Mensajero 178

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Año 6 TLALNEPANTLA

No. 178

Mensajero

CUAUTITLÁN

Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla

IZCALLI

ECATEPEC

TEOTIHUACÁN

Año Internacional de la Vida Consagrada

Domingo 26 de abril de 2015

TEXCOCO

NEZAHUALCÓYOTL

Donativo: $5.00 VALLE DE CHALCO

Mensaje de la XCIX Asamblea Plenaria del Episcopado Mexicano

¡Sin confianza y participación no se avanza! Pág. 3


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Voz del Pastor

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26 de abril de 2015

DIRECTORIO Excmo. Sr. D. Carlos Aguiar Retes Arzobispo de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Ricardo Guízar Díaz Arzobispo Emérito de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Guillermo Or z Mondragón Obispo de Cuau tlán Excmo. Sr. D. Francisco González Ramos Obispo de Izcalli Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Cou olenc, M.G Obispo de Ecatepec Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva Obispo Emérito de Ecatepec Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar Galicia Obispo de Teo huacán Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez Obispo de Texcoco Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez Obispo de Nezahualcóyotl Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez Obispo de Valle de Chalco

Campañas y votantes Una vez más estamos ante el gran momento de participación en nuestra vida social, con la oportunidad, deber ciudadano, de votar. Muchos aspectos de la vida se convierten en tradiciones, y no sólo nos referimos a la religiosidad, sino a todo lo que implica la cultura: relación consigo mismo, con los demás, con el mundo, y la ya cada vez más oculta referencia a Dios, porque no siempre hay una relación con Él. Es bueno que haya tradiciones, porque implican una conducta social aceptada y que pude ayudar a conservar valores e identidad. Lo malo es cuando estas tradiciones dañan a la persona y a la sociedad misma, entre las que se encuentra la corrupción y la prepotencia. Ante las tradiciones está la libertad de las personas, su evolución. Es tradición, por ejemplo, que las personas se casen, pero una pareja no se une por tradición, sino por decisión personal, sabe que es para toda la vida. Ir a votar no es una tradición propiamente, pues implica una responsabilidad, es algo para la vida. Supone conocer la propia realidad e interesarse por ella, a cada candidato y su programa y la visión de su partido, mirar si conviene confiarle decisiones para la vida social: desarrollo y servicios urbanos, seguridad y armonía social, atención a los pobres y más necesitados, uso responsable y transparente de los recursos, cuidado de los valores de la familia, el ambiente sano para la vida y desarrollo de adolescentes y niños... Votar es una grave responsabilidad para los jóvenes, pues se unirán a personas y, sin afiliarse, a partidos los que confiarán su futuro inmediato, del cual depende el logro de sus proyectos.

Votar es grave responsabilidad para los padres de familia, pues de los candidatos electos dependerá que sus hijos tengan escuelas dignas, seguridad, servicios. Votar es grave responsabilidad para los empresarios, educadores, profesionistas, promotores de la cultura y los valores, pues necesitan mantener el diálogo con quien gobierne para que se alcancen logros urgentes para la sociedad. Dejar de votar, bajo cualquier pretexto, es perder una oportunidad de crecer en la democracia, de fortalecer las instituciones, de superar la impunidad, la corrupción, pues tendrá cada votante derecho a pedir a su elegido que cumpla y trabaje por la superación de la sociedad. Como católicos no podemos dejar esta oportunidad de ser fermento para una nueva sociedad, provocar el acercamiento para el diálogo que inspire caminos de concordia y participación y suscitar acciones corresponsables en bien de la familia y el cultivo de los valores que reconocemos desde la fe. La realidad del Municipio, el Distrito, el Estado, la Nación, no depende sólo de los gobernantes, también de cada ciudadano que en un día vota y en la vida cotidiana participa activa, corresponsable y constructivamente. Ayudemos a nuestras autoridades y a todos los votantes con la oración para que descubramos lo que Jesús dice a Pilatos: “No tendrías ninguna autoridad sobre mí si no te la hubieran dado de lo alto”. La responsabilidad del gobernante es ante la ciudadanía y ante Dios.

† Guillermo Ortiz Mondragón Obispo de Cuautitlán

Excmo. Sr. D. Francisco Ramírez N. Obispo Auxiliar de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz Obispo Auxiliar de Tlalnepantla DIRECTOR GENERAL Mons. Víctor René Rodríguez Gómez Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación DIRECTORA EN TURNO Abril Villanueva SUBDIRECTOR Mons. Luis Mar nez Flores DIAGRAMACIÓN Y DISEÑO Samuel Nájera COLABORADORES Equipo de la Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiás ca de Tlalnepantla.

Registro en trámite.

Mensajero Es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiás ca de Tlalnepantla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuau tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teo huacán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

periodicomensajero@gmail.com


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Editorial

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¡Sin confianza y participación no se avanza! Mensaje de la XCIX Asamblea Plenaria del Episcopado Mexicano Los obispos de México somos conscientes del creciente reclamo de los ciudadanos que, cada vez con mayor insistencia, piden ser escuchados y atendidos, sobre todo por quienes se han comprometido a servir al pueblo. No hay razón para oídos sordos. Como sucede en familia, incluso en las crisis, lo que se necesita para salir adelante es la confianza. Confianza que brota de tener la seguridad de que se está buscando el bien de todos, no sólo de algunos. Lo mismo sucede con nuestro pueblo mexicano. Necesita saber que sus instituciones y autoridades trabajan responsable y honestamente por el bien de todos, particularmente por los que menos oportunidades han tenido. Un pueblo sin confianza alimenta la indiferencia, el desaliento o la agresividad. No podemos negar la crisis actual de nuestra querida Patria. Si no reconocemos que el mal se está extendiendo, hasta en las instituciones que deberían erradicarlo, no podremos solucionarlo. El mal no tiene la última palabra. ¡Nos urge la honestidad! No nos acostumbremos a lo que destruye la dignidad del ser humano y el valor de la vida: la injusticia, la corrupción, la violencia, la impunidad… Todo esto provoca la desconfianza y desalienta la participación. Los mexicanos no podemos tolerar a quienes buscan el poder sólo para favorecer sus intereses. ¡Los obispos queremos ayudar a restaurar la confianza de nuestro pueblo! Esa es nuestra misión. La confianza se gana hablando con la verdad, cumpliendo los compromisos, construyen-

do la justicia y respetando la vida; a ejemplo de Cristo, en quien todos confiaron viéndolo hacer el bien. Los mexicanos podemos reconocer el bien y vivirlo. Que las familias, los maestros, las comunidades, las autoridades y todas las instituciones públicas y privadas eduquen en la confianza con el ejemplo. Cumplan bien sus responsabilidades, actuando con legalidad, honestidad y

solidaridad. Eso es lo que merecen y esperan todos los ciudadanos, sobre todo los niños y los jóvenes, que son el presente y el futuro de nuestro País. Sepan que en cualquier diálogo con las autoridades y los diferentes sectores sociales, los obispos seguiremos expresando con claridad y firmeza las grandes necesidades de nuestro pueblo mexicano. Orando y trabajando tenemos la espe-

ranza de mejorar. Es la confianza que nos da Jesús. Con su muerte y resurrección nos ha demostrado que el amor vence al mal y hace triunfar el bien y la vida. Santa María de Guadalupe nos acompaña en este camino. ¡Todos debemos participar para construir un México en el que confiemos unos en otros! Si actuamos con verdad recuperaremos la confianza. Los obispos de México

Misión y amor Por: Norberto Zurita Mena Quien es capaz de sentirse amado es capaz de amar y, quien es capaz de amar, conoce el amor y quien conoce el amor, ha encontrado a Dios en su vida y lo comparte con los demás. A veces pensamos que lo fundamental es tener fe, y tal vez nos estancamos en esa creencia, pensando que es suficiente para nuestra vida espiritual asistir a la Eucaristía y hacer nuestra oración diaria. Sin embargo, esta es una idea un tanto pobre, ya que la Fe nos debe llevar a la Esperanza. Una fe sin esperanza es una fe que no tiene futuro, que se

estanca y no nos permite ver la razón de aquello que creemos. Finalmente, la Fe y la Esperanza en conjunto nos llevan a la Caridad, ya que una fe que tiene esperanza se proyecta. Por lo tanto, el camino de la fe, es el camino del encuentro con el Amor mismo. Alguna vez alguien me decía que el amor no se esconde, es algo que debe mostrarse, porque de otro modo estamos actuando contrarios a su naturaleza y su sentido. Jesús nos enseña que la fe no es algo privado, no es la vivencia solo del mi encuentro con Dios, dejando a un lado al otro. Si bien, Jesús es el Maestro Misionero, que por amor vino al mundo

y dio la vida por nosotros, y antes de subir a los Cielos nos deja esta tarea: “Id por todo el mundo proclamando la noticia a toda la humanidad” (Mc 16, 15), en estas palabras nos deja la responsabilidad de ser continuadores de su acción misionera. La misión no es otra que llevar a los demás la alegría de habernos encontrado con Dios, con el Amor. Tal vez piensas que para llevar a cabo esta tarea, es necesario dejar nuestra casa, nuestros bienes e ir a lugares lejanos, viajar otras tierras y predicar allí el mensaje del Evangelio; y qué crees, tienes razón, es necesario salir de nosotros mismos, no estar atados a los

bienes terrenales e ir a las tierras lejas, esas tierras que son la casa del vecino al que saludas pero que en realidad no conoces, del personaje que trabaja junto a ti y tal vez ni su nombre sabes, o aquel que todos los días durante varios años ha estado contigo esperando el transporte y que te es indiferente y aun no logras saludar. Misionar es hablar de las maravillas del amor de Dios, un amor que en principio se refleja en el rostro, un rostro que aunque cansado o abatido por las vicisitudes de la vida, no deja der ser signo de la presencia de Dios en su vida. ¡La fe se fortalece compartiéndola!


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Caminar Diocesano

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26 de abril de 2015

“La alegría de ser un solo corazón” Hna. Marga Álvarez Pastor, SGCS CODIPACS Ecatepec Este sábado 18 de abril a las 9:00 de la mañana tuvo lugar en la Catedral de Ecatepec la reunión de coordinadores y secretarios de los Equipos parroquiales de Animación Pastoral (EPAP) convocados por el Padre Eduardo Pierson Espinoza, vicario de pastoral, para afinar los detalles de la Segunda Asamblea Diocesana, que con motivo de la revisión del Plan Diocesano de Pastoral de nuestra querida diócesis se llevará a cabo, Dios mediante, el próximo sábado 25 de abril a partir de las 8:00 am, aquí mismo, en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús. Después de un momento de oración el padre Eduardo nos recordó las tres etapas que abarca el trabajo de revisión de nuestro Plan Diocesano, que ya estamos realizando. Nos indicó que después de haber concluido la primera etapa, que consistió en la sensibilización acerca de la Espiritualidad de comunión y la constitución de los equipos EPAP, ahora nos encontramos en la

segunda etapa cuyo objetivo es la formación y capacitación de los EPAP (por Parroquia, Decanato y Vicaría). Después de esto nos habló del objetivo general de esta segunda asamblea: “Que los EPAP juntamente con los Párrocos, Vicarios, Diáconos, Vida Consagrada y Seminario, conozcan de manera general la metodología prospectiva, con la cual se trabajará en la tercera etapa”. Por último se dieron las indicaciones generales, y se invitó a todos a orar por los frutos de este trabajo de revisión de nuestro Plan Diocesano de Pastoral. Y con “La alegría de ser un solo corazón”, esperamos que esta Segunda Asamblea Diocesana se convierta en un espacio de comunión y momento de gracia en el caminar de nuestra querida diócesis, que unida a su Padre y Pastor Mons. Oscar Roberto, junto con su presbiterio quiere dar pasos decisivos en la construcción del Reino de Dios con una mejor y adecuada Evangelización según lo requiere la nueva época que estamos viviendo.

Mi Semana Santa en Izcalli

Este año, la Semana Santa, fue para todos los sacerdotes y laicos de la nueva diócesis de Izcalli, una nueva experiencia de fe, sobre todo el día jueves por la mañana, cuando nos congregamos en torno a nuestro Obispo para celebrar la misa de la Bendición de los Óleos, mismos que servirán para

administrar los sacramentos a lo largo de todo el año. Nos dimos cita poco antes de las diez de la mañana. En la Catedral de la Anunciación ya se notaba un ambiente de Iglesia, de esos ambientes donde te sientes como en familia: acogido y en confianza. La mayoría de los sacerdo-

tes de la diócesis, los seminaristas y algunos religiosos, esperaban en el atrio mientras era el momento de iniciar con la celebración; mientras tanto, los laicos esperábamos con entusiasmo ver la solemne procesión con la que daría inicio la celebración Eucarística, este año, bastante especial por ser la primera que celebramos junto con nuestro nuevo Obispo, don Francisco González Ramos. Iniciada la procesión, un detalle llamó nuestra atención: dos sacerdotes ya estaban sentados ocupando su lugar en la celebración, y no porque se hubiesen adelantado para apartar un buen lugar dentro de la Catedral, sino porque estaban físicamente impedidos, su salud no les permitió entrar junto con todos los sacerdotes en la procesión; el detalle no era ese sino la fraternidad con la que sus demás hermanos sacerdotes los saludaban al pasar por aquel lugar donde se encontraban; el mismo detalle y gesto de fraternidad lo tuvo el Obispo. Fue notorio el carácter fuertemente sacerdotal y caritativo de la celebración. En la homilía, don Francisco González, agradeció a los sacerdotes por su vida, entrega y ministerio, y también los invitó a consolar a los fieles con el

óleo del Espíritu, con el que fueron ungidos el día de su ordenación sacerdotal. Además, nos invitó a todos a orar por nuestros sacerdotes, a ayudarlos en el ministerio pastoral de las comunidades y a preocuparnos por ellos, no sólo en sus necesidades materiales, sino en todos los sentidos de manera que puedan ser fieles y felices en la vocación a la que han sido llamados. Antes de concluir la emotiva celebración Eucarística, se bendijeron los óleos, que fueron introducidos en la Catedral por los diáconos y algunos seminaristas. Terminada la celebración y antes de regresar a nuestras parroquias, la mayoría de los fieles tuvimos la oportunidad de saludar a nuestro Obispo, expresarle nuestra alegría por tenerlo con nosotros y saludar a muchos sacerdotes que hacía tiempo no veíamos. Sin duda, este Semana Santa fue diferente para quienes conformamos la nueva Diócesis de Izcalli, pues aunque somos una Iglesia particular muy joven, la experiencia de un Dios que nos ama, no fue algo que faltó estos días entre nosotros. ¡Felices días pascuales!


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26 de abril de 2015

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Oración por los Jóvenes Dios Bueno y Providente, gracias por todos aquellos jóvenes que, con su vitalidad y amor a Ti y a la Iglesia, junto con sus pastores y asesores; han mantenido viva la fe, firme la esperanza y activa la caridad. Padre, Tú que eres Creador del Mundo y Artífice de la historia, concede tu visión paterna y tu fuerza creativa a nuestros obispos mexicanos para que juntos revitalicemos la opción preferencial por la Evangelización de la juventud en México. Jesucristo, Maestro, Amigo y Compañero de camino, Tú que acompañaste a quienes habías llamado y los transformaste en tus discípulos y misioneros, guía a la pastoral juvenil

de cada Provincia y Diócesis para que sea capaz de suscitar procesos de conversión personal y pastoral. Espíritu Santo, impulso rejuvenecedor de la Iglesia, Tú que acompañaste a los primeros misioneros desde Pentecostés y continuas guiando a la Iglesia, concede tu luz y tu sabiduría a los agentes de Pastoral Juvenil en México para crear orientaciones y herramientas pastorales que nos permitan hacer efectivo el compromiso de seguir construyendo la Civilización del Amor. Santa María de Guadalupe, dulce Madre de nuestro Redentor, ayúdanos a propiciar un caminar pastoral que facilite a los jóvenes conquistar el regalo de la salvación. Amén.

Una experiencia misionera

Por: Pbro. José Jiménez Aguayo, Diócesis Valle de Chalco Desde el año pasado realizamos la Misión Cuaresmal en la Vicaría Episcopal de San Juan Diego, ahora nos organizamos para hacer la Misión en todas las parroquias de la Diócesis de Valle de Chalco, “saliendo a las perife-

rias” al encuentro de las familias, visitando sus casas -como lo dice el Papa Francisco, el objetivo pastoral y lema para este año- a fin de saludarles e irnos sensibilizando con miras a consolidar más cada día la fraternidad en nuestras comunidades. Invitamos a las personas a acercarse a los Sacramentos de la Reconciliación y Eucaristía, a partici-

par en la liturgia y pláticas de Semana Santa. Fue una Misión por la unidad y la paz, en la que numerosos grupos de laicos, acompañados por sus sacerdotes y nuestro Obispo Víctor René, pudimos recorrer las calles, platicar con las familias y dejarles un mensaje a la luz de la Exhortación Apostólica “Evangelii Gadium” y el Mensaje Cuaresmal del Papa Francisco, que nos invita a “ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia”. El Sr. Obispo es el primer convencido de la responsabilidad que tenemos –pastores y laicos– de acercarnos a las personas para mostrarles el amor y misericordia de Cristo y llevarles una palabra de esperanza; por eso se dio a la tarea de visitar las Parroquias de Cristo Señor del Veneno y Santo Niño de Atocha, así como el reclusorio de Huitziltzingo. Fue un ejercicio de programación pastoral y una experiencia enriquecedora para todos: trabajo en equipo, organización, toma de conciencia de la tarea misionera que Jesús le ha confiado a la Iglesia, acercamiento a los barrios y sectores de nuestras parro-

quias, brindando consuelo a las personas que más han sufrido, ya sea por el fallecimiento de algún familiar como el Sr. Alfredo, ya por la enfermedad o la pobreza como don Carlos, quien hace unas semanas sufrió un accidente, y a quien el Sr. Obispo consiguió una silla de ruedas. El martes 1 de abril, el Sr. Obispo visitó la comunidad de Tlacotompa en Ecatzingo donde encontramos algunas parejas que desean prepararse para recibir los sacramentos que les faltan y casarse por la Iglesia. Culminamos una primera etapa de la Misión con la participación de los Misioneros en la Misa Crismal del Jueves Santo en Catedral. Ellos, al final de la Eucaristía obsequiaron la Cruz Misionera a sus Sacerdotes en reconocimiento a su labor evangelizadora. Dije “una primera etapa”, porque la misión no ha terminado, es permanente, y no solo dentro del templo. Próximamente evaluaremos la Misión realizada y durante el año seguiremos en contacto con los Equipos Misioneros de cada parroquia, acompañados por el Equipo Diocesano de Misiones a cargo de la Hna. Alma Lorena Espinoza.


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Caminar Diocesano

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26 de abril de 2015

XV Encuentro de Catequistas

Por: Pastoral Profética, Arquidiócesis de Tlalnepantla “Dejen que los niños vengan a mí, y no se los impidan porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos” “Vayan y hagan mis discípulos a todos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” Estas dos citas bíblicas que nos muestran el deseo de Cristo por la evangelización de todos los hombres y el deseo fervoroso de permitirle a los niños ser partícipes de las maravillas del cielo, bien podrían ser tomadas como el fundamento y motor del trabajo catequético que se realiza en nuestras Iglesias particulares. Por ello, con el deseo de hacer que esta experiencia llegue y se haga posible en la vida de todos los bautizados de nuestra Arquidiócesis, la dimensión de Pastoral Profética ha apostado en los últimos años a hacer que la catequesis de infantes sea escolarizada. Así como el niño recibe de manera gradual los conocimientos básicos en la escuela, a fin de hacer que estos queden firmemente aprendidos y puedan, en un futuro, ser utilizados durante su vida

práctica y profesional, los misterios del Reino de Dios pueden ser administrados gradualmente, así durante la infancia, etapa en que se desarrollan los principios, se fomentan los valores y se da inicio a la formación del criterio, los niños cristianos recibirán en su alma las bases de la fe, se acrecentará en ellos la esperanza y podrán el día de mañana ser hombres y mujeres que vivan la caridad. Si desde la infancia se siembran en los niños las virtudes cristianas en especial la fe, en la sociedad del futuro podremos cosechar cristianos en los que abunden los frutos de amor y la cristiana fraternidad. Por ello, comprometidos en esta labor en la Arquidiócesis de Tlalnepantla, se llevará a cabo el XV Encuentro de Catequistas, pues si bien es cierto que la tarea de sembrar es importante, igual de importante es capacitar y dar herramientas a los sembradores. La cita es el próximo 03 de mayo en el Centro de Convenciones de Tlalnepantla, en punto de las 09:00hrs. Durante este encuentro se reflexionará sobre la presentación del segundo libro de catequesis escolarizada. Por ello, si tu descubres el llamado que Dios te hace a ser sembrador, a ser catequista, NO FALTES. El dueño de la mies te espera con los brazos abiertos.

Espiritualidad de Comunión Por: Pastoral de la Comunicación Diócesis de Cuautitlán En esta semana el presbiterio de la Diócesis de Cuautitlán, unido a su pastor, Sr. Obispo Guillermo Ortiz Mondragón, vivió su jornada de actualización teológica-pastoral en miras a proyectar su Plan Diocesano de Pastoral, acrecentando la comunión del presbiterio, lo que lleva a conocer la metodología prospectiva para participar con sentido de corresponsabilidad en orden a la aplicación de la pastoral de conjunto. Mediante esta jornada, el presbiterio de Cuautitlán tomó conciencia de que la espiritualidad de la comunión es la base de cualquier plan de evangelización, y es un estilo de vida como respuesta a Dios. El presbiterio se siente llamado para servir al pueblo de Dios en comunión con su Obispo y, esta semana, la espiritualidad de la comunión se hace presente al tomar conciencia de que se debe saber dar espacio al hermano para ayudarlo y animarlo. Es así que cada uno trabaja no solo para meditar en el sentido puro de la espiri-

tualidad, sino en las acciones latentes que subyacen de la misma para que formen parte del perfil del sacerdote actual. Cabe mencionar que las exposiciones durante esta semana de actualización

estuvieron bajo la guía de don Víctor René Rodríguez Gómez, Obispo de la Diócesis de Valle de Chalco, y del Pbro. Raúl Martínez Arreortua. Como culmen de esta semana reflexiva se celebró la Eucaristía del XXXVI

Aniversario de la Erección de la Diócesis de Cuautitlán, presidida por el Sr. Obispo don Guillermo y concelebrada por su presbiterio en espiritualidad de comunión.


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Caminar Diocesano

Oramos por las vocaciones Por: Magdalena Moreno Escobedo Tulantongo, Texcoco, Méx. 20 de abril 2015. “El cuarto Domingo de Pascua nos presenta el icono del Buen Pastor que conoce a sus ovejas, las llama por su nombre, las alimenta y las guía. Hace más de 50 años que en este domingo celebramos la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Esta Jornada nos recuerda la importancia de rezar para que, como dijo Jesús a sus discípulos, «el dueño de la mies… mande obreros a su mies» (Lc 10,2). Jesús nos dio este mandamiento en el contexto de un envío misionero: además de los doce apóstoles, llamó a otros setenta y dos discípulos y los mandó de dos en dos para la misión (cf. Lc 10,116). Efectivamente, si la Iglesia «es misionera por su naturaleza» (Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Ad gentes, 2), la vocación cristiana nace necesariamente dentro de una experiencia de misión. Así, escuchar y seguir la voz de Cristo Buen Pastor, dejándose atraer y conducir por Él, y consagrando a Él la propia vida, significa aceptar que el Espíritu Santo nos introduzca en este dinamismo misionero, suscitando en nosotros el deseo y la determinación gozosa de entregar nuestra vida y gastarla por la causa del Reino de Dios.” (Mensaje de la LII Jornada Mundial por las Vocaciones)

Con gran fe y alegría se celebró la Santa Eucaristía de apertura de la Semana de la Oración por las Vocaciones en nuestra Diócesis de Texcoco. El Seminario Diocesano fue la sede de esta jornada de oración del 20 al 26 de abril de 2015. La celebración de apertura fue presidida por el Vicario Episcopal de San Antonio Pbro. Crisóforo Domínguez Pedral y concelebrada por el Pbro. Bonifacio Márquez Pat, integrante del equipo formador del Seminario. El Vicario Episcopal en su homilía pidió al Espíritu Santo que ilumine a los jóvenes seminaristas para continuar la labor que Él les encomendó, porque su llamado fue especial y la respuesta de los chicos fue un “sí queremos”. Señaló que es una gracia poder servir al Dios que da la vida eterna, y agradeció a las comunidades que acompañarán con su oración en estos días. Durante esta semana todas las parroquias de la diócesis asistieron en diferentes horarios a orar ante el Santísimo Sacramento por el aumento de las vocaciones y el sostenimiento de las ya existentes. Con la Eucaristía diaria al inicio de cada día, siguió la adoración de parte de las comunidades parroquiales. Al término de ésta se agradeció la participación de los fieles y se dio un recorrido por las instalaciones del seminario.

Hoy nos hacen falta profetas CODIPACS Teotihuacan Si los sacerdotes judíos son los guardianes de la ley, especialmente en situación de grave incumplimiento, Dios inspira a los hombres desinteresados para que levanten la voz y enfrenten la traición a la alianza; venga está de parte del rey, de los sacerdotes o del pueblo. ¿Profeta, quien eres tú? Se confunde generalmente profeta con adivino. El profeta es esencialmente portavoz de Dios. Su misión esta total y exclusivamente dedicada a defender la voluntad de Dios expresada en la observancia de la ley de Moisés: tres polos estrechamente unidos entre si definen esta misión: Dios-Pueblo-Alianza. Cuando por ejemplo los reyes olvidan a Dios, cuando toleran santuarios paganos y sacrificios humanos, cuando cometen abusos contra los pobres e indefensos o cuando se unen con otros príncipes dejando de lado la Alianza con Yahvé, pueden surgir profetas, inspirados por Dios, que le echen en cara su comportamiento execrable. El profeta es el hombre más libre del planeta. No está ligado al sistema polí-

tico: ni siquiera al sistema religioso. No tiene intereses personales de ninguna clase por ningún lado. Pone en riesgo su propia vida sin la menor vacilación en defensa de los derechos de Dios y de su pueblo, ambos estrechamente vinculados entre sí. Los profetas son contestatarios por definición: protestan hasta contra Dios. ¿Por qué me has metido en este lio, Señor? Le dicen casi todos de una u otra forma. Tiene buenos motivos para quejarse. Hombres profundamente religiosos, no aspiran a alcanzar ninguna prerrogativa o distinción. El ser profeta viene de un llamado directo y personal de Dios: es una vocación muy específica en circunstancias particularmente difíciles y apremiantes. Toda su vida personal y familiar está afectada. No solo casi siempre encuentra indiferencia ante el mensaje que transmite de parte de Dios, sino muchas veces, oposición, persecución y muerte. Así lo recordará Jesús, el profeta por excelencia, cuando tendrá que hacer frente al rechazo de su misión: “En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria” Esta es una

buena razón más para sentirse plenamente identificado con todos los profetas que le han precedido:” ¡Jerusalén, Jerusalén! La que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus

hijos, como una gallina su nidada bajo las alas, y no habéis querido! Fuente: “Celebración de la Pascua de Jesús” P. Sebastián Quetglas Maura.


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Iglesia y Actualidad

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26 de abril de 2015

La Iglesia, en su realidad y misión

Por: Pbro. Pablo Cabrera Montiel, Diócesis Valle de Chalco El tema de entrada es interesante y conlleva muchos elementos a ser considerados. Tenemos que comenzar preguntándonos de qué hablamos cuando nos cuestionamos por la situación actual de la Iglesia. Hay muchas maneras de ver y entender la Iglesia en la realidad actual, desde su aquí y ahora. En estos momentos, es una Iglesia bastante desconcertada ante los cambios inimaginables de la humanidad, interiormente debilitada, dividida y disgregada, fuertemente presionada y cuestionada desde fuera, tal vez poco consciente de la gravedad de la situación y carente de la fuerza espiritual para dar una respuesta adecuada y evangelizadora. Para valorar mejor las circunstancias del momento conviene tener una cierta perspectiva histórica; lo que ahora nos ocurre, lo que sentimos y piensan de nosotros, depende mucho de lo que ha ido ocurriendo en años pasados. Como se puede ver es un tema que nos lleva a mirarnos y revisarnos para responder al ser mismo de la Iglesia. Para ello, el Concilio Vaticano II clarificó y fortaleció las aspiraciones profundas de muchos cristianos, sacerdotes y

fieles, con el deseo sincero de organizarse como Pueblo de Dios, que sin dejar a un lado su misión, la invita a ser fermento del Evangelio en el seno de una sociedad que está cambiando y nos plantea nuevos retos. Desde el Concilio Vaticano II se vivió un momento de ilusión, de esperanza, pero lamentablemente las cosas allí quedaron y falta mucho por hacer para asumir el reto dentro del mundo actual. Nos podemos preguntar: ¿Qué es lo que pasó? ¿Dónde está la renovación de orden externo y administrativo, de lo interior y religioso? ¿Qué es lo que nos pide la actualidad? y ¿Cuáles son las respuestas concretas que estamos invitados a dar? En estos momentos las tensiones, cambios vertiginosos, revolución tecnológica y científica, crisis en todos los niveles y estructuras, fragmentación de la sociedad, fenómeno de la globalización en todas las dimensiones, debilitación de la comunión eclesial, nos muestran la realidad y nos dan también luces para discernir desde dónde podemos acompañar a la sociedad y al Pueblo de Dios. Desanimarnos y echarnos para atrás ante la realidad sería no estar claro del ser y quehacer de la Iglesia, más bien, sabiéndonos acompañados por el Resu-

citado, demos vida y sumemos esfuerzos desde la fuerza del Evangelio. Nuestro tiempo no necesita tantos maestros, más bien hacen falta testigos del Resucitado. La tarea es nuestra, y ahora vivamos con cierta intensidad nuestra vocación cristiana y eclesial, que el desconcierto y la indiferencia, el individualismo, no nos desanimen.

Hoy, en el conjunto de una sociedad satisfecha de sí misma, por lo menos hasta ahora, somos una Iglesia poco estimada, bastante privatizada, culturalmente desestimada, con poca influencia, crecientemente marginada. No somos una Iglesia del silencio, pero sí una Iglesia bastante silenciada.

Iglesia en comunicación permanente Por: Pastoral de la Comunicación Diócesis de Cuautitlán Nuestra Iglesia Diocesana de Cuautitlán, heredera del maravilloso intercambio entre la profunda experiencia religiosa de los antiguos mexicanos y el Evangelio de Jesucristo, bajo la presencia de Santa María de Guadalupe, es una Iglesia en misión permanente que desea dialogar con la cultura de la comunicación que está dando rostro y corazón a todos los hombres y en particular a los creyentes en Jesucristo confiados a su cuidado pastoral. Con urgencia pastoral reconocemos que la llegada de la sociedad de la información, con sus luces y sombras, es una verdadera revolución cultural. Los medios ejercen una influencia, con intensidad diversa, sobre todo lo que el hombre de hoy piensa, dice y hace.

Nuestro Plan Diocesano de Pastoral de la Comunicación quiere ser un espacio para el trabajo de todos los agentes involucrados en la misión y no sólo para los responsables de dicha pastoral, siendo así, la comunicación social, un componente esencial de la Nueva Evangelización. Para poder realizar el proyecto del Plan Diocesano de Comunicación y alcanzar los objetivos, ocupa un lugar de primer nivel la Oficina de comunicación de la Diócesis. Este espacio ha sido una tarea que Nuestro Obispo don Guillermo Ortiz Mondragón ha priorizado. La oficina de Comunicación se va adaptando a las necesidades comunicacionales, pues a ella le compete poner en acto las líneas definidas por el Obispo con un trabajo profesional, metódico y cualificado.

La Oficina de Comunicación ofrece su servicio a la comunidad diocesana y en particular al Obispo y a las demás áreas pastorales sensibilizándolas

sobre el clima de comunicación, interna y externa, que se va constituyendo y que interesa a las diversas pastorales.


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26 de abril de 2015

Iglesia Universal / Iglesia México

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¡Ay de las manos que derramen esta valiosa sangre! Por. Diác. Víctor Fco. Guerrero Maldonado «No matarás» mientras nos sentamos a ver el noticiero por la noche, el mundo que nos circunda, está siendo objeto de todo tipo de agresiones que amenazan con su extinción. Apreciable lector (a), finalizaremos este recorrido que iniciamos juntos al menos hace unos cuantos días atrás. En esta ocasión, haremos una breve reflexión sobre la necesidad de sabernos todos responsables los unos de los otros (Gen 4,9). ¿Cuál sería la respuesta moral a la situación del fenómeno de la Migración en una época en que el poder puro y duro arrasa el mundo sin impedimento alguno? De hecho, ¿en qué sentido sirve de guía el 5° mandamiento, «No matarás» en tiempos como estos? Estamos fuertemente llamados a reflexionar y examinar nuestra actitud ante el fenómeno de la migración en México y el mundo. El tema es crucial. La migración, no depende de cómo entendamos dicho fenómeno, y de lo que pensemos, como cristianos, sino de lo que el principio de la dignidad de la vida nos dice: “hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Gn. 1,26) esa es la gloria de haber sido creados,

esto es lo que Jesús pretende realmente al recordarnos la importancia de amar al prójimo como a uno mismo. Todas las religiones del mundo defienden que la vida debe ser afirmada, protegida, honrada, sostenida, etc. por tanto, si miramos al quinto mandamiento para reflexionar lo que hemos venido conociendo y muchas veces observando, podríamos hacer una clara distinción entre matar y asesinar. «Matar», es un término amplio que incluye quitar la vida por cualquier tipo de razones y en todas sus formas. Mientras que, «Asesinar», se refiere únicamente a los actos de muerte criminarles. Por tanto, siempre que se mata a un hermano migrante (psicológicamente, social, espiritual, moral, humana, familiar, sanitaria, en vivienda, salarialmente etc.) en cualquiera de las situaciones que constituyen los fundamentos de una vida humana digna, estamos violando el mandamiento, aun cuando resulte que en tal violación pudiera haber otros factores que mitigaran su gravedad, como un “es que ya ni se sabe si en realidad ocupan la ayuda”, por ejemplo. Considero que, el fenómeno de la migración, no sólo se abre al clima espiritual, sino que debería ser una propuesta de solución en las mesas de

trabajo de los miembros parlamentarios del mundo. Es un tema que necesita ser abordado con absoluta seriedad puesto que es un asunto humano que ha perjudicado a muchas generaciones. Algo en lo que todos debemos de estar de acuerdo, es en la prohibición de matar a nuestros hermanos migrantes en cualquier situación. El compromiso que tenemos va mucho más allá del «no matar». El compromiso consiste en fomentar la vida. Puede que haya llegado el momento de caer en la cuenta de que, cuando no trabajamos activamente por sostener la vida, toda vida, estamos solapando el mayor pecado de indiferencia con res-

pecto a todas las cosas que ocurren y acaban con la vida del migrante. «Todos somos responsables unos de otros», la vida que no fomentamos, la condenamos a muerte. no matemos a nuestros hermanos migrantes, antes incluso de que lleguen a su destino. Por eso, tú y yo, hoy tenemos la oportunidad de hacer algo al respecto. Sólo entregándonos al cuidado del otro por ser persona, podemos llegar a ser plenamente humanos hijos de Dios. ¡Actúa! Nos conviene a todos, nos enriquece a todos y nos ayuda a todos.

Jubileo Extraordinario de la Misericordia

Por: CODIPACS Ecatepec El pasado 11 de abril en la Vigilia del Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia, del año del Señor 2015, el Papa Francisco convocó el Jubileo Extraordinario de la Misericor-

dia, tiempo propicio para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes, el Jubileo se abrirá el 8 de diciembre de 2015, con la solemnidad de la Inmaculada Concepción y concluirá en la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. “Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a

nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado.” La fecha del 8 de diciembre concuerda con el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II; por lo que cobrará importancia ya que se abrirá la Puerta Santa en la Catedral de Roma, la Basílica de San Juan de Letrán y sucesivamente las Puertas Santas en las otras Basílicas Papales, bendición que se extenderá a cada lugar del mundo. “Para el mismo domingo establezco que en cada Iglesia particular, en la

Catedral que es la Iglesia Madre para todos los fieles, o en la Concatedral o en una iglesia de significado especial se abra por todo el Año Santo una idéntica Puerta de la Misericordia. A juicio del Ordinario, ella podrá ser abierta también en los Santuarios, meta de tantos peregrinos que en estos lugares santos con frecuencia son tocados en el corazón por la gracia y encuentran el camino de la conversión. Cada Iglesia particular, entonces estará directamente comprometida a vivir este Año Santo como un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual. El Jubileo, por tanto, será celebrado en Roma así como en las Iglesias particulares como signo visible de la comunión de toda la Iglesia”. S.S. Francisco.


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Mensajero Familia Juventud integral, Oración por la Vida su realidad ante el Evangelio

26 de abril de 2015

Gracias Padre Bueno, por el don de la Vida que Tú nos has concedido. Te pedimos que nosotros seamos capaces de cuidar la nuestra y ayudar a nuestros prójimos a vivirla.

Concédenos que en nuestra Patria nos conduzcamos con sentimientos, actitudes y leyes buenas que reconozcan, respeten, defiendan y promuevan toda vida humana, desde que comienza hasta su término natural. ¡Virgen María de Guadalupe, Madre de la Vida, ruega por nosotros!

Por: Lic. Elisa Soto Diócesis de Cuautitlán Al hablar de juventud, es claro que se está haciendo referencia a un tema que va más allá de una etapa de la vida del ser humano comprendida entre determinadas edades. Se habla también de un tema que expone ampliamente el hecho de que el joven enfrenta una doble situación de vida, con cambios complejos que lo llevan a retos cada vez más grandes y confusos. Por una parte enfrenta su propia realidad de vida, esa que vive a diario en su ambiente, con su familia, con su cultura, consigo mismo, y por otra, enfrenta los retos y cambios que de manera global el mundo y su modernidad cambiante en sí, impone a la juventud. Es claro pues, que el joven debe ser visto primero como individuo, con su psicología y con su biología y después como parte de una sociedad, de una cultura y de una religión. Así en términos de salud y ciencia, el joven, es visto como un ser bio-psico-social, al cual la Iglesia ve como bio-psico-socialespiritual. Es necesario entonces que la pastoral de la Iglesia se detenga a analizar de manera minuciosa, la integridad del joven y su realidad particular y diferente, y posteriormente la de la juventud en

general. De tal forma que comprenda que no se puede y no se debe evangelizar a la juventud de la misma forma, ni en tiempos, ni en espacios, aunque sí en contenidos. De igual forma, es imperativo que la Iglesia evangelizadora, forme líderes idóneos y capaces de prepararse y renovarse constantemente a la par de los cambios que la juventud vive; que comprenda y enfrente los retos que ellos enfrentan y que proponga, con creatividad y fundamento, nuevas soluciones pastorales a las problemáticas que limitan a la juventud a desempeñar su papel en la pastoral religiosa, con alegría y compromiso. En base a esta primicia, la Diócesis de Cuautitlán trabaja para que los jóvenes de cada parroquia que la conforman, sean incluidos de manera integral e individual y no sólo como grupo, en una pastoral evangelizadora, integrativa e incluyente.

La transmisión de la fe a través de la familia Por: Beatriz Adriana Ortiz Mata, Comunicadora Parroquial, Diócesis de Valle de Chalco Con el amor como base, añadido el respeto y la comprensión, se idealiza la formación familiar en la que todos tenemos un papel importante. Todas las familias son diferentes, todas tienen una organización distinta, pasando desde las familias conformadas por muchos integrantes, hasta las familias pequeñas; sin embargo, las familias han evolucionado con el paso del tiempo, y algunas han cambiado desde sus costumbres hasta sus formas de vida. Hace algunas décadas las familias estaban más enfocadas al cuidado y resguardo de los hijos, los papás dedicaban poco o nulo tiempo para conocer íntimamente a sus hijos, mientras que las madres pasaban la mayor parte de su vida en casa, estaban formadas para eso, dando como resultado una inclinación natural al matriarcado en donde el papá era visto solo como el sustentador. En la actualidad las familias tienen una forma de vida diferente, en la necesidad de darle un estilo de desarrollo más amplio a sus hijos, los padres han

modificado de forma prácticamente total su rol, desgraciadamente esto ha traído una consecuencia diferente a la organización familiar, pues al tener que dejar sus hogares para trabajar papá y mamá pierden la comunicación con sus hijos, y con ello, el respeto y la confianza; los hijos tienden a ser más dependientes y comienzan a tomar las riendas de sus vidas a edad muy temprana, la pareja se va separando tanto en la vida familiar como en lo sentimental, en algunos casos dando como resultado la separación definitiva. Sin embargo, estamos llamados a la formación familiar tomando como referencia la familia de Jesús, en la cual cada uno entendió y aceptó el papel que le correspondía: viviendo Jesús como hijo de José, carpintero, dándole su amor y respeto; María no negándose a ser madre del hijo de DIOS y con humildad entregándose a verlo crecer, y José aceptándolos a ambos con profundo amor y obediencia. Tomando como referencia a la Sagrada Familia podemos en nuestra capacidad, aceptar esta importante misión que se nos ha encomendado como parte de una estructura familiar, papá y

mamá conociéndose, amándose y amando a sus hijos, trabajando cada uno en su propio esfuerzo de entrega y decisión para llevar su encomienda a un buen fin, dando hijos religiosamente comprometidos. Nunca debemos olvidar que al aceptar formar parte de una familia, nos con-

vertimos en instrumentos de Dios para la formación y desarrollo de seres únicos e irrepetibles, que se nos entregan con amor y a los cuales deberemos entregar con amor a Dios, Él confía en nosotros para llevar a nuestros hijos a vivir en el conocimiento de su amor, llenos de fe siendo obedientes y felices.


Mensajero

26 de abril de 2015

@joven

Cuánto ama Dios a los jóvenes Al volver a escucharles y sentirles, se revitaliza nuestra fascinación por Cristo. En ustedes queridos adolescentes y jóvenes, se renueva también el corazón de México. Comenzamos con gozo y esperanza nuestra 99 Asamblea Plenaria. Aquí hemos escuchado de sus alegrías y esperanzas, pero también de sus tristezas, frustraciones y dolores. Jóvenes, sabemos que han estado en oración por nosotros y nosotros hemos rezado y pensado mucho en ustedes. Llegó el tiempo en que los Obispos de México, escuchando la voz de los jóvenes, decidimos caminar junto con ustedes en la construcción de una nueva cultura, la del Amor. ¡ES LA HORA DE LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES! En esta experiencia reafirmamos la convicción del amor que Dios les tiene a ustedes y a nosotros al darnos la oportunidad de poderles acompañar y servir. Nos inspira la vivencia de Moisés, ante la zarza ardiendo: un fuego que arde y no se apaga. Queremos dejarnos

guiar por la Voluntad de Dios, quitándonos las sandalias delante de la zarza ardiente, que nos envía a ustedes. Nos acercamos con mucho respeto, pues reconocemos que son “tierra sagrada” y lugar desde donde Dios nos habla. Jóvenes: ¡Nunca caminemos sin Dios! ¡Acerquémonos a ÉL!, aprendamos de Jesús, que tanto confía en ustedes por esa fuerza renovadora que hay en sus personas y que la Iglesia y la sociedad ven como una promesa de florecimiento de la vida y vida en abundancia. Queremos estar muy cerca y manifestarles que están en nuestro corazón. Les ofrecemos estos pensamientos: “Sólo nos puede salvar una persona: CRISTO. Porque sin él no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro. (Benedicto XVI). “No entierren sus talentos, no tengan miedo de soñar cosas GRANDES” (Papa Francisco). Esperamos su respuesta valiente al

llamado de Cristo y necesitamos su colaboración para la evangelización de los jóvenes en los distintos espacios donde ustedes se encuentran. Los ponemos en el corazón de María,

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nuestra Madre y Señora de Guadalupe, que tanto nos ama. Los Obispos de México

Mensaje de los jóvenes a los Obispos por la XCIX Asamblea Plenaria Cuautitlán Izcalli, Méx. 17 de abril de 2015 Estimados Cardenales, Arzobispos, Obispos, Sacerdotes y amigos todos. Desde el momento en que conocimos que uno de los temas que tratarían en la XCIX Asamblea plenaria era la evangelización de los jóvenes, nuestros corazones se llenaron de alegría y de esperanza; pero también nos sentimos con temor y retados por la encomienda. Hoy, después de estos días de gracia, estamos contentos y agradecidos con nuestro Buen Dios porque hemos visto su rosto vivo en ustedes. A nombre de todos los jóvenes de México queremos agradecerles toda esta semana que han compartido con nosotros, donde hemos sido testigos de su alegría, de su fraternidad, de su espontaneidad y de su frescura. Hemos encontrado, en ustedes, el rostro joven de Cristo que vive entre nosotros. Gracias por el espacio y el tiempo que nos han dedicado; por dejarse fascinar,

por escuchar la realidad que vivimos los jóvenes de México y por discernir nuestros desafíos. Gracias por su confianza y apertura, porque redescubrimos en ustedes a nuestros maestros y pastores, padres y amigos que confían en la juventud; porque han aceptado y respaldado nuestras propuestas. Gracias por aceptar el reto de revitalizar juntos la Pastoral Juvenil, porque su respaldo y compañía nos impulsa y anima a seguir construyendo la civilización del amor. Les reiteramos el compromiso de que “aquello que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos” (1 Jn 1,1) vamos a compartirlo y anunciarlo a los jóvenes de nuestras diócesis. Regresamos a nuestros hogares impulsados por el Espíritu Santo y entusiasmados por los frutos que han surgido de este Pen-

tecostés que hemos vivido juntos. Sepan que siempre cuentan con nosotros. Dios les siga bendiciendo.

Dimensión Episcopal Mexicana de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes (DEMPAJ)


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Dios te llama

Mensajero

26 de abril de 2015

Hermanitas de los Ancianos Desamparados

Por: CODIPACS Valle de Chalco Congregación religiosa fundada el 27 de enero de 1873 por el venerable siervo de Dios Saturnino López Novoa y Santa Teresa Jornet. Su misión principal es acoger a los ancianos más pobres y desamparados en un ambiente de familia, en el que ofrecen un hogar digno y atienden todas sus necesidades: materiales, de afecto y espirituales. La consigna que les dejó la cofundadora Santa Teresa Joret y que quieren vivir cada día es: “Cuidar los cuerpos para salvar las almas”. Como su carisma es la atención a personas adultas, las religiosas al ingresar a la congregación se preparan en enfermería y algunas otras asistentes sociales. Ellas saben que han sido llamadas por Dios para hacer de su vida una gozosa donación de amor, su servicio a los ancianitos quiere ser expresión y compromiso del gran amor que Dios les tiene. La historia de la Congregación está llena de anécdotas en las que se constata la mano de Dios, quien les ayuda a través de bienhechores que en momentos difíciles llegan oportunamente con

aquello que necesitan. La Santísima Virgen de los desamparados, patrona de la congregación, cobija bajo su manto a más de veintiséis mil ancianitos, asistidos en 210 hogares repartidos en varios países como: España, Alemania, Cuba, Brasil, Chile, México, entre otros. Viven en comunidades de vida fraterna y expresan su consagración al Señor mediante los consejos evangélicos, queriendo alcanzar en cada momento

un espíritu de auténtica familia. La Casa Hogar San José está ubicada en Huitzilzingo, Chalco, México y es atendida por cuatro hermanas y personas voluntarias. Las religiosas además de atender a los ancianos cuidan su vida espiritual uniéndose a la Iglesia en el rezo de la liturgia de las horas, momentos de oración personal, la Eucaristía, rezo del Rosario, retiro espiritual un día al mes, que les da la oportunidad de confesarse, y una vez al año tienen un

retiro de diez días donde las hermanas salen de la comunidad hacia una casa de ejercicios. Además tienen lectura espiritual para estar al día de los documentos de la Iglesia y formación permanente, porque consideran que no pueden ser islas cerradas, son una congregación dentro de la Iglesia, que debe conocer lo que dice el Papa y participar en la Iglesia diocesana.

La Experiencia de la Pascua Vocacional en el Seminario de Ecatepec Por: CODIPACS Ecatepec Del domingo 29 de marzo al 5 de abril, se llevó a cabo la Pascua Vocacional en el Seminario Conciliar del Espíritu Santo de la Diócesis de Ecatepec, con la participación de 49 jóvenes. Fue dirigida por el Promotor Diocesano de Vocaciones, el Padre Antonio Contreras Ramírez y el Diácono Israel Sabino Benavides y con la participación siempre alegre de los seminaristas que forman parte de la Pastoral Vocacional. Los jóvenes en un ambiente de oración y alegría participaron de los oficios propios de Semana Santa, desde el Domingo de Ramos, donde se preguntaron: “¿Qué tanto soy capaz de seguir a Cristo como Rey que se ha sacrificado por mí?”. El Jueves Santo meditaron sobre el ministerio sacerdotal y la Eucaristía. El Viernes Santo se reflexionó sobre la entrega generosa de Jesús hasta la muerte y, posteriormente, se dispusieron a vivir la Pascua de Jesús Resucitado, todo con la participación

creativa de los jóvenes. Durante estos días pudieron reflexionar sobre la vocación a la cual se sienten llamados y la posibilidad de entrar al Seminario. Un momento especial fue la presencia del Obispo Óscar Roberto Domínguez, quien les compartió su experiencia vocacional, su experiencia de misionero en África y les habló sobre lo que es el orden sacerdotal. También se contó con la participación del Padre Roberto Concha González, Rector del Seminario Mayor de nuestra Diócesis. Fue una semana llena de bendiciones y con la esperanza de que Dios siga llamando obreros para sus campos, tan necesitados de pastores, según el Corazón de Cristo Buen Pastor. Unámonos en oración por el aumento y perseverancia de las vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras. El IV Domingo de Pascua, es el Domingo del Buen Pastor, y el Papa Francisco se ha unido en oración e invita a todos los jóvenes a descubrir la alegría de seguir el llamado de Dios.


Mensajero

26 de abril de 2015

Iglesia y Cultura

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Cultura política en México: camino por recorrer Por: CODIPACS Ecatepec El comportamiento político en México en el proceso de democratización de los últimos años, deja ver que la participación ciudadana en este ámbito no ha logrado consolidarse, es notoria la apatía y el rechazo a los asuntos de participación política en varios ciudadanos, el abstencionismo parece ganar terreno al interés y la participación, podemos decir que el proceso de democratización de nuestro país es tortuoso y lento. La cultura política se encuentra en la base de la percepción de los individuos sobre la realidad política, y ésta tiene gran influencia en el comportamiento político; ya que es el conjunto de conocimientos, creencias, valores, normas, tradiciones, mitos, rituales y costumbres compartidas por los miembros de una sociedad o grupo social que tienen como objeto los asuntos políticos. En una sociedad con régimen participativo se prevé la posibilidad de una participación activa de los individuos en los asuntos políticos y el cambio; donde se vive el autoritarismo se vive una cultura política de tipo pasivo, no hay impulso para transformar el sistema político.

En nuestro entorno la poca participación política nos debe cuestionar e impulsar a que la democratización del país se consolide, por desgracia aún son pocos los espacios donde el individuo puede adquirir una cultura política que lo lleve a tomar decisiones que incidan en el bien común. Según un estudio realizado por el Senado de la República, la “televisión es el medio para fortalecer la cultura democrática del país”, ya que en la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas (ENCUP) de la Secretaría de Gobernación, el 76.1 por ciento de los mexicanos se entera del panorama político por la televisión, el 9 por ciento por la radio, el 5.3 por ciento en los periódicos, el 4.7 por ciento en Internet, el 0.7 por redes sociales y el 0.08 por la consulta de revistas. Ante este panorama, con solo ver los promocionales de los partidos políticos, descubrimos que sus mensajes dejan mucho que desear, abunda la descalificación, el engaño y con poco respeto para el electorado. Por desgracia mucho falta por hacer en esta materia: pocos conocen el nombre de los candidatos a cargos de elección en sus

distritos electorales, a veces no se tiene claridad de lo que es una autoridad legislativa (Diputados y Senadores), lo que representa un Presidente Municipal y las autoridades locales, etc. Y si no se conocen sus nombres, menos su plataforma política, sus propuestas y su trayectoria; no se puede hablar de una

cultura política a la altura de las necesidades de nuestra sociedad mexicana. Hay mucho por hacer, y sobre todo falta hacer una cultura política que nos lleve a una mejor participación ciudadana con elementos de mayor peso y consistencia.

Materialismo y misericordia Por: José Luis Ramírez Diócesis de Nezahualcóyotl En momentos en que el mundo católico vive la Pascua del Señor, el mundo se debate en una indefinición que al paso del tiempo se ensancha: entre la espiritualidad y materialismo. El mundo actual, con sus tentaciones y atracciones han sustraído la mirada y la mente humana con un objetivo fijo: la riqueza. La Iglesia Católica, pese a los ataques internos y externos, ha dado respuesta a esa disyuntiva. El Papa Francisco eligió como fecha muy significativa el 27 de abril del año 2014, "Fiesta de la Divina Misericordia", para la canonización del Beato Juan Pablo II. La Fiesta fue instituida por el Papa Juan Pablo II el 30 de abril del año 2000 al canonizar a Santa Faustina Kowalska. La Iglesia Católica, desde el año 2000, celebra el segundo Domingo de Pascua la Fiesta de la Divina Misericordia, tal como Jesús se lo había solicitado a Santa Faustina Kowalska

(Diario, 49). La misericordia es uno de los temas más importantes del pontificado del Papa Francisco, y ahora, cuando el mundo tiene tanta necesidad de perdón, de reconciliación y de paz, ha convocado al "Jubileo Extraordinario de la Misericordia". Comenzará con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica Vaticana durante la Solemnidad de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre y concluirá el 20 de noviembre de 2016 con la solemnidad de Cristo Rey del Universo. “Estoy convencido de que toda la Iglesia podrá encontrar en este Jubileo la alegría de redescubrir y hacer fecunda la misericordia de Dios, con la cual todos somos llamados a dar consuelo a cada hombre y cada mujer de nuestro tiempo. Lo

confiamos a partir de ahora a la Madre de la Misericordia para que dirija a nosotros su mirada y vele en nuestro camino”, señaló. Hoy más que nunca hay que tener presente este mensaje del Papa: “Dios

nos espera siempre, aun cuando nos hayamos alejado. Él no está nunca lejos, y si volvemos a Él, está preparado para abrazarnos”.


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Sección Infantil

Mensajero

26 de abril de 2015

Feliz Día del Niño

Queridos niños, en ustedes está la certeza de que Dios existe; por su ternura, comprensión, alegría, inocencia. En su sonrisa vemos la pureza de Dios y la esperanza en un mejor mañana. En ustedes está el futuro de nuestra Iglesia Católica. Sigan animados, participando en su formación. Los felicitamos y deseamos que sigan siendo reflejo de la presencia de Dios en donde quiera que se encuentren. Esperamos que pasen un feliz Día del Niño. Dimensión Provincial de Pastoral Catequética

Amiguitos, les invitamos a colorear y promover los siguientes valores en sus personas, familia, escuela y comunidad.


La Sal y Luz del mundo

Mensajero

26 de abril de 2015

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María, mujer con espiritualidad laical Por Jackie Noriega V. Estimado lector, concluyamos este camino de reflexión que iniciamos hace algunas semanas, con una figura necesaria en el camino de la Evangelización, María. María, es el ejemplo de una vida laical en medio del mundo, supo integrar todo lo que le rodeaba para encontrar, en medio de todo, la presencia de Dios. A María no la caracterizan los milagros ni las cosas extraordinarias visibles en su vida. María, nos da a conocer que la esencia del cristianismo es el Amor, y ella es testimonio de este amor en la Iglesia, alma del mundo. María, está centrada en Dios de la vida. A Él sigue durante toda su vida en el ministerio de la fe. La espiritualidad laical de María se refleja en el trato personal que tiene con el Señor y la preocupación maternal por los hombres. Su santidad se realiza dentro de sus ocupaciones y deberes de madre, esposa, como mujer del pueblo y dueña de casa. Lo más grande se realiza en ella, en medio de su sencillez, ella no practica una huida del mundo, si no que se santifica en medio del mundo y no se aco-

barda aunque el compromiso que tiene con la humanidad por ser la madre del Mesías, la lleve a estar junto a la cruz y que una espada traspase su corazón. La Virgen, madre nuestra y colaboradora del Señor, encuentra el alimento de su espiritualidad en el contacto vivo con el Dios de la vida, sus palabras las escucha meditándolas en su corazón y poniéndolas en práctica. María, vive su espiritualidad en la misión, por eso es importante contemplarla para vivir como hijos de Dios y discípulos de Cristo. María, mujer laica, mujer dedicada plenamente a la realización de las tareas cotidianas, en ellas cumplía el plan de Dios. Hacía vida su propia espiritualidad, realizando la misión a la que estaba llamada. María, fue la primera evangelizada y evangelizadora por recibir el anuncio de la venida del Salvador y en la acogida de la Palabra en total disponibilidad y por llevar la Palabra y anunciar las grandes cosas que hizo en ella el Padre. Por todo esto, María es el ejemplo más perfecto de la evangelización cristiana, de una vida laical. María, vive su fe, pues en ella se entrega a la acción del Espíritu Santo concibiendo a Jesús, recibiendo gozosa

la misión que se le confía, así vive su espiritualidad. Su respuesta “Hágase en mí…” es llena de esperanza y seguridad, de total disponibilidad. La fe de María significa gozo, y humilde búsqueda de la voluntad de Dios. Sin fe es imposible agradar a Dios”. Ella nos enseña a creer confiadamente en Dios y hacer su voluntad, porque su mirada y su corazón siempre los dirige a Él. Anunciar, nacer, crecer, esperar, amar, soñar que es posible, que lo de Dios es verdad, ese es el reto de la espiritualidad. La invitación sigue en pie: “No extin-

gas al espíritu” su obra dura por siempre, desde toda la eternidad.

Dona amor, siembra esperanza Por: Fabiola Perdomo Atizapán de Zaragoza, Méx. El próximo 16 de mayo se realizará un concierto católico de adoración en el teatro Zaragoza, ubicado en el municipio de Atizapán, estado de México. En donde participarán músicos, cantautores y grupos católicos de la Arquidiócesis de Tlalnepantla con un fin específico: “Donar amor y sembrar esperanza”. El Padre Gabriel Ramírez, párroco de San Miguel Arcángel Atizapán, en entrevista comparte al periódico “Mensajero” como surgió dicho proyecto: “Este concierto nace de la necesidad de un joven comprometido con la Pastoral Juvenil en 2000-2008, integrante del equipo; cuando yo asumo dicha pastoral. Es cantautor católico, que impulsó procesos de vida juvenil en aquel tiempo, estamos hablando de Luis Enrique Gómez, quien presenta un problema renal congénito y que ha avanzado lentamente. En los últimos meses su salud empeoró, la funcionalidad de sus riñones se redujo al 17%, con lo que

se requiere un trasplante de riñón. Luis Enrique convocó a sus amigos del equipo de pastoral para solicitar apoyo en la oración para encontrar un donante, pero, sabemos que cuando se solicita la oración podremos esperar muchas más respuestas. Su tipo de sangre no es común, así que, fue difícil encontrar un donador, hasta que resultó candidata su esposa… por eso el lema fue surgiendo desde la expreciencia del amor, y en esta experiencia del amor la primera mirada que pusimos fue en el Padre que tanto amó al mundo que envió a Su Hijo único para que todo aquel que creyera en Él; tenga vida eterna y, tanto nos amó El hijo, que donó su vida. En esa misma experiencia del amor, nadie tiene amor más grande por sus amigos que el que da la vida por ellos. De ahí el nombre “dona amor”, desde esa experiencia del amor de Dios hasta la experiencia de amigos; y “sembrar la esperanza” en una mejor condición de vida para él. Este evento no se reduce a Luis Enrique, sino

también a sembrar la esperanza que genera el concierto, pues podemos encontrar personas que pueden donar amor, por ello surge la idea con acciones muy concretas en la música; considerando al grupo de amigos que hemos coincidido en la vida: Mateo 5, Mariana Granillo, grupo Pentecostés y el Pbro. Gustavo Mendieta quien presentará su nuevo repertorio musical. Todos son músicos católicos, creyentes y comprometidos con su Iglesia, donando y uniendo los talentos que han recibido de Dios por su amigo, pero también, por todos aquellos hermanos que sufren de esta enfermedad y que seguramente se sentirán identificados, en este concierto se espera algo más grande para todos ellos”. Al terminar de compartir esas palabras el Padre Gabriel Ramírez hizo una cordial invitación a todos los feligreses de la Arquidiócesis a participar en el Concierto, y a difundir y sembrar esperanza en todos aquellos más vulnerables y necesitados de la misericordia de Dios, sembrando la esperanza en los enfermos.

Concierto Católico a favor de la Donación de Órganos. Informes: Parroquia San Miguel Arcángel 5379-6115 Facebook: Dona Amor, Siembra Esperanza


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2015-2016 Año Internacional de la Vida Consagrada

Mensajero

26 de abril de 2015

Mensaje de Pascua de los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla

Verdaderamente resucitó el Señor, ¡alegrémonos! “La Pascua de Jesús es nuestra Pascua, porque en la muerte de Cristo nuestra muerte ha sido vencida y en su resurrección resucitamos todos” (Prefacio de Pascua). ¡Cristo ha resucitado! Es el anuncio gozoso que todas las naciones deben conocer y proclamar. Hoy es el día en el que actúo el Señor, el día de su Pascua, en el que la Iglesia proclama llena de júbilo que el Señor ha resucitado, rompiendo las ataduras de la muerte. “Este es el día en que actuó el Señor; sea nuestra alegría y nuestro gozo” (Sal 117). En la imagen de miedo, incredulidad y asombro de las mujeres y de los apóstoles que acudieron a ver el sepulcro, viene a nuestra mente como algo que ocurrió, pero que sin embargo, sigue aconteciendo en nuestra sociedad cada vez más alejada de Dios, que no tiene por cierto o cuestiona los acontecimientos realizados en la Historia de nuestra salvación, en la que Dios Padre manifiesta el gran amor que tiene a los hombres, entregando a su único Hijo para que por Él tengamos vida. “¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros! ¡Qué incomparable ternura y caridad! ¡Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo!” (cfr. Pregón Pascual) Cristo ha entregado su vida y ¡ha resucitado!, esta es la base de nuestra fe, porque sin la resurrección, la cruz en realidad no tiene sentido. “Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe” (1 Cor 15, 14). Cristo ha resucitado y, en Él, hemos resucitado todos los hombres. En Jesús el amor ha vencido al odio, la alegría a la tristeza, el bien al mal, la esperanza al desaliento. ¡Cristo ha resucitado! Es el grito que sale del corazón de sus discípulos y ahora vuelve a animarnos porque tenemos la certeza de su resurrección, Él es el redentor de todos los hombres, por eso gritemos llenos de alegría que Jesús, el Hijo de Dios, el Señor de la vida ¡Ha resucitado! Que se note en cada uno que también ha resucitado en nosotros, nos ha renovado, nos ha transformado y nos da nuevos motivos para vivir. Seamos testigos de su resurrección. Que no solo provoque sorpresa, perplejidad, asombro. Que podamos ver en nuestro prójimo al hermano, a la her-

mana por quienes Cristo murió y resucitó, para que nuestras parroquias y comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia (cfr. Mensaje Papa Francisco Cuaresma 2015), para que así como las piadosas mujeres al ver el sepulcro vacío se dieron cuenta de la profunda realidad de la Buena Noticia de la que fueron portadoras y que realizaron con alegría, así cada uno de los que hemos sido testigos del infinito amor de Dios, sorprendamos al mundo siendo hombres y mujeres que vivifican el trabajo, la vida familiar, que impulsan los valores, el compromiso, la entrega generosa y el esfuerzo por ser mejores, con el estilo de quien ha resucitado con Cristo y aspira a vivir una vida nueva en la que como dice el Papa Francisco en el Mensaje urbi et orbe 2015 “seamos cauces a través de los cuales Dios pueda regar la tierra, custodiar toda la creación y hacer florecer la justicia y la paz”. Queridos hermanos y hermanas: Unámonos al aleluya jubiloso de la Iglesia. Reavivemos nuestra esperanza. La Resurrección del Señor es el fundamento, es la certeza de nuestra futura resurrección. Que la alegría se desborde en nuestras Diócesis, porque ¡Cristo ha Resucitado! y con su resurrección nos abre las puertas del Cielo, donde, como nos dice San Agustín, “veremos y gozaremos, gozaremos y amaremos. Este será el fin sin fin”. ¡Felices Pascuas de Resurrección!

† Carlos Aguiar Retes Arzobispo de Tlalnepantla † Ricardo Guízar Díaz Arzobispo Emérito de Tlalnepantla † Guillermo Ortiz Mondragón Obispo de Cuautitlán † Francisco González Ramos Obispo de Izcalli † Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G Obispo de Ecatepec † Onésimo Cepeda Silva Obispo Emérito de Ecatepec

† Guillermo Francisco Escobar G. Obispo de Teotihuacán

† Francisco Ramírez Navarro Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

† Juan Manuel Mancilla Sánchez Obispo de Texcoco

† Efraín Mendoza Cruz Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

† Héctor Luis Morales Sánchez Obispo de Nezahualcóyotl

† Jorge Cuapio Bautista Obispo Auxiliar Electo de Tlalnepantla

† Víctor René Rodríguez Gómez Obispo de Valle de Chalco


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