mahometana, que se observa en los grandes derrames pericárdicos y en cardiomegalias importantes. En ella, el paciente se encuentra de rodillas en el lecho y apoyado sobre las manos. Más a menudo, en un grado menor, el enfermo se encuentra sentado en la cama, inclinado hacia adelante, buscando un almohadón en que apoyarse. El objeto de esta posición es disminuir la compresión de los pulmones. -Decúbitos pasivos. Se encuentran en los estados de pérdida del conocimiento, en las grandes postraciones y en las parálisis. Decúbito pasivo especial es el decúbito en gatillo de fusil, en el cual el paciente se encuentra acostado de un lado con ligera extensión de la nuca y acentuada aducción y flexión de los muslos sobre el abdomen, y de piernas sobre muslos. Se la observa en meningitis, pero también suele verse en cefaleas violentas no meníngeas. Otro decúbito pasivo especial es el Opistótonos que se caracteriza por una contractura muscular generalizada, especialmente de los músculos de la nuca y de los dorsales, de manera que el cuerpo forma un arco de concavidad inferior apoyado en la cabeza y en los talones. Se observa en el tétano y en la intoxicación por estricnina. 2. DEAMBULACION La deambulación de un paciente da información de alto valor. Son varias las marchas que son especialmente características, y para su designación o nominación deben estudiarse varios parámetros. a ) El ritmo, si los pasos son de igual amplitud, si se suceden regularmente y si hay desigualdades o interrupciones. b ) La resultante, si es una recta, un zig-zag o una curva. c) La cinética de los diversos segmentos corporales: cabeza, tronco y extremidades. d ) La compostura del tronco, si el miembro superior oscila pendularmente hacia adelante, al mismo tiempo que avanza el miembro inferior opuesto, etc. Después de ver marchar al paciente, conviene interno garlo sobre dolores, malestares o inconvenientes en la deambulación. Debe recordarse que en ciertas marchas algunos músculos trabajan exageradamente y son víctimas de dolores. Así, una lesión o postura incorrecta del pie puede determinar dolores o malestares en las piernas, en los muslos y aun a nivel de la cintura. Por otra parte, una lesión de la cadera puede determinar dolores y posturas viciosas de las rodillas o de los pies. Es preciso tener presente, asimismo, que el examen de la suela de los zapatos y del desgaste del taco suele ser de utilidad para descubrir pequeñas alteraciones de la marcha. Es conveniente señalar que la marcha es la resultante de un complejo mecanismo, y pueden alterarla afecciones nerviosas, musculares, óseas, articulares y circulatorias. La causa circulatoria más común en la alteración de la marcha se conoce con el nombre de Claudicación Intermitente, condición en la cual el paciente relata que después de caminar una distancia variable, según la gravedad del caso, presenta dolor de tipo calambre, habitualmente en la pantorrilla, que lo obliga a detenerse, con lo que rápidamente todo pasa y la marcha puede reanudarse. Esto se debe a una disminución del aporte del oxígeno a los músculos en actividad contráctil, consecutiva a una enfermedad arterial oclusiva crónica. Deambulaciones Patológicas características Se pueden dividir en cuatro grandes grupos, según sean debidas a alteraciones del sistema nervioso, del sistema circulatorio, del sistema muscular o del sistema óseo y articular.
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