DISEÑO+ARQUITECTURA Nº 3

Page 6

OPINIÓN

Decisiones de gobierno, opiniones en la calle y en los medios. Todos señalan que es lo correcto y que no. Pocos se detienen a pensar en nuestras propias actitudes frente a la lectura.

I

nformar es entregar experiencia acumulada, datos, conocimiento, visión de mundo, todo lo cual redunda en facilitar las tareas del presente y las del futuro al proyectar sobre la base de lo que otros han descifrado o bien descubierto en investigaciones y camino recorrido. Lo que se ofrece hoy en nuestro medio, supera ampliamente la capacidad de absorción de la información. La información abunda, especialmente en la red, en libros, en revistas, lo que falta son lectores. Un amigo trasandino comentaba: “en Chile la gente y el empresariado no se informa, aplica sin conocimiento, inventa, comenta sin fundamento, al otro lado es otra cosa, se discute, se elabora, se citan textos...”; en esto debemos reconocer que la ventaja es grande. En Europa la gente lee en el Metro, en las plazas, en las calles, se informa y habla con fundamento. En nuestro medio se copia y se habla de parcialidades en la mayoría de los casos, lo que nos hace más permeables como cultura y más vulnerables al momento de definir la identidad propia. Lo que se nos escapa es resaltar la satisfacción que acompaña el ejercicio de la lectura. Estar bien informados nos hace sentir mejor. Sin embargo, nos nutrimos mecánicamente de información

barata, donde se exacerba el morbo y lo cotidiano, con atisbos de película de terror, todo lo cual redunda en un estar en la vida ciudadana con temor, con una opacidad contagiosa. ¿Qué nos falta?, ¿bajar el IVA de los libros?. Esto mitigaría el gasto sin duda, pero no es un asunto tan central como se lo ha querido plantear. Es claro que lo regalado no se aprecia, y en este sentido regalar libros tampoco parece ser un camino tan constructivo; es una manera de quedar bien por un rato y de tapar el sol con un dedo. Concursos, destacar escritores jóvenes en los medios, promoción de la lectura en la educación en forma entretenida, programas culturales en la televisión, bibliotecas públicas y muchas otras iniciativas son parte de un programa que necesita refuerzo. ¿Qué sucede por otra parte con los padres?, con la generación anterior, que se preocupan de leer solamente el último catálogo del mall de la esquina; toda una generación producto de un apagón cultural que ahora se refleja en los hijos. Sería interesante complementariamente incentivar la lectura entre adultos, que si bien “no tienen tanto tiempo” deberían considerarlo como una tarea que no hicieron en su momento. El ejemplo es más fácil de imitar, que la obligación por un ejercicio donde no se entregan las referencias de los beneficios. Por Walter Junge

10|

|11


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.