DJ Mag ES #107

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eguimos inmersos en el resurgimiento de la cultura del vinilo. Sus ventas continúan aumentando año tras año, un 12% más en 2018 y los sets vinyl-only, en puntos como Ibiza, siguen siendo una gran atracción. Incluso Tomorrowland ha presentado escenarios solo de vinilo en los últimos años, liderados por un amante del formato: Sven Väth. En los círculos más underground, el vinilo ha sido fundamental para festivales más selectos y la cultura que ha surgido a su alrededor, dando al medio y a quienes lo tocan un aura de genialidad, pocas veces vista en la música de baile. Los sellos vinyl-only también continúan prosperando. Y dependiendo de a quién le preguntes, podría decirse sin duda alguna que son algunos de los mejores sellos que existen. Pensad en Sex Tags Mania, Beste Modus o Tusk Wax: todos ellos sellos innovadores, que hicieron música de alta calidad para sus devotos. Pero cuando te encuentras fuera del movimiento dominante, sin que sea culpa tuya, el hype que se crea a su alrededor puede ser abrumador. Al no poder participar debido a razones financieras o de otro tipo, quienes no tienen acceso pueden sentirse excluidos e incluso despreciados. “El alto coste de hacer cualquier cosa que tenga que ver con vinilos, ya sea pinchar o simplemente coleccionar, hace que sea realmente difícil para las personas en situaciones económicas más difíciles”, dice Arnav Luthra, de 22 años. “Para mí, esto es molesto, porque lo que realmente me encanta de esta escena es la inclusión, especialmente para las personas queer y de color”. Trabajando como ingeniero de software durante día, este neoyorquino aspirante a DJ, que comenzó en el techno cuando tenía 19 años y pronto comenzó a pinchar para su emisora de radio universitaria. Al vivir en Pittsburgh en ese momento, se sumergió en la escena, yendo regularmente al Hot Mass, un club con una capacidad para 200 personas. Un lugar al que Luthra considera “realmente especial”. Ahora vive en la ciudad de Nueva York, está aprendiendo a producir y su punto de vista sobre el vinilo llamó la atención de artistas como Red Rack’em, Ciel y Noncompliant, que respondieron a Luthra cuando tuiteó: “¿Por qué alguien haría un súper-lanzamiento limitado de vinilos y sin digital? Los únicos que van a pinchar tus tracks son DJs con más dinero que sentido y que se autodenominan ‘selectores’”. Al explicar el tweet por Skype, Luthra dice: “Ser demasiado friki del vinilo crea una cierta actitud de “portero de discoteca”, que no deja que todo el mundo entre”.

WAX ONLY

Hace veinte años, el término “vinyl-only” habría generado miradas de extrañeza dentro de la comunidad de DJs. Pinchar se hacía casi siempre con vinilo y tener giradiscos, especialmente el estándar de la industria, los Technics, era requisito previo para convertirse en DJ. Por supuesto,

muchos artistas se conformaron con cosas más baratas al principio de sus carreras, porque tenían que hacerlo. No deja de ser algo hermosamente bohemio… Pero como señala Luthra, hoy el equipo digital ha cambiado la escena para mejor. “Lo que es realmente maravilloso es que el coste para entrar en el mundo de la música ahora es mucho más bajo, especialmente alrededor del equipo de DJ, y eso ha abierto el campo a grupos con menos poder adquisitivo”, comenta. “Digamos que vienes de una clase media-alta. Entonces, tal vez, podrías trabajar algunos veranos y que tus padres te apoyasen para poder comprar unos giradiscos. Pero creo que esa no es la realidad que vive mucha gente”, concluye. La tecnología no es lo único que ha cambiado estos 20 años. La generación de Luthra ha vivido una constante amenaza de inestabilidad económica y la realidad del mundo en el que creció ha “impactado” su visión sobre lo que supone entrar en el mundo de la música, comenta. En este momento, un trabajador que gana el salario mínimo en EEUU necesitaría x2.5 trabajos a tiempo completo para pagar un piso de una habitación. Y los problemas de vivienda son tan graves en Reino Unido y Europa que, de media, los inquilinos gastan más de la mitad de su sueldo neto para poder alquilar. En Londres, la cifra se dispara a un 89%. Eso se debe, en parte, a la subida de los alquileres – que se dispararon un 9%, de media, desde abril de 2013 – y a que los ingresos no han mantenido el ritmo de los aumentos en el alquiler. Esto deja a futuras generaciones de DJs con menos dinero para gastar en música que las anteriores, lo que significa que habrá más piratería o se tendrá que renunciar al vinilo completamente debido al precio.

PRICE POINT

Incluso si uno no es coleccionista, el vinilo es un pasatiempo caro. Un EP nuevo cuesta alrededor de 12€ en Juno. Eso es dos o tres veces el precio de una descarga digital y algo menos si pagas lo que quieres en Bandcamp. Y una vez que se agotan las tiradas limitadas de vinilo, a menudo, los usuarios de Discogs aumentan el precio de reventa cuatro o más veces sobre el valor original, como demostró una reciente investigación de DJ Mag, haciendo la compra del acetato todavía más imposible para artistas de bajos ingresos. Y eso hablando solo de vinilos. Por el mismo precio que un plato Technics nuevo, puedes comprar una controladora nueva todo-en-uno digital, de primera marca, con todas las virguerías tecnológicas actuales. Sí, para un audiófilo el vinilo suena mejor. Pero esto no es un debate de vinilo vs. digital. La gente ha sentido el recorte en su presupuesto, teniendo que mudarse a barrios más humildes y viviendo con menos dinero. Los alquileres han subido y las crecientes tarifas de los DJs también han hecho que los precios de entrada a los clubes suban. Esto acaba significando que solo un cierto grupo demográfico puede darse el lujo de irse de fiesta.

“¿Por qué alguien haría un lanzamiento de vinilo súper limitado sin digital, las únicas personas que van a tocar sus pistas son DJs con más dinero que sentido que se autodenominan “selectores”.” ARNAV LUTHRA

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