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DT, constructor y con seis hijos Eduardo Jorge Favaro Carbajal nació el 26 de marzo de 1963 en Montevideo. Está casado con María Soledad García Folle. Tienen seis hijos: Florencia (22 años), Federico (21), María Belén (17), Alfonso (15), Juan Martín (12) y Matías (10). Cursó educación primaria, secundaria y bachillerato en el Colegio Stella Maris. Estudió en la Facultad de Ingeniería (le resta aprobar tres materias para graduarse). Aprobó los cursos de Técnico Deportivo en Fútbol (ISEF) y Gestión de Calidad (CCU). Habla español e inglés. al servicio de varios clubes, recuerda especialmente su pasaje por Nacional. Pudo hacer goles en todos los equipos en los que jugó y además tuvo un pasaje por el fútbol del exterior. Luego de una muy buena actuación en Liverpool en 1990, siendo goleador del torneo Competencia incluso, Fernando “Nano” Areán lo llevó a Argentinos Juniors, pero como suele suceder tras cuatro fechas cesaron al DT y Eduardo pegó la vuelta cuando el nuevo entrenador no lo tuvo en cuenta, adversidad que coincidió con una alegría: el embarazo de su señora que dio lugar al nacimiento de Federico (su primer hijo varón).
Entrevista
Tras dejar el fútbol profesional como jugador y volver al OCC, además se dedicó a trabajar en la empresa de su padre, en la construcción, durante unos 10 años, hasta 2006. A esa altura la cosa no estaba sencilla para el rubro, la crisis de 2002 había impactado y con el curso de técnico aprobado llegó la oportunidad de reinsertarse en el mundo del fútbol profesional.
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En 2006 Daniel Carreño, Pablo Fuentes y Roberto Roo, quienes habían jugado con él, lo invitaron a trabajar con los juveniles del Montevideo Wanderers. Dirigió a la séptima primero y
luego también a la sexta división, “una muy linda experiencia, hay jugadores de aquellos planteles que están ahora en la primera división de Wanderers y a uno eso le da gusto”. Luego surgió la posibilidad de ir a Racing en el fútbol del ascenso, me llamó el presidente, Raúl Rodríguez, y con poca experien-
“Antes, con mis amigos, pasábamos afuera en la playa o en la calle en el barrio siempre jugando, haciendo deporte, hablábamos mucho... ahora los chicos están más en la computadora” cia y muchas ganas nos fue muy bien y llegó así el llamado de José Luis Palma, presidente de Liverpool, para dirigir ya en primera división. Al club negriazul de Belvedere lo dirigió durante tres años y medio. Tras varios meses desde su desvinculación “sigo dedicado full time a esto, no dejé la cons-
trucción porque siempre alguna reforma en alguna casa de amigos se hace, pero estoy enfocado en la carrera de entrenador. Uno sabe que puede estar parado, pasa y no es fácil porque la familia es grande, por suerte mi señora trabaja muy bien y ya llegará una oportunidad”. Hubo sondeos, incluso del exterior, algo en carpeta hay, “pero luego de casi cuatro años en Liverpool en algo que no es frecuente, es como un récord y no se si llegó a eso Juan Ramón Carrasco cuando estuvo en River Plate, ya hemos tenido un tiempo para evaluar, corregir cosas, aprender y como que están ya las ganas de estar nuevamente en ese contacto diario con el jugador que es algo que nos apasiona”, manifestó. Volviendo a los temas del OCC, “sea en rugby o en fútbol, siempre que puedo lo voy a ver, ahora tengo a mi hijo jugando en la primera y en la selección y como tengo más tiempo me entrevero para jugar al fútbol con los veteranos o en algún campeonato de rugby, y también juego con los papis del colegio, tengo la agenda bastante nutrida (risas)”. Consultado sobre por qué su predilección por el rugby y el fútbol, explicó que “me gustan sobre todo los deportes colectivos, son algo fundamental para el cuerpo y para la mente, entrenarte es excelente, te ayuda a ver las cosas de otra manera, a superar las dificultades, a ser mejor contigo mismo y como es una actividad colectiva promueve la amistad y la solidaridad, algo que en el club lo hacemos siempre, son valores que nos
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