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realización de las correspondientes pruebas de carga que validen su correcto uso estructural.
El equipo de trabajo El proyecto fue liderado por Baño. Como socios en la solicitud proyecto, mediante mecanismos de redacción de convenios y contrataciones, participaron las siguientes empresas y personas: la arquitecta Laura Moya (Universidad ORT Uruguay) como experta en madera estructural; los ingenieros civiles Sebastián Dieste y Daniela de Souza (RDA Ingeniería) y Antonio Dieste (CYD Ingenieros) apoyando la parte de diseño y cálculo del puente; el ingeniero agrónomo Santiago Díaz que asesoró en las necesidades agrícolas y cedió su predio para la instalación del puente; y Forestal Caja Bancaria (FCB) que apoyó con la donación de parte de la madera y nos permitió clasificarla estructuralmente en sus instalaciones. Además, los ingenieros Atilio Morquio, Gonzalo Cetrangolo y Leandro Domenech (IET) participaron en las tareas de realización de las pruebas de carga. Además, el estudiante de ingeniería civil Carlos Mazzey (IET) fue contratado con cargo al proyecto para su participación en todas las tareas del mismo. Finalmente, la ingeniera Daniela de Souza (RDA Ingeniería) y el doctor e ingeniero Montes Abel Vega (becario postdoctoral ANII en el IET) fueron colaboradores en la parte de cálculo estructural y de procesos de fabricación de los elementos estructurales y del puente, respectivamente.
Ubicación, madera y características del puente Baño detalló que después de
un análisis de varias tipologías de puentes, se seleccionó la configuración óptima para soportar el paso de vehículos pesados de hasta 36 toneladas, de modo tal que fuera posible su prefabricación y estandarización. El prototipo fabricado tiene una longitud de 8 metros, sin apoyos intermedios y, debido a las limitantes económicas de ejecución de un prototipo con cargo a fondos de investigación, fue fabricado para soportar un peso de hasta 18 toneladas. Está conformado por dos huellas de paso (ver en la figura adjunta), cada una de ellas constituida por dos pares de vigas dobles de madera laminada encolada (MLE) y un tablero de paso de madera contralaminada (CLT). Está ubicado sobre el arroyo “Las Brujas” en un predio agrícola en Los Cerrillos, Canelones. En relación a por qué se utilizó madera de pino y cuál fue la procedencia de la misma, comentó que la falta de normativa y de madera uruguaya clasificada estructuralmente hizo que una de las primeras tareas del proyecto fuese la evaluación de la disponibilidad de madera local con potencial para ser usada en el diseño del puente. Entre las dos especies de mayor producción en Uruguay (Eucalytpus grandis y Pinus taeda/elliottii) se seleccionó la madera de pino por ser ésta impregnable y admitir tratamiento preservante en profundidad para su uso a la intemperie y en contacto temporal con agua dulce.
El proyecto paso a paso El proyecto estuvo dividido en las siguientes ocho grandes actividades, cada una de ellas
conformada por diferentes tareas, que se ejecutaron durante un período de dos años: 1) Estudio de las necesidades de pasos agroforestales para salvar accidentes geográficos en función del tipo de cultivo y/o explotación forestal, 3 meses; 2) Evaluación de la disponibilidad de madera estructural para el diseño de puentes, 3 meses; 3) Revisión bibliográfica y desarrollo de la metodología de cálculo, 10 meses; 4) Diseño de distintas tipologías de puentes y cálculo estructural de las mismas, 12 meses; 5) Análisis económico, 18 meses; 6) Fabricación de los productos de ingeniería de madera de producción nacional y ensayos de laboratorio de validación estructural, 10 meses; 7) Ejecución del prototipo (fabricación de productos y construcción del puente), 6 meses; y 8) Ensayos de validación estructural del prototipo de puente fabricado, 1 mes. El diseño y cálculo estructural fue la actividad que más tiempo demandó, pues se estudiaron diferentes diseños, utilizando diferentes productos de ingeniería de madera, y se evaluó la configuración óptima, tanto económicamente como de facilidad de prefabricación e instalación “in situ”. Esta tarea implicó tanto el diseño del puente de madera (siguiendo los requisitos de la norma de cálculo estructural europea, Eurocódigo 5, adaptada a las condiciones locales) como de los estribos de apoyo, que se realizaron en hormigón armado. Para la fabricación del prototipo, cada tabla de madera fue clasificada estructuralmente por los integrantes del proyecto en el aserradero de FCB,