Cuentos de empresa
Jorge Maza Miguel. Grupo Piquer – Piquer Empresas
La cigarra y la hormiga
A lo largo de nuestra vida se nos cuentan grandes historias, en ocasiones en pequeños relatos, que nos invitan a reflexionar y aprender sobre aquellos aspectos y detalles de nuestras experiencias, que muchas veces marcan la diferencia en nuestras decisiones. Estas decisiones son las que sin duda determinan el futuro y nuestro destino. Si me permiten, me voy a servir de algunos de nuestros conocidos relatos para invitarles a la reflexión sobre la actualidad en nuestras empresas y organizaciones. En esta ocasión, rescato de nuestra memoria la fábula de la “cigarra y la hormiga”. Era verano, y la cigarra era feliz disfrutando de él: el sol radiaba luminoso y las flores desprendían todo su aroma y color. La cigarra cantaba y cantaba dichosa, mientras su querida amiga y vecina hormiga, trabajaba y trabajaba todo el día, recogiendo sin descanso alimentos. - “¡Querida hormiga! ¿Pero no vas a cesar de trabajar? ¡Me canso solo de verte! Anda, descansa un poco y yo canto algo para ti.” – Decía la cigarra a la hormiga-. -“Te lo agradezco mucho cigarra. Me agrada verte ociosa pero bien harías en coger provisiones para cuando llegue el invierno y dejarte de tanto canto y holgazanería” – le respondía la hormiga, mientras continuaba transportando avituallamiento, atareada y sin descanso-. -“Ja, ja, ja”, reía la cigarra con aire despreocupado mientras silbaba y cantaba risueña, y le replicaba: - “Pero hormiga, ¡no te agobies!, brilla el sol y el tiempo está a nuestro favor, ¿qué te preocupa tanto? Tienes cuanto quieres al alcance de tus patas, no hay problema”.
2. Concreta tus metas y hazlas tangibles. ¡Motivación!“ Una
vez comiences el camino, este será largo y tú no siempre serás el mismo y con las mismas ganas, así que te ayudará mucho que aquello te has propuesto conseguir lo hagas lo más real posible desde un inicio para que recuerdes siempre, incluso cuando las fuerzas te flaqueen o cuando tu boca te pida cantar, qué es aquello por lo que trabajas y te esfuerzas en conseguir. Escríbelo en un papel y ponlo en un sitio a la vista.” - Entonces, la cigarra, contagiada del entusiasmo de las palabras de la hormiga, estalla en alto: “¡Sí, sí, sí! Lo veo claro hormiga. Pondré todas mis fuerzas en ello y me pondré en cuanto antes para cumplir lo antes posible mi objetivo” – a lo que contesta presta la hormiga: “Espera cigarra, sé prudente y atiende que aún quedan pasos por dar”
Así transcurrió día tras día el verano hasta que, sin previo aviso, el frío calló en el bosque como una noche que llega oscura sin estrellas. Los árboles habían quedado casi desnudos y la cigarra comenzó a vagar helada, por el campo, hambrienta, sin grano u hoja que llevarse a la boca. A lo lejos, avistó la casa de su amiga la hormiga, y se acercó en busca de su auxilio.
3. Mide tus fuerzas y sé constante. “Al principio, con toda la ilu-
sión y todas las energías. Es habitual que queramos hacerlo todo de inmediato, poniendo todos nuestros esfuerzos e ilusiones en concluir nuestra tarea. Pero el camino es largo, y hemos de medir nuestras fuerzas y trazarnos un tiempo para cada cosa, ¿recuerdas? Debemos organizarnos”.
La cigarra, tocó su puerta, y al tercer toque esta abrió “¿qué te trae por aquí, querida cigarra? ¿Vienes a compartir un agradable momento de canto conmigo?” – le dijo la hormiga. Fue entonces cuando la cigarra sintió el cálido ambiente que emanaba de la casa de la hormiga. Echó un urgante vistazo a su casa y vio impresionada que estaba aprovisionada y rebosante de ese grano, que no hacía tanto tiempo, en verano, tenía al alcance de sus patas: “¡Qué suerte tienes hormiga!, veo que tu casa rebosa de calidez y grano en esta época fría. Yo, sin embargo, por devenir del destino me encuentro fría sin alimento: ¿no me darías algo de comer? Tienes comida de sobra, mientras yo, en mi desgracia, no tengo más alimento del que con fortuna pueda encontrar entre las hojas caídas” – le dijo la cigarra. La hormiga, todavía con la puerta entreabierta, le dijo a la cigarra: “Dime, amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar y cargaba con el grano de aquí para allá sin descanso?”.
cosas por sentadas, y plantéate siempre cómo puedes hacer de tu día a día algo mejor para exprimir tu tiempo y disfrutarlo. El plantear nuevos caminos de hacer las cosas no es un fin en sí mismo, sino un proceso continuo. Evita a toda costa el que en tu cabeza salgan frases como “Siempre se ha hecho así y no ha hecho falta cambiar”. Las afirmaciones refutan algo que desde que se dice es pasado mientras que las preguntas escrutan soluciones futuras.”
-“Cantaba y cantaba bajo el sol…”contestó la cigarra cabeceando hacia abajo con cierto aire de vergüenza. -“¿Eso hacías? Vi la virtud de tu cantar mientras mi virtud fue la de transportar grano. Baila durante el invierno entonces”. Y tras estas palabras, la hormiga cerró la puerta. La cigarra, entendiendo bien la lección, marchó reflexionando sobre sus actos. A lo que llevaba unos pocos metros, de repente, se abre de nuevo la puerta de la casa y exclama la hormiga: “¡Cigarra!, ¡cigarra!”- La cigarra, impresionada, volvió presta sobre sus pasos mientras le decía la hormiga: “Acércate anda… somos amigas desde hace tiempo y, si me lo permites, te daré algunos consejos para que no te vuelvas a ver en una de estas nunca más, o por lo menos sea más difícil que te pase, ¿te parece bien?” La cigarra conmovida por la actitud de la hormiga, aceptó su mano y se dispuso a escuchar el consejo de su amiga: “Querida cigarra, en tiempos difíciles, nosotras las hormigas seguimos 6 pasos que nos ayudan a ser más felices durante todo el año, ¡allá van!:
1. El primero, prepárate bien y organízate: a. Qué. Marca tu horizonte. “Debes de tener claro qué quieres conseguir, y adónde quieres llegar para cuanto te propongas, ¡serás más feliz! Ejemplo: Quiero tener grano para pasar todo el invierno.” b. Cómo. Del dicho al hecho. “El cómo hacemos las cosas determina muchas veces el resultado, incluso los recursos que empleas en hacer una tarea. Si sin cantar vas más rápido, pues tendrás que dejar de cantar, pero si aseguras más el grano y se te pierde menos por el camino metiéndolo en sacos, aunque te cueste más tiempo, el esfuerzo merecerá la pena. Reduce en lo que te haga perder, e invierte en cuanto te haga ganar. La manera de hacer las cosas será el primer paso para empezar a obtener cuanto quieres”. c. Piensa bien el “para qué”: Sentido común. “Utiliza el sentido común, y haz que las cosas te lleven a un puerto, no hagas cosas porque sí. Si algo de lo que vayas a hacer no te aporta nada, sencillamente, no lo hagas.”
Bien amigos, tras estas líneas ¿identifican hormigas a su alrededor? ¿Y cigarras? Lo que creo que tenemos todos claro es que en la actualidad y desde hace un tiempo, todos en el bosque estamos viviendo un frío invierno en el bosque. Nuestra educación y cultura, a lo largo de los años, ha sonado a despreocupada música “cigarresca”. No es cierto que todos seamos cigarra, pero no es menos cierto que todos tengamos presente la cultura de la hormiga.
24 ACTUALIDAD
DE LAS EMPRESAS ARAGONESAS
4. Innova y cuestiónate las cosas. “No des las
5.Mantente motivado ¡Más motivación!: “Ten clara final, pero no hagas de ella tu objetivo. Divide esa visión en pequeñas más fácilmente cumplibles, y así tendrás menos riesgo de fatigarte o dificultades en el camino. Entiende que un viaje no se puede hacer de una zancada, sino paso a paso.”
la visión metas ver
6. Suma si puedes y no camines solo. “Un camino solo puede
que se haga más rápido, pero sin duda con equipo o buena compañía será más seguro y fiable. No pretendas hacer todo tú solo, si necesitas ayuda, solicítala. Si otro hace algo bien ,y puedes sumar con él, no has de buscar hacer lo mismo mejor y duplicar así tus esfuerzos; colabora y hacer entre los dos algo aún más grande. Por ejemplo, si tú eres rápido transportando grano pero lento haciendo paquetes de sacos, pero una vecina cigarra tuya los sacos los hace muy bien, ¿por qué no te ha de ayudar haciendo sacos y tú transportando más ágilmente? Entiende la competitividad como un elemento de auto perfeccionamiento, pero no como una forma de vida donde has de derrotar a otros. ¿Entiendes cigarra?” La cigarra, con todos los consejos asentando en su cabeza, y esbozando una sonrisa de satisfacción responde diciendo: “Creo que te he entendido bien querida amiga. Gracias por darme la oportunidad de ver las cosas de otra forma. Ahora, si me disculpas, creo que he de marcharme, pues sin duda, no tengo tiempo que perder”
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado
Si bien el invierno no es fácil, ni rico como el verano, ahora tenemos otra oportunidad. El invierno ofrece opciones de reflexionar y atender nuevas perspectivas. De innovar en nuestras formas de ver la vida y la empresa, y de atender a nuestras prioridades. Todavía las cigarras pueden tomar las riendas de su propia suerte, y preparase para el que pueden hacer el verano de su vida, teniendo la “suerte” de la hormiga. ¿Qué pensáis estimados lectores?