Rangel & Velázquez
Una caracterización de la vegetación con base en las especies dominantes, se puede abordar según la fisionomía o la composición florística. En el primer caso, los esfuerzos se dirigen a diferenciar las especies que presentan los valores mayores en parámetros ecológicos (abundancia, densidad, presencia), mientras que en el segundo se trata de establecer conjuntos de especies que denotan maneras de asociarse en patrones o comunidades. Aunque las especies dominantes son de importancia capital, las especies subordinadas pero con valores altos de fidelidad juegan un papel importante en la definición de los conjuntos o comunidades. Mientras que en una caracterización fisionómica, uno o dos levantamientos permiten obtener un resutado final satisfactorio, en la florística por el contrario se requieren varios levantamientos puesto que se necesita comparar las listas de sus especies para definir cuales son características de la unidad sintaxonómica en cuestión. Adicionalmente a estos dos procedimientos, en la actualidad hay dos tendencias que cuentan para su aplicación con numerosos seguidores. El análisis de la diversidad y riqueza vegetal, en ciertos casos combinando aspectos de la estructura de la vegetación, que tiene en Gentry (1982) a su impulsor y el análisis de la textura foliar, que retoma los trabajos clásicos de Cuatrecasas (1934) sobre la biotipología y los caracteres simorfiales de la vegetación con énfasis en Colombia. En esta contribución se tratará de explicar los alcances de cada uno de los procedimientos anteriores, haciendo énfasis en los parámetros que se toman en el campo. Al final se presenta un anexo con consejos prácticos para el estudio de la vegetación. CARACTERIZACION SEGUN LA FISIONOMIA Se fundamenta en el estudio de la estructura o arquitectura comunitaria, que está definida por el ordenamiento en sentido vertical y horizontal de sus componentes. En sentido horizontal, el atributo que mejor refleja el aspecto, es la estratificación mientras que en sentido horizontal, aparecen la densidad, el área basal y la cobertura. La estructura fue definida por Barkman (1979), como el patrón espacial de distribución de las plantas y la separó así, de los atributos de la textura foliar. La estructura está directamente implicada en el mantenimiento de una atmósfera mas o menos estable, ya que influye sobre la radiación incidente, sobre el flujo de la precipitación al interior de la comunidad y sobre la acción del viento. El arreglo de las plantas según estratos y sus valores de cobertura se relacionan con el metabolismo de la comunidad ya que controlan la cantidad de la radiación y la evapotranspiración en la fotosíntesis. Los datos de campo que se utilizan para la caracterización son: densidad o número de individuos según la superficie de muestreo, altura, cobertura (%), CAP (cintura a la altura del pecho) ó DAP (diámetro a la altura del pecho). El análisis de la distribución en clases de las alturas, de los valores de DAP y de las coberturas, facilita la comprensión de la dinámica de la vegetación; se puede interpretar si los sitios muestreados estaban 60