio Sello Bicentenario. Con este respaldo, Fundación Altiplano califica técnica e institucionalmente como entidad sub-ejecutora del Programa de Puesta en Valor del Patrimonio BID-SUBDERE (PPVP), lo que permitirá contar desde entonces y hasta la fecha con financiamiento y apoyo especial del Gobierno de Chile, SUBDERE y Gobierno Regional de Arica y Parinacota, para ir avanzando en un desafío patrimonial y territorial inédito para Chile, inspirado en casos ejemplares como Camino de Santiago (España), New Mexico (USA), Colca (Perú), Chiquitanía (Bolivia) y Chiloé (Chile).

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La Ruta de las Misiones: el turismo responsable como apoyo a la gestión patrimonial El Plan Iglesias Andinas prioriza la necesidad de conservación de los templos intervenidos por las propias comunidades, que han experimentado pérdidas culturales y económicas importantes por su forzada migración a la ciudad de Arica derivadas de políticas de ordenamiento territorial propuestas desde mediados del siglo XX para un área estratégica de Chile. ¿Cómo enfrentar el mantenimiento futuro de los templos intervenidos y la llegada de turistas que acudirán a compartir el valor recuperado por las restauraciones? ¿Cómo transformar el turismo, habitualmente considerado un factor de riesgo para la conservación, en un mecanis- mo de apoyo a la gestión patrimonial de la comunidad y una alternativa para su desarrollo sostenible? Atendiendo los aprendizajes y logros de programas de turismo cultural asociados a los conjuntos patrimoniales que inspiraron el plan de restauración, la Ruta de las Misiones se concibió como una instancia de fortalecimiento de las comunidades que ejercen la custodia de los templos, una alternativa de desarrollo sostenible y matriz del modelo de gestión patrimonial. Con este propósito social-cultural, la Ruta de las Misiones busca implementar una experiencia de turismo responsable en torno a las iglesias andinas de Arica y Parinacota, en coordinación con familias y comunidades andinas de la Región, que contribuya a la conservación de los tesoros patrimoniales que integran el paisaje cultural. En alianza con la Universidad Católica de Chile, el proyecto se postuló en 2009 al Concurso Nacional de CORFO, Generación de bienes públicos para la innovación en la industria turística de intereses especiales, con el objetivo principal “Diseñar e implementar un destino de turismo sostenible en torno al conjunto patrimonial de iglesias andinas de Arica y Parinacota”. Como resultado del trabajo financiado por CORFO-Innova entre 2009 y 2011, se logró definir una oferta de turismo patrimonial responsable en torno a la experiencia del Paisaje Cultural Andino de Arica y Parinacota. En este paisaje, las iglesias andinas de la antigua Ruta de la Plata de Potosí, creadas y atendidas hasta hoy en sistema de misiones, con sacerdotes visitantes y comunidades que conservan fiestas, ritos, cargos tradicionales y un valioso patrimonio cultural intangible, funcionan como hitos articuladores de un territorio patrimonial, centros sagrados donde las comunidades preservan su religiosidad, su cultura, su saber habitar el medio ambiente. La experiencia de turismo responsable se sostiene en torno al valor patrimonial de:

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Paisaje natural excepcional. Reserva biológica en medio del Gran Desierto del Pacífico. Arqueología con registros culturales desde hace 10.000 años. Templos de estilo barroco-mestizo. Testimonios de la antigua Ruta de la Plata de Potosí. Caminos troperos ancestrales, integrantes de la red vial Qhapaq Ñan y de rutas comerciales coloniales/republicanas. Producción agropecuaria tradicional de raíz aymara y colonial; diversidad de costumbres espirituales y culturales de las comunidades andinas. Tras la Fase 1 de Diseño del Circuito e Implementación de Prototipos en el poblado de Belén (propuesto como centro del circuito), como la restauración e implementación de museo en iglesia de la Virgen Candelaria, el mejoramiento de entorno atrio y plaza pública y la habilitación de una Posada Demostrativa en la ex casa cural, la Ruta de las Misiones ha cumplido hasta la fecha una Fase 2 de Marcha Blanca, con apoyo del Decanato Andino de la Diócesis de Arica, comunidades beneficiarias, familias andinas emprendedoras, Municipalidades de Putre y Camarones, Gobierno Regional, CORFO y empresas de turismo colaboradoras. Esta marcha blanca busca acompañar a las comunidades en el proceso de aprendizaje adaptativo que exige la implementación de oferta de turismo responsable. La marcha blanca se articula con los proyectos del Plan Iglesias Andinas, financiados por el PPVP/SUBDERE/Gobierno Regional, que va logrando restauraciones de iglesias y entornos patrimoniales, así como la capacitación de las propias comunidades beneficiarias, enfrentando con recursos muy limitados los requerimientos específicos de infraestructura, planta y capacidades turísticas. En este proceso de acompañamiento, Fundación Altiplano apoya con la plataforma de promoción del circuito, instancias de capacitación y la realización, en torno a la Ruta de las Misiones, de sus proyectos estratégicos Festival de Arte Sur Andino Arica Barroca y Festival de Cine Rural + Indígena Arica Nativa, con actividades en los templos y atrios restaurados, convocando a especialistas en patrimonio y cultura, medios especializados y, sobre todo, a descendientes de familias andinas que buscan recuperar el valor de su patrimonio ancestral. Destacan en esta Fase de marcha blanca logros tan relevantes como le implementación de servicios turísticos por emprendedores andinos, las visitas de medios especializados como BBC Travel o Lonely Planet, el premio Global VisionAward de Travel&Leisure o el reciente reconocimiento de Revista Enfoque como producto turístico emergente de la Región, por su valorización del patrimonio natural y cultural, además de lograr un gran impacto en las comunidades locales. Aunque en su Fase 1 la Ruta de las Misiones se focalizó en el sub paisaje de precordillera, la propuesta abarca las 30 iglesias-localidades del Plan Iglesias Andinas, conformando una

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experiencia de turismo responsable que recorre e integra las 4 comunas del paisaje cultural regional: Arica, Camarones, Putre y General Lagos. Resultados logrados a la fecha por Plan Iglesias Andinas/Ruta de las Misiones en la comuna de General Lagos Dentro del paisaje cultural de la Región de Arica y Parinacota, la comuna de General Lagos posee un valor excepcional como sub-paisaje Altiplánico, que a su vez integra el gran Paisaje Cultural del Altiplano Sur Andino, que Chile comparte con Perú, Bolivia y Argentina. Esto promueve a la comuna de General Lagos como un territorio patrimonial de valor universal y potencial destino privilegiado de turismo responsable. En su planificación inicial, el Plan Iglesias Andinas proponía intervenciones en 5 iglesiascapillas principales de la comuna de General Lagos: iglesia de Santiago Apóstol de Airo; iglesia de San Martín de Tours de Chapoco; iglesia Virgen del Rosario de Cosapilla; iglesia Santa Rosa de Lima de Guacollo; iglesia Virgen de la Inmaculada Concepción de Putani; iglesia Virgen del Carmen de Tacora. A la fecha, y de acuerdo a las solicitudes formales de apoyo presentadas por comunidades de la comuna, en el marco del Plan Iglesias Andinas/Ruta de las Misiones se ha logrado realizar las siguientes acciones patrimoniales dentro de la Comuna: Restauración parcial de la iglesia de Tacora, en coordinación con su comunidad; proyecto co-financiado por comunidad, CONADI y Fundación Altiplano MSV (2012). Recreación histórica de Retablo Colonial en iglesia de Airo. Proyecto cofinanciado por comunidad, CONADI y Fundación Altiplano (2012). Restauración integral de barda perimetral del cementerio de Visviri, en coordinación con comunidad indígena de Visviri; proyecto cofinanciado por comunidad, municipio y Fundación Altiplano (2015-2016). Gestión de declaratoria de monumento nacional para las iglesias de Airo, Chapoco, Cosapilla, Guacollo, Putani y Tacora. A la fecha todas las declaratorias han sido tramitadas debidamente, contándose con las declaratorias aprobadas (2012-2016). Diagnóstico Catastro de iglesias y capillas de la Comuna de General Lagos, Programa de Puesta en Valor del Patrimonio BID/SUBDERE/Gobierno Regional, Código BIP No 30096774-0 (2012). Este estudio releva un sub-conjunto patrimonial de excepcional valor

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dentro de la comuna de General Lagos. Se trata de templos-capillas emplazados en localidades y estancias ganaderas, a cargo de comunidades y atendidas originalmente como anexos de la doctrina de Tacna. Salvo Tacora y Cosapilla, mencionadas en registros eclesiales hacia fines del siglo XVIII, el resto de las capillas corresponde a construcciones de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. El catálogo lo integran: capilla de San Juan Bautista de Acancayane, iglesia de San Santiago Apóstol de Airo, iglesia del Milagroso Señor de Locumba de Ancara, iglesia de San Santiago Apóstol de Ancolacane, capilla de la Virgen del Rosario de Ancopujo, capilla de la Virgen del Rosario de Camaña, capilla de la Virgen del Rosario de Cayco-Cotani, capilla del Espíritu Santo de Challipiña, capilla de San Martín de Tours de Chapoco, capilla del Rosario de las peñas de Chisllani, capilla de la Santa Cruz de Chislluma, capilla de la Virgen de la Candelaria de Chojñumani, capilla de la Santa Cruz de Chujlluta, capilla de la Virgen del Rosario de Colpitas, iglesia de la Virgen del Rosario de Cosapilla, capilla de la Virgen de la Concepción de Cotapalca, capilla de San Santiago Apóstol de Cruzvilque, iglesia de Santa Rosa de Lima de Guacollo, iglesia del Milagroso Señor de Locumba de Humapalca, capilla de la Virgen de la Candelaria de Humaquilca, capilla de la Virgen del Rosario de Ilave, capilla de la Virgen de la Candelaria de Limani, capilla de Limanpalca, capilla de la Virgen de la Candelaria de Nasahuento, capilla de San Antonio Abad de Pampauta, capilla de Pucara, Capilla de la Virgen del Rosario de Pucoyo, iglesia de la Virgen de la Inmaculada Concepción de Putani, capilla de la Virgen del Rosario de Surapalca, iglesia de la Virgen del Carmen de Tacora, iglesia del Cristo crucificado de la Santa Cruz de Visviri. El sub circuito Ruta de las Misiones en la comuna de General Lagos El estudio diagnóstico realizado en 2012 para las capillas de General Lagos, pone en relevancia un sub-conjunto patrimonial de alto valor para la comuna y el país, y propone que “la restauración y conservación de iglesias y capillas andinas de la comuna de General Lagos permite consolidar un circuito de turismo patrimonial en torno al excepcional paisaje cultural de la Comuna. Se trata de un ámbito geográfico de alto valor patrimonial, que puede verse seriamente afectado con intervenciones deficientes como es el turismo mal planificado y gestionado (turismo como agente de riesgo para el patrimonio natural y cultural). De tal manera que un plan de restauración y conservación capillas altiplánicas se propone como alternativa de desarrollo sostenible para esta Región estratégica de Chile, el turismo como agente conservador de patrimonio. Turismo responsable, con un viajero que se integra al ciclo de promoción y conservación del paisaje cultural visitado. El Plan tienen como objetivo principal promover el sano desarrollo de comunidades andinas. El proyecto supone instalación de capacidades de gestión patrimonial, en base a un trabajo permanente de capacitación y emprendimiento. Para que el proyecto logre su objetivo, es clave contar con la participación activa de familias y entidades representantes de las comunidades andinas de la Región. Esto exige confianza y trabajo dedicado y permanente en el área andina”.

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La comuna de General Lagos en la Estrategia Arica y Parinacota, Paisaje Cultural de América Entre 2015 y 2016, se ha trabajado especialmente en actualizar el modelo de gestión del Plan Iglesias Andinas/Ruta de las Misiones. Gracias a un estudio realizado con apoyo de BID, se ha formulado un modelo que ordena las intervenciones de conservación de paisajes culturales en tres grandes ámbitos: Protección o Gobernanza de Valor Patrimonial; Restauración de Valor Patrimonial; y Generación de valor Compartido Patrimonial. Este modelo se ha aplicado como metodología para la construcción de una Estrategia Regional de Patrimonio y Desarrollo Sostenible, incluida en el Programa de Difusión Arica y Parinacota, Paisaje Cultural de América, sub-ejecutado para el Gobierno Regional de Arica (PPVP/SUBDERE) y que ha contado con especial apoyo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Dentro de esta estrategia, se relevan como acciones prioritarias para la Comuna de General Lagos: Iniciativas de Gobernanza de Valor Patrimonial Constitución de Comités Patrimoniales en comunidades. Protección legal para el conjunto de capillas de General Lagos. Publicación de una Guía de Capillas Andinas de General Lagos. Iniciativas de Restauración Patrimonial Restauración en Escuela Taller de las iglesias principales de Airo, Chapoco, Cosapilla, Guacollo, Putani y Tacora. Programa de conservación preventiva en Escuela Taller para Conjunto de Capillas Andinas de General Lagos. Restauración en Escuela Taller de cementerios principales de la comuna. Programas de restauración de viviendas andinas en poblados patrimoniales (Tacora, Ancolacane, Guacollo, otros). Programa de Restauración de Conjunto Patrimonial Azufreras de Tacora, por Agrupación para Conservación de Azufreras y Ferrocarril de Tacora.

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Iniciativas de Valor Compartido Patrimonial Red de Posadas de Turismo Responsable a cargo de familias andinas en estancias y poblados (Proyecto SARAÑA) Estancia Ganadera (Majada) Modelo para mejoramiento de la ganadería y producción textil de camélidos. Programa piloto de energía solar, gestión de aguas y residuos en localidades principales de la Comuna. La conservación del conjunto patrimonial de capillas andinas de General Lagos nace de la vocación patrimonial de las propias comunidades ancestrales. Pero es parte de un desafío mayor de la humanidad. La sobre-urbanización y el consumo excesivo de los recursos disponibles, hace urgente atender la necesidad de conservar los tesoros naturales y culturales del planeta, muchas veces custodiados por pequeñas comunidades periféricas. Las culturas ancestrales y rurales, refugiadas en paisajes culturales como el altiplano de la comuna de General Lagos, demuestran una valorización especial por conservar para las nuevas generaciones aquello que se ha recibido con cariño de los antepasados. Esta necesidad patrimonial puede ser la base para lograr un modelo de desarrollo más alegre y sostenible, en comunidad.

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PLANO DE LA RUTA DE LAS MISIONES

Airo (MH) Tacora (MH)

Vn.Tacora

Chapoco p Putani (MH) Guacollo Cosapilla (MH) (MH)

Caquena Vn.Pomerape Vn.Parinacota

CH-11

Parinacota Putre

Lago Chungará

Parque Nacional Lauca

Socoroma

Choquelimpie CH-11

Vn.Guallatire

CH-11

Arica

Pachama

Poconchile

Belén

Azapa

Livilcar

Guallatire

A-31

Ticnamar

5

Timalchaca

A-31

Timar

A-31

Río Vitor

Reserva Natural Las Vicuñas

CobijaCo.Marquez Chitita Guañacagua

Codpa

Aico

Salar de Surire

Sucuna

A-35 A-331

Parcohaylla Pachica Esquiña Mulluri

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Figura 1. Iglesia Virgen del Inmaculada Concepción de Putani declarada Monumento Nacional en su categoría de Monumento Histórico.


Figura 2. Iglesia Santa Rosa de Lima de Guacollo, Monumento Nacional en su categorĂ­a Monumento HistĂłrico.


Figura 3. Cementerio de Tacora declarado junto a la Iglesia Virgen del Carmen Monumento Nacional en su categorĂ­a Monumento HistĂłrico.


Fugura 4. Iglesia Virgen del Rosario de Cosapilla, Monumento Nacional en su categorĂ­a Monumento HistĂłrico.


Fugura 5. Capacitaciones para las comunidades asociadas a la Ruta de la Misiones en la RegiĂłn. Curso de GastronomĂ­a Patrimonial.


Algunas consideraciones para el desarrollo turĂ­stico en la comuna de General Lagos: La potencialidad turĂ­stica del altiplano chileno Franco Rojas CarreĂąo


ALGUNAS CONSIDERACIONES PARA EL DESARROLLO TURÍSTICO EN LA COMUNA DE GENERAL LAGOS: LA POTENCIALIDAD TURÍSTICA DEL ALTIPLANO CHILENO Franco Rojas Carreño Docente Carrera de Turismo INACAP La actividad turística durante los últimos años ha ido cobrando mayor importancia a nivel país gracias a su permanente crecimiento, esto reflejado en el mayor número de llegadas internacionales al país como el aumento del turismo interno. Las estadísticas más recientes entregadas por el Servicio Nacional de Turismo (SERNATUR), indican que durante el primer semestre el arribo de turistas al país aumentó en un 28% con 2,8 millones de ingresos respecto al mismo período durante el 2015. El prometedor panorama turístico no solamente se refleja en el territorio nacional, ya lo comentaba la Organización Mundial de Turismo (OMT) en un comunicado de prensa emitido en septiembre del presente año, sobre el aumento en la llegada de turistas internacionales en todo el mundo, alcanzando un 4% más que el año anterior entre los meses de enero a junio del 2016, demostrando que el turismo es uno de los sectores económicos más resistentes del mundo, creando miles de puestos de trabajo y aportando con el desarrollo sostenible de los territorios que ven en él, una oportunidad de mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes. Bajo este contexto, la Región de Arica y Parinacota, presenta innumerables condiciones y ventajas competitivas para basar su desarrollo económico en la industria turística, con un patrimonio natural y cultural albergado en parajes únicos de los distintos pisos ecológicos, que permiten la práctica de variados tipos de turismo, que pueden transformarse en experiencias memorables para el visitante. Atributos de la comuna de General Lagos para el desarrollo turístico La comuna de General Lagos, la primera comuna de Chile, yendo de norte a sur; “Donde comienza Chile”, se caracteriza por poseer una gran diversidad de especies animales y vegetales, en especial grandes extensiones de bofedales, como a la vez, contar con uno de los climas más complejos de habitar, como es el caso de la Estepa de altura, donde encontra

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mos una temperatura promedio de 6° C y una amplitud térmica diaria que puede ir desde los -15o C y los 10o C en la estación de invierno (Hinterland, 2007). Las condiciones climáticas y de altitud, con un promedio de 4.100 m.s.n.m., condicionan en alguna medida las posibilidades de desarrollo turístico, ya que esta parte del territorio se ve afectada por las lluvias estivales, donde los cerca de 300 mm. de agua caída se concentran entre los meses de diciembre a marzo, produciendo cortes de caminos, limitando las actividades turísticas durante el verano, época en la cual se realizan el mayor número de viajes para el turismo interno. A pesar de aquello, las condiciones extremas del territorio han conformado un paisaje vegetal característico, difícil de encontrar en otras partes del mundo, destacándose extensos bodefales, pajonales y llaretales, donde se encuentra la base de las actividades productivas locales como la ganadería camélida con llamas y alpacas, junto con habitar otras especies silvestres como el caso de las vicuñas, vizcachas, suris o ñandúes del norte, entre otros. Además, el paisaje se complementa por estar flanqueado por la imponente cordillera de los Andes, destacando diversos cerros y volcanes que permiten la práctica de diversas experiencias asociadas al turismo activo, como es el caso del montañismo, senderismo, trekking y otros. Las características del territorio andino de la comuna de General Lagos se fortalecen con la presencia de pequeños poblados y caseríos, siendo construcciones de barro y paja, como también iglesias andino coloniales y vestigios arqueológicos asociados a la cultura aymara, pueblo vivo que habita este territorio, manteniendo tradiciones y costumbres locales susceptibles de ser puestos en valor turístico. La presencia de la cultura aymara en el territorio, favorece enormemente el diseño de actividades turísticas de características vivenciales, donde el visitante no solamente pueda recorrer y sorprenderse por la diversa flora y fauna, si no a la vez, compartir directamente con los herederos de cientos de años del legado cultural de grandes civilizaciones pasadas, de manera directa. Es así como se destaca entre los atributos del territorio para el desarrollo turístico, la realización de diversas festividades y actividades culturales, una de ellas es la existencia de la feria Tripartita en las cercanías de la frontera compartida por nuestro país, junto a Bolivia y Perú. En esta feria participan centenares de comerciantes y artesanos que buscan vender sus productos, transformándose en una especie de “mall” del altiplano, debido a que se pueden encontrar desde abarrotes, frutas, verduras, artículos de cuero y lana camélida, entre otros.

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Sobre la puesta en valor turístico de tradiciones y festividades propias de las culturas locales, se debe considerar antes de su comercialización, la opinión de la comunidad, que tan dispuestos y de acuerdo se encuentran en abrir dichas costumbres a visitantes, ya que en varios casos nacionales e internacionales, la apertura turística ha conllevado a la pérdida de la identidad local por una mala o nula gestión adecuada, lo que hace necesario contar con instrumentos y herramientas de planificación que aseguren el cuidado y respeto por las actividades y el paisaje del territorio, como de su gente. Otra actividad propia de la comuna que ha crecido en los últimos años es la celebración de la Fiesta de la K’illpa, consistente en el floreo de los animales, es decir, marcar al ganado camélido de llamas y alpacas, junto con muestra de artesanías y productos propios del territorio, resaltando las tradiciones de los pueblos aymaras. Un elemento que puede mermar el crecimiento de la festividad como atractivo turístico, es la no definición de una época en año para su celebración, lo que impediría en algunos casos para tour operadores y agencias de viajes regionales como nacionales, diseñar programas de visita que consideren la actividad como motivación principal de viaje. En este caso, las empresas turísticas requieren conocer con antelación las fechas para poder ofertar y comercializas los programas con la debida antelación, en especial si se trabaja con turistas internacionales. El tren de los Andes Un atributo que podría catapultar el desarrollo turístico de la comuna, como a la vez, aportar al desarrollo local mediante el fortalecimiento de la conectividad del territorio, es la reactivación de los servicios del ferrocarril de Arica a La Paz, que tiene en la comuna de General Lagos, varias estaciones y puntos de interés turístico-patrimonial. Esta línea férrea que comienza sus operaciones en el año 1913, producto del Tratado Paz y Amistad firmado por Chile y Bolivia el 20 de octubre de 1904, presenta grandes condiciones para el desarrollo del turismo ferroviario, el cual “corresponde al uso de trenes para recorridos turísticos, principalmente en giras que rescatan el carácter histórico del trayecto” (OMT, 1999). Si bien es cierto que ya se encuentra operativo en cuanto al transporte de cargas, la administración del ferrocarril aún no ha definido la reanudación del transporte de pasajeros, que de momento se presenta en desventaja por los altos costos de operación en comparación con los servicios tradicionales en buses por carretera.

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Ahora bien, una de las oportunidades que se podría generar con la reactivación del transporte de pasajeros del ferrocarril para los operadores turísticos, es poder diseñar programas de visita que consideren transportes mixtos, como es la subida en tren y el retorno en vehículos, ampliando los circuitos con paisajes únicos que en un bus o camioneta no se pueden observar, como la experiencia de viajar en el “Tren de los Andes” a más de 4.000 m.s.n.m. Ubicación privilegiada Aunque se puede considerar un factor que juegue en contra por las razones expuestas en un comienzo, la ubicación de la comuna de General Lagos debiese ser vista como una ventaja competitiva, esto debido a que se encuentra en zona de tránsito de un alto número de turistas internacionales que circulan en el denominado “Triángulo Mágico Andino”, que considera destinos altamente posicionados a nivel mundial, como lo son Cuzco-Machu Pichu en Perú; Tihuanaco e Isla del Sol en Bolivia; y, San Pedro de Atacama en Chile, lo que transforma a la comuna y al territorio en general de la Región, en paso obligado por encontrarse en una inmejorable ubicación geográfica. Lo anterior se fortalece con que la comuna se encuentra a pocos kilómetros del atractivo turístico regional más importante y posicionado a nivel nacional e internacional, como es el caso del Parque Nacional Lauca con el lago Chungará, favoreciendo la atracción de turistas hacia la zona de General Lagos, pero para lograr aquello, se debe contar con una adecuada y atractiva oferta de servicios y actividades turísticas, como de las acciones de promoción y comercialización suficientes para lograr la visita y pernoctación de aquellos turistas que circulan en este corredor turístico. Conclusión A pesar de contar con innumerables atributos paisajísticos y una amplia variedad de recursos culturales y naturales, el desarrollo de la actividad turística en General Lagos hasta el día de hoy ha sido incipiente, inclusive en algunos sectores de alto valor no se encuentran considerados en la oferta formal de operadores turísticos regionales y/o nacionales. Lo anterior está basado en la incipiente infraestructura y planta turística, que no cuenta con las capacidades suficientes para recibir flujos turísticos de consideración ni los conocimientos técnicos del negocio, lo que merman las posibilidades inmediatas de desarrollo local en función del turismo, si bien es cierto, en los últimos años se han generado grandes inversiones, capacitaciones y otras acciones que aporten al fortalecimiento de las capacidades

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locales, estás no se han visto reflejadas aún en los operadores del mercado turístico. Un factor que puede jugar en contra en las intenciones de posicionar la comuna como destino turístico, es la avanzada edad de sus habitantes, lo que genera un escaso interés por llevar adelante acciones de emprendimiento en nuevos modelos de negocio o fuentes de ingreso, solo existen contados emprendedores, radicados la mayoría en la capital comunal, Visviri, dejando sin opciones de servicios de alimentación, alojamiento u otros en el resto de la Comuna. A pesar de aquello, la escasa intervención por parte del hombre sobre el territorio, ha permitido la conservación de paisajes naturales que sorprenden a cualquier visitante, con una rica y variada flora y fauna, junto a la presencia de un pueblo vivo, heredero de cientos de años de tradiciones y costumbres, actividades productivas y otros elementos que conforman un destino turístico actualmente subvalorado, por lo tanto con un gran potencial para desarrollar actividades ligadas al turismo activo y la educación ambiental.

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Figura 1. General Lagos, Donde comienza Chile. Fuente: Franco Rojas CarreĂąo.


Figura 2. Señalética carretera indicando localidades y actividades turísticas en la comuna de General Lagos. Fuente: Franco Rojas Carreño


Figura 3. Iglesia y cementerio de Cosapilla. Fuente: Franco Rojas CarreĂąo.


Figura 4. Estación Visviri FF.CC. Arica – La Paz. Fuente: Franco Rojas Carreño


Sistema educativo, desarrollo local y su relaciรณn con el turismo cultural en General Lagos Equipo Regional Fundaciรณn para la Superaciรณn de la Pobreza


SISTEMA EDUCATIVO, DESARROLLO LOCAL Y SU RELACIÓN CON EL TURISMO CULTURAL EN GENERAL LAGOS Equipo Regional Fundación para la Superación de la Pobreza Región de Arica y Parinacota “¡Educación!, el punto principal es educación, ese es el daño, porque matrimonio joven que está viviendo hoy en día acá, el curso es hasta sexto básico, lo ingresa a la escuela (al hijo/a), llega ya a quinto y está pensando que le queda un año para irse a la ciudad...” (Hombre, habitante de localidad en General Lagos, 46-59 años) Alcanzar un desarrollo sustentable en los territorios rurales de la Región, donde se aprovechen las distintas capacidades territoriales de distinta índole es un importante desafío pendiente por abordar. Los diversos recursos sociales, naturales, técnicos, económicos, institucionales, culturales, entre otros, suelen tener una baja movilización, ya que distintas barreras impiden una activación de los recursos de los territorios con las distintas oportunidades que se desprenden desde el Estado, el mercado y la sociedad civil. El rol que juega el sistema educativo en la comuna de General Lagos, así como en otras muchas comunas rurales del país, afecta directamente la posibilidad de pensar un desarrollo local de los territorios, desde el territorio, ya que se evidencia un fuerte proceso de emigración, principalmente de jóvenes, a sectores con mayores oportunidades laborales y educacionales, como Putre y principalmente a la ciudad de Arica. La comuna de General Lagos, cuenta con un inmenso potencial de patrimonio cultural que no ha sido activado. Solo a modo de ejemplo podemos mencionar: i) La antigua azufrera de Aguas Calientes, cerca de la localidad de Tacora y a los pies del volcán, cuyas antiguas construcciones localizadas a unos 4.500 m.s.n.m. cerca de la frontera con Perú, han sido declaradas monumento histórico, ii)La presencia de las vías ferroviarias que van de Arica a la Paz en General Lagos, que representan unas de las redes ferroviarias de mayor altura en el mundo, en que varias localidades con antiguas estaciones de trenes dan testimonio de la vida que rodeó el trabajo en torno a la presencia del tren en sus distintas estaciones dentro de la comuna, iii) Una gran cantidad de fiestas patronales y de costumbres aymara, donde se destaca la alta participación de comunidades desde distintos flujos de población que van más allá de la frontera, quienes mantienen vivas distintas manifestaciones culturales en el piso ecológico de altiplano, iv) La feria tripartita donde convergen compradores y vendedores de las localidades cercanas de Perú, Bolivia y Chile, entre muchos otras potencialidades.

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Ahora bien, los recursos culturales de la comuna trifronteriza de General Lagos conviven en un contexto de aislamiento, representado en uno de los mayores índices a nivel nacional, en que el porcentaje comunal de localidades aisladas alcanza el 96.55% (SUBDERE, 2012), dando cuenta de diversas complejidades asociadas y relacionadas no solo con aislamiento geográfico, sino que también al aislamiento estructural, donde además, las cifras de pobreza[1] que se tienen para la comuna son altas, ya que el porcentaje de personas en esta situación asciende a un 21, 8%[2], cifra muy por sobre las medias regionales y nacionales en torno al 14% para el período. En la Región, los territorios aislados son caracterizados por situaciones de aislamiento estructural, donde la accesibilidad física a las localidades, la distancia a la capital regional, y una población envejecida se configuran como elementos presentes, donde por otro lado, el bajo grado de integración alcanzado, da cuenta de un bajo acceso a sistemas de salud de complejidad, escaso acceso a servicios o entidades bancarias, junto con la imposibilidad de acceder a educación media y superior y poca conectividad de telecomunicaciones en los mismos territorios. Por las condiciones de aislamiento estructural y grado de integración que son afectas las localidades aisladas, el Estado se constituye en el principal proveedor de estructuras de oportunidades para los territorios, en este sentido las funciones del Estado son clasificadas en dos grandes grupos: las que facilitan un uso más eficiente de los recursos que ya dispone el hogar y las que proveen nuevos activos o regeneran aquellos agotados (Katzman, 1999), pudiendo corresponder al primer grupo a aquellas obras dirigidas a mejorar la infraestructura vial de una localidad, la implementación de servicios básicos y electricidad o la existencia de una adecuada red de transporte, y aun segundo grupo aquellas relacionadas con la presencia de establecimientos educacionales que permitan tener la posibilidad de cursar estudios en el territorio, del mismo modo que iniciativas tendientes a acercar servicios como los bancos a estas localidades. Ahora bien, en la Comuna, el sistema educativo cuenta con un diseño que considera la educación básica solo hasta 6° año; salvo en el establecimiento de Visviri, donde se puede alcanzar el 8o básico. Además, hoy en día la mayoría de los 9 establecimientos de la comuna, predo- mina la unidocencia y el multigrado. Lo que ha estimulado (en algunos casos) y forzado (en otros) a los jóvenes a desplazarse a centros urbanos para culminar sus estudios, muchas veces junto con sus familias, arrojando la preocupante cifra de matrícula para el año 2016 de 44 estudiantes en sus 9 establecimientos educacionales. [1] Medición de pobreza por ingresos. [2] MDS, 2014, Reporte comunal: General Lagos, Región de Arica y Parinacota, Chile, Pág 4

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En el estudio “Voces desde pequeñas localidades: entre la agonía y la oportunidad de renacer” (FSP 2016) uno de los hallazgos más sobresalientes guarda relación con el papel que le asignan las personas al sistema educativo en las dinámicas migratorias campo ciudad. La red de escuelas rurales ha tenido un objetivo fundamental en la escolarización de niños y niñas de territorios apartados de la Región, como es el caso de General Lagos y sus localidades. Lo anterior ha provocado cambios importantes en las crianzas, y educación en el seno de comunidades rurales, en especial de los pueblos originarios, donde no solo se introdujo el español, sino que también, se favoreció un proceso de transformaciones sobre la auto percepción de las mismas comunidades, sus expectativas y proyecciones de vida en su propio territorio. En que el territorio ancestral ha dejado progresivamente de sostener su imagen de futuro y las expectativas de sus habitantes y en que los estilos de vida y conocimiento fueron perdiendo “valor instrumental” ya que no eran de utilidad para desenvolverse en el mundo urbano, donde estaba y al parecer sigue estando “el futuro” impuesto. II Como se mencionó anteriormente, las festividades siguen siendo un punto importante para el reencuentro entre familias y comunidades, en función de ritos y costumbres ancestrales que mantiene una enorme significación para las comunidades. Las festividades propias de la comuna constituyen la síntesis por excelencia de una cultura, donde se juega un papel fundamental el manejo de su lengua ancestral, saber construir y tocar instrumentos, conocer e interpretar música, preparación de comidas típicas con ingredientes locales, realizar bailes y vestir trajes característicos, organización de sus miembros y dirigir los ritos que permiten la continuidad de sus manifestaciones culturales que son hoy expresiones en riesgo ante el actual escenario de despoblamiento. Las festividades no solo son los únicos conocimientos y prácticas tradicionales que los habitantes de las diversas localidades de la Comuna relevan en sus narrativas y manifestaciones, son conscientes también del gran valor de su cultura en temimos más amplios, lo que es expresado en sus modo de vida, a través del uso cotidiano de la lengua o idioma aymara, el conocimiento y significado espiritual de todo su territorio físico, natural y los ciclos que lo componen, conocimientos de ciertos oficios y técnicas de producción, que son expresados en formas específicas de ganadería desarrollada durante milenios, practicas medicinales basadas en ritos, hierbas y tratamientos, técnicas de hilado y confección de textiles , formas de ocupar y transitar el territorios, preferencias y alternativas culinarias, formas y técnicas constructivas, modos de relacionamiento social e intrafamiliar, que se hayan estructurados sobre normas de respeto e irrespeto propias y específicas.

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Dentro de las personas que aún mantienen vivos los territorios encontramos dos tipos de estrategias diversas que son desplegadas para enfrentar las dificultades que presenta su actual contexto. Estas van desde la decisión de “ir a favor de la corriente”, es decir, dejar el territorio; hasta la decisión de “regresar o mantenerse pero con una voluntad de desarrollo clara”. Cada una de estas alternativas, se sostiene en un marco de propósitos y actitudes diversas. A su vez, las personas que se inscriben en unas y otras, articulan de modo, también diverso, su set de recursos y oportunidades (FSP 2016). Una primera estrategia, tiene como propósito ante todo, lograr la permanencia en el territorio y mantener el estilo de vida que han llevado adelante desde que tienen memoria. Han decidido quedarse, renuentes a partir a la ciudad pese a toda la rutilancia y supuestas oportunidades que el mundo urbano ofrece para vivir una vejez cómoda. Su principal idea de futuro y/o expectativa es poder morir en su casa, en su tierra. No construyen objetivos de desarrollo, progreso o crecimiento. Para ellos, vivir en una localidad aislada, es asumido con tranquilidad y contemplación. En todo lo anterior, se resume la principal fuente de bienestar subjetivo que estas personas poseen (FSP 2016). Esta estrategia de “permanencia”, se encuentra al servicio de objetivos centrados en el mantenimiento de la identidad, la supervivencia y la participación. Esto se logra “estando” en la tierra ancestral y “haciendo” una vida como siempre ha sido. Sus satisfactores más relevantes son: las prácticas de autoproducción, la cooperación social, el vínculo con el entorno natural y cultural ancestral (FSP 2016). Una segunda estrategia la llevan a cabo personas de mediana edad que han vivido en la ciudad, pero cuyos padres o ellos mismos nacieron o vivieron su infancia en pueblos y localidades apartadas. Cuentan con estudios completos y en otros casos con estudios superiores. Logran resignificar sus orígenes y han reconstruido una fuerte identidad con sus territorios ancestrales, su cultura, prácticas y patrimonio. Son capaces de valorar y reconocer las potencialidades que encierra el paisaje, el estilo de vida, la geografía humana y cultural de estos pequeños poblados. Influye en ellos también, el agotamiento que sienten de la vida urbana, su tiempo ajetreado, sus relaciones sociales más distantes e impersonales y la transformación de valores identitario (FSP 2016). Para volver a vivir en una localidad apartada, estas personas deben aprovechar, combinar y movilizar diversos recursos. Sus (mayores) niveles de instrucción, les otorgan una posición privilegiada para desarrollar emprendimientos económicos diversos, tales como turismo de fines específicos, ya sea social, cultural, de aventura, natural, etc. y/o emprendimientos asociados: culinarios, textiles, etc. En ese marco, han sido capaces de “poner en valor”

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diversos recursos locales como el paisaje, las prácticas ancestrales, el patrimonio arquitectónico, los alimentos típicos y sus preparaciones tradicionales, las festividades, etc. (FSP 2016). III Ante este escenario, el Estado reconoce explícitamente que en Chile existen disparidades y desigualdades territoriales relevantes, admitiendo que si se habita una localidad en condiciones de aislamiento se está en presencia de una situación desventajosa en relación a otras localidades y territorios del país. En la comuna de General Lagos, son cada vez menos las personas que se mantienen allí, y continúan teniendo las expectativas que el Estado acercará la estructura de oportunidades al lugar, y con ello se revalorizara el Convivir Bien o el “Suma Qamaña”. La Organización de las Naciones Unidas, en 1986, establece el derecho al desarrollo como un derecho humano inalienable. Se afirma que “la persona humana es el sujeto central del desarrollo y debe ser participante activo y el beneficiario al derecho al desarrollo”. El Estado debe proporcionar un desarrollo equitativo e igualitario a todo territorio, donde los gobiernos regionales y locales, a través de sus políticas, planes y programas locales, deben incidir en el desarrollo sustentable del lugar, proporcionando como mínimo, los servicios básicos (agua potable, tratamiento de residuos, electricidad) infraestructura habitacional y comunitaria, vialidad, transporte, salud y educación y seguridad; pero no solo una oferta particular orientada a la persona y familia, sino encaminada hacia el desarrollo comunitario, red de apoyo que debe tener una comunidad para fomentar el Suma Qamaña, orientada al rescate identitario y revalorización de los recursos propios y arraigo territorial. La falta de desarrollo en las localidades aisladas, es un problema social, puesto que la dignidad del ser humano se ve amenazada. Las personas que habitaban en localidades aisladas, pueden presentar situaciones de pobreza y vulnerabilidad con muchas de sus necesidades satisfechas inadecuadamente; este problema social se invisibiliza aún más debido a la baja conciencia que existe a nivel de la opinión pública, la alta concentración regional en la comuna de Arica (99%), en que se evidencia un bajo conocimiento situacional de las otras tres comunas rurales y sus localidades desde la urbe, provocando que no se dé cuenta de una realidad próxima como la de las personas que viven en estas localidades y en especial de la comuna de General Lagos. Sino revertimos este escenario en el corto plazo y de manera urgente, el bajo desarrollo de las localidades aisladas de la Región, su deficiente sistema escolar, la bajas posibilidades de

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trabajo, la ausencia de salud, de programas de mejoramiento del hábitat, su deficiente conectividad; terminará por generar el absoluto despoblamiento de estos territorios, lo que a su vez contribuirá a la perdida de los sabores populares, perdida de los productos identitarios, la desvalorización y no visualización del patrimonio ambiental, histórico y cultural de la comuna de General Lagos. La oportunidad de renacer de estos territorios está absolutamente latente, si bien es cierto se identifican áreas de carencia, riesgo y vulneración; paralelamente, se invita a redescubrir los recursos, potencialidades y capacidades de desarrollo que también posee la comuna. La pobreza no suele afectar todas las dimensiones y facetas de un ser humano, familia o comunidad. En toda persona, inclusive entre aquellas que experimentan las peores formas de pobreza, coexisten ambas facetas: carencias y capacidades, riesgos y potencialidad, amenazas y prácticas de protección (FSP 2016). Referencias bibliográficas Asamblea General Organización Naciones Unidas (1986). “Declaración sobre el Derecho al Desarrollo” recuperado de http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/RightToDevelopment.aspx. Chile, Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (2012). “Estudio de identificación de localidades en condiciones de aislamiento”. Chile, Ministerio de Desarrollo Social (2014). “Reporte Comunal: General Lagos, Región de Arica y Parinacota”. Fundación para la Superación de la Pobreza (2016): “Voces desde las pequeñas localidades, entre al agonía y la oportunidad de renacer”. Katzman, Rubén (Coordinador) (1999). “Activos y estructuras de oportunidades. Estudios sobre las raíces de la vulnerabilidad social en Uruguay”. Cepal, Montevideo, Uruguay.

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Figura 1. Cruz de Mayo 2016 - Iglesia de Visviri.


Figura 2. Ganadero en premiación Festival de la K’illpa 2016 en Visviri.


Figura 3. Niños y Niñas de Visviri de 2016 a un costado de la línea férrea del Tren Arica a La Paz.


Figura 4. Talleres fotogrĂĄďŹ cos alumnos Visviri 2016.


Figura 5. Mujeres de la comunidad en la realización del Festival K’illpa 2016.


Epílogo

Con la presente edición del texto “General Lagos, territorio ancestral por conocer”,

buscamos ir construyendo las bases para que el turismo cultural en la comuna de General Lagos, sea un complemento al desarrollo de la actividad turística de la Región, si bien es un área con potencialidades, poco estudiadas y difundidas, también es cierto que posee carencias y limitaciones para que se despliegue, pero ello no es motivo para que se no se inicien los esfuerzos para ir descubriendo cómo hacemos posible, en forma responsable y con expectativas mesuradas, que el turismo de intereses especiales se pueda desarrollar en la comuna de General Lagos. Creemos que desarrollar el Turismo Cultural, es posible en la Comuna, ya que con ciertos esfuerzos, más tarde que nunca darán sus frutos y van a permitir que se mejoren las condiciones básicas para poder conocer y disfrutar de los atributos que este territorio ancestral posee, ver el altiplano surcado por las líneas férreas ayer por el Tren de Tacora y hoy por las del tren Arica – La Paz, la belleza escénica de Suriplaza, los bosque nativos, su historia, su ganadería, su gente, sus sabores y olores, todo ellos mezclados y conjugados, nos entregan un paisaje cultural digno de ser conocido y disfrutados, primero por quienes vivimos en la Región, y por turistas nacionales y extranjeros quienes se ven atraídos por las singularidades excepcionales de nuestra Región. La tarea es ardua, colectiva y generosa, pero estamos seguros que en forma conjunta podemos avanzar día a día en que la comuna de General Lagos, vaya escalando en posicionarse en un destino turístico, por qué motivos para conocerlo, nos sobran, solo nos resta organizarnos y comenzar por capacitarnos junto a los habitantes y autoridades de la comuna, ellos hacen posible que hoy estemos trabajando y sembrando para cosechar mañana.

José Barraza Llerena Director Regional Consejo Nacional de la Cultura y las Artes Región de Arica y Parinacota


ANEXOS


MONUMENTOS HISTÓRICOS DE LA COMUNA DE GENERAL LAGOS REGIÓN DE ARICA Y PARINACOTA

[1]

Los Monumentos Nacionales pueden pertenecer a 5 categorías, según su naturaleza. Los Monumentos Históricos, Zonas Típicas y Santuarios de la Naturaleza deben declararse como tales vía decreto exento del Ministerio de Educación; mientras que los monumentos arqueológicos y los públicos, lo son por el sólo ministerio de la Ley. Monumentos Nacionales: Son bienes patrimoniales que reciben protección oficial en el marco de la Ley Nº 17.288. Los hay de tipo mueble e inmueble y de tipo cultural y natural. Zonas Típicas: Son conjuntos inmuebles urbanos o rurales, de valor urbanístico, paisajístico y ambiental. Muchas corresponden al entorno de un Monumento Histórico. Pueden ser grupos de construcciones, parques, lugares agrestes, etc. Monumentos Arqueológicos: Corresponde a las piezas, o a los lugares, ruinas o yacimientos con vestigios de ocupación humana, que existen en un contexto arqueológico, es decir, que no están siendo utilizados por una sociedad viva o en funcionamiento. La Ley establece que todos los bienes arqueológicos son propiedad del Estado y por sólo ministerio de la ley son declarados Monumentos. Monumentos Paleontológicos: Son vestigios de seres que se encuentran en estado fósil, es decir, petrificados, lo cual incluye las huellas petrificadas dejadas por estos seres vivos. Su propiedad corresponde también al Estado. Monumentos Históricos: Son los lugares, ruinas, construcciones y objetos de propiedad fiscal, municipal o particular que por su calidad e interés histórico o artístico o por su antigüedad, sean declarados Monumentos por decreto supremo, dictado, a solicitud y previo acuerdo del Consejo de Monumentos Nacionales. Monumentos Públicos: Son bienes conmemorativos que están en el espacio público. Pueden ser estatuas, columnas, fuentes, pirámides, placas, coronas, inscripciones y, en general, todos los objetos que estuvieren colocados o se colocaren para perpetuar memoria en campos, calles, plazas y paseos o lugares públicos, quedando bajo la tuición del Consejo de Monumentos Nacionales.

[1] Información recopilada de la página Web del Consejo de Monumentos Nacionales, www.monumentos.cl

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Santuarios de la Naturaleza: Son áreas terrestre o marinas cuya conservación es de interés para la ciencia o para el Estado, por cuanto poseen especies, bienes o formaciones naturales importantes desde el punto de vista de la zoología, paleontología, geología, de la botánica o de la ecología. Para la comuna de General Lagos, podemos encontrar el siguiente listado de Monumentos Históricos, los cuales se han sido declarado durante los dos últimos años 2015 y 2016, gracias al trabajo realizado por investigadores particulares como es el caso de Ian Thomson Newman, Ingeniero en Transporte, Fundación Altiplano “Monseñor Salas Valdés”, Gobierno Regional de Arica y Parinacota, SUBDERE Regional y a la Oficina Técnica del Consejo de Monumentos Nacionales de Arica y Parinacota.

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Monumento Histórico

Decreto Nº

Fecha

Fecha de Publicación Diario Oficial

1

Iglesia de Iglesia Santa Rosa de Lima de Guacollo. Pueblo de Guacollo. Comuna de General Lagos.

DS 166

10/06/2016

07/07/2016

2

Iglesia Virgen de la Inmaculada Concepción de Putani. Pueblo Putani. Comuna de General Lagos

DS 166

10/06/2016

07/07/2016

3

Iglesia San Santiago Apóstol de Airo. Pueblo de Airo. Comuna de General Lagos.

DS 294

07/11/2016

25/11/2016

4

Iglesia Virgen del Rosario de Cosapilla. Pueblo de Cosapilla. Comuna de General Lagos.

DS 294

07/11/2016

25/11/2016

5

Iglesia Virgen del Carmen de Tacora. Pueblo de Tacora. Comuna de General Lagos.

DS 294

07/11/2016

25/11/2016

6

Ruinas del Complejo Industrial Azufrero de Tacora. Villa Industrial. Comuna de General Lagos.

DS 514

17/11/2015

11/01/2016

7

Ruinas del Complejo Industrial Azufrero de Tacora. Villa Industrial. Comuna de General Lagos.

DS 514

17/11/2015

11/01/2016

8

Ruinas del Complejo Industrial Azufrero de Tacora. Montaña – andariveles. Comuna de General Lagos.

DS 514

17/11/2015

11/01/2016

9

Yacimientos arqueológicos y paleontológicos del Departamento de Arica. Región

DS 4867

17/11/2015

Sin antecedentes

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COLECCIÓN PATRIMONIO Y TURISMO CULTURAL


Bibliogrรกfico

Compendio


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