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Recuerdos del hospital San Borja
Imagen: Flickr santiagonostalgico
Edificio ubicado en la Alameda, año 1847
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Este recinto fue muy especial para los maipucinos de antaño, ya que todos —de una u otra manera— tuvimos que usar sus servicios alguna vez. Me refiero al hospital San Francisco de Borja. Fue inaugurado el año 1772 en plena Alameda, entre Castro y Dieciocho. Al principio contaba solamente con 20 camas y tres salas, que eran atendidas por un solitario médico. Con el tiempo aumentaron a 110 las camas y tuvieron que contratar a un cirujano y un sangrador. En su libro de estadística aparecía la primera persona que atendieron: doña Tadea Visperier, que tenía un diagnóstico de tifus.
Funcionó en esa dirección por 75 años, hasta que en 1847 se trasladó a la Alameda entre las calles Maestranza (Portugal) y el camino de Cintura (Vicuña Mackenna). Entre sus médicos destacaban José Joaquín Aguirre y Lorenzo Sazié. Aquí se usó por primera vez la anestesia raquídea, que fue impuesta por el profesor Juan Vargas Salcedo.
Llegó a tener seis salas de cirugía, las que atendían monjitas de diferentes congregaciones. Las más recordadas eran unas que tenían un sombrerito con unas alas muy anchas, a las que llamaban “las palomitas”.
Ambulancia de Maipú

Cuenta la historia que aparecía por ahí un cirujano de apellido Donoso, que el día que operaba llegaba más temprano para afilar su bisturí en una correa.
Precisamente a ese añoso hospital eran derivados todos los maipucinos, especialmente las embarazadas. Me contaban los choferes de las micros que cuando iban por Pajaritos y se encontraban con la ambulancia paraban y el chofer les contaba que llevaba a alguna maipucina para que tuviera su guagua. Después, cuando lo encontraban de vuelta, él les decía si había sido niña o varón, por lo que toda la gente que viajaba en micro se enteraba de las buenas nuevas.
Aunque atendía personas de distintas zonas de Santiago, para los habitantes de Maipú el San Borja era su hospital. Ahí llegaron al mundo muchos vecinos, aunque también una cifra alta de conocidos pasó a mejor vida en sus salas con azulejos.
En 1977 el hospital nuevamente fue trasladado, al barrio de Avenida Matta, junto al hospital de niños Arriarán. Adoptó el nombre de
Paula Jaraquemada, y continuó con la atención a los pacientes que eran derivados desde estas lejanas tierras.
El hospital ha recorrido distintas dependencias y ubicaciones a través de los años, pero en todas han quedado historias y chascarros. Los maipucinos de más edad estaremos siempre agradecidos a todo el personal de esos tiempos, porque siempre atendieron muy bien y nos ayudaron con nuestras dolencias.
Patio interior antiguo Hospital San Borja
