Manual de Toxicologia

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ha ingerido el paciente. Administración de carbón activado El carbón activado es un fino polvo negro al que se adhieren por adsorción casi todas las sustancias tóxicas, que acaban siendo expulsadas con las heces junto con el carbón. Su administración puede evitar que el paciente empeore y sufra una intoxicación grave. Teniendo en cuenta que 10 g de carbón activado adsorben 1 g de producto químico, conviene utilizarlo sobre todo cuando unos pocos gramos del veneno bastan para producir efectos graves. El carbón activado resulta especialmente eficaz cuando se administra en las cuatro horas siguientes a la ingestión del tóxico, es decir cuando la mayor parte de éste se encuentra aún en el estómago. Cabe administrarlo después de haber provocado el vómito, pero no antes de que éste haya cesado. No administre carbón activado: • Si el paciente está inconsciente, dormido o presenta convulsiones. Un sujeto dormido o con convulsiones puede ahogarse si se le da algo por vía oral. • Al mismo tiempo (o inmediatamente antes) que una dosis de jarabe de ipecacuana o de algún antídoto de administración oral. El carbón activado adsorbe la ipecacuana y algunos antídotos e impide que surtan efecto. • En las intoxicaciones causadas por ácidos, álcalis, ácido bórico, etanol, medicamentos que contienen hierro (p. ej., sulfato ferroso), litio, metanol o destilados de petróleo. Cómo administrar el carbón activado Utilice solamente el carbón activado que le suministre un farmacéutico o un médico. El carbón preparado por usted mismo quemando pan o madera no tiene las mismas propiedades y no resultará eficaz. Dosis: Mezcle 5-10 g de carbón activado con 100-200 ml de agua. Revuelva el carbón activado en el agua hasta obtener una «sopa» espesa. Asegúrese de que se ha humedecido todo el polvo. Adultos: Administre una dosis de 50 a 100 g. Niños: Administre una dosis de 15 g o de 1 g/kg de peso corporal (según cuál sea el valor más bajo). Hay personas que vomitan después de ingerir el carbón. En tales casos, absténgase de administrar más. Advierta al paciente (o a los padres del paciente, si se trata de un niño) que el carbón tiñe las heces de negro. En el caso de algunas sustancias tóxicas, la administración de dosis repetidas de carbón activado durante muchas horas permite eliminar una mayor cantidad de la sustancia que una dosis única. Si el tóxico tiene una absorción lenta en el intestino, puede eliminarse lo que quede en el tubo intestinal administrando varias dosis como complemento de la primera. En las intoxicaciones por aspirina, carbamacepina, fenobarbital o teofilina pueden administrarse dosis repetidas de carbón activado. Dosis: Recordar que una cuchara sopera colmada son aproximadamente 10 g de carbón activado. Adultos: 50 g cada 4 horas durante 2 ó 3 días como máximo. Niños: 15 g o 1 g/kg de peso corporal (según cuál sea el valor más bajo) cada 4 horas durante 2 o 3 días como máximo. El carbón activado puede producir un ligero estreñimiento. Si se administra en dosis repetidas, conviene asociar la primera a una dosis de laxante. Administración de un laxante Son útiles en los casos de ingestión de una sustancia tóxica, para hacer que se acelere el tránsito del intestino y salga del cuerpo con más rapidez. La administración de un laxante puede ser


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