Mensajero 181

Page 1

Año 6 TLALNEPANTLA

No. 181

Mensajero

CUAUTITLÁN

Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla

IZCALLI

ECATEPEC

TEOTIHUACÁN

Año Internacional de la Vida Consagrada

Domingo 07 de junio de 2015

TEXCOCO

NEZAHUALCÓYOTL

Donativo: $5.00 VALLE DE CHALCO

Ordenación Episcopal de Mons. Jorge Cuapio Bautista

Voz del Pastor

La Palabra de Dios es viva y eficaz

Pág. 2


2

Voz del Pastor

Mensajero 07 de junio de 2015

DIRECTORIO Excmo. Sr. D. Carlos Aguiar Retes Arzobispo de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Ricardo Guízar Díaz Arzobispo Emérito de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Guillermo Or z Mondragón Obispo de Cuau tlán Excmo. Sr. D. Francisco González Ramos Obispo de Izcalli Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Cou olenc, M.G Obispo de Ecatepec Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva Obispo Emérito de Ecatepec Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar Galicia Obispo de Teo huacán Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez Obispo de Texcoco

La Palabra de Dios es viva y eficaz Queridos hermanos y hermanas: El evangelio, mensaje siempre vivo, es palabra que ilumina nuestra vida y nuestra realidad, en él encontramos aquello que es necesario para nuestro caminar por este mundo, basta ser atentos al mensaje que nos regala cada día en la misa o simplemente abrir, leer y meditar la Sagrada Escritura para ser iluminados, guiados y formados por Dios en Cristo. Es en este sentido, que podemos entender las palabras de la carta a los hebreos cuando dice: "la palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que una espada de dos filos: penetra hasta lo más profundo del ser y discierne los pensamientos y las acciones del corazón" (4, 12). Es entonces, la palabra aquella herramienta eficaz del cristiano que penetrando en lo más profundo de su ser ofrece lo necesario para la vida de la Iglesia y para la vida del cristiano, ella se convierte en una lámpara que ilumina la vida del que confía y cree en Dios, rige su vida y lo hace conocedor de la voluntad de Dios. En nuestros tiempos, donde la autonomía y la libertad del hombre son puestos como valores absolutos, dejarnos guiar y conducir pareciera ser algo impensable, casi retrógrada, y más si se trata de dejarnos conducir por alguien a quien no conocemos o nunca hemos visto. Esta situación cada día más generalizada en el mundo provoca una fuerte huida a las responsabilidades sociales y comunitarias entre los hombres porque como cada uno es guiado por sus pro-

pios intereses y propósitos, la necesidad del otro, del prójimo, queda diluida en el olvido, o peor aún, en la indiferencia. Ante tal realidad, la invitación de la Iglesia es y seguirá siendo el encuentro constante con Cristo muerto y resucitado. Este encuentro personal y constante con Cristo, no sólo nos permite conocerlo más, sí que por otro lado, permite que también nosotros seamos conocidos por Dios en la profundidad de nuestro ser, de nuestro corazón y de nuestra alma, y por ende, recibir de parte de Dios, aquello que es necesario para nuestra vida y salvación. En este sentido, podemos apropiarnos las palabras de un antiguo pensador cristiano: "cuanto más nos acercamos a Dios, más le permitimos que él se acerque a nosotros; y cuando más cercanos estamos de Dios y él de nosotros, él que escudriña nuestro interior, nos da aquello que nos es necesario para el camino de esta vida". Por eso, hoy más que nunca, la Iglesia está llamada a ser testimonio del amor de Dios, porque sólo en el testimonio, los hermanos se aventuran a hacer la experiencia de Cristo, a dejar que Cristo penetre su ser y los conduzca e ilumine por su paso por este mundo. El tiempo que vivimos es un tiempo especial de gracia para dejarnos guiar y conducir por Dios y por su palabra. Queridos hermanos y hermanas, que nuestras acciones, incluso las cotidianas, sean iluminadas, guiadas y conducidas a pastos verdes por el único Pastor del rebaño, Cristo.

† Francisco González Ramos I obispo de Izcalli

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez Obispo de Nezahualcóyotl Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez Obispo de Valle de Chalco Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio Bau sta Obispo Auxiliar de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz Obispo Auxiliar de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Francisco Ramírez N. Obispo Auxiliar Emérito de Tlalnepantla DIRECTOR GENERAL Mons. Víctor René Rodríguez Gómez Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación DIRECTORA EN TURNO Abril Villanueva SUBDIRECTOR Mons. Luis Mar nez Flores DIAGRAMACIÓN Y DISEÑO Samuel Nájera COLABORADORES Equipo de la Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiás ca de Tlalnepantla. Registro en trámite.

Mensajero Es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiás ca de Tlalnepantla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuau tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teo huacán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

periodicomensajero@gmail.com


Mensajero

07 de junio de 2015

3

Editorial

Acompañados por Dios Estimado lector, los días pasados concluimos el Tiempo Pascual con la Fiesta de Pentecostés, la fiesta que nos recuerda que la Iglesia no camina por su propia cuenta por el mundo, sino que es guiada, conducida e iluminada con y por la presencia del Espíritu Santo. Pentecostés no ha sido en manera alguna un hecho anclado en la historia, sino una constante presencia de Dios en medio de su pueblo. Esta presencia se hace evidente en innumerables personas de buena voluntad que anuncian con su vida y testimonio que Cristo ha resucitado y está vivo en medio de nosotros. Pentecostés se hace evidente en acontecimientos terribles y catastróficos que nos unen como hermanos en la caridad y en la solidaridad, aun cuando quienes nos necesitan no son conocidos o viven a kilómetros y kilómetros de distancia de nosotros. En este sentido, Pentecostés se convierte en una urgente invitación a dejarnos acompañar por Dios en nuestra vida; esta compañía nos motiva y nos da fuerza para evitar el mal y a obrar el bien, por eso Pentecostés, es también

una urgente llamada a actualizar en nosotros el misterio de Dios en el mundo, siendo dóciles a Él y a su luz que conduce y guía. Así pues, mientras por un lado la Fiesta de Pentecostés nos consuela por el hecho de saber que no caminamos solos por el mundo, también nos urge al compromiso de permitir a Dios que sea nuestro compañero en la vida cotidiana, pues, cuando sentimos que caminamos solos, nos llenamos de tristeza y desesperanza, pero también de egoísmo, entonces cada uno busca su propio bien sin tener en cuenta a los demás hombres, buscamos nuestros propios intereses y lastimamos los de los demás. Los conflictos bélicos, la violencia, la pobreza y otras tantas calamidades son el resultado de un mundo que camina sin Dios, buscando su propio bien, sin importar que con ello agreda irreversiblemente al medio ambiente a sus hermanos los hombres. A nosotros, querido lector, nos toca desde nuestra "trinchera" ser dóciles a la acción de Dios, dejarnos acompañar y actualizar el misterio de Pentecostés

Familia y comunicación Por: José Luis Ramírez Diócesis de Nezahualcóyotl Las campañas electorales que culminan este 7 de junio, donde sobra decir que las propuestas y promesas no pasan de un simple anuncio publicitario, toda vez que el ejercicio del poder se orienta más a otros intereses, que no son propiamente de los electores. En ese sentido, uno de los aspectos más olvidados de todos los procesos electorales, no solo ahora, es la familia como principal ente social. Al respecto cabe recordar que el tema de la familia está en el centro de una profunda reflexión eclesial y que a la fecha ésta en medio de un proceso sinodal que prevé dos sínodos, uno extraordinario –apenas celebrado– y otro ordinario, convocado para el próximo mes de octubre. De hecho el Papa Francisco, en su mensaje de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales tuviera como punto de referencia la familia. Donde destaca que “la familia es el primer lugar donde aprendemos a comunicar. Volver a este momento originario nos puede ayudar, tanto a comunicar de modo más auténtico y humano, como a observar la familia desde un nuevo punto de vista”. Lejos de las propuestas de bondades de

las reformas y de lo distorsionado de la realidad que nos imponen desde el poder, para la Iglesia Católica “la familia es, más que ningún otro, el lugar en el que, al vivir juntos la cotidianidad, se experimentan los límites propios y ajenos, los pequeños y grandes problemas de la convivencia, del ponerse de acuerdo. Sin alejarnos de los espacios que nos rigen en este mundo materialista, el Papa Francisco señala que “no existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva”. Para el sucesor de San Pedro “en un mundo donde tan a menudo se maldice, se habla mal, se siembra cizaña, se contamina nuestro ambiente humano con las habladurías, la familia puede ser una escuela de comunicación como bendición”. Para los mexicanos, que tenemos en la familia un punto de referencia, este mensaje papal nos pone en alerta y a la vez nos compromete con ese ente fundamental de nuestra sociedad. Los políticos, después de ganar claro, deberán escuchar esas voces, no solo cuando están en campaña.

en nuestras vidas y en nuestro entorno, aun en lo más sencillo y cotidiano; de manera que, si no queremos violencia en el mundo no la provoquemos en nuestro entorno, si no queremos gue-

rras no las provoquemos en nuestras relaciones; seamos conscientes con la ayuda del Espíritu Santo de que el mundo es mejor y vivimos en paz cuando nos dejamos acompañar por Dios.

Mujeres en la Iglesia Por: CODIPACS Izcalli Hace algunos días quedamos impactados al encontrar una nota casi anti feminista que hablaba de la multiplicación del tema “las mujeres y su rol en la Iglesia” en diversas instancias de la curia romana. Y es que hace poco más de dos años el Santo Padre Francisco, que nos ha sacudido sacando a la luz muchos temas pocas veces tocados en el ámbito eclesiástico dijo: “Sufro, y les digo la verdad, al ver en la Iglesia o en algunas instituciones eclesiales que el papel de la mujer queda relegado a tareas de servidumbre y no de servicio”. La observación del Papa provocó que algunas instancias de la más alta jerga eclesiástica en Roma comenzaran a considerar dicho tema en sus agendas. Ya en los últimos meses, el Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz, el Pontificio Consejo para la Cultura, la Embajada de Estados Unidos ante la Santa Sede, lo mismo que la Embajada de Chile, y algunas universidades Pontificias, han organizado en la ciudad eterna, asambleas, conferencias y plenarios con el tema relativo a la mujer y a su rol en la Iglesia, en el mundo, en la sociedad y en el desarrollo de los pueblos. No son “jalones de orejas” que el Santo Padre dé a las instituciones cercanas a su pontificado, sino temas que

la Iglesia y sus instancias habíamos olvidado o guardado en el cajón de los pendientes, y que, siguen estando latentes para dialogar y debatir, pues uno de los temas más controversiales en los últimos tiempos es este: la participación de la mujer en la Iglesia. No por nada han surgido en el mundo, pero especialmente en Latinoamérica y en la antigua Europa, grupos feministas que reclaman un nuevo y mejor trato, una nueva y mejor participación de la mujer en la Iglesia. Y es que, durante mucho tiempo, la mujer ha sido el sostén de la fe en muchas comunidades parroquiales y en muchas familias. Simplemente habría que pensar en que la mujer es signo de fecundidad y de amor, de entrega y de donación a sus tareas pero especialmente al de la maternidad; estos dones llevados a cualquier ámbito pueden hacer mucho bien a la Iglesia y al mundo, pero para ello hace falta que en una sociedad como la nuestra se reconozca el valor, el papel y la importancia de la mujer, tal y como fue creada por Dios, con la misma dignidad que el hombre. Quienes estamos en el ámbito laical, esperamos que el fruto de dichos trabajos y esfuerzos sea la participación cada vez más activa y valorada de la mujer no sólo en la Iglesia, también en el mundo de la economía, la política, la cultura y la sociedad.


4

Caminar Diocesano

Mensajero 07 de junio de 2015

PRECONAJUM 2015

Por: P. Gustavo S.P. Con mucha alegría y entusiasmo se

vivió el Pre-Conajum el pasado 23 de mayo en la Diócesis de Cuautitlán. Al lugar se dieron cita alrededor de 2

mil jóvenes de las distintas vicarías, dejándose ver el ímpetu, la entrega y la jovialidad de estos misioneros, que con amor y alegría están dispuestos a difundir el Evangelio de Cristo en cualquier lugar y en cualquier momento. El Sr. Obispo Don Guillermo Ortiz Mondragón, estuvo presente para acompañar y guiar a cada asistente del Pre-Conajum, y con una actitud de humildad y buen pastor, se unió al canto impetuoso de los jóvenes por vivir esta experiencia que les une más a Cristo y a la misión de la Iglesia. Tras las horas de las múltiples actividades, se dio lugar una Hora Santa que, sin duda, profundizó la reflexión y el encuentro de cada joven y de cada sacerdote con Dios, para seguir adelante en la tarea de evangelizar en cada hogar, en cada familia y en cada persona. En

medio de cantos, oraciones y silencios de meditación, se sintió un ambiente de oración y entrega que sin duda dará frutos en los corazones de cada persona presente. Esta hora Santa fue dirigida por el Pbro. Omar Nemesio Montoya. Acto seguido se realizó la Celebración Eucarística presidida por el Sr. Obispo Guillermo. En el mensaje de su homilía el Obispo mencionó que el Espíritu Santo da a cada uno dones que se presentan en nuestra vida como regalos que hay que saber recibir y compartir para que den frutos, y que Dios ha dejado justamente a su Espíritu Santo como un regalo que nos guía y nos acompaña siempre. Para concluir el Pre-Conajum, se organizó una marcha misionera desde la Catedral de San Buenaventura hacia la Casa de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin (El Cerrito). Los miles de jóvenes asistentes, sacerdotes y demás laicos marcharon alegremente guiados y acompañados por su Pastor, el Obispo Guillermo. Habiendo llegado al “El Cerrito”, los jóvenes reafirmaron su compromiso de seguir a Cristo Vivo y de comunicar a los demás la alegría del Evangelio.

Velada Juvenil Diocesana de Pentecostés Por: Ruth Rivera El pasado 23 de mayo en la parroquia de san Ildefonso obispo, municipio de Nicolás Romero, se llevó acabo la primera Velada Juvenil de nuestra recién creada Diócesis de Izcalli. El trabajo fue organizado por la dimensión juvenil y la dimensión vocacional, comandadas por el P. Raúl Casas Maza y el P. Juan Justino García respectivamente. Cada uno con su grupo de colaboradores lograron una velada excepcional de muchos frutos para la diócesis, pero en especial para los jóvenes que participaron. Jóvenes venidos de toda la diócesis, matrimonios, seminaristas, religiosos, sacerdotes y el mismo obispo se dieron cita en la parroquia arriba mencionada para orar y alabar al Señor. Todo comenzó a las 8 de la noche con la recepción y la animación. Todos parecían seguir los consejos del Santo Padre Francisco respecto de hacer lío para anunciar la alegría del Evangelio. A las 11 de la noche, nuestro obispo Francisco González Ramos presidió la Santa Misa, acompañado del párroco del lugar P. David García Contreras y los padres coordinadores de la velada. En la misa el Obispo Francisco nos recordó que “la fiesta de Pentecostés, es la fiesta de la alegría, pues sabernos

acompañados por el Santo Espíritu de Dios, significa para el cristiano, especialmente para el joven, no sentirse solo en el camino de la vida, especialmente en el momento de las decisiones y en la construcción de un mundo mejor”, además, dijo que “Pentecostés no es un hecho aislado en el pasado sino un constante presente en la Iglesia, pues la constante presencia del Espíritu Santo se manifiesta en hechos concretos en la vida de todo ser humano”, por eso insistió a los jóvenes a ser dóciles a la acción del Espíritu de Dios en sus vidas y a dejarse acompañar por Él en sus decisiones. Después de la homilía, el obispo hizo el envío de los equipos diocesanos de pastoral juvenil y pastoral vocacional a sus respectivas misiones en el territorio diocesano, hecho que motivó mucho a los asistentes pues fueron testigos de

que ser joven también es algo serio que puede ayudar a construir un mundo y una Iglesia mejores. Después de la Celebración Eucarística hubo diversas actividades para los asistentes, entre ellas no pudo faltar la oración comunitaria y personal en la Hora Santa, el trabajo en pequeños grupos de reflexión, la animación y la

alabanza, los cantos y el compartir experiencias. Al final, los participantes salieron alegres por su participación en una hermosa experiencia de Iglesia, donde el Espíritu del Señor sopla y se mueve como en Pentecostés con la primera comunidad cristiana.


Mensajero

07 de junio de 2015

Caminar Diocesano

5

Ordenación Episcopal de Mons. Jorge Cuapio Bautista Naucalpan, Méx. 27 de mayo 2015. “Hoy estamos aquí para testimoniar la Ordenación Episcopal de un presbítero que el Papa Francisco ha llamado para unirse al Colegio Apostólico, para ser Sucesor de los Apóstoles, y por tanto, servidor de la comunión eclesial en el ministerio de Obispo”, fueron las palabras que Mons. Carlos Aguiar Retes Arzobispo de Tlalnepantla dirigió al pueblo durante su homilía en la celebración de la Ordenación Episcopal de Mons. Jorge Cuapio Bautista. A dicha celebración asistieron Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en México, los Obispos de las diócesis que conforman la provincia de Tlalnepantla, y provenientes de diferentes diócesis de México. La cita fue en la capilla abierta del Ángel, en la Basílica de los Remedios, en punto de las 11:00 am, donde fieles de las diócesis de Texcoco, Tlaxcala y Tlalnepantla se congregaron para recibir de Dios la bendición de un nuevo Obispo. Mons. Cuapio nació el 6 de abril de

1967 en Santa Ana Chiahutempan, Tlaxcala. Fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1992, y el pasado 27 de mayo del presente recibió la Unción Episcopal. Durante el rito de la Ordenación existen algunos signos sensibles que transforman de manera invisible la condición del ordenado, entre ellos están la imposición de manos de los obispos presentes, con este signo es integrado al Colegio apostólico; el anillo en su mano representa fidelidad y adhesión a la Iglesia de Cristo, la Mitra en su cabeza significa el deseo que como cristiano, y ahora como obispo, debe tener por alcanzar la santidad; los Evangelios sobre su cabeza son signo de que la Palabra de Dios serán su luz y guía, el báculo representa el pastoreo que habrá de realizar al guiar a las ovejas por el camino de la verdad; y por último, al ser ungido con el Santo Crisma el ordenado se consagra y configura con cristo en primer grado. Terminada la Eucaristía Mons. Cuapio bendijo al pueblo y dirigió un men-

saje de agradecimiento. Los obispos acompañantes y autoridades civiles se trasladaron al Seminario Diocesano y compartieron los alimentos, fue sin lugar a dudas un día lleno de emociones y bendición para la Arquidiócesis de

Tlalnepantla. Oramos para que Dios, que fue quien eligió a Mons. Jorge y lo consagró Obispo, lo bendiga y fortalezca abundantemente en el desarrollo de su trabajo pastoral.


6

Caminar Diocesano

Mensajero 07 de junio de 2015

23 Años de apoyo al Pastor de la Grey Local

Por: Carlos Alberto Morales Mazariegos Texcoco, Méx. 31 de mayo 2015. En la Catedral de la Inmaculada Concepción de María se celebró el 23 aniversario del Instituto de Formación para Laicos al Servicio de la Pastoral Parroquial (IFLSPP) conocido comúnmente como "Escuela de Pastoral", y el 40 aniversario a nivel general. La Escuela de Pastoral es el equipo laico al servicio de la Iglesia más grande de México y uno de los mas importantes del mundo cristiano. En la actualidad, Escuela de Pastoral se encuentra prácticamente en toda la Republica Mexicana y está presente en 56 diócesis, además de haber llegado a Canadá, Estados Unidos, El Salvador, Panamá y Honduras y tener una misión en Ruanda, África. El objeto del Instituto es la instrucción religiosa de grado intermedio, dirigida primordialmente a los seglares, jóvenes y adultos, con dos fines: primero, que reciban instrucción básica y formación religiosa personal; segundo, que se capaciten en orden a ser ellos mismos agentes de evangelización en beneficio de sus comunidades parroquiales y de sus ambientes naturales

para que sean “luz y sal de la tierra”. La Escuela de Pastoral da cabida a los miembros de todos los Movimientos y Asociaciones, que en su conjunto son una sola Iglesia; de manera que este Instituto ha de dar imagen viviente de la unidad de la Iglesia, a la par que de la diversidad de sus miembros. La Escuela de Pastoral sirve de numerosas formas en la Iglesia de Cristo, desde la capilla y la parroquia hasta los eventos de gran importancia, como son las visitas papales y los congresos internacionales. La organización del aniversario corrió a cargo del coordinador diocesano Conrado Velasco Martínez y se contó con la asistencia de equipos de servicio de cada centro de formación, visitadores y coordinadores regionales. La Celebración Eucarística con motivo de Acción de Gracias fue presidida por Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, obispo de Texcoco, quien durante su homilía felicitó a los miembros del instituto por su colaboración y compromiso en el trabajo por el pueblo de Dios. Finalmente exhortó a la comunidad a enseñar, trasmitir los sentimientos y virtudes que nuestro Señor Jesucristo nos ha dejado.

En 1992, inició sus actividades el Equipo Laico al Servicio de la Pastoral (ELSP) y su IFPSPP en la Diócesis de Texcoco, con aprobación de Mons. Magín C. Torre Blanca Reyes q.e.p.d. segundo Obispo de Texcoco. En 1997 el equipo fue ratificado y aceptado por D. Carlos Aguiar Retes, tercer Obispo. En 2009 es presentado el ELSP y aprobado por Juan Manuel Mancilla Sánchez, cuarto y actual Obispo de la Dió-

cesis de Texcoco. El objetivo del encuentro, fue agradecer por los años de servicio prestados por parte del ELSP en la Diócesis de Texcoco, además se realizaron diversas exposiciones del ser y quehacer de la escuela de pastoral tocando los siguientes puntos como la historia, principios, propósitos objetivos y simbología.

Hagamos sentir cercano a Dios: Mons. Héctor Luis Por: Francisco Esqueda En las instalaciones de la Universidad La Salle Nezahualcóyotl, se llevó a cabo el Congreso Diocesano de la Familia con el tema “La Familia constructora y promotora de Paz”, el cual contó con la participación de diversos expositores y de las familias de la diócesis. El primer ponente fue el matrimonio Cazadero con el tema “el dialogo y la comunicación como puertas para la paz en la familia”, en el cual compartieron a las familias algunos tips y la explicación de hacer la comunicación personal, la base de una buena relación familiar y la importancia que tiene la comunicación personal en la sociedad. Después siguió el tema “De la justicia de cada uno nace la paz para todos”, a cargo del Mtro. Rodrigo Iván Cortés Jiménez, con este tema el ponente hizo un llamado a la conciencia social en la familia, pues es fácil quejarse del

estado actual de la sociedad sin darse cuenta que el problema viene desde la familia en donde se enseñan los valores familiares, los cuales después se nota su carencia en la sociedad. La invitada especial de este congreso fue la Dra. Rosa Argentina Rivas Lacayo, en su ponencia sobre “La paz como don de Dios y fruto del crecimiento espiritual personal”, en su intervención dijo a los ahí presentes que la paz es una logro que tenemos que conquistar todos nosotros mediante nuestros esfuerzos personales, la paz no llegará solo por desearla, se debe trabajar por ella. Para finalizar el congreso, Mons. Héctor Luis Morales presidio la Eucaristía, y en su homilía dijo a los asistentes que “Dios no está lejos, el está cercano a nosotros, a nosotros nos toca ser cercanos con las

demás personas, porque si Dios se ha hecho cercano a nosotros, no podemos

actuar de otra forma con los demás”.


Mensajero

07 de junio de 2015

Caminar Diocesano

7

Fiesta de Cristo Sacerdote Por: CODIPACS Ecatepec Tulpetlac, Méx. 28 de junio 2015. Al filo de las 13:00 horas, en la Casa de la Misericordia de las Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote, el Obispo de Ecatepec, Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc M.G., junto a su presbiterio y sacerdotes invitados de diversas diócesis, celebraron la Eucaristía con motivo de la Fiesta de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote. También concelebró la Santa Misa el Obispo de Tula, Mons. Juan Pedro Juárez Meléndez. Durante la homilía, el Obispo de Ecatepec, habló de que el sacerdote actúa “in persona Christi”; por ello debe tener una entrega total y absoluta a Dios, teniendo el cometido central de llevar a Dios a los hombres. La Iglesia espera de los sacerdotes “anuncio, testimonio y servicio”, y eso solo se logra “viviendo a Cristo”. Por otra parte, el Obispo de Tula, después de la celebración, dirigió unas palabras a los presentes, afirmando que el sacerdote es “maestro de la Palabra, ministro de los sacramentos y promotor de la caridad”, exhortó a los sacerdotes

a ser cercanos a la comunidad. En esta ocasión fue presentada por el Obispo Óscar Roberto al presbiterio de Ecatepec e invitados, la nueva Superiora General de las Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote, la Reverenda Madre Angelita Gómez Sol y agradeció a la anterior Superiora, Madre Tomasi-

ta su labor al frente del Instituto de las Siervas Guadalupanas. En la recepción se contó con la agradable presencia de Mons. Eugenio Lira Rugarcía, Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano y del Sr. Presidente Municipal de Ecatepec Lic. Sergio Díaz Hernández.

En otro orden de ideas, fue nombrado el Padre Yair Iván Herrera Ángeles como encargado de la Pastoral Juvenil en la Diócesis de Ecatepec y pedimos que el Señor le ilumine y se fortalezca el caminar de los jóvenes en nuestra Iglesia Particular.

¡Antes de votar hay que pensar! Por: Pbro. Mtro. Raúl Martínez Arreortúa, Diócesis Valle de Chalco Hermanas y hermanos para este tiempo electoral es fundamental recordar el papel de nuestra Iglesia: “Compete siempre y en todo lugar a la Iglesia proclamar los principios morales, incluso los referentes al orden social, así como dar su juicio sobre cualquier asunto humano, en la medida en que lo exijan los derechos fundamentales de la persona humana o la salvación de las almas” (Catecismo, no. 2032). Ahora bien, la Iglesia no le impone al resto de la sociedad que no es católica sus principios católicos (ir a Misa, etc.), sino que le propone los principios de la ley moral natural (no matar, no robar, etc.), que son universales y sin los cuales ninguna sociedad puede ser justa. “La ley natural, presente en el corazón de todo hombre y establecida por la razón, es universal en sus preceptos, y su autoridad se extiende a todos los hombres. Expresa la dignidad de la persona y determina la base de sus derechos y deberes fundamentales” (Catecismo, no. 1956). En este contexto, la Iglesia no le dice a la gente por quién votar, pero sí los criterios

morales con los cuales votar con conciencia humana, cristiana y responsablemente. Cuando en una sociedad hay elecciones, los ciudadanos debemos reflexionar sobre una variedad de asuntos sociales, económicos y educativos, entre otros. Los votantes deben elegir a los candidatos según los temas que ellos consideran más importantes. La Iglesia también considera que no todos los problemas sociales tienen el mismo peso moral. La Iglesia enseña que el primer derecho de una persona humana es la vida. El siguiente criterio es la defensa del matrimonio entre un hombre y una mujer, en el cual se funda la familia, que es la célula principal de la sociedad (Catecismo, nos. 2201 y 2207). El tercer criterio para votar correctamente es la defensa de la libertad religiosa y de conciencia. El ejercicio de este derecho es imprescindible para la defensa de la vida y el matrimonio. Por ello ocupa el tercer lugar entre los criterios para el correcto ejercicio del voto. También dos grandes cuestiones sociales que el Papa Francisco elige porque determinarán el futuro de la

humanidad (n 185): la inclusión social de lo pobres y la paz que es fruto del bien común y el diálogo social. En ambas apela a la justicia social, y ellas constituyen una especie de clave hermenéutica del resto de los fenómenos sociales que Evangelii Gaudium destaca y de toda la pastoral misionera que reclama (nn 186-216). Finalmente, la Iglesia Católica no le dice a la gente por quien votar. Pero sí

tiene el deber y la responsabilidad de informar a los católicos y al público en general acerca de los criterios morales que deben guiar el acto de votar. En la actual coyuntura histórica en el Estado de México es importante salir a votar responsablemente y pensando en bien de nuestra sociedad. Les invito a leer el mensaje de los Obispo con respecto a la Jornada Electoral.


Mensajero 8 Iglesia y Actualidad La Autoridad Política y Religiosa 07 de junio de 2015

Por: CODIPACS Teotihuacán Jesús llamándolos les dice: saben que los que son tenidos como jefes de las naciones las gobiernan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder, pero no ha de ser así entre ustedes… (Marcos 10, 42). El que quiera llegar a ser importante entre ustedes que sea su servidor y el que quiera ser el primero, que sea su esclavo. De la misma manera que el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate de todos… (Mateo 20, 26-27). Toda convivencia, sociedad o agrupación de hombres del nivel y extensión que sean, necesita de una autoridad que la dirija. La autoridad, necesaria en toda sociedad, viene de Dios y consiste en la facultad de mandar según la recta razón. Por consiguiente, su fuerza obligatoria procede del orden moral y dentro de éste debe desarrollarse para que obligue en conciencia; la autoridad es, sobre todo, una fuerza moral. La autoridad es el principio unifica-

dor activo, sin cuya presencia la sociedad no puede alcanzar su fin. Constituye el vínculo necesario para asegurar la cohesión del cuerpo social. La autoridad no puede preceptuar el error o el mal desde el momento en que lo impusiera, dejaría de ser genuina la autoridad y para que la cooperación ciudadana responsable pueda lograr resultados felices en el curso diario de la vida pública, es necesario un orden jurídico positivo que establezca la adecuada división de las funciones institucionales de la autoridad política, así como también la protección eficaz e independiente de los derechos. Por lo tanto, los gobernantes no deben entorpecer las asociaciones familiares, sociales o culturales, los cuerpos y las instituciones intermedias, y de no privarlos de su legítima y constructiva acción, que más bien deben promover con libertad y de manera ordenada. La comunidad política y la Iglesia son independientes y autónomas, cada una en su propio terreno. Ambas sin embargo, aunque por diverso título están al

servicio de la vocación personal y social del hombre. Este servicio lo realizarán con tanta mayor eficacia, para bien de todos, habida cuenta de las circunstancias de lugar y tiempo… Predicando la verdad evangélica e ilu-

minando todos los sectores de la acción humana con su doctrina y con el testimonio de los cristianos, la Iglesia respeta y promueve también la libertad y la responsabilidad políticas del ciudadano (GS 76).

Jornada de estudio de las Religiosas Por Pbro. Omar Nemesio En el mes de mayo, en el Colegio Anáhuac de las religiosas Mercedarias del Santísimo Sacramento, las religiosas de la Diócesis de Cuautitlán, viviendo el Año de la Vida Consagrada, han realizado una Jornada de estudio sobre el Decreto Conciliar Perfectae caritatis. La jornada de estudio inició con la celebración de la Eucarística presidida por el Pbro. Omar N. Montoya García, Vicario Episcopal de la Vida Consagrada. En la Eucaristía las religiosas han agradecido todos los frutos de renovación que han vivido los institutos de vida consagrada, habiendo recibido el Decreto Conciliar. El estudio del Decreto Perfectae caritatis tuvo dos momentos, en el primero se hizo la presentación del Decreto por medio del P. Omar, y en el segundo, el P. Juan Miguel Subiza OFMCap., compartió a las religiosas los frutos y retos de la Perfectae caritatis. La Jornada de estudio terminó con una convivencia fraterna, compartiendo los alimentos, la amistad y desde luego, el don tan preciado de la vocación.

Concede a todos los consagrados, que, viviendo este Año de Gracia, abracen el futuro con esperanza para que sean en el tiempo una luz de esperanza para todos. Concédeles vivir el presente con pasión, para evangelizar su propia vocación y den siempre testimonio de la belleza de la sequela Christi. Sigue llamando a más jóvenes a consagrar la vida a ti. Que Santa María de Guadalupe nuestra Madre y san Juan Diego Cuauhtlatoatzin, intercedan por cada consagrado. Oración para el Año de la Vida Consagrada Señor Padre nuestro, que suscitas por la acción del Espíritu Santo,

que en la historia haya quienes aspiren a la caridad perfecta, imitando fielmente a tu Hijo Jesucristo, viviendo la castidad, pobreza y obediencia.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Mensajero

07 de junio de 2015

Nuevo Obispo en la Iglesia Provincial

9

Texto del Mandato Apostólico de Ordenación de Mons. Jorge Cuapio Bautista FRANCISCO OBISPO SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS Al querido hijo Jorge Cuapio Bautista, del clero de la diócesis de Texcoco, designado Auxiliar de la Sede metropolitana de Tlalnepantla y al mismo tiempo elegido Obispo del título de Bisarcio, salud y Bendición Apostólica. Ya que hace poco, preocupado por el bien espiritual de los fieles que tiene confiados, el Venerable Hermano Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Metropolitano de la ilustre y para Nos muy querida Iglesia de Tlalnepantla en la amada Nación Mexicana, pidió un Obispo Auxiliar, Nos, Sucesor de San Pedro y Padre Universal, juzgamos que la petición de dicho Prelado debía de ser gustosamente atendida. Así pues, escuchado el parecer de la Congregación para los Obispos, con Nuestra autoridad Apostólica, a ti querido hijo, que se te ha considerado poseedor de reconocidas cualidades y

experto en lo relacionado al ministerio sagrado, así como apto para el desempeño de este oficio, te designamos Auxiliar de Tlalnepantla y al mismo tiempo te nombramos Obispo titular de Bisarcio, con todos los derechos y obligaciones inherentes a la dignidad episcopal y a dicho cargo, según norma de derecho. Permitimos que recibas la Ordenación fuera de la ciudad de Roma por cualquier Obispo católico, observando las leyes litúrgicas y habiendo hecho antes la profesión de fe católica y el juramento de fidelidad a Nos y a Nuestros Sucesores conforme al Código de Derecho Canónico. Procura finalmente, querido hijo, unido en fraterna comunión con tu diligente Obispo, cumplir con todas tus fuerzas tu oficio, pero poniendo toda tu confianza en Dios Padre Celestial, diciendo con el Salmista: “Tú, Dios mío, eres mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud” (s. 71,5).

Que también los dones del Espíritu Paráclito y el auxilio de Nuestra Señora de Guadalupe, te llenen continuamente de alegría y te sostengan. Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 4 del mes de marzo del año

del Señor 2015, segundo de Nuestro Pontificado. Francisco Francisco Di Felice, Protonotario Apostólico

Homilía del Arzobispo Carlos Aguiar Retes Mayo 27, 2015. Dejen que el Espíritu renueve su mente y revístanse del nuevo yo, creado a imagen de Dios, en la justicia y en la santidad de la verdad. En la segunda lectura, tomada de la carta de San Pablo a los Efesios, descubrimos la invitación a un desarrollo constante de nuestra persona impulsada por el espíritu de Dios para alcanzar la estatura de Cristo. Llegar a ser un hombre nuevo que se manifieste en una conducta acorde a la conducta de Jesús. Es una clara invitación a desarrollar nuestra persona conforme al proyecto de Dios Creador, para que reflejemos la imagen divina. Para ello, indica que Jesús es el modelo a seguir, de él hay que aprender el camino: escuchándolo y profundizando su enseñanza. Nos deja en claro que esto será posible mediante el Espíritu Santo que Jesús pidió al Padre para sus discípulos. El apóstol Pablo señala con tres verbos el proceso a seguir: dejar, renovar y revestir. El primero Dejar significa abandonar lo que impida que el Espíritu de Dios actúe en nosotros y nos conduzca. Es decir, dejar el modo de vivir del viejo yo que ha sido corrompido por los deseos del placer, que ha sido atraído y esclavizado por el egoísmo. El segundo Renovar la mente, es decir descubrir que somos seres en relación y que creceremos en la medida que sirvamos y colaboremos al bien de los demás. Como también lo afirma Jesús en el Evangelio diciendo: el Hijo del

hombre no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y dar la vida por el rescate de todos. El tercer verbo Revestir, indica que nuestra conducta sea orientada por los criterios de la justicia y de la santidad de la verdad. Recordando que para San Pablo la justicia divina es la misericordia salvífica de Dios Padre, y la santidad de la verdad es la vida divina que nos ha compartido en Jesucristo. Además debemos observar que San Pablo habla en plural para recordar que este camino de transformación será posible en comunidad, en Iglesia. Hoy estamos aquí para testimoniar la ordenación episcopal de un presbítero que el Papa Francisco ha llamado para unirse al Colegio apostólico, para ser Sucesor de los Apóstoles, y por tanto, servidor de la comunión eclesial en el ministerio de Obispo. Este servicio específico es indispensable para conducir a la Iglesia en la unidad y en la verdad. Nuestro querido hermano Jorge me auxiliará junto con Monseñor Efraín para ir conduciendo esta Iglesia Particular de Tlalnepantla. Viene enviado por el Papa Francisco para relevar a Monseñor Francisco Ramírez, quien con gran generosidad y fidelidad ha servido durante 15 años como Sucesor de los Apóstoles en esta Iglesia particular de Tlalnepantla, primero 9 años en comunión con Nuestro querido Arzobispo emérito Don Ricardo Guízar, y luego conmigo, estos últimos 6 años. Monseñor Francisco, Dios, Nuestro Padre, te recompense abun-

dantemente con su gracia. A partir de este día, Monseñor Jorge se incorpora plenamente a esta Iglesia que peregrina en Tlalnepantla. Expreso mi profunda gratitud a la Iglesia hermana de Texcoco y en especial a su Obispo Don Juan Manuel Mancilla, quien se desprende de tan excelente Presbítero con la generosidad propia de toda comunidad eclesial que se sabe en comunión con todas las Iglesias particulares, cuya cabeza es la Iglesia de Roma y el Sucesor de San Pedro, el Papa Francisco. Así los tres Obispos, junto con los presbíteros, colaboradores indispensables del Obispo, y los agentes de pastoral desarrollaremos la tarea de conducción en tres puntos: 1) Orientando e indicando el camino a seguir: los criterios y las estrategias pastorales para anunciar y extender el Reino de Dios en los contextos socioculturales de nuestro tiempo. 2) Acompañando y fortaleciendo las comunidades parroquiales con la preocupación de llevar a cabo lo señalado por el apóstol Pablo en la segunda lectura. Abrirnos a la acción del Espíritu Santo. Renovar nuestra mentalidad. Y revestirnos de Jesucristo, es decir, capacitarnos para manifestar la conducta de Cristo en nuestro actuar. 3) Y finalmente, estando pendientes de ir por los alejados, los distantes, los pobres y marginados en nuestra sociedad. En este camino, es indispensable ayudarnos los unos a los otros por medio de la constante puesta en común de la fe. Y

tener siempre clara la necesidad de la comunión eclesial. De aquí la razón, por la que necesitamos vivir la experiencia de pequeñas comunidades en nuestros sectores parroquiales. Tenemos que aceptar con abnegación, generosidad, y esperanza las renuncias que nos exige el cumplimiento de las tareas eclesiales. Este es nuestro camino a Jerusalén, a la Jerusalén celestial. Para ello, el evangelio de hoy dice que el sacrificio y la cruz en nuestro seguimiento de Jesucristo implican una clara mentalidad, de que somos llamados para servir. Y ante las dificultades que vive hoy nuestra sociedad, hagamos nuestra la súplica a Dios, que nos transmitió la primera lectura del libro del Eclesiástico, cuando el pueblo de Israel, un siglo antes de la venida de Cristo, vivía el difícil contexto socio político de la cultura y dominio greco-romano, que ponía en peligro la credibilidad de la Fe en Dios Salvador y Redentor: Por amor a tu pueblo escucha las súplicas de tus siervos, y que toda la tierra reconozca que tú eres el Señor, el Dios eterno. Acudamos a María de los Remedios, madre y discípula, modelo ejemplar de la Iglesia, y confiemos a ella y en ella nuestra grave responsabilidad eclesial. Así nunca experimentaremos la soledad estéril, sino una soledad fecunda que encontrará siempre en el amor de la Madre, y en el encuentro con los hermanos el mejor de los consuelos y la fortaleza propia del discípulo de Cristo. ¡Cristo Vive!


10

Familia

Mensajero 07 de junio de 2015

Día del Padre. Un hombre especial (Primera parte)

Por: CODIPACS Ecatepec El Día del Padre o día de los padres es un día conmemorativo en el cual se celebra la influencia e importancia del padre dentro del seno familiar y en especial para sus hijos. Esta celebración nació en Estados Unidos de la gratitud de una hija, Sonora Smart Dodd, hacia su padre, un veterano de la guerra civil estadounidense llamado Henry Jackson Smart quien a la muerte de su esposa en el sexto alumbramiento, cuidó y educó a sus hijos sin ayuda y con todo el cariño del mundo en una granja del estado de Washington. Sonora Smart intentaba, de alguna forma, hacer que el papel de los padres en la sociedad fuese destacado, especialmente de aquellos padres que, como el suyo, cumplían el rol de padre y madre, en la educación de sus hijos, desde la hora de levantarse hasta la hora de acostarse. Fue en el año de 1909 cuando la señora Dodd hizo esta propuesta sin obtener buenas noticias y fue hasta el 19 de junio de 1910 en Spokane, Washington, donde se celebró por primera vez el día del padre. Oficialmente se celebra en

los Estados Unidos desde 1924 y en 1966 se declaró el tercer domingo de junio como fecha para la celebración del día del padre. La celebración se extendió rápidamente a Europa, América Latina, Asia y África como una manera de homenajear a los padres y reconocer su papel en la crianza y la educación de sus hijos. La figura paterna es muy importante en la vida de los hijos, en muchos casos es un modelo a seguir; lo cual es una carga bastante pesada sobre los hombros de cualquiera y a veces es difícil cubrir las expectativas de los hijos, de la familia y de la sociedad. Un ejemplo de esta gran labor es San José, padre de Jesús, a quien se le encomendó la inmensa responsabilidad y privilegio de ser esposo de la Virgen María y custodio de la Sagrada Familia, es por eso el santo que más cerca está de Jesús y de la Santísima Virgen María. Nuestro Señor Jesús fue llamado "hijo de José" (Juan 1,45; 6,42; Lucas 4,22) el carpintero (Mateo 12,55). No era padre natural de Jesús, pero José lo adoptó y Jesús se sometió a él como un buen hijo ante su padre. ¡Cuánto influenció José el desarrollo humano del niño Jesús! ¡Qué perfecta

unión existió en su ejemplar matrimonio con María! San José es llamado el “Santo del silencio”. No conocemos palabras expresadas por él, tan solo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. En cada hogar hay un “San José”, siempre al pendiente de cada miembro de su familia: su esposa e hijos, procu-

rando llevar día a día el pan al hogar, atender a los hijos en sus necesidades como la escuela y su salud, por lo cual debemos hacer una pausa en nuestra “rápida vida” y detenernos un momento para agradecerle lo mucho que nos da, y pensar que en unos días tendremos la oportunidad de hacer algo especial, que deje huella en su corazón y sea un incentivo de vida en su noble labor de ser guías en la familia.

Oasis en el camino migrante Por: Pbro. Horacio Robles La Casa del Migrante San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, es un espacio administrado por la Diócesis de Cuautitlán, ubicada en el municipio de Huehuetoca en el Estado de México, con el fin de asistir a los hermanos migrantes centroamericanos que transitan por nuestras tierras. Como lo pide Jesucristo: “hospedar al Forastero, vestir al desnudo y dar de beber al sediento... Mt 25,35”, estas obras de caridad son traducidas en los servicios básicos que se le dan a los migrantes: alojamiento, alimentos calientes, asistencia médica, dental y psicológica, ropa y calzado, aseo personal, la asesoría legal para la ruta migratoria y la asistencia espiritual con un espacio para la oración y la celebración de la Eucaristía, abierto los 365 días del año. Es un trabajo pastoral brindado desde el obispo Don Guillermo Ortiz, sacerdotes de la diócesis, laicos y personas de buena voluntad. Recibimos actualmente entre 500 y 600 migrantes mensualmente, la mayoría varones en un 90% y el resto entre mujeres y niños, las nacionalidades son

las de honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua especialmente. Deseamos que el tiempo en casa sea para ellos un “oasis”, un verdadero descanso donde puedan olvidar un poco su problemática y meditar sobre su caminar, con atención humana y de calidad. Es un trabajo de Iglesia con la ayuda de organizaciones e instituciones, que con su asistencia profesional, hace un servicio integral para los hermanos y hermanas migrantes. Contamos con la ayuda del gobierno estatal, gobierno municipal de Huehuetoca y con instituciones como: Instituto de Salud del Estado de México, la Secretaria de Seguridad Ciudadana, DIF. Organizaciones como: Médicos Sin Fronteras, Cruz Roja, Comité Internacional de la Cruz Roja, Comisión estatal y municipal de Derechos Humanos, Convivencia Joven AC, entre otras. El encargado actual de la casa del Migrante es el Pbro. Horacio Robles Cedillo quien administra y coordina las actividades y gestiones de la casa con un equipo de trabajo interno, con la diócesis y la asistencia de las organiza-

ciones. El tema migratorio sigue siendo un reto para la Iglesia y como una nueva pastoral del área de la Movilidad Humana que vamos construyendo en bien de los hermanos Migrantes. Ayudemos para que este “oasis” siga

existiendo para los más vulnerables que pisan nuestras tierras, para quienes hoy están en tránsito y necesitan de nuestros corazones generosos para asistirlos.


@joven

Mensajero

07 de junio de 2015

La Familia, verdadera escuela de humanidad

11

Por: María Fernanda Bernasconi En su catequesis de la audiencia general, celebrada el primer miércoles de junio en la Plaza de San Pedro y ante la presencia de varios miles de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países, el Papa Francisco, prosiguió sus reflexiones sobre la familia y la vida real, considerando, en esta ocasión, la vulnerabilidad de la familia, en las condiciones de vida que la ponen a prueba. Hablando en italiano el Santo Padre explicó que una de estas pruebas es la pobreza. Y, de hecho, invitó a los fieles presentes a pensar en las tantas familias que pueblan las periferias de las megalópolis, pero también de las zonas rurales… ¡Cuánta miseria, cuánto degrado!, exclamó el Obispo de Roma. Y añadió que en algunos lugares llega también la guerra a agravar la situación. Porque como dijo el Papa la guerra es siempre una cosa terrible, que perjudica de modo especial a las poblaciones civiles, y a las familias. Verdaderamente dijo el Papa Francisco, la guerra es la “madre de todas las pobrezas”, una gran predadora de vidas, de almas, y de los afectos más sagrados y más queridos. En nuestro idioma el Papa Bergoglio afirmó que en medio de estas situaciones muchas familias intentan vivir con dignidad, confiando en la bendición de

Dios y convirtiéndose en una verdadera escuela de humanidad que salva a la sociedad de la barbarie. Sin embargo, recordó que este reconocimiento no nos exime de nuestra obligación de velar con la oración y con la acción para que a nadie falte el pan, el trabajo, la educación y la sanidad. De ahí que Francisco haya reafirmado

la necesidad de que se destinen los medios públicos en favor de un orden social, que rompa la espiral perversa entre familia y pobreza que lleva a la ruina a la sociedad. Mientras nosotros los cristianos – dijo el Papa – debemos estar cada vez más cerca de las familias que sufren la pobreza. De la Iglesia el Santo Padre volvió a

recordar que en su calidad de madre no debe olvidar nunca el drama de sus hijos, a la vez que destacó que también ella está llamada a ser pobre, practicando la simplicidad en su propia vida, de manera que llegue a ser fecunda y pueda dar una respuesta a la tanta miseria existente.

Educar en la paz

Les compartimos un fragmento del Mensaje del Papa Benedicto XVI, para la celebración de la 45° Jornada Mundial de la Paz 2012, titulado: “Educar a

los jóvenes en la justicia y la paz”: «La paz no es sólo ausencia de guerra y no se limita a asegurar el equilibrio de fuerzas adversas. La paz no puede

alcanzarse en la tierra sin la salvaguardia de los bienes de las personas, la libre comunicación entre los seres humanos, el respeto de la dignidad de las personas y de los pueblos, la práctica asidua de la fraternidad». La paz es fruto de la justicia y efecto de la caridad. Y es ante todo don de Dios. Los cristianos creemos que Cristo es nuestra verdadera paz: en Él, en su cruz, Dios ha reconciliado consigo al mundo y ha destruido las barreras que nos separaban a unos de otros (cf. Ef 2, 14-18); en Él, hay una única familia reconciliada en el amor. Pero la paz no es sólo un don que se recibe, sino también una obra que se ha de construir. Para ser verdaderamente constructores de la paz, debemos ser educados en la compasión, la solidaridad, la colaboración, la fraternidad; hemos de ser acti-

vos dentro de las comunidades y atentos a despertar las consciencias sobre las cuestiones nacionales e internacionales, así como sobre la importancia de buscar modos adecuados de redistribución de la riqueza, de promoción del crecimiento, de la cooperación al desarrollo y de la resolución de los conflictos. «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios», dice Jesús en el Sermón de la Montaña (Mt 5,9). La paz para todos nace de la justicia de cada uno y ninguno puede eludir este compromiso esencial de promover la justicia, según las propias competencias y responsabilidades. Invito de modo particular a los jóvenes, que mantienen siempre viva la tensión hacia los ideales, a tener la paciencia y constancia de buscar la justicia y la paz, de cultivar el gusto por lo que es justo y verdadero, aun cuando esto pueda comportar sacrificio e ir contracorriente.


12

Dios te llama

Mensajero 07 de junio de 2015

El amor habla en el silencio: Vida monástica

Por: Sem. Carlos A. Flores Loya Siempre ha resultado extraño para el mundo la existencia de hombres y mujeres que de manera radical se deciden por la vida de clausura en alguna casa religiosa o en un centro monástico. No debe resultarnos desatinada esta postura, pues en verdad son espacios completamente distintos de nuestra realidad habitual. El solo hecho de entrar al monasterio nos sobrecoge, nos alerta y hasta nos extraña, pues experimentamos el silencio de la creación que sin hablar musita su alabanza. Es la imagen del infinito que lo llena todo aun cuando se mueve en lo invisible y actúa en el silencio. Así el ambiente queda vacío de ruidos; los sentidos se confunden, la mente se turba y el corazón se reconoce necesitado de Alguien. El silencio no es vacío, es presencia de Dios. El monasterio es la casa de la comunidad religiosa. Toda la

arquitectura hace eco de la vida comunitaria: los espacios comunes y su amplitud. La capilla es sin duda el corazón del monasterio, el lugar del encuentro por excelencia, donde se fundamenta la vida cristiana y monacal. Ahí se elevan cantos de alabanza, de súplica y perdón. Una sola voz canta enamorada de Cristo. Se celebra con pasión la Eucaristía y los momentos de íntima oración. Gran parte del monasterio está velado a nuestro acceso, pues es espacio de clausura. Los monjes realizan sus actividades diarias como el estudio, el trabajo o la meditación en ese espacio distanciado de la vida pública. La taciturnidad y la paz que transmite cada monje no debe confundirnos, a pensar que la vida monástica carece de preocupaciones u ocupaciones. Grabado en el alma de todo profeso están estas letras: ora et labora. No sólo basta la oración, que guarda el nudo del

amor a la propia vocación, sino es necesario trabajar para que en la vida cotidiana se glorifique a Dios. Así cuando vemos a los monjes en un halo de paz, de fraternidad y alegría, reconocemos que no son las cosas del mundo las que brindan tal dicha. Caminando con su hábito negro, su capucha cubriendo su cabeza y rostro, los brazos cruzados y el paso sereno, manifiestan la profunda interiorización en la que viven sumergidos, en contacto con Dios y en oración. Entonces adquieren pleno sentido las palabras de Jesús: “Tú, cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto” (Mt 6, 6). Así la vida se convierte en una oración habitual y constante que desciende sobre todo el pueblo cristiano. Esto es lo que percibimos desde el exterior, debe ser mucho más apasionante vivir la experiencia del abandono en el amor de Dios.

Vocación Por: Dante Ramírez Roblero Diócesis de Nezahualcóyotl ¿Y ahora... qué? Generalmente cuando alguien se aventura a caminar por lugares nuevos suele suceder que ya no se sabe qué camino seguir y eso provoca algo distinto en cada uno de nosotros, en algunos casos es miedo, en otros es adrenalina por la aventura, pero siempre, sentimos la necesidad de vernos seguros. Buscamos escuchar el llamado de Dios en nuestras vidas, escuchar a Dios

hace a cada ser humano de manera particular a realizarse dentro de la vida del Espíritu (cf. CaTIC 1699). ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy?, las tres vienen tan unidas. Pero al hablar de la vocación quisiera enfocarme en la pregunta: ¿Hacia dónde voy? La Sagrada Escritura se encarga de respondernos, encontramos la vocación de Samuel (cf. 1 Sam 3,1-21) donde se nos revela algo ¡asombroso! las palabras puestas en los labios de Samuel son impactantes: «… habla Señor, que tu siervo escucha», la clave

se encuentra en escuchar la voz de Dios. Dios tiene un proyecto para cada uno de nosotros. Pero, ¿Cómo le hago para entender el proyecto de Dios? Primero hemos de callar para que podamos escuchar lo que tiene que decirnos. Escuchar involucra otros sentidos para ayudarnos a entender las palabras que se dicen. Cuando escuchamos, otras funciones cognitivas entran en juego: poner atención, recordar, razonar y meditar. En el Evangelio de Mateo encontramos la parábola de los “talentos” (cf. Mt 25, 14-30) un elemento importante para descubrir nuestra vocación, eso es el talento, ¿Para que soy muy bueno? ¿Qué hago mejor que los demás? Cuando veo a algún atleta, deportista, profesionista o artista y me emociona lo que hace, es que esta persona ha descubierto su talento, ¿Cuál es el tuyo? Compartimos la siguiente reflexión: “Solo puedes volverte un profesional consumado en algo que te fascine. No hagas del dinero tu meta. Mejor haz las cosas que te encantan y hazlas tan bien que no dejes de llamar la atención”, Maya Angelou. ¿Qué me encanta hacer? Esta pregunta nos da otra pista para descubrir la vocación, a eso le llamamos pasión, Jesús mismo nos dice: «mi alimento es hacer la voluntad del que me ha envia-

do» (cf. Jn 4,34) y toda su vida fue entregarse con pasión a realizar la voluntad del Padre. Un elemento más es la conciencia, es decir, ¿Qué siento que debería hacer? ¿Qué me pide Dios? ¿Hay algo que siempre haya sentido que debo hacer, aunque haya ignorado estos pensamientos? A eso es a lo que nos debemos entregar ¡con toda la vida! con todos los ánimos, aun con los padecimientos (cf. 1 Pe 3, 16b-17). Uno más, se llama necesidad, ¿Qué necesita el mundo, tanto como para entregar mi vida a ese proyecto? Recuerdo: “para qué eres realmente bueno para que encima de hacer aquello que te gusta hacer, te paguen”. Claro, en la preparatoria nos hablaban de encontrar una profesión u oficio, pero Jesús, con su vida, nos enseñó a ir más allá de la gloria humana y el éxito profesional, Él, nuestro Señor Jesucristo, entregó su vida voluntariamente por el rescate de toda la humanidad (cf. Jn 10,17-18). San Juan Pablo II, decía: “La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano, de la edad madura, y después también en el otoño y el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte”.


Iglesia y Cultura

Mensajero

07 de junio de 2015

13

Iglesia y discriminación juvenil Por: CODIPACS Izcalli Hola amigos, desde hace dos ediciones hemos estado hablando en esta sección acerca de la Iglesia y la cultura juvenil, en la edición pasada hablamos de la gran riqueza que significa ser joven hoy, pues la cultura juvenil de nuestros tiempos se caracteriza por ser muy variada respecto de los estilos, modas y formas de pensamiento, en este sentido decíamos que, hoy no se puede hablar solo de cultura juvenil sino de culturas juveniles por la diversidad de formas en las que se vive la hermosa etapa de la juventud en nuestros tiempos. Hoy hablemos acerca de la discriminación juvenil, de aquel factor de nuestra sociedad que parece ser invisible y que afecta en general al mundo de los jóvenes. Discriminar podría ser una palabra bastante fuerte en nuestros tiempos, sobre todo cuando hoy existen tantas leyes, incluso no escritas, contra la discriminación, y también porque hoy, en el mundo de manera generalizada se defiende el hecho de la aceptación, el respeto, la tolerancia y las oportunidades para todos. Sin embargo, hoy siguen existiendo múltiples formas de discriminar a las personas y de un

modo particular a los jóvenes, bajo las acepciones: “eres muy joven”, “tienes poca experiencia”, “no eres responsable”, “lo podrías echar a perder”, “eres rebelde”, “no sabes”, etc. Este tipo de frases aplicadas a un grupo concreto de nuestra sociedad tienen una fuerte carga discriminatoria, ofende la dignidad del hombre y abajo a la persona a quien es dirigida la expresión. Ya en las anteriores ediciones, hemos dicho cómo es que la Iglesia acompaña a los jóvenes, hoy quisiéramos agregar que este sector de nuestra sociedad a los que ordinariamente llamamos inexpertos, son la vitalidad de la Iglesia y son los responsables de “hacer más ruido” en el anuncio del Evangelio, su testimonio es muy fuerte y su compromiso está lleno de alegría; bastaría asomarse a cualquiera de las Jornadas Mundiales de la Juventud que es uno de los pocos eventos mundiales que atrae a una gran multitud de personas en el mundo; además, en nuestras parroquias, el gran motor que impulsa una pastoral nueva y diferente son ellos, los jóvenes; en cierto sentido podríamos decir que son ellos el gran problema de la Iglesia pero son un problema que más bien se convierte en un reto que nos llama a repensar nuestras formas de

evangelización y en ese sentido son también un gran punto de partida para renovarnos; también habría que decir que son los jóvenes los que nos han abierto como Iglesia las puertas a una nueva cultura digital como instrumento para el anuncio del evangelio. En este y en otros muchos sentidos, los jóvenes no son en manera alguna personas que

podamos hacer a un lado por el hecho de ser jóvenes, ellos son un motor de arranque, de aguante y de llegada. Gracias a Dios que en la Iglesia los jóvenes siguen teniendo un lugar importantísimo y su tarea sigue siendo un pilar fundamental para la evangelización de los pueblos.

Gremios, al Sagrado Corazón de Jesús Por: Heriberto Morales Torres En junio la Parroquia de Santiago Apóstol, Chalco, Méx., es visitada por obreros, comerciantes, campesinos, trabajadores y familias, que acuden en procesión durante el mes del Sagrado Corazón de Jesús, en acción de gracias a Dios, por los beneficios recibidos durante el año, a esta práctica la denominan “gremios”. Los gremios son una tradición que fue traída a Chalco por los tablajeros que participaban cada año en Amecameca, pero siendo el camino difícil, la distancia muy grande y teniendo en cuenta que en Chalco también tenían la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, decidieron acudir con el párroco Pbro. Alberto Rosales, para solicitar su anuencia y con la buena la voluntad de la Sra. María Abundes y la Sra. Virginia Reynoso comenzó esta tradición, durante la década de los setentas. Actualmente al empezar el

mes de junio, las personas se organizan para que durante este tiempo los gremios (comerciantes del mercado municipal, comerciantes del centro, taxistas, ejidatarios, etc.) acudan junto con sus familias en peregrinación. Las procesiones que se realizan son acompañadas por música de viento, chínelos, cohetes de trueno que son los que se encargan de convocar a todos los habitantes de la comunidad. Los festejos se realizan de diversas formas pero todos a partir de la acción de gracias a Dios en la Celebración Eucarística, en la que los peregrinos llevan de ofrenda los productos que ellos venden, producen o hacen. Después de haber recibido la bendición se disponen a seguir los festejos en los que en algunos días hay música de banda, en otros mariachis, danzantes o comparsa de charros que se unen a la celebración que llenan de colorido y algarabía. En algunos casos queman vistosos juegos pirotécnicos

como son los castillos, bombas, cohetes de luces, causando en chicos y grandes mayor emoción y adrenalina, correr con los toritos que en su mayoría son de luces o dulces, para brindar seguridad a los participantes. Los comerciantes del mercado municipal son los encargados de cerrar este mes de gremios, que concluye con la procesión y bendición del Santísimo después de la acción de gracias, su participación es importante porque manifiestan su devoción con fervor organizando algunas veces el baile o la convivencia. Muchos de los habitantes de Chalco después de haber ofrecido flores en el mes de mayo a María Santísima, dan paso a estos festejos que aunque no eran anticipación de la Fiesta Patronal, se han convertido en festejos previos a las fiestas patronales en honor a Santiago Apóstol, pero esa es otra historia, por ahora Sagrado Corazón de Jesús en vos confío.


14

Sección Infantil

Mensajero 07 de junio de 2015

Los Sacramentos

Queridos niños, ha llegado el tiempo de concluir el ciclo de preparación en la Catequesis ¿Están listos para recibir el Sacramento para el cual se han preparado? Les invitamos a realizar un repaso de los conocimientos que han adquirido. Recorta los nombres de cada Sacramento y coloca la ficha en el lugar correspondiente; menciona lo que recuerdes acerca de él. Al concluir la actividad preséntala a tu catequista para que te dé su valoración. ¡Manos a la obra!

LOS SACRAMENTOS Los sacramentos de Jesús nos acompañan a lo largo de nuestra vida cristiana Sacramentos de iniciación

Sacramentos de curación

Sacramentos para misiones especiales COMUNIÓN

ORDEN SAGRADO UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

BAUTISMO

RECONCILIACIÓN

MATRIMONIO

CONFIRMACIÓN


1

Nuevo Obispo en la Iglesia Provincial 5 Mensaje de Mons. Jorge Cuapio al término de su Ordenación Episcopal Mensajero

07 de junio de 2015

27 de mayo de 2015. A los pies de la Santísima Virgen, Nuestra Señora de los Remedios, Patrona de esta Arquidiócesis, agradezco la presencia del Sr. Nuncio Apostólico, Don Christophe Pierre, la de las autoridades civiles y la de todos ustedes que han tenido la caridad de acompañarme en esta celebración. Saludo con veneración y respeto a nuestra amada Arquidiócesis de Tlalnepantla A sus laicos, especialmente a los niños y jóvenes, que son la esperanza de nuestra Iglesia. A sus Religiosas y Religiosos, que son testigos de la presencia del Reino de Dios entre nosotros. A mis hermanos sacerdotes, que con su amor entregado, al modo del buen pastor, vivifican a nuestras comunidades A Su Excelencia Don Ricardo Guízar Díaz y a Su Excelencia Don Francisco Ramírez Navarro que entregaron sus vidas por esta Iglesia particular. Saludo con especial gratitud y respeto, a Monseñor Efraín Mendoza Cruz y a nuestro Señor Arzobispo, Don Carlos Aguiar Retes. Amados hermanos: El tiempo que ha transcurrido entre el día en que Su Santidad, el Papa Francisco, me nominó al Episcopado, y este momento solemne de mi consagración, me ha permitido hacer vida la recomendación que, San Juan Pablo II hizo a toda la Iglesia, al inicio del nuevo milenio: “mirar el pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza”. Por la benevolencia del Señor Arzobispo, he disfrutado de casi tres meses, para interiorizar este nuevo llamado del

Señor, que como a Abraham me ha dicho “Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré” (Gn. 12,1). Con gratitud, he podido recoger la historia de mi vida, he podido alabar a Dios por su misericordia, por sus bendiciones, por mis padres y mis hermanos, por la gracia de la fe y la alegría de mi sacerdocio, especialmente por mi amada Diócesis de Texcoco, a la que

llevaré en mi corazón, porque en ella, me forjó como pastor de su Iglesia. El presente ha sido para mí apasionante, porque ha sido un tiempo de especial bendición, tiempo de acción de gracias, tiempo de recoger el amor de tantas personas que a lo largo de mi vida el Señor me ha regalado, tiempo para alabarlo por su misericordia y de suplicar su auxilio para mis débiles fuerzas. Con la Consagración Episcopal que he recibido se abre un horizonte de esperanza para mi vida, porque el Señor me ha regalado su Espíritu y me ha insertado en la rica tradición y en el futuro promisorio de esta Arquidiócesis de Tlalnepantla, a la que llego, en un momento dichoso, en el momento en que se cosechan los frutos de la comunión eclesial que le permiten dar paso a una Iglesia misionera que quiere caminar desde Cristo por caminos de santidad. Llego para colaborar con el Ministerio Episcopal de Mons. Efraín Mendoza Cruz y del Sr. Arzobispo Don Carlos Aguiar Retes, a quienes ofrezco

respeto, fidelidad y solícita colaboración, porque a partir de hoy compartiremos la misma responsabilidad, velar, orar y trabajar, para que esta Iglesia particular, se engalane cada día más, y como esposa inmaculada se presente ante su Divino Esposo. Les suplico, queridos hermanos, que pidan por mí, para que sepa colaborar dignamente en el cuidado pastoral de esta Iglesia, ayudado por la caridad de Mons. Efraín y la sabia conducción de nuestro señor Arzobispo. El Señor me ha consagrado para esta Iglesia, para ofrecerme a ella, para entregarle mi vida y desgastar mis fuerzas por ella. Supliquen a Nuestro Padre, que me regale un corazón misericordioso, un corazón como el de su amado Hijo, Nuestro Señor Jesucristo. Que me regale la alegría de su mirada, para verlos con esperanza, que me regale un oído atento a su Divina Palabra y a los clamores de su Pueblo Santo, que me regale labios puros, para hacer resonar su mensaje de salvación, que me regale manos laboriosas, prontas para socorrer al necesitado, que me regale unos pies diligentes para acudir al llamado de los hermanos especialmente de los más pobres y necesitados, que me regale la dicha de cumplir, por intercesión de la santísima Virgen María, su santísima Voluntad. Muchas Gracias.


16

2015-2016 Año Internacional de la Vida Consagrada

Mensajero 07 de junio de 2015

Homilía en la “Profesión de Fe” del obispo electo auxiliar de Tlalnepantla

26 de mayo de 2015. Queridos hermanos y hermanas. Nos encontramos en torno al altar, convocados, ante todo, para alabar y glorificar a Dios que ha tenido la bondad de manifestarnos el Misterio de Sí mismo, que nosotros hemos acogido en la fe que se nos ha dado como don gratuito por Él, y que hoy tenemos la gracia de compartir juntos, uniéndonos a la profesión que, de esa nuestra fe, hará hoy Mons. Jorge Cuapio Bautista, disponiéndose así, a recibir la ordenación episcopal que le será conferida con la imposición de las manos de los obispos. Con él compartimos la misma fe y con él compartimos la misma alegría, dando gracias a Dios en esta Eucaristía. Y al hacerlo queremos también manifestar nuestra gratitud por todas y a todas las personas que desde nuestra más tierna edad supieron trasmitirnos la fe: a nuestras abuelas y abuelos, a nuestras madres y padres, a nuestros catequistas y sacerdotes y a tantas otras que, desde la sencillez, la humildad y la generosidad, nos ayudaron y ayudan a encontrar, a conocer, a amar, a seguir y a obedecer a Jesús. A todas nuestra más viva gratitud, porque Dios ha querido que el regalo de la fe nos llegara por medio de la palabra y testimonio de cada una de ellas. Cuando pienso en estas personas de nuestros pueblos, de nuestras familias, de nuestras parroquias, viene a mi mente la expresión de júbilo de Jesús que nos recuerda hoy la “aclamación antes del Evangelio”-, cuando lleno de gozo dijo: Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla”. ¡Sí!, gracias Padre por esas personas humildes y sencillas que te conocieron y nos han ayudado a conocerte a Tí. Gracias por esos testigos de la fe. En una lectura rápida, estas palabras de Jesús parecerían ser una crítica a la inteligencia, a la sabiduría y a la teología. Pero no es así. Porque si las meditamos bien, nos damos cuenta de que lo que con su oración Jesús manifiesta, es que la fe es una gracia, un don gratuito dado por Dios y gratuitamente recibido por el hombre. Nos revela que, conocer y confesar a Dios, es don para los sencillos; para aquellos que son capaces de ver y de reconocer la grandeza de Dios, de frente a la propia pequeñez. Por eso, los que están seguros de sí mismos, los que confían solo en sus propias fuerzas, aparecen superados en la mirada de Dios por los pequeños, por los pobres de espíritu. Éste es el Evangelio de la humildad y de los limpios de corazón. Dios opta por los sencillos, por aquellos que saben interpretar la vida y la historia como un viaje con Él, a lo largo del cual es Él quien puede educarles. Un caminar desde la conciencia de lo

que somos y de lo que debemos ser, desde la seguridad de que pase lo que pase, Dios siempre estará a nuestro favor. Pero estas palabras de alabanza y de bendición nos dicen algo más. Nos muestran a Jesús “confesando” la gran verdad: ¡que Dios es creador de todo cuanto existe, pero, también, que Dios es Padre! ¡Sí, Dios es Padre! Y lo es en el sentido más profundo y verdadero. Es Padre; Padre de bondad y misericordia. ¿Creemos nosotros esto?, y si afirmativo, ¿cuáles son las consecuencias que esta verdad revelada ha aportado y aporta a nuestra vida personal, familiar, eclesial y familiar? Porque creer, tener fe, -como insiste también el Papa Francisco-, no significa simplemente aprender y memorizar conceptos y fórmulas. La fe es don que da vida, para la vida –y ningún concepto por sí mismo podrá nunca dar vida-. La fe es aquello que, acogido, conforma nuestro específico estilo de vida, de tal manera, que sumergiéndonos en un proceso de asimilación existencial, humilde, sencilla y cercana de lo revelado por Cristo, se logre no ser el “yo” el que viva, sino Cristo mismo quien viva en el “yo” de cada uno, para que así su luz ilumine a quienes están cerca y a los que aún están lejos. Y para que tal proceso se haga viva y realidad, no basta conocer las verdades de fe ni solo recitar su fórmula. Porque la fe no es solo “creer en Alguien”, sino “creerle a Alguien”: creerle a Jesús. Creerle radicalmente a Él, para que la verdad revelada, asumiéndola nos transforme en Él. La fe no es una simple fórmula, sino el reconocimiento y la obediente puesta en acto de lo que el Señor nos ha manifestado con su encarnación, pasión, muerte y resurrección; y lo que nos ha enseñado con su palabra, su vida, sus obras. Uno de los mayores problemas con los que hoy puede encontrarse la pastoral de iglesia, es la presunción que no pocos tienen de pensar que se cree, cuando en realidad ni siquiera se sabe en qué se cree creer. Un fenómeno que, en la práctica, lleva a hacer lo que algunos llaman –como dice también el Papa Francisco-, una “fe de bufet” o de “supermercado”, donde cada uno toma lo que le gusta y deja de lado lo que no le convence o conviene. De lo que se trata, sin embargo, es, sí, de creer en Jesús, pero también de creerle a Jesús, Palabra eterna y definitiva del Padre hecha palabra y carne humana en el altar para ser alimento del pueblo peregrino. “La fe consiste en la disponibilidad para dejarse transformar una y otra vez por la llamada de Dios” (LF 13). “La fe no solo mira a Jesús, sino que mira desde el punto de vista de Jesús, son sus ojos: es una par-

ticipación en su modo de ver” (LF 18). Y el mirar así, es amor cristiano: mirar al hermano como lo mira Jesús, acercarse a él como se acerca Jesús, amarlo como lo ama Jesús. Y es precisamente esta opción práctica la que distingue el ministerio del obispo y que dice con qué profundidad se ha abrazado el don recibido y en qué medida se está vinculado a Él y a las personas y comunidades que se le confían, pues es precisamente esta opción la que permite asumir plenamente la responsabilidad de caminar delante del rebaño libres de los pesos que dificultan la sana agilidad apostólica; de caminar en medio y detrás de las ovejas, escuchando el silencioso relato de quien sufre; sosteniendo el paso de quien teme ya no poder más, levantando al caído, alentando al desanimado, infundiendo esperanza a quien la ha perdido, y todo desde la humildad y sin presunción. Porque “los hombres deben considerarnos simplemente como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios” (1Cor 4,1). Al hombre de hoy, frecuentemente atormentado entre la angustia y la esperanza, postrado por la sensación de su limitación y asaltado por aspiraciones sin fin, turbado en el ánimo y dividido en el corazón, la mente suspendida por el enigma de la muerte, oprimido por la soledad o cautivo por sentimientos de náusea y hastío, le es necesario encontrarse con el rostro misericordioso de Dios, que es Padre. Le es necesario creer en Él y confesarlo, no solo con los labios, sino también en la imitación de las obras de misericordia mediante las cuales se realiza el Reino. El reto de creer; de creer no solo en Jesús, sino a Jesús, es sin duda apasionante para Mons. Jorge y para cada uno de nosotros. Por eso, al confesar la fe hoy, al igual que los primeros discípulos suplicamos al Señor que también aumente en cada uno de nosotros la fe. Le pedimos que esta fe ilumine a los obispos y sacerdotes, para que sean pastores del pueblo de Dios con “olor de ovejas” y educadores de la fe. Le pedimos que ilumine a los fieles

laicos, para que sean testigos del Evangelio en medio del mundo. Le pedimos que ilumine a los padres de familia, para que con paciencia y valentía trasmitan testimonialmente la fe a sus hijos. Le pedimos que sea faro de luz para los jóvenes, ayudándoles a nunca perder el camino. Le pedimos que anime y dé perseverancia a quienes trabajan por los más pobres y necesitados, y que haga que nuestra experiencia comunitaria sea significativa en medio del mundo y para el mundo. Padre Jorge, dispuesto a dejarte tomar totalmente por Jesús, confesarás ahora tu fe. Es esta la primera humildad. Es esta la humildad que Dios busca en ti y en cada hombre que afirma creer en Él. Es este el corazón que Dios busca cuando nos mira. Al profesar tu fe, que es también nuestra fe, junto contigo ponemos nuestra mirada en la mujer creyente por excelencia: en la Virgen María. La Bienaventurada porque ha creído, porque se fio de Dios, porque hizo de su existencia un “sí” total para Dios. La Bienaventurada porque poniéndose toda en manos del Todopoderoso, permitió que Él hiciera en Ella y por Ella, maravillas. Que Santa María, Madre de nuestra fe, con su ejemplo y su intercesión haga crecer en nosotros la alegría de caminar en la vía del Evangelio, asumiéndolo como la brújula de nuestra vida. Sigamos las huellas de María e imitemos su fe y su caridad para que también nuestra esperanza se llene de inmortalidad. Y que sea Ella quien, con su materna ternura y segura asistencia y protección, sostenga en su ministerio a Mons. Cuapio, a su Ordinario S.E. Mons. Aguiar, a los sacerdotes, consagrados y fieles todos, guiándolos seguros por el camino hacia la verdadera y definitiva Patria, en donde finalmente contemplaremos, cara a cara, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, que ahora acogemos y abrazamos por la fe. Así sea. † Christophe Pierre Nuncio Apostólico en México


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.