Evangelizar 079 - Julio ​​de 2020

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ISSN 2590-8359 | No. 79 Julio 2020

Lc 15,1


Hagamos espacio a la Palabra de Dios: … Descubriremos que Dios está cerca de nosotros, que ilumina nuestra oscuridad, que nos guía con amor a lo largo de nuestra vida


Por: Delegación de Piedad popular

San Elías

SANTO DEL MES

Año 850 AC Elías significa: "Mi Dios es Yahvé". (El = Dios. IA = Yahvé). En contraposición a un montón de falsas divinidades que el pueblo ignorantemente estaba adorando, suscitó Dios a un gran a continuar su viaje hasta el monte Horeb. Cuando profeta para que recordara a su pueblo llegó, Dios se mostró a Elías, no en los consabidos que solo hay un Dios y que ese Dios es signos del antiguo testamento: fuego, terremoto o Yahvé (Este es el nombre que Dios se dio a del fuerte viento, sino en una ligera brisa. Elías fue sí mismo cuando Moisés le preguntó: enviado nuevamente a su pueblo para continuar ¿Cuál es tu nombre?". Y el Señor le cumpliendo la voluntad de Dios. respondió "Mi nombre es Yahvé, que significa: Soy el El día 20 de julio se reúne en que soy. Yo hice a todos, y a Señor Dios: síguenos el Monte Carmelo una gran mí nadie me hizo"(Exodo multitud de devotos de Elías: 3,14). Ese fue pues el oficio enviando muchos cristianos de distintos ritos, de Elías: tratar de convencer judíos, musulmanes. Todos profetas que, como Elías, a los israelitas de que solo suben allí con los más hay un Dios y que ese Dios anuncien tus mensajes y variados medios de es Yahvé, el Creador de locomoción o a pie, para luchen valientemente cielos y tierra. cumplir sus votos, para contra el pecado y las presentar a sus niños al La memoria de Elías se bautismo y sobre todo para falsas enseñanzas de los guardó siempre viva de cantar y danzar en honor del modo particular en el Monte enemigos de la religión. profeta. Desde el interior del Carmelo, donde se eligió monasterio se escucha el seguir al Dios de Israel. rumor de una gran feria: Según el relato del primer libro de los aquella abigarrada multitud se reúne allí cada año Reyes, capítulo 18, el sacrificio de Elías, en nombre de Elías, el cual continúa ejerciendo su consumado por el fuego que descendió fascinación y su notable influencia en la vida y en las del cielo, mostró al pueblo que Yahvé era creencias de aquellos pueblos. el verdadero Dios. De Elías, los Carmelitas aprenden a oír la voz de Dios en el silencio y en lo imprevisible. Intentan estar siempre disponibles a la Palabra de Dios para conformar la mente y el corazón de manera que el modo de vivir y trabajar sea profético y fiel a la memoria de nuestro Padre Elías.

Elías estuvo disponible para la obra de Dios y enviado a proclamar su palabra. Emprendió un largo viaje por el desierto, un viaje que lo dejó exánime. Se cobijó bajo un árbol y pidió la muerte. Pero Dios no permitió su muerte, sino que lo impulsó

Fuente: https://ocarm.org/es/content/liturgy/san-elias-profeta-solemnidad Asesor General Mons. Fidel León Cadavid Marín

Coordinador General Vicaría de Pastoral

Director Pbro. Javier Otálvaro Álvarez

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Consejo Editorial Delegados de Pastoral

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FORMACIÓN BÍBLICA

Por: Padre Juan Bautista Alzate Arias

La carta a los Gálatas. El evangelio según Pablo a carta de san Pablo a los fieles de Galacia supone varias particularida-des: es la única que al parecer va dirigida a un conjunto de comunidades esparcidas en un territorio “a las Iglesias de Galacia” (1,2) y no a las co-munidades de una gran ciudad. Pablo, pues, se aparta de su praxis de anunciar el evangelio en grandes centros urbanos; al fin y al cabo, parece que la evangelización de los gálatas se debió a una contingencia personal más que a un plan, “una enfermedad corporal me dio ocasión para evange-lizaros por primera vez” (4,13). Otra particularidad es su semejanza en planteamiento con la carta a los romanos, pero en estilo distinto; en roma-nos, Pablo discurre con serenidad y desarrolla temas con soltura; en Gála-tas la escritura es agitada, y no es para menos, pues se trata de una reac-ción inmediata provocada por el cambio de perspectiva de sus fieles con respecto al evangelio. No se sabe exactamente cuándo fue redactada la carta, pero parece que se trata de una de las últimas cartas auténticas de Pablo, solo seguida por romanos; es la segunda mitad de los años 50 del primer siglo. Pablo ya es un evangelizador experimentado y ha tenido ocasión de sobra para cali-brar un problema crucial de los orígenes del cristianismo: la evangelización de los gentiles. Cuando ya parecía un asunto resuelto, surge otra inquie-tud: ¿han de pasar por la ley de Moisés? Pablo, como fiel hijo de la iglesia de Antioquía, tiene muy claro que no y así instruye a los suyos. El evange-lio, la realidad generada en Cristo, supera a la antigua alianza, la cual fue solo un pedagogo hasta la mayoría de edad en la fe (3,24), por eso, volver a la ley es una insensatez y una renuncia a la libertad (3,1 / 5,1).

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De modo que el planteamiento de la carta resulta sencillo: solo el evangelio y la adhesión por la fe pueden otorgar la justificación; este es el argumento que el autor profundizará magistralmente en su carta a los fieles de Roma. Pero de fondo serpentea una realidad preocupante: el peligro de cambiar el evangelio por ofertas religiosas que aparecen concretas, ya experimenta-das y garantizadas por generaciones; abandonar la fe por las obras de la carne es un peligro latente y Pablo no está dispuesto a transigir. La nueva vida en Cristo es muy rica y supera la mera pertenencia de linaje, no hay “judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer” (3,28). Lástima que la propia comunidad cristiana va a olvidar demasiado rápido esta universalidad, dejando de lado, en primer lugar, la inclusión hombre mujer (Col 3,11).


Por: Delegación de Catequesis

FORMACIÓN CATEQUÉTICA

La Palabra de Dios en el sacramento de la Penitencia “Se acercaban a él para escucharlo” Lc 15,1 El Encuentro Quienes se acercaban a Jesús eran “los publicanos y pecadores”. Los primeros, eran encargados de cobrar arriendos de los locales de alguna jurisdicción romana, tildados de ser injustos y lucrarse con dinero ajeno; los segundos, son despreciados por la sociedad, pero sujetos directos de la predicación del Señor. El papa Francisco, hablando de una “cultura del encuentro” como objetivo que debe acompañar la manera en que nos acercamos a las necesidades de los demás, dice: “La fe es un encuentro con Jesús, y debemos hacer lo que Él hacía: encontrar a otros”, a justos e injustos, publicanos y pecadores. El mensaje proclamado por Jesús es para todos y el que quiera puede acercarse para escucharlo; así es el sacramento de la Penitencia, una experiencia abierta a todos. La expresión shemá suele traducirse como escuchar; esto abarca una gama de ideas como, tomar, recibir, obedecer, deseo, atender, acoger, practicar, toma de conciencia, exponerse y salir de sí. Encontrarse con Jesús implica no solo escucharlo, sino tomar la decisión de realizar y comprometerse con su Palaba. Acceder al sacramento compromete empezar un proceso de conversión personal.

Riqueza de la Palabra

No estamos solos

El sacramento, está abierto para que todo el que quiera se acerque y escuche al Señor. Y, al Señor se le escucha principalmente en su Palabra. Por eso, quien se acerca a la Escritura, está invitado a acoger y obedecer a Dios que le habla a través de ella.

Acercarnos a la Palabra y encontrarnos con el Señor por medio de ella, nos garantiza, que en este camino de conversión y reconciliación no estamos solos. Dios nos bendice y fortalece, camina con nosotros, nos acompaña y nos capacita para recibir y dar el perdón.

El penitente, como el confesor, encuentran en la Palabra posibilidades reales de tomar la vida en sus manos y acceder a una mejor, gracias a las invitaciones y exhortaciones que el mensaje trae. Uno y otro se nutre de esta riqueza incalculable e inagotable. Ahora bien, la Palabra habla de cómo Dios perdona al ser humano y cómo este está llamado a perdonar a los otros (Mi 7,18; Mt 6,14-15; Mc 11,25; Lc 7, 47-48). Para quienes se acercan a la Palabra, descubren en ella una brújula segura en el camino de sanación, reconciliación, reparación y perdón. El perdón es una decisión. Elegirlo significa que te has acercado y escuchado a Dios que te habla, y como eco a ese encuentro tomas una determinación que te implica aprender a perdonar y dejarte perdonar por El, a través de tus hermanos.

Por eso, vivir este sacramento de la Penitencia lleva al encuentro con otros y a formar comunidad. Se es perdonado dentro de una comunidad eclesial, para que desde ella se aprenda también a perdonar al que nos ofende.

“Somos, en efecto, todos a la vez y cada uno en particular, templos suyos, ya que (Dios) se digna morar en la concordia de todos y en cada uno en particular” (San Agustín, CD 10,3,2).

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FORMACIÓN LITÚRGICA

Por: Pbro. Jairo de Jesús Ramírez | Delegado de Liturgia

LA COMUNIÓN EN LA MANO

El debate sobre la recepción de la Sagrada Comunión en la mano se ha incrementado en los últimos meses, sobre todo en las redes sociales, ante las normas de bioseguridad adoptadas para evitar el contagio del Covid-19. Con el deseo de propiciar algunas luces, les comparto lo que dice la Iglesia sobre la cuestión. La Santa Sede, a partir de 1969, aunque manteniendo en vigor para toda la Iglesia la manera tradicional de distribuir la Comunión, concede a las Conferencias Episcopales que lo pidan y con determinadas condiciones, la facultad de distribuir la Comunión dejando la Hostia en la mano de los fieles. Esta facultad está regulada por las Instrucciones Memoriale Domini del 29 de mayo de 19681 e Immensae caritatis del 29 de enero de 19732, así como por el Ritual sobre la Sagrada Comunión del 21 de junio de 1973, n. 21. De todos modos es pertinente tener en cuenta lo que sigue:

1. La Comunión en la mano debe manifestar, tanto como la Comunión recibida en la boca, el respeto a la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Por esto se insistirá, tal como lo hacían los Padres de la Iglesia, acerca de la nobleza que debe tener en sí el gesto del comulgante. Así ocurría con los recién bautizados del siglo IV, que recibían la consigna de tender las dos manos haciendo “de la mano izquierda un trono para la mano derecha, puesto que ésta debe recibir al Rey” (6ª catequesis mistagógica de Jerusalén, n. 21). 2. De acuerdo igualmente con las enseñanzas de los Padres, se insistirá en el Amén que pronuncia el fiel, como respuesta a la fórmula del ministro: “el Cuerpo de Cristo”; este Amén debe ser la afirmación de la fe. 3. El fiel que ha recibido la Eucaristía en su mano, la llevará a la boca, antes de regresar a su lugar, retirándose lo suficiente para dejar pasar a quien le sigue, permaneciendo siempre de cara al altar. 4. Es tradición y norma de la Iglesia que el fiel cristiano recibe la Eucaristía, que es comunión en el Cuerpo de Cristo y en la Iglesia; por esta razón no se ha de tomar el pan consagrado directamente de la patena o de un cesto, como se haría con el pan ordinario o con pan simplemente bendito, sino que se extienden las manos para recibirlo del ministro de la comunión. 5. Se recomendará a todos, y en particular a los niños, la limpieza de las manos, como signo de respeto hacia la Eucaristía.

6. Conviene ofrecer a los fieles una catequesis del rito, insistiendo sobre los sentimientos de adoración y la actitud de respeto que merece el sacramento3. Se recomendará vigilar para que posibles fragmentos del pan consagrado no se pierdan4. 7. No se obligará jamás a los fieles a adoptar la práctica de la comunión en la mano, dejando a cada persona la necesaria libertad para recibir la comunión o en la mano o en la boca. La instrucción del episcopado colombiano sobre la Sagrada Comunión en la mano, dice: “Se puede recibir la Comunión en la mano en todo el territorio nacional. Pero recuérdese que es una posibilidad que no puede ser impuesta a nadie ni impedida sin causa razonable. Los fieles tienen el derecho de elegir la forma como desean recibir la Sagrada Comunión. Ayúdese a quienes deseen recibir el Santísimo Sacramento en la mano a hacerlo con todo decoro, pulcritud y devoción. Estén vigilantes los ministros sagrados para evitar abusos y posibles faltas de respeto. Se recordará a los fieles con frecuencia la forma más apropiada para disponer sus manos, es decir, la mano derecha bajo la izquierda, de tal manera que el Cuerpo del Señor se deposite sobre esta última y quede la derecha lista para llevarlo a la boca. La Comunión se hará delante del sacerdote o ministro, inmediatamente recibida en la mano. Será siempre conveniente que quienes optan por esta forma de comulgar revisen su mano izquierda por posibles partículas que hayan quedado y que también deben ser consumidas con todo respeto” .

Acta Apostolicae Sedis 61, 1969, 541-546. Acta Apostolicae Sedis 65, 1973, 264-271. Cfr. Dominicae Cenae, n. 11 4 Cfr. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, 2 de mayo de 1972:, en Notitiae 1972, p. 227) 5 Conferencia Episcopal Colombiana. “Instrucción Pastoral de los Obispos de Colombia sobre algunos aspectos importantes en la celebración Eucarística, en: Misal Romano, p. XCIII.. 1 2 3

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Por: Delegación de Religiosidad Popular

RELIGIOSIDAD POPULAR

DE UNA IGLESIA SACRAMENTALISTA A UNA IGLESIA EVANGELIZADORA El teólogo español Víctor Codina S.J. reflexiona sobre la importancia de impulsar, con fuerza, una vez superado el momento actual, una iglesia evangelizadora que continúe anunciando la buena noticia de Jesús a los más vulnerables. En ese contexto de Iglesia en salida, tendrá pleno sentido la celebración de la eucaristía y de los demás sacramentos. Cuando acabe la pandemia, no volvamos a restaurar la Iglesia sacramentalista del pasado, salgamos a la calle a evangelizar, sin proselitismos, para anunciar con alegría la buena noticia de Jesús a quienes no entran en el templo. Así tendrá sentido pleno celebrar en la comunidad cristiana la fracción del pan y los demás sacramentos. Unas de las consecuencias de la pandemia ha sido el cierre de todos los lugares de culto, de todas las iglesias y templos. También las bendiciones Urbi et Orbi de Francisco fueron ante una Plaza y una basílica de San Pedro vacías. Muchos auguraban una cuaresma y una Semana Santa muy pobre, sin celebraciones litúrgicas, sin Vía Crucis, ni pasos de procesiones. Por una iglesia evangelizadora

Escuchar la voz de Dios Y, sin embargo, ha sido una Semana Santa sumamente profunda y rica, no solo por participar mediáticamente de las ceremonias, sino por algo más hondo: vivir de cerca la pasión del Señor en la pasión y el sufrimiento de los enfermos, lectura del evangelio y oración en familia, experimentar la ayuda a gente mayor solitaria y la colaboración a vecinos, aplausos a médicos, sanitarios, transportistas, trabajadores de farmacias y supermercados, a voluntarios que reparten comidas, etc. Los protagonistas de esta Semana Santa no han sido los curas, ni siquiera sus trasmisiones mediáticas, sino las familias, laicos y laicas, los y las jóvenes. Se ha promovido una Iglesia doméstica, en la que los laicos son protagonistas, donde han sido siempre los papás, no el párroco, quienes han enseñado a rezar a sus niños antes de ir a dormir. Donde hay dos o tres reunidos en nombre del Señor, Él está en medio de ellos. Quizás muchos crean que este cierre de las iglesias ha sido solo un paréntesis pastoral y que pronto se volverá a la situación de antes. Otros, como el sociólogo y teólogo Tomás Halik, de Praga, afirman claramente que este es un tiempo favorable y de gracia, un kairós, un signo de los tiempos, Dios nos quiere revelar algo. ¿Qué quiere decirnos Dios? Cada uno puede dar una respuesta personal, pero a nivel eclesial quizás podemos pensar que el Espíritu nos invita a pasar de una Iglesia sacramentalista y clerical a una Iglesia evangelizadora.

Iglesia sacramentalista sería la que se identifica tanto con los siete sacramentos que tiene el riesgo de considerar al clero como el protagonista de la Iglesia y al templo como su centro autorreferencial o propio, mientras margina a los laicos, descuida la evangelización, el anuncio la Palabra, la iniciación a la fe, la oración, la formación cristiana, sin formar una comunidad cristiana, ni un laicado de ciudadanos responsables y solidarios con los pobres y marginados. Muchos párrocos se angustian al ver que los sacramentos rápidamente disminuyen y sus fieles envejecen. Iglesia evangelizadora es la que hace lo que hizo Jesús: anunciar la buena nueva del Reino de Dios, predicar, curar enfermos, comer con pecadores, dar de comer a hambrientos, liberar de toda opresión y esclavitud. Este era el programa de Jesús en la sinagoga de Nazaret: dar vista a los ciegos, liberar a los cautivos, evangelizar a los pobres, anunciar la gracia y la misericordia de Dios. En la última cena Jesús instituyó la eucaristía, pero el evangelio de Juan situó en la última cena el lavatorio de los pies y el mandamiento nuevo del amor fraterno, completando la dimensión litúrgica con la más existencial y evitar así que la eucaristía se convirtiese en un mero rito vacío.

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TRIBUNAL ECLESIÁSTICO

Por: Padre Ricardo Aníbal García Arango | Vicario Judicial

Las bases del matrimonio sacramental En la vida, es de suma importancia los fundamentos que se reciben para desarrollar un proyecto, y este es el caso del matrimonio sacramental. Este tema es tratado habitualmente por la pastoral familiar de la Iglesia, pero en este caso lo abordaremos desde el Tribunal Eclesiástico Diocesano, donde diario nos corresponde afrontar el tema matrimonial desde la otra orilla, es decir, cuando hay un fracaso matrimonial y las personas buscan esclarecer si su matrimonio es válido o no, donde pretenden que a través de un proceso canónico se defina, para bien de los cónyuges y de todos aquellos que están relacionados con ellos. La preparación al matrimonio implica que en el proyecto está lo conyugal y lo familiar y, visto desde la perspectiva sacramental, está para bien de la Iglesia; el matrimonio, como sacramento, no puede ser fruto de la improvisación y de decisiones apresuradas o de un acto que puede presionar o coaccionar la decisión, más bien, es un proyecto que se va construyendo en el día a día. Es por esto que se necesita una sociedad que favorezca el matrimonio en todo su esplendor, donde se hable de la posibilidad de una vida en común de un hombre y una mujer que se aman y descubran que tienen una vocación para la vida en común y para abrirse al don de la vida y así, con la gracia de Dios, formar un consorcio para toda la vida.

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La preparación al matrimonio necesita de un proceso evangelizador, que puede en primer momento estar en manos de los padres de familia que se convierten en modelo para sus hijos y que esta familia se vea iluminada y acompañada por la fe y la vida sacramental. Recuerdo las palabras de un sacerdote, en la catequesis prebaustimal en su parroquia, donde les insistía a los padres de familia de su compromiso sacramental y les decía: “los domingos, no les puedes decir a los niños que deben ir a misa, sino decirles, vámonos para la misa”, con esto descubrimos el valor del testimonio, porque podemos decir muchas cosas, pero los hechos “arrastran”. El código de Derecho Canónico dispone “que haya preparación personal a la celebración del matrimonio y con ella los esposos se dispongan a la santidad y deberes de su nuevo estado” (CIC can 1063). También lo decía el papa san Juan Pablo II “cuanto mayores sean las dificultades ambientales para conocer la verdad del sacramento cristiano y de la misma institución matrimonial, tanto mayores han de ser los esfuerzos para preparar debidamente a los esposos a sus responsabilidades”, lo que indica que podemos encontrar ambientes reacios al proyecto de vida matrimonial sacramental, pero por esto no podemos desistir de una preparación remota, mediata e inmediata, para llegar a dar el: “sí quiero”, delante de Dios y de la Iglesia, sabiendo todo su significado y edificando sólidamente su vida en común sobre la Roca que es Cristo.


Por: Pastoral Bíblica | Con el apoyo del Pbro. Hernán Darío Cardona S.D.B

EL EVANGELIO DEL DOMINGO

Primera Lectura: Profeta Zacarías 9, 9-10 Salmo 144: “Tu, Dios mío, das la Victoria a tu ungido” Segunda Lectura: San Pablo a los Romanos 8, 9.11-13 Evangelio: San Mateo 11, 25-30

DOMINGO 5 DE JULIO

DÉCIMO CUARTO DEL TIEMPO ORDINARIO “Soy paciente y humilde de Corazón” Exclamó Jesús: — «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera». Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN El texto comienza con la invitación de Jesús a los sencillos porque ellos han abierto su corazón a la revelación del Padre y este hecho es un acto de generosidad divina. La alabanza de Jesús se expresa con un verbo empleado por los judíos para una alabanza futura, en cambio aquí Jesús lo utiliza en el tiempo presente “Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra”. La utilización en presente evidencia como Jesús persiste de manera constante en la alabanza de Dios. Jesús llama a Dios “Padre”, una designación cristiana y típica de Jesús. La precisión con la frase “Señor del cielo y de la tierra” refleja también un gusto cristiano, porque entre los judíos se insistía más en el señorío de Dios sobre el mundo. Para Jesús y para la comunidad cristiana, Dios es Padre, es soberano

y sobre todo cuida la creación. De otro lado, Jesús insiste en la manera como el Padre se revela a todos los seres humanos y en particular a los humildes y sencillos. En Jesús aparece la preferencia por este pueblo de la tierra, porque era despreciado por los ilustrados en la ley y por aquellos pudientes de la sociedad. Para Jesús, Dios tiene sus ojos puestos en los marginados de la historia. El contenido de la revelación del Hijo a los sencillos es el Padre, a quien se debe conocer. El Hijo se transforma en el contenido de dicho conocimiento porque el Padre se revela en el Hijo y el Hijo revela todo de su Padre.

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿De qué manera se puede cultivar la sencillez? 2. ¿Enriquece mi oración este texto de San Mateo? 3. ¿Cuál es mi compromiso para este nuevo día?

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EL EVANGELIO DEL DOMINGO

Por: Pastoral Bíblica | Con el apoyo del Pbro. Hernán Darío Cardona S.D.B

Primera Lectura: Libro de Isaías 55, 10-11 Salmo 64: “En nuestro Corazón sembraste, Señor, tu palabra” Segunda Lectura: San Pablo a los Romanos 8, 18-23 Evangelio: San Mateo 13, 1-23

DOMINGO 12 DE JULIO

DÉCIMO QUINTO DEL TIEMPO ORDINARIO “Salió un sembrador a sembrar” Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar. Y acudió a Él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla. Les habló mucho rato en parábolas. Les decía: — «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte de la semilla cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se la comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotaron en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se marchitaron y por falta de raíz se secaron. Otras cayeron entre espinos, que crecieron y las ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio fruto: unas, ciento; otras, sesenta; otras, treinta. ¡El que tenga oídos, que oiga!» Se le acercaron los discípulos y le preguntaron: — «¿Por qué les hablas en parábolas?» El les contestó: — «A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del Reino de los Cielos y a ellos no. Porque al que

tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías: “Oirán con los oídos sin entender; mirarán con los ojos sin ver; porque está endurecido el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los cure”. ¡Dichosos ustedes porque sus ojos ven y sus oídos oyen! Yo les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ven ustedes y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron. Escuchen, pues, lo que significa la parábola del sembrador…… Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN Comienza una nueva sección del evangelio de Mateo. Se trata del tercer gran anuncio-testimonial y formativo de Jesús a sus discípulos. Los dos primeros, el anuncio de la Montaña (Mt 5-7) y el Manual de la Misión (Mt 10), constituyen los primeros dos escalones en el camino de maduración de los discípulos. Esta nueva enseñanza se centra en un aspecto importante del discipulado: Jesús enseña no solo a obrar –teniendo en vista la maduración de la fe de los suyos- también les enseña a discernir la voluntad de Dios en cada circunstancia de la vida. Para ello, se sirve de las parábolas, las cuales son ejercicios de discernimiento espiritual, tratan de captar el acontecer discreto del reino en medio de los eventos de la vida y motivan para la elección correcta de la voluntad de Dios. La acción del sembrador, un profesional en la materia, en verdad parece extraña pues deja caer algunas semillas en terrenos impropios para el cultivo. Pero, esto corresponde a la realidad del evangelio: más allá de la calidad de la tierra, importa es la calidad de la semilla. Así obraba Jesús: arrojaba su semilla en

corazones sobre los cuales los fariseos ya habían dado su dictamen negativo y excluían de la salvación. La imagen del sembrador arrojando las semillas en los tres primeros terrenos es un retrato de Jesús quien no ha venido “a llamar a justos, sino a pecadores” (9,13). Él proclama ante todo la bondad de Dios, quien no tiene límites para ofrecer sus bendiciones (ver 6,45), pero esto implica de parte de cada hombre hacerse “tierra buena”, de ese modo crecerá la semilla de la palabra. En la parábola del sembrador, el primer enunciado muestra cómo Dios nos ofrece el don de su palabra-semilla sin fijarse de entrada en el tipo de terreno donde va a depositar los granos nuevos. Hay un terreno ideal, pero sucede en un caso de cada cuatro. La otra cara de la moneda en la parábola nos confronta con la seriedad o no de la acogida a la semilla. La palabra, como fuerza de vida (por eso es como una semilla) comienza a generar procesos en la vida de quien la recibe. Cuenta mucho la responsabilidad: “Sucede a todo el que oye la palabra del reino” (13, 19ª).

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿Busco solo buenos terrenos para mi acción pastoral? 2. ¿Cuál es mi actitud con quienes juzgo por prejuicios como “terrenos baldíos”? 3. ¿Cómo impacta mi oración la Palabra de este día?

10 | Julio


Por: Pastoral Bíblica | Con el apoyo del Pbro. Hernán Darío Cardona S.D.B

EL EVANGELIO DEL DOMINGO

Primera Lectura: Libro de la Sabiduría 12, 13.16-19 Salmo 85: “Tú eres bueno y clemente” Segunda Lectura: San Pablo a los Romanos 8, 26-27 Evangelio: San Mateo 13, 24-43

DOMINGO 19 DE JULIO

DÉCIMO SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO “Déjenlos crecer juntos hasta la cosecha” Jesús propuso otra parábola a la gente: — «El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los trabajadores a decirle al amo: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”. Él les dijo: “Un enemigo lo ha hecho”. Los trabajadores le preguntaron: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”. Pero él les respondió: “No, porque, al arrancar la cizaña, podrían arrancar también el trigo. Déjenlos crecer juntos hasta la cosecha y, cuando llegue la cosecha, dirá a los que han de recogerla: “Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y el trigo almacénenlo en mi granero”». Les propuso esta otra parábola: — «El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas». Les dijo otra parábola: — «El Reino de los Cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente».

Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo». Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: — «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo». Él les contestó: — «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los que recogen la cosecha los ángeles. Así como se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su Reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga». Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN Hoy el reinado de los cielos se compara en primer lugar con un sembrador de buena semilla en el campo, luego aparece la cizaña y los segadores le preguntan al dueño cuándo deben arrancar dicha maleza. Los oyentes de Jesús conocen de la aparición de la cizaña junto a la buena semilla en algún momento del proceso de crecimiento. Hasta allí todo es normal. Pero asoma un hecho extraño, el hombre de la parábola no obra como lo hacen de ordinario los sembradores: arrancar de inmediato la cizaña de raíz. Este hombre espera hasta al final, cuando llega el momento de la siega. ¿Será porque cierto tipo de cizaña se enreda en la espiga del trigo en forma de espiral, lo cual dificulta la separación? Podría ser. Pero también la parábola va más allá, si el reinado habla de una manera de ser de Dios Padre, ella descubre la paciencia de Dios, él no pretende arrancar la cizaña a mitad del camino. Él espera y confía en las personas hasta el término de sus vidas.

es muy frágil y casi insignificante, pero el final es amplio y sobreabundante. Los oyentes de Jesús conocen la planta, los golpea en su toma de conciencia un inicio tan pequeño y un final tan grande, el cual brinda mucha confianza y seguridad, pues incluso las aves del cielo anidan allí. Los pájaros hacen sus nidos en lugares altos o al menos confiables para ellos y sus crías. La última comparación de este domingo habla de una mujer. La levadura es el pan viejo endurecido y con moho, el cual, al convertirlo en polvo, le de sabor a la insípida harina nueva. La mujer no sabe cómo toda la masa se fermenta; y el pan viejo siendo poco en comparación con el todo, fermenta la masa completa. La acción de Dios en el mundo puede tener estas dimensiones. La parábola resalta también la desproporción. La comunidad de los “pequeños” del reino tiene la fuerza del evangelio suficiente para fermentar la masa entera. El reinado puede llegar con su capacidad penetrante a las realidades humanas, aún las más escondidas y La segunda comparación del reino se hace con una difíciles, para realizar su obra. El reino debe llegar a semilla muy pequeña, el granito de mostaza. En verdad todos. es una de las semillas más pequeñas, es decir, su inicio

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿Fomento la paciencia con mis hermanos, así como lo hace Dios conmigo? 2. ¿Cómo interpreto la parábola del grano de mostaza? 3. ¿Qué me impacta de la mujer que introduce la levadura en la masa?

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EL EVANGELIO DEL DOMINGO

Por: Pastoral Bíblica | Con el apoyo del Pbro. Hernán Darío Cardona S.D.B

Primera Lectura: Primer libro de los Reyes 3, 5.7-12 Salmo 118: “Cuanto amo, Señor, tu voluntad” Segunda Lectura: De la carta a los Romanos 8, 28-30 Evangelio: San Mateo 13, 44-52

DOMINGO 26 DE JULIO

DÉCIMO SÉPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO “Vendió todo lo que tenía para comprar el terreno” Dijo Jesús a la gente: — «El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante que busca perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra. El Reino de los Cielos se parece también a la red que se echa el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la sacan a la orilla y, sentándose, recogen en canastos los buenos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entienden bien todo esto?» Ellos le contestaron: — «Sí». Él les dijo: — «Ya ven, un maestro de la ley que entiende del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que va sacando de sus tesoros lo nuevo y lo antiguo». Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN Las parábolas del tesoro escondido y del mercader especialista en perlas finas, pueden situarse muy bien en el contexto de la invitación de Jesús a dejarlo todo y seguirle. Es una propuesta fuerte dentro de la opción cristiana, pero vale la pena dejar todo, equivale a adquirir un estado de libertad necesario para el discípulo, preocupado por el seguimiento constante de Jesús. También estas parábolas llevan por dentro toda una invitación para quien optó por Jesús y busca coherencia con la elección realizada, y vive su desprendimiento con alegría, pues el camino del Señor trae consigo la adquisición de una gran riqueza, no negociable ni devaluada. Con el reinado de los cielos sucede lo mismo de la parábola: una vez descubierto en todo su valor, buscamos apropiarnos de él y ningún precio es demasiado alto para pensar en su adquisición. La segunda comparación no es con la perla, como dicen los títulos de algunas Biblias, sino con el comerciante en perlas finas. Si ese comerciante es Dios, cuando este padre encuentra a alguien capaz de abrirle espacio a su acción, esa persona se convierte para él en la perla fina, siempre buscada y añorada y a partir de ese momento, Dios relativiza lo demás para donarse del todo al ser humano. La última comparación del reinado en este pasaje de hoy es con la red. Allí aparecen algunos

elementos quizás no originales, se trata de las alusiones apocalípticas o al menos escatológicas. Según algunos estudiosos la parábola en su origen pudo sonar así: con el reinado sucede como con una red la cual se echa en el mar, y recoge toda clase de peces, y cuando está llena la sacan a la orilla. Esta parábola habla también de totalidad, se recoge toda clase de peces; además, espera hasta lo último, hasta cuando la red está bien llena. Nunca la sacan antes de llenarse de peces. Los oyentes de Jesús conocían el arte de la pesca, pero no ese estilo de recoger todo y esperar hasta tener una red repleta; referido a Dios, este pasaje trae sin duda una novedad. Según las parábolas de san Mateo sobre el reinado, este puede captarse como una acción típica de Dios creador, quien anida en el corazón de cada ser humano, para recrearlo desde adentro. Esa acción busca a todos los hombres, espera hasta el final, empieza muy humilde pero su final es sobreabundante, fascina, produce alegría, y sobre todo dobla a Dios delante del ser humano, pues cuando este se entrega a Dios, el Padre relativiza todo para donarse de manera íntegra a dicha persona. Siempre el reino buscará crear en nosotros los mismos sentimientos de Cristo, para servir a la entera humanidad, en especial a los más necesitados.

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿Cuáles elementos de estas parábolas favorecen mi oración? 2. ¿Soy consciente de Dios Padre quien relativiza todo por mí? 3. ¿Genera algún compromiso de mi parte la oración de hoy?

12 | Julio


Por: Pbro. Sergio Urrego Marulanda | Delegado de infancia y juventud

PASTORAL JUVENIL

ALGO BUENO DEBE HABER ENTRE LA BASURA… En las redes sociales abunda la basura. Conceptos como “desinformación” “Fake news” “virus” “Hackeo de datos” “Fraudes electrónicos” hacen parte inevitable de nuestra vida actual. En esa realidad digital a la que ya nos hemos lanzado “de cabeza y sin casco” como dicen los muchachos, hemos formado una representación virtual de lo que existe en la realidad material y también hemos creado la basura cibernética. Nuestro mundo poco a poco se ha llenado de basura, me refiero ahora a los residuos materiales, esos que conocemos como orgánicos, inorgánicos, peligrosos, domiciliarios, industriales, urbanos, hasta espaciales, nos damos el permiso como especie de crear incluso basura fuera de este mundo; vamos comprendiendo el problema antropológico de la contaminación que generan todos estos residuos no aprovechables, aunque es perturbadoramente cierto que el daño ambiental es más veloz que nuestra comprensión de su impacto.

En fin, como humanos generamos basura material y no podemos evitar generar cantidades de basura digital; esta no es menos peligrosa y contaminante, pues estamos aprendiendo a pasar mucho más tiempo en el mundo virtual, este es ahora el Sitz im leben de muchos. Nuestras relaciones interpersonales son cada vez más relaciones inter-virtuales; nuestras posesiones materiales valiosas, esas que guardábamos en cofres o en cajones secretos, se transformaron en información importante que poseemos y guardamos en “la nube”.

Es verdad que existen millones de lugares en línea llenos de contenidos deleznables cuyas ofertas de entretenimiento adolecen de falta de sentido, pero también tenemos a la mano innumerables espacios de reflexión y creación benéfica en internet. Como ejemplo vi una película ¡fenomenal! llamada “Her” del director Spike Jonze del año 2013, nunca la había visto, pero creo que llegó a mis archivos cinéfilos en el momento indicado. Luego hablaremos sobre esta cinta en otro escrito, solo quiero ahora referir desde su argumento la capacidad que las nuevas generaciones tenemos de interactuar emocionalmente e incluso de construir escenarios de vida en nuestro mundo virtual.

Este mundo virtual no es ficticio, es muy real, las personas viven, comen, crean empresas, dinero, amistades, formas de vida, profesiones, vocaciones “en línea”. Este universo paralelo de la virtualidad aporta y afecta tanto como el material; siendo así, la basura en línea también Seguiremos hablando sobre todo esto, por ahora es bueno encontrar entre tanta basura virtual, es altamente contaminante. lugares y personas cálidas y provechosas. Ejemplo Obviando esos discursos “moralistas de esto es un canal de YouTube que conocí hace desencarnados” de pensar que todo lo virtual es algunas semanas y quiero recomendar a la vacuo y dañino, y reconociendo la genialidad de pastoral juvenil. El canal se llama SMDANI. este que ahora llamo “universo paralelo virtual”, también es razonable invitar a las nuevas Sin mayores comentarios por ahora, explórenlo, generaciones que viven “en la nube” a saber luego hablaremos sobre este, pues en el mundo descubrir que algo bueno debe haber entre la virtual, no todo es basura. basura.

13 | Evangelizar


PASTORAL SACERDOTAL

Por: Mg. Cristian Duque | Psicólogo Seminario Nuestra Señora Marinilla

LA HUMANIDAD DEL SACERDOTE EN TIEMPOS DE PANDEMIA Oración: «Dios bueno y misericordioso, bendice a quienes la crisis del coronavirus ha arrancado de sus vidas habituales para que se sientan amparados y protegidos por Tu Bendición en la inseguridad que caracteriza nuestra sociedad. Penetra en ellos con Tu Bendición para que a pesar de todo el peligro exterior lleguen a la armonía consigo mismos, para que estén en paz a pesar de toda la intranquilidad exterior. Bendícelos para que se conviertan en bendición para los demás. Que Dios arroje la luz de su bondadoso rostro sobre vosotros y os conceda Su Paz. Amén» AnselmGrün Nos vemos expuestos a tiempos difíciles, que han replanteado todos nuestros esquemas de vida, como sociedad y como seres humanos. De un momento a otro, las personas han dejado de venir a nuestros templos, y todas las dinámicas pastorales han debido ser replanteadas, y hemos tenido que reinventar la forma de encontrarnos y celebrar la fe con nuestras comunidades. Sin embargo, todo esto ha llevado al distanciamiento social, y pues, muchas personas vuelven y se volcán en sus espacios familiares y grupos más cercanos, mientras que muchos sacerdotes, religiosos y religiosas quedan solos o con pocas personas en sus parroquias; lidiando con la soledad y con muchas emociones que emergen en medio del tedio, llevando algunos a casos de angustia y crisis.

En segundo lugar, la soledad se nos presenta como situación de crisis o como posibilidad de introspección; mirar adentro lleva consigo la integración de nuestros ángeles y demonios; es una posibilidad de conexión con nuestro más profundo sentido. Jesús siendo un hombre muy social, fue un hombre que vivió grandes y profundos momentos de soledad, en dónde en medio del desierto escuchaba con mayor claridad a Dios y comprendía su tarea histórica.

Luego del despliegue sobre sí mismo, como tercero viene la apertura a los demás, qué bueno sería que utilicemos los instrumentos digitales para vivir en común incluso en tiempos de aislamiento. Los primeros cristianos, que con frecuencia también vivieron aislados, encontraron en las cartas una posibilidad de sostenerse en la fe; ¡Qué tal si empiezas a escribirle unas cartas a tus comunidades, compañeros Las preguntas que podríamos hacernos son: Siendo sacerdotes y allegados! sacerdote, ¿cómo me comprendo en esta sociedad? ¿Dónde encuentro el sentido de mi ministerio?, ¿qué huella Cuarto, aprender a soportar tanto a los otros como a uno mismo, quiero dejar en mi comunidad? Frente a toda esta es una tarea para nada fácil y que constituye todo un arte; Jesús situación, muchos se encierran en sí mismos, otros temen dijo “Amaos los unos a los otros” y San Pablo que convivió mucho lo peor, y así, cada uno reacciona desde su posición y tiempo con las comunidades, exhortó mejor: “Sopórtense unos a recursos psicológicos, y urge que desde la condición de otros”. Estar tanto tiempo con las mismas personas, hace más orientador de vidas, el sacerdote no se repliegue sobre sí, difícil la convivencia, es por esto, que se requiere de la paciencia sino que, por el contrario, se abra a la necesidad de ser y la prudencia que hace verdaderos sabios. Tenemos al lado a la signo de fe y esperanza en medio de la angustia existencial persona que necesitamos para crecer y aprender. de muchos. Quinto, “dejar de quejarnos”, hay muchas personas que, en vez Este tiempo, que se ha denominado “cuarentena”, tiene de agradecer y bendecir al señor, hacen de su experiencia de una particularidad dentro de la vida de la iglesia, y es que oración una “Quejabanza”, ¿Por qué yo, por qué esto, por qué lo dentro de muchos contextos bíblicos el simbolismo del otro? ¡Qué pereza vivir con personas así! Recuerda hermano número 40 ha sido un tiempo de ayuno, de confrontación y sacerdote que Jesús nos invita a ser “Sal de la tierra y luz del preparación para ver obrar la misericordia de Dios; es una mundo” Bonito sería, aprender a ver el lado amable de todas las época que pone a prueba a los seres humanos, no solo cosas, aun este tiempo, como un tiempo para volver al señor y lo desde lo espiritual, sino en todas sus esferas; valdría la verdaderamente importante. pena preguntarnos si estamos afrontando toda esta Sexto, es decisivo que permanezcamos activos en las crisis. Que no estemos entregados a la situación de manera pasiva o quizás realidad con desasosiego o esperanza. depresiva, la depresión es “Ausencia de Dios” “quién a Dios tiene Asimismo, es común que la gente olvide que el sacerdote nada le falta” decía Santa Teresa. No debemos sentirnos es un ser humano de carne y hueso; pero el sacerdote no arrojados sin más a las tormentas de la vida; necesitamos puede olvidar que Dios muestra su poder desde su movimiento por razones físicas, pero también psicológicas. fragilidad, y que tiene que aprender a reconocer la Podemos emplear la cuarentena para volver a respirar montaña rusa de miedos e incertidumbres que vive a profundamente y volver a descubrir ese espacio interior donde diario, cuando no siempre tiene o encuentra las respuestas nada nos turba. para las preguntas existenciales cómo ¿El por qué pasan estas cosas? ¿Para qué? ¿Y qué puedo hacer? Es por esto, Y cómo séptimo, cada momento es sagrado y, por lo tanto, que quiero proponerte unas sugerencias para que puedas nuestro tiempo pertenece a Dios por completo. Los griegos decían que solo lo sagrado permite sanar, este es un tiempo para afrontar de una mejor manera este momento histórico. sanar, para retornar nuestra mirada sobre lo que realmente es En primer lugar, debes fortalecer tu inteligencia emocional, importante, cuánta vanidad, cuántos afanes destinados a la la cual está ligada a la autoconciencia y al autocontrol, es gloría y a la búsqueda de reconocimiento. Basta que Dios nos decir, como persona debes identificar, reconocer y mire, y en este momento te está mirando y te dice: “Hijito mío, te expresar tus angustias, tus tristezas, para luego, darle amo con todas mis fuerzas, ten calma, en este momento de cabida a la gracia, de que eso, sea transformado en quietud, pon todo en orden, y confía en que te tomaré de mi purificación y crecimiento personal. Solo así, podrás abrirte mano y vencerás, en la quietud de este momento no olvides, que a otras personas e interesarte por cómo están los otros, te envié para ser signo de esperanza, primero en ti y luego en los volviendo a hablar de los deseos y esperanzas. demás”.

14 | Julio


Por: Pbro. Frankin Osorio LondoĂąo | Delegado de Pastoral Familiar

El Catecismo de la Iglesia CatĂłlica, respecto a la envidia, aďŹ rma: “La envidia es un pecado capital. ManiďŹ esta la tristeza experimentada ante el bien del prĂłjimo y el deseo desordenado de poseerlo, aunque sea en forma indebida. Cuando desea al prĂłjimo un mal grave es un pecado mortalâ€?. Este sentimiento de envidia dentro del proceso de perdĂłn y reconciliaciĂłn en la familia constituye un obstĂĄculo gigante. Sin embargo, se podrĂ­a llegar a aďŹ rmar que tal sentimiento siempre es ausente, ya que la familia estĂĄ precisamente para alegrarse del bien y la felicidad del otro. Pero la envidia, puede estar presente en todo corazĂłn humano, y atroďŹ a gravemente las relaciones humanas y de manera especial afecta los lazos familiares de amor y unidad. En ocasiones, la envidia es un enemigo imperceptible, es silencioso como el cĂĄncer. El escritor francĂŠs HonorĂŠ de Balzac hace referencia a ella de esta manera: “La envidia se esconde en el fondo del corazĂłn humano como una vĂ­bora en su agujeroâ€?. Parece inofensiva, pero es letal en las relaciones. Es silenciosa, porque es uno de los sentimientos que mĂĄs nos gusta esconder; porque reconocerla, serĂ­a algo humillante y degradante. Parece extraĂąo, pero a la cabeza de muchos malentendidos y discordias en la familia se encuentra la envidia, como aquella tristeza por lo bien que le estĂĄ yendo al otro. Muchas veces ocasiona batallas campales, porque la

PASTORAL FAMILIAR

esposa devenga mejor salario que el esposo o viceversa; o porque el hermano es mĂĄs inteligente y capaz; o uno posee mĂĄs dinero que el otro; incluso, no es raro ver como se destruyen familias enteras a causa de herencias o bienes materiales que dejan los padres a sus hijos y se sufre cuando alguno recibe mĂĄs que los otros. Por tal motivo, no hay nada mĂĄs contrario a la envidia que el amor, como lo escribe San Pablo en 1Cor 13,4: “El amor no es envidiosoâ€?. TambiĂŠn el papa Francisco en su encĂ­clica “Amoris Laetitiaâ€? y teniendo como marco el elogio al amor que hace Pablo (Cf. 1Cor 13), maniďŹ esta que el amor sana la envidia: “Mientras el amor nos hace salir de nosotros mismos, la envidia nos lleva a centrarnos en el propio yo. El verdadero amor valora los logros ajenos,

no los siente como una amenaza, y se libera del sabor amargo de la envidia. Acepta que cada uno tiene dones diferentes y distintos caminos en la vida. Entonces, procura descubrir su propio camino para ser feliz, dejando que los demĂĄs encuentren el suyoâ€?. (Amoris Laetitia NÂş95). El autĂŠn tico amor, sin duda alguna, hace alegrarse por el bien del otro y no sentir tristeza; pues, en realidad el ďŹ n de la familia no es la competencia de quiĂŠn posee mĂĄs o posee menos; sino que uno de los ďŹ nes de la familia es promover la felicidad de cada integrante partiendo de sus propios dones y carismas. Pero cuando en familia se envidia al otro, se genera una gran tristeza dentro de ella, abundan los litigios y termina por autodestruirse, impidiendo dar el paso al perdĂłn y la reconciliaciĂłn.

Para reexionar‌ • Frente a mis padres y hermanos ¿Considero que tengo algún sentimiento de envidia? • ¿De quÊ manera puedo ayudar para que en mi familia nunca reine este enemigo silencioso de la envidia?

15| Evangelizar


PASTORAL SOCIAL

Por: Paula Camila Cardona Cifuentes | Psicóloga Pastoral Social.

Para comunicar, primero escuchar

La comunicación es uno de los procesos más complejos al que nos enfrentamos como seres humanos, generalmente implica presentar ideas, puntos de vista, emociones y hasta el contexto en el que se desenvuelve. Es un proceso natural, pero al tiempo extraordinario, pues la interacción de los actores mediante el canal de trasmisión del mensaje debe darse de forma efectiva; quien habla, desea que quien lo escucha entienda y pueda emitir una respuesta. Una de las principales dificultades en la comunicación se da al momento de escuchar, dado a que es un proceso activo que requiere un esfuerzo superior al que se hace al hablar. La mayoría de las veces nos preparamos para responder, pero no para escuchar; como dice el papa Francisco “escuchar nunca es fácil, significa prestar atención, tener deseo de comprender, de valorar, respetar, custodiar la palabra del otro”. Según lo anterior, uno de los aspectos fundamentales de la escucha es ponerse en el lugar de la otra persona (ser empático), creando un ambiente de confianza en el que se eviten interpretaciones y respuestas automáticas como juicios de valor, interrupciones o irrespeto por lo que el otro manifiesta, de manera que la persona se sienta aceptada y segura.

16 | Julio

Es un proceso activo en tanto se requiere de disposición física, mental y emocional, además de la capacidad de observación para identificar y analizar la comunicación no verbal, los gestos, expresiones y actitudes, el tono y velocidad con el que la persona habla, pues todo esto comunica, y se debe estar preparado para atender a todas estas señales. La definición precisa de cómo prepararse para atender todas las señales nos la brinda el papa Francisco y es “quitarse las sandalias en el terreno sagrado del encuentro con el otro que habla”, una vez nos despojamos de ciertas actitudes, de pretender tener la razón o convencer al otro, o de intentar sobrepasar su dignidad y autonomía como persona, estamos preparados para escuchar y responder asertivamente. A su vez, la asertividad se convierte en otro reto, pues parte del reconocimiento del derecho de todo ser humano a expresarse, a afirmar su ser y establecer los límites en las relaciones sociales, responder asertivamente es poder expresar sentimientos de manera sincera y sin herir al otro. A veces consideramos que, para no herir al otro debemos actuar desde la lástima, una actitud poco favorable en tanto implica una relación de superioridad, ponerse por encima del otro “que sufre” y nos olvidamos que es realmente actuar desde el respeto y la compresión de lo que el otro piensa o siente. Si de verdad queremos escuchar y responder asertivamente, debemos ser empáticos y compasivos, como decía el psicólogo Alfred Adler “Mira con los ojos de otro, escucha con los ojos de otro y siente con el corazón de otro”.


Parte 4

Por: Mons. Gilberto Muñoz Ospina

ANÁLISIS DE LA REALIDAD

EL TRABAJO DON Y OBRA DE DIOS DONADO AL SER HUMANO Durante su ministerio terreno, Jesús trabaja incansablemente, realizando obras poderosas para liberar al hombre de la enfermedad, del sufrimiento y de la muerte. El sábado, que el Antiguo Testamento había puesto como día de liberación y que, observado solo formalmente, se había vaciado de su significado auténtico, es reafirmado por Jesús en su valor originario: “¡El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado! De suerte que el hijo del hombre también es Señor del sábado” (MC 2, 27). Con las curaciones, realizadas en este día de descanso “Pasó del campo y se fue a la sinagoga. Había en ella un hombre que tenía una mano paralizada. Y le preguntaron si le era lícito curar en sábado para poder acusarle. Él les dijo: ¿Quién de vosotros que tenga una oveja sola, si ésta cae en un hoyo en día de sábado, no la agarra y la saca? Pues cuanto más vale un hombre que una oveja; por eso es lícito hacer bien en sábado; y entonces dice al hombre, extiende tu mano. El la extendió y quedó restablecida, sana como la otra” (cf. Mt 12, 9-14; así mismo MC 3, 1-6; Lc 6, 6-11; 13, 10-17; 14, 1-6), Jesús quiere demostrar que es Señor del domingo, porque Él es verdaderamente el Hijo de Dios, y que es el día en que el hombre debe dedicarse a Dios y a los demás. Liberar del mal, practicar la fraternidad y compartir, significa conferir al trabajo su significado más noble, es decir, lo que permite a la humanidad encaminarse hacia el domingo eterno, en el cual, el descanso se transforma en la fiesta a la que el hombre aspira interiormente. Precisamente, en la medida en que orienta la humanidad a la experiencia del domingo de Dios y de su vida de comunión, el trabajo inaugura sobre la tierra la nueva creación. En la mayoría de los textos de los apóstoles, se profundiza sobre el descanso dominical abre al hombre, sujeto a la necesidad del trabajo, la perspectiva de una libertad más plena, la del domingo eterno. “Pues quien entra en su descanso dominical, también él descansa de sus trabajos, al igual que Dios de los suyos” (cf. Hb 4, 9). El descanso permite a los hombres recordar y revivir las obras de Dios, desde la Creación hasta la Redención, reconocerse a sí mismos como obra suya: “En efecto, hechura suya somos; creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos” (cf. Ef 2, 10), y dar gracias por su vida y su subsistencia a Él, que de ellas es el Autor. Se profundiza sobre La actividad humana de enriquecimiento y de transformación del universo puede y debe manifestar las perfecciones escondidas en él, que tienen en el Verbo

increado su principio y su modelo. Los escritos de Pablo y Juan destacan la dimensión trinitaria de la creación y, en particular, la unión entre el Hijo-Verbo, el “Logos”, y la creación. “En el principio la Palabra existía y las Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios…Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe” (cf. Jn 1, 3). “Para nosotros no hay más que un solo Dios. El Padre del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor Jesucristo por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros” (1 Cor. 8, 6); Creado en Él y por medio de Él, redimido por Él, el universo no es una masa casual, sino un “cosmos”, cuyo orden el hombre debe descubrir, secundar y llevar a cumplimiento. “La creación en efecto fue sometida a la vanidad por aquel que la sometió (Adán y Eva), debe ser liberada de la servidumbre de la corrupción, para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios” (Romanos 8,20). En Jesucristo, el mundo visible, creado por Dios para el hombre —el mundo que, entrando el pecado, está sujeto a la vanidad — adquiere nuevamente el vínculo original con la misma fuente divina de la Sabiduría y del Amor. De esta manera, es decir, esclareciendo en progresión ascendente, “la inescrutable riqueza de Cristo” (Ef 3, 8) en la creación, el trabajo humano se transforma en un servicio a la grandeza de Dios.

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PASTORAL EDUCATIVA

Por: Delegación de Pastoral Educativa

¿Qué es educar desde el corazón? Todos guardamos en nuestra memoria aquellos acontecimientos y experiencias importantes que han dejado huella a lo largo de nuestra vida. Asimismo, en el ámbito educativo recordamos a aquel docente que, con su forma y modo de enseñar, de relacionarse, con su humanidad y la confianza que depositó en nosotros, dejó una huella positiva que nos hace captar la realidad más allá de la inteligencia. Cada experiencia que se presenta ante nosotros se da desde nuestro interés siendo más o menos importante, y eso que aprendimos desde la razón y el corazón es lo que realmente ha quedado en nosotros. ¿Qué es educar desde el corazón? para dar respuesta a esta pregunta es necesario que el docente se cuestione sobre:

La educación como un acontecimiento antropológico La educación es un acontecimiento antropológico, porque es algo que afecta a las personas en su relación con otras personas. En la educación, por tanto, es la persona el centro, nunca la técnica o el conocimiento, por importantes que sean. La clave de la educación es la persona, la promoción de la persona. (Prieto, 2019 pág. 4)

¿Qué hago cuando educo? Todo docente debe identificar su principal objetivo y motivación a la hora de ejercer esta profesión y saber que su quehacer va más allá de promocionar el éxito académico en sus estudiantes, traspasar la información de generación en generación, utilizar de forma adecuada la tecnología, etc. Su objetivo es promocionar en todo momento el sentido vital de la persona desde su humanidad.

El objetivo de la educación, en este sentido, no solo es la promoción integral del estudiante, sino también la promoción integral del docente. Solo si el docente crece, hace crecer. La calidad de la educación es en la realización integral del docente. https://bit.ly/3cDn9ls

El acontecimiento de la educación cordial ocurre desde el encuentro Los seres humanos somos, gracias a otros, más que seres sociales, seres comunitarios, es decir, seres que han de hacer su vida acogiendo y dándose a otros. El acontecimiento central de la educación es el encuentro entre docente y estudiante. (Prieto, 2019 pág. 4)

¿Qué puedo ofrecer como docente ¿Qué se entiende por encuentro? El encuentro que no puede ofrecer internet ni las consiste en cierta manera en un diálogo integral de nuevas tecnologías? una persona con otra. Consiste en una experiencia Internet es una herramienta que nos facilita un poco las cosas a la hora de buscar la información, porque a simple vista todo parece estar ahí patente, puedo encontrar todas las respuestas, permite la conectividad continua, sin embargo, el docente permite el diálogo, el encuentro directo, personal y puede mostrar fines y horizontes de sentido que iluminan la vida.

personal radical en la que se hace presente otra realidad personal que resulta significativa. (Prieto, 2019 pág. 5)

Para la transmisión de información no hace falta la presencia, pero para formar y educar sí. El rol del docente a través del encuentro le permite ser guía y facilitador del aprendizaje por medio de métodos o recursos necesarios que impulsen valores necesarios que orienten la vida.

Referencia: Prieto, X. M. D. (2019). La identidad del profesor cristiano educar, acompañar, evangelizar. Scripta Fulgentina: revista de teología y humanidades, 29(57), 71-81.

18 | Julio


ConviĂŠrtanse y crean en el Evangelio.

JesĂşs anuncia y hace presente la misericordia del padre. No ha venido para condenar, sino para perdonar y salvar, para dar esperanza incluso en la oscuridad mĂĄs profunda del sufrimiento y del pecado, para dar la vida eterna


Conoce, adopta y respeta las normas del protocolo de bioseguridad. Debes abstenerte de asistir al templo, si presentas cuadros gripales, temperatura igual o mayor a 38°C, se encuentran dentro de la población de riesgo. Debes conocer previamente horarios, y formas de participar en las celebraciones litúrgicas, así como las formas para la preinscripción requerida. Salir directamente de la casa a la celebración y, al terminar, regresar de igual manera, es una forma de cuidarnos y cuidar a los demás.

www.diosonrio.org.co


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