Evangelizar 071 - Octubre de 2019

Page 1

ISSN 2590-8359 | No. 71 Octubre 2019

Foto: Oscar Torres


Papa Francisco

co

is c n a r F a p Pa

“Todo bautizado y bautizada es una misión. Quien ama se pone en movimiento, sale de sí mismo, es atraído y atrae, se da al otro y teje relaciones que generan vida”


Por: Delegación de Movimientos Eclesiales

San Juan Pablo II ste mes quiero escribir sobre San Juan Pablo II, cuya memoria litúrgica se celebra el 22 de octubre, aniversario del comienzo de su ministerio apostólico petrino. Karol Josef Wojtyla nació en Wadowic (Polonia), 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojtyła y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga murió antes de que naciera él.

tareas pastorales y universitarias. Nombrado Obispo auxiliar de Cracovia en 1958, pasó a ser Arzobispo de esa sede en 1964. Además de participar en el Concilio Vaticano II (1962-1965), con una contribución importante en la elaboración de la constitución Gaudium et Spes, el Cardenal Wojtyła tomó parte en las cinco asambleas del Sínodo de los Obispos anteriores a su pontificado.

Elegido Papa el 16 de octubre de 1978, tomó el nombre de Juan Pablo II, se distinguió por su extraordinaria actividad apostólica, Cuando las fuerzas de ocupación especialmente hacia las familias, los nazi cerraron la Universidad, en 1939, jóvenes y los enfermos, y realizó el joven Karol tuvo que trabajar en una innumerables visitas pastorales en cantera y luego en una fábrica química todo el mundo. Los frutos más (Solvay), para ganarse la vida y evitar la significativos que ha dejado en herencia a deportación a Alemania. la Iglesia son, entre otros, su riquísimo magisterio, la A partir de 1942, al sentir «Oh Dios, rico en misericordia, promulgación del la vocación al sacerdocio, que has querido que San Juan Pablo II, papa, Catecismo de la Iglesia siguió las clases de guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, Católica y los Códigos de formación del seminario Derecho Canónico para clandestino de Cracovia, instruidos por sus enseñanzas, la Iglesia Latina y para las dirigido por el Arzobispo nos concedas abrir confiadamente Iglesias Orientales. Murió de Cracovia, Cardenal nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, piadosamente en Roma, Adam Stefan Sapieha. Al el 2 de abril del 2005, mismo tiempo, fue uno único redentor del hombre. vigilia del Domingo II de de los promotores del Él, que vive y reina. Pascua, o de la Divina "Teatro Rapsódico", Misericordia. Fue también clandestino. Amén» beatificado, el domingo 1 de mayo de 2011, Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios en el seminario domingo de la Divina Misericordia, por el Papa mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Benedicto XVI y canonizado, junto al también papa Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, Juan XXIII, el domingo 27 de abril de 2014, domingo hasta su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1 de de la Divina Misericordia, por el papa Francisco. noviembre de 1946 de manos del Arzobispo Termino esta corta semblanza con la Oración colecta Sapieha. para la misa de su memoria: Realizados sus estudios de teología en Roma, regresó a su patria donde desempeñó diversas

Publicaciones San Antonio Organización COREDI

Evangelizar 3


CORINTO, UNA CIUDAD MULTIFACÉTIC A DONDE EL EVANGELIO CRECIÓ a ciudad de Corinto tiene el privilegio de una documentación excepcional. También el cristianismo llegó a este lugar gracias al ímpetu misionero del Apóstol de los gentiles. Se han conservado dos extensas cartas dirigidas por Pablo a las comunidades cristianas de la ciudad y a las de Acaya, de la cual Corinto es la capital. La ciudad que visitó Pablo a comienzos de los años cincuenta era la nueva ciudad romana de Corinto fundada por Julio César en el año 44 a.C., después de la destrucción de la antigua ciudad griega por el año 146 a.C., es decir, un siglo después. En la época de Pablo, Corinto era ya una gran metrópolis que gozaba de una envidiable posición geográfica, situada como estaba entre dos mares, con un puerto hacia Oriente, en el mar Egeo, y otro hacia Occidente, a orillas del Adriático. Los juegos ístmicos, que se celebraban anualmente a las afueras de la ciudad, la hacían famosa en todo el Mediterráneo. Era una de las ciudades más cosmopolitas del mundo antiguo; en sus calles era común encontrarse con griegos, romanos, orientales y judíos. En Corinto se daban cita comerciantes y empresarios, libertos y esclavos, propagandistas de nuevos cultos y filósofos itinerantes; también existía una comunidad hebrea floreciente que tenía su sinagoga. Allí había representación de todos los cultos de la época; junto a los grandes templos de Júpiter Capitolino, de Afrodita y de Artemisa, podían verse los santuarios de las divinidades orientales como Isis, Serapis y Cibeles.

4 | Septiembre

https://bit.ly/2khDPtq

Por: Pbro. Saúl Nicolás Duque García

Su intenso tráfico comercial aportaba riquezas, lujo, decadencia moral y explotación. El libertinaje y los abusos de Corinto eran hasta proverbiales: “vivir al estilo corinto” se había convertido en sinónimo de vida disoluta, aunque también se decía: “no a todos les es lícito vivir al estilo Corinto”, para indicar tanto el lujo como la vida licenciosa; en esta misma línea, se tienen testimonios textuales que en el templo de Afrodita (conocida como la diosa del amor) prestaban servicio más de mil prostitutas sagradas. A esta ciudad multifacética llega Pablo proveniente de Atenas; allí convivían riqueza y pobreza, lujo y miseria; en ella se dan cita pueblos, religiones y culturas distintas. Con un panorama así también se puede pensar que, al menos aparentemente, se presentaba como una ciudad alejada de cualquier posible apertura al mensaje evangélico. En Corinto, Pablo se pone en contacto con los judíos, que tienen en la ciudad una sinagoga con toda la estructura organizativa de una comunidad de la diáspora. En el ambiente judío de Corinto, Pablo se encuentra con una pareja procedente de Italia, Aquila y Priscila, expulsados de Roma por el decreto de expulsión de los judíos dado por Claudio; gracias a esta pareja, Pablo encontrará hospitalidad y trabajo. Durante su segundo viaje misionero, Pablo se presenta, como él mismo confiesa: “débil y temblando de miedo” (1Co 2, 3). Siguiendo su método evangelizador, el Apóstol empieza predicando en la sinagoga, pero una vez constatado el rechazo de los judíos, se dirige a los paganos. Tras año y medio de grandes esfuerzos, logra formar una viva comunidad, compuesta principalmente por paganos convertidos. No faltan miembros de las clases acomodadas, pero la totalidad de los conversos pertenece a las clases más humildes: “considerad, si no, hermanos, vuestro grupo de llamados: no hay muchos sabios, ni muchos poderosos, ni muchos nobles” (1Co 1, 26). En esta ciudad, con estas múltiples características, la semilla de la Palabra cayó y dio fruto.


n la recta final de este año dedicado a profundizar en cada uno de los ritos y signos del bautismo, en este mes de octubre estamos llamados a reflexionar sobre el compromiso que tiene cada bautizado con la misión; es decir, con el anuncio de aquello en lo que ha creído y en lo que espera. En esta catequesis, vamos a retomar algunos elementos que nos han aportado los últimos Papas al hablar de dicho compromiso: En la fiesta del Bautismo del Señor en el año 2005 nos decía san Juan Pablo II: “la misión del cristiano se inicia con el Bautismo. El redescubrimiento del Bautismo es por lo tanto un aspecto relevante de la nueva evangelización. Renovar en modo más maduro la propia adhesión a la fe es la condición para una participación verdadera y plena en la Celebración eucarística, que constituye el culmen de la vida eclesial.” (San Juan Pablo II. 09.01.2005). También el papa Benedicto XVI, en la fiesta que mencionamos inicialmente, profundizó en ese compromiso que se da a partir de nuestro bautismo: “El compromiso que nace del Bautismo es el de ‘escuchar’ a Jesús: es decir, creer en Él y seguirle dócilmente haciendo su voluntad, la voluntad de Dios. De este modo, cada uno de nosotros puede tender a la santidad, una meta que, como recuerda el Concilio Vaticano II, constituye la vocación de todos los bautizados”. (Benedicto XVI. 07.01.2007), como bien se puede notar el elemento que resalta el Papa es el de la escucha, escucha a Jesús, escuchar su Palabra. El papa Francisco en las ya citadas catequesis sobre el bautismo nos ha dicho: “A través de la fuente bautismal, la gracia se transmite y el Pueblo de Dios camina en el tiempo, difundiendo la bendición de Dios. Cada uno de nosotros se convierte en un discípulo misionero. Por un lado, nunca dejamos de ser discípulos, de aprender, de recibir; por otro, estamos llamados a la misión, a compartir lo que hemos recibido, lo que vivimos: la experiencia de amor, de fe en la Trinidad. Estamos llamado a transmitir la fe. Nadie se salva por sí solo, y todos estamos llamados, a pesar de nuestras limitaciones, nuestros defectos, y nuestros pecados a anunciar a los demás la gracia recibida en el bautismo. Somos una comunidad, y vivir juntos nuestra fe no es un adorno, sino algo esencial de la vida cristiana, algo esencial del nuestro ser de Pueblo que camina en la historia y que da testimonio de que Jesús está vivo” (Francisco 25.01.2014), el planteamiento del papa Francisco retoma la idea original del Documento de Aparecida para hacernos ver esa relación tan inseparable entre discipulado y misión, donde una y otra se reclaman.

La misión del

Cristiano

comienza con el

Bautismo

https://bit.ly/2koaCgz

Finalmente, en el Mensaje para la Jornada Mundial de las misiones del presente año, nos ha dicho el Papa: “Es un mandato que nos toca de cerca: yo soy siempre una misión; tú eres siempre una misión; todo bautizado y bautizada es una misión.

Para la reflexión: 1. ¿Soy consciente de que, como bautizado, es mi deber continuar la misión de Jesús en medio de mi familia, en el trabajo, en el estudio, en mi sector…? 2. ¿Qué puedo hacer en este mes extraordinario de la Misión para que más personas tengan un encuentro con Cristo resucitado? 3. ¿Está presente en mi vida el ardor misionero que debe caracterizar a todo bautizado?

Evangelizar 5


Por: Delegación de Piedad Popular

PRÁCTICAS DE PIEDAD POPULAR, EN TORNO AL AÑO LITURGICO

https://bit.ly/2m4byah

Se puede concluir el ejercicio de piedad con la memoria de la Resurrección del Señor. Serán preferidos los textos en los que resuenen, correctamente aplicadas las palabras de la Biblia, y que estén escritos con un estilo digno y sencillo. En el desarrollo del Vía Crucis se deben alternar de manera equilibrada: palabra, silencio, canto, movimiento procesional y parada meditativa.

ontinuamos exponiendo algunas prácticas de piedad que armonizan bien con los distintos tiempos del año litúrgico. EL “VIA CRUCIS”. Es un ejercicio de piedad especialmente adecuado al tiempo de Cuaresma. Ha sido aprobado por la Sede Apostólica y dotado de indulgencias. Para realizar con fruto el Vía Crucis, pueden ser útiles las siguientes indicaciones: La forma tradicional, con sus catorce estaciones, se debe considerar como la forma típica de este ejercicio de piedad; sin embargo, en algunas ocasiones, no se debe excluir la sustitución de una u otra "estación" por otras que reflejen episodios evangélicos del camino doloroso de Cristo, y que no se consideran en la forma tradicional. Existen formas alternativas del Vía Crucis aprobadas por la Sede Apostólica o usadas públicamente por el Romano Pontífice: estas se deben considerar formas auténticas del mismo, que se pueden emplear según sea oportuno.

Aunque el Vía Crucis se refiere a la Pasión de Cristo, es oportuno que concluya de manera que los fieles se abran a la expectativa de la Resurrección.

6 | Octubre

LA SEMANA SANTA. En los ritos de Semana Santa se ha producido una especie de paralelismo celebrativo, por lo cual se dan en la práctica dos ciclos con planteamiento diverso: uno rigurosamente litúrgico, otro caracterizado por ejercicios de piedad específicos, sobre todo las procesiones. Esta diferencia se debería reconducir a una correcta armonización entre las celebraciones litúrgicas y los ejercicios de piedad, de modo que el amor a las manifestaciones de piedad estimadas por el pueblo, lleve necesariamente a valorar las acciones litúrgicas (tarea ardua, pero necesaria) Las palmas y los ramos de olivo del DOMINGO DE RAMOS; a los fieles les gusta conservar en sus hogares los ramos que han sido bendecidos y llevados en la procesión. Se debe insistir en que lo verdaderamente importante es participar en la celebración y no simplemente procurarse una palma o ramo de olivo; que estos no se conserven como si fueran amuletos. Estas plantas se conservan, ante todo, como un testimonio de la fe en Cristo, Rey mesiánico, y en su victoria pascual.


El testimonio de la virginidad de los célibes

Sello de la pastoral mariana

a virginidad, en su núcleo más Mientras en el Bautismo queda profundo, no es algo de lo que la única consagración la Iglesia pueda dispensarse fundamental, la donación a nunca, porque está impresa en el María la actualiza haciéndola corazón mismo del acontecimiento más explícita y fecunda. Dicho en cristiano, testimonia el carácter otras palabras: no se puede ser “definitivo” y “total” del discípulos de Jesús sin acoger a su acontecimiento cristiano. Y menos Madre. Si en el acto último con el hoy. El testimonio de esta virginidad, cual el Hijo se consagra al Padre, con su sello en la carne, en los Jesús entrega el discípulo a su célibes y en las familias cristianas, ha Madre, este discípulo, a su vez, de estar en la entraña misma de la asegura su propia cualidad de pastoral mariana de la nueva discípulo, entra plenamente en la evangelización. Es como su consagración del Hijo solo contenido mismo y su condición. tomando a María “en su casa”, solo https://bit.ly/2kxjbFK Porque los cristianos solo podemos confiándose totalmente a ella. testimoniar a Cristo testimoniando Todo esto, antes que en el Calvario, ya había que nuestra vida, sea cual sea el estado al que Dios tenido un “ambiente misterioso” en el camino de nos ha llamado, pertenece por entero a Él, en fe de José de Nazaret. fidelidad perpetua. “La vía de la fe de José sigue la misma dirección, queda totalmente determinada Es así que se debería entender aquello que dice con por el mismo misterio del que él junto con María se extrema exactitud, aunque por medio de un había convertido en el primer depositario”. lenguaje teológico y no bíblico, el autor espiritual citado anteriormente, San Luis María de Montfort: Hemos de pedir insistentemente a la Virgen santa “la consecuencia es que nos consagramos al mismo que nos ayude a comprender más y más toda la tiempo a la Virgen Santísima y a Jesucristo; a la riqueza que se encierra aquí. La fecundidad misma Virgen Santísima como al medio perfecto que Jesús de la Iglesia en el mundo, su “maternidad”, está ha elegido para unirse a nosotros y unir a nosotros vinculada a este testimonio de total pertenencia al con él; y a Nuestro Señor como a nuestro fin último, Esposo que es su vida, a Cristo. Es decir, al a quien nosotros debemos todos lo que somos en testimonio de su virginidad. cuanto es nuestro Redentor y nuestro Dios” (Tratado de la verdadera devoción, 125).

José se consagra a la persona y a la obra de Cristo consagrándose esponsalmente a María. “Mediante el sacrificio total de sí mismo José expresa su generoso amor hacia la Madre de Dios, haciéndole “don esponsal de si”.

En este sentido creo que deberíamos fomentar y difundir la antigua y fecunda práctica de la consagración a Cristo por medio de María que la historia de la espiritualidad revela como extraordinaria “atmósfera propia del discípulo” o, para usar las palabras de San Luis María de Montfort, “el ambiente misterioso necesario a su vida” (Cf Tratado de la verdadera devoción, 265). Valorizando la ontología del Bautismo, la consagración a María está orientada a recoger los frutos de la gracia bautismal de manera más copiosa.

Contemporáneamente, con un mismo movimiento. Presentar y subrayar la consagración bautismal por medio de la consagración a María posee un valor terapéutico para el hombre de hoy cuyo sentido religioso se encuentra a menudo atrofiado. Nos confiamos y consagramos a María – como precisaba Juan Pablo II - para confiarnos y consagrarnos más perfectamente a Jesús, o sea, para entrar, según una disposición “maternal” de Dios, más profundamente en la consagración misma de Jesús al Padre. No se trata, por lo tanto, de un gesto extravagante y fuera del camino cristiano, sino como una de las formas más evangélicas de “formar discípulos y misioneros suyos, cuya vocación es configurarse con Él, construir la comunión y evangelizar”.

Evangelizar 7


COMPARTIR ALEGRÍA os hombres, ambos enfermos de gravedad, compartían el mismo cuarto de hospital. A uno de ellos se le permitía sentarse durante una hora en la tarde, para ayudar a drenar el líquido de sus pulmones. Su cama estaba al lado de la única ventana de la habitación. El otro tenía que permanecer acostado de espalda todo el tiempo. Conversaban incesantemente todo el día y todos los días; hablaban de sus esposas y familias, de sus hogares, de sus empleos, de sus experiencias durante el servicio militar y los sitios visitados durante sus vacaciones. https://bit.ly/2m8SmIh

Y todas las tardes, cuando el enfermo ubicado al lado de la ventana se sentaba, se pasaba el tiempo relatándole a su compañero de cuarto lo que veía por la ventana. Con el tiempo, el compañero acostado de espalda, que no podía asomarse por la ventana, se desvivía por esos periodos de una hora durante el cual se deleitaba con los relatos de las actividades y colores del mundo exterior. La ventana daba a un parque con un bello lago. Los patos y cisnes se deslizaban por el agua, mientras los niños jugaban con sus botecitos a la orilla del lago. Los enamorados se paseaban de la mano entre las flores multicolores en un paisaje con árboles majestuosos y en la distancia podía divisarse una bella vista de la ciudad. A medida que el señor cerca de la ventana describía todo esto con detalles exquisitos, su compañero cerraba los ojos e imaginaba un cuadro pintoresco. Una tarde le describió un desfile que pasaba por ahí. A pesar de que el hombre no podía escuchar la banda, se podía ver todo en su mente, pues el caballero de la ventana le representaba todo con palabras, llenas de vida. Pasaron los días y las semanas, y una mañana, la enfermera al entrar para hacer el aseo matutino, se encontró con el cuerpo sin vida del vecino a la ventana, quien había expirado tranquilamente, durante su sueño. Con mucha tristeza, avisó para que trasladaran el cuerpo.

8 | Octubre

Al otro día, el otro enfermo, con mucha tristeza, pidió que lo trasladaran cerca de la ventana. A la enfermera le agradó hacer el cambio y luego de asegurarse que estaba cómodo, lo dejó solo. El señor, con mucho esfuerzo y dolor, se apoyó en un codo para poder mirar al mundo exterior por primera vez. Finalmente tendría la alegría de verlo por sí mismo. Se esforzó para asomarse por la ventana y lo que vio fue la pared del edificio vecino. Confundido y entristecido le preguntó a la enfermera que sería lo que animó a su difunto compañero a describir tantas cosas maravillosas fuera de la ventana. La enfermera le respondió que el fallecido era ciego y que no podía ni ver la pared de enfrente. Ella le dijo: “Quizás solamente deseaba alegrarlo a usted”. Existe una inmensa alegría en poder alegrar a otros a pesar de nuestra propia situación. La aflicción compartida disminuye la tristeza, pero cuando la alegría es compartida, se duplica. Si deseas sentirte próspero y hacer feliz al otro, basta con compartir lo que posees y que no se puede comprar con dinero. ¿Puedes compartir hoy alguna alegría? “hoy” es un regalo, por eso lo llamamos presente. Autor: Anónimo


Primera Lectura: Habacuc 1, 2-3; 2, 2-4 Salmo 94: Si hoy escuchas su voz, no endurezcas tu corazón Segunda Lectura: 2 Timoteo 1, 6-8. 13-14 Evangelio: San Lucas 17, 5-10

DOMINGO 6 DE OCTUBRE

VIGÉSIMO SÉPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Si tuvieran fe como una semilla de mostaza En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor: — «Auméntanos la fe». El Señor contestó: — «Si ustedes tuvieran fe como un granito de mostaza, dirían ustedes a ese árbol: Arráncate de raíz y plántate en el mar”. Y les obedecería. ¿Quién de ustedes que tenga un criado arando o pastoreando, le dice cuando llega del campo: “Ven, siéntate a la mesa”? ¿No le dirá más bien: “Prepárame la cena y sírveme mientras como y bebo, y luego comerás y beberás tú”? ¿Tienen que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Así también ustedes: Cuando hayan hecho todo lo mandado, digan: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que debíamos hacer”». Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN Según el texto, los discípulos piden a Jesús en términos cuantitativos “añádenos fe”; tienen un poco de fe, pero, desean una mayor cantidad. Pero la respuesta del Maestro no les ofrece el método con una receta precisa para crecer en la fe; más bien, el comentario de Jesús va por otro camino, la fe no se cuantifica; más aún, Él pone en crisis la petición; la frase condicional “si… entonces”, somete a sus oyentes a una reflexión; ver el inicio y el final. Para hablar de la fe, Jesús usa una imagen, el “grano de mostaza” (Lc 13,19). El inicio es muy pequeño, pero con un final muy grande; aquí, se habla de “la más mínima fe”. El grano de mostaza en verdad es muy pequeño, pero lleva por dentro una fenomenal fuerza vital. Para Jesús, este poco de fe es suficiente para obtener un fruto extraordinario; ante sus ojos están los árboles crecidos a la orilla del lago de Galilea, en los alrededores de Yaffa, y se refiere a una morera (la

“morus nigra”) un árbol de raíz profunda, y por ello difícil de trasplantar. No le interesa al Maestro tanto la cantidad de la fe, cuanto su autenticidad, su capacidad de donación y entrega para ser solo de Dios. La fe es capaz de obrar cambios impensables. Así sea una pizca de fe. Pero ¿cuál fe? La respuesta viene en la parábola del “siervo cuando regresa del campo” (o parábola del siervo indigno). La parábola interroga a los discípulos. Para ello, Jesús se vale de otra imagen de la vida cotidiana, de un esclavo que trabaja de sol a sol en el campo, propiedad de su patrón: “¿Quién de ustedes si tiene un siervo arando o pastoreando…?” (v. 7a). Tal siervo hace todo en la hacienda de su señor: siembra el campo, pastorea los rebaños y, además, atiende las tareas domésticas; el servicio ocupa su vida entera. Es la fe del discípulo, de quien asume la vida como un servicio, como diaconía en el Reino de los Cielos.

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿Qué es para mí la fe? 2. ¿Cómo llevo adelante mi opción por Jesucristo? 3. ¿Fomento la solidaridad y el servicio en mi vida cotidiana?

Evangelizar | 9


Primera Lectura: 2 Reyes 5, 14-17 Salmo 97: El Señor revela a las naciones su salvación Segunda Lectura: 2 Timoteo 2, 8-13 Evangelio: San Lucas 17, 11-19

DOMINGO 13 DE OCTUBRE

VIGÉSIMO OCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO El Samaritano volvió agradecido Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se detuvieron a cierta distancia y a gritos le decían: — «Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros». Al verlos les dijo: — «Vayan y preséntense a los sacerdotes». Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió

alabando a Dios a grandes gritos y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias. Éste era un samaritano. Jesús tomó la palabra y dijo: — «¿No han quedado limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?» Y le dijo: — «Levántate y vete; tu fe te ha salvado». Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN San Lucas refiere la curación de diez leprosos como una obra de Jesús, y solo uno le agradece. ¡Y era un samaritano! La gratitud es otro elemento del evangelio de Lucas. Ese hecho es motivo de mucha alegría para las comunidades venidas del paganismo. Jesús elimina las desigualdades creadas por los hombres. Se trata del largo y doloroso camino de la periferia hacia la capital, de una religión cerrada en sí misma, a una religión abierta capaz de acoger a los otros como hermanos y hermanas, hijos e hijas del único Padre.

comunidad. Entre los curados hay un samaritano. Él regresa agradecido donde el Maestro. ¿Por qué los otros no volvieron? ¿Por qué el samaritano? En la opinión de los judíos de Jerusalén, el samaritano no observaba la ley como era debido. Entre los judíos había la tendencia a observar la ley para merecer o conquistar la justicia. Por la observancia, ellos acumulaban méritos ante Dios. La gratitud y la gratuidad no forman parte del vocabulario de las personas que viven así su relación con Dios. Quizá por este motivo los judíos no agradecieron el beneficio recibido.

Diez leprosos se acercan a Jesús, se paran a distancia y gritan: "Jesús, maestro, ¡ten piedad de nosotros!" El leproso era una persona excluida. Era marginado y despreciado, sin el derecho a vivir con su familia. Según la ley de la pureza, los leprosos debían de ir con ropa rota y el cabello suelto gritando: “¡Impuro! ¡Impuro!” (Lv 13,45-46). Para los leprosos, buscar la curación significaba buscar la pureza para ser reintegrados en la

Para Jesús, agradecer a los demás por el beneficio recibido es una manera de dar a Dios la alabanza debida. En este punto, los samaritanos daban lecciones a los judíos. Hoy son los pobres quienes desempeñan el papel del samaritano y nos ayudan a redescubrir esta dimensión de la gratuidad de la vida. Cuanto recibimos es un don de Dios que viene hasta nosotros a través del hermano y de la hermana. La gratitud habla de nuestra fe.

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿Encuentro alguna relación entre los leprosos del evangelio y yo? ¿Cuál? 2. ¿De qué manera puedo asumir el papel de Jesús en el evangelio? 3. ¿A qué me invita Jesús en este pasaje?

10 | Octubre


DOMINGO 20 DE OCTUBRE

Primera Lectura: Éxodo 17, 8-13 Salmo 120: Nuestro auxilio está en el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra Segunda Lectura: 2 Timoteo 3, 14-4, 2 Evangelio: Lucas 18, 1-8

VIGÉSIMO NOVENO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Parábola de la viuda y el juez En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: — «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había en la misma ciudad una viuda que no cesaba de suplicarle: “Hazme justicia frente a mi enemigo”. Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: “Aunque ni temo a Dios ni respeto a los hombres,

como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, para que no venga continuamente a molestarme”». Y el Señor añadió: — «Fíjense en lo que dice el juez injusto; entonces Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿los hará esperar? Yo les aseguro que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esa fe sobre la tierra?» Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN El evangelio nos invita a meditar en la oración. Ahora, esta segunda vez (la primera vez fue la enseñanza del Padre nuestro), Jesús recurre de nuevo a una parábola sacada de la vida cotidiana para enseñar la insistencia en la oración (Lc 18,1-8). Es la parábola de la viuda que incomoda al juez sin compasión. Al final, Jesús hace una aplicación de la parábola. La invitación es “orar sin desfallecer”. Este es un rasgo de la espiritualidad de las primeras comunidades cristianas. Luego, Jesús presenta dos personajes de la vida real: un juez sin consideración para Dios y sin consideración para las personas, y una viuda que lucha por sus derechos ante el juez. Jesús, al presentar estos dos personajes, revela la conciencia crítica sobre la sociedad de su tiempo. La parábola presenta a la gente pobre luchando por sus derechos en el tribunal de la justicia. El juez decide atender a la viuda y hacerle justicia. Con un motivo preciso: que la obstinación de la viuda ya deje de importunarle. Motivo bien interesado. ¡Pero la viuda obtuvo cuanto quería! Para Jesús, la oración estaba unida a la vida, a los hechos concretos, a las decisiones de cada jornada. Para ser fiel al proyecto del Padre, el maestro se queda a solas con él, lo escucha en los momentos difíciles y decisivos de su vida. Además, Jesús oraba los Salmos. Al igual que todo judío piadoso, los conocía de memoria. La recitación de los Salmos no mató en él la creatividad. Por el contrario, Jesús llega a componer él mismo un Salmo que nos transmite. Es el Padre Nuestro. A Jesús se le aplica una frase del Salmo: "¡No hago más que orar!" (Sal 109,4).

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿La parábola me invita a la unión con Dios en la oración? 2. ¿En mi oración tengo en cuenta los aportes del Evangelio? 3. ¿Jesús encuentra en mí una fe decidida?

Evangelizar | 11


Primera Lectura: Eclesiástico 35, 12-14.16-18 Salmo 33: El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó Segunda Lectura: 2 Timoteo 4, 6-8.16-18 Evangelio: Lucas 18, 9-14

DOMINGO 27 DE OCTUBRE

TRIGÉSIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha En aquel tiempo, para algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: — «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás, ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.

El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Oh Dios!, ten compasión de mí que soy un pecador”. Les digo que este último bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se engrandece será humillado, y el que se humilla será engrandecido». Palabra del Señor

PAUTAS DE REFLEXIÓN Jesús, para continuar su anuncio sobre la oración, nos cuenta la parábola del fariseo y del publicano. Jesús tiene una manera distinta de ver la vida. Ve algo positivo en el publicano, aunque todo el mundo decía de él: “¡No sabe orar!” Jesús vivía unido al Padre por la oración y todo era para él una expresión de la oración. Dos hombres van al templo a rezar: un fariseo y un publicano. Según la opinión de la gente de entonces, los publicanos no eran considerados buenos para nada y no podían dirigirse a Dios, porque eran personas impuras. En la parábola, el fariseo agradece a Dios ser mejor que los demás. Su oración no es más que un elogio de sí mismo, una exaltación de sus buenas cualidades y un desprecio de los demás y del publicano. El publicano ni siquiera levanta los ojos, pero se golpea el pecho: "¡Dios mío, ten piedad de mí que soy un pecador!" Se pone en su lugar ante Dios. Si Jesús hubiera dejado opinar a la gente y decir quién de los dos volvió justificado a su casa, hubieran contestado: "¡El fariseo!" pero, según Jesús, quien vuelve a casa justificado, en buenas relaciones con Dios, no es el fariseo, sino el publicano. Jesús pone esta realidad al revés. A las autoridades religiosas de la época no les gustó la aplicación de esta parábola propuesta por el maestro de Nazaret. En Jesús, la oración está enlazada con los hechos concretos de la vida y con las decisiones de cada jornada. Para ser fiel al proyecto del Padre, Jesús lo escucha en la oración constante. Su vida era una oración permanente: "¡Yo no puedo hacer nada por mi cuenta!" (Jn 5,19.30).

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL 1. ¿En qué se distingue la actitud del fariseo y el publicano? 2. ¿En mi relación con Dios, asumo actitudes de fariseo y de publicano? 3. ¿Qué me pide Jesús al meditar este texto?

12 | Octubre


Por: Delegación Infancia y Juventud

“…nuestra casa común es como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos… Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla” dice el papa Francisco en su encíclica Laudato Si’. En ella nos recuerda nuestro papel protagónico como cristianos frente al cuidado de nuestra casa común, papel que no se limita a ser espectadores, sino que se deben realizar acciones que puedan garantizar el cuidado de todo el planeta y superar la visión materialista, mirando la creación como un espacio para descubrir al creador. (Cfr. CEC N° 32). En las últimas semanas se han escuchado y viralizado noticias dolorosas que calan en nosotros como participantes de todo el ciclo vital de la naturaleza. El egoísmo del hombre y el silencio cómplice de aquellos que se muestran indolentes, están desangrando nuestro planeta todos los días. Se derriten nuestros glaciares como el caso de “Okjokull” en Islandia, siendo el primer glaciar en desaparecer por completo en dicho país. Contaminamos, secamos, manipulamos y desviamos de sus cauces naturales a nuestros ríos, cobrando así la vida de cientos de especies marinas y terrestres que reciben su sustento de dichas aguas, sin dejar de lado el daño a incontables poblaciones que se ven afectadas también al no poder recibir el líquido vital que emana o emanaba de dichas fuentes hídricas. Talamos y quemamos a nuestro antojo y conveniencia miles de hectáreas de bosques y selvas necesarias para la oxigenación de nuestro planeta, y el hogar de miles de especies de fauna que coexisten en estos hábitats, mucho antes que nosotros los humanos lo hiciéramos. En otros casos, casi vergonzosos, callamos y hacemos la vista gorda con tragedias ambientales como el incendio del amazonas que ardió por más de 20 días ante la mirada del mundo, el escándalo y la opinión de las redes sociales y el actuar de algunos pocos, consumiendo en las llamas más de medio millón de hectáreas (el equivalente aproximado a 13 veces la ciudad de Medellín). Envenenamos nuestros mares, vertiendo toneladas de combustibles fósiles cada año; desangramos sus aguas, cazando irresponsablemente sus peces para nuestro deleite gastronómico. Estas problemáticas ambientales, sumadas a otras más que lastiman a nuestra hermana y madre, constituyen también uno de los desafíos de la Pastoral Juvenil; necesitamos una solidaridad universal nueva (Laudato Si’, 14), que se manifieste ante la cultura de la indiferencia, la negación, la resignación cómoda, entre otras actitudes contemporáneas. Los jóvenes exigen respuestas, exigen también ser parte del cambio y en su ser revolucionario cala fuertemente una creciente cultura ecológica y responsable con el cuidado de nuestra casa común.

Es así como nace la invitación, sumada a los esfuerzos del Santo Padre, de propiciar una responsabilidad ambiental desde las parroquias y los grupos juveniles. La pastoral Juvenil como acción orgánica e integral de la iglesia católica también ha de promover valores que alimenten en sus miembros, que son el “hoy” de la iglesia, el interés de luchar por el futuro de nuestro planeta, generando propuestas y ejecutando acciones que aporten a la conservación del medio ambiente. “Hacer lío” no es solo hacerse notar y valer ante aquellos que opacan e ignoran el actuar de las juventudes, sino también actuar y tomar cartas en aquellas problemáticas sociales que atañen a toda la sociedad. “hagamos lío, pero hagamos un lío ecológico”.

Evangelizar 13


Por: Delegación de Pastoral Sacerdotal

El Sacerdote:

su misión y vocación

l presbítero, en cuando participa del sacerdocio único de Cristo, tiene una particular vocación y misión, la misma que no puede ser sustituida por quien no ha sido llamado. En efecto, el sacerdote no escoge su misión como quien escoge una profesión. El sacerdocio no es una profesión que se escoge, es una vocación (llamado del Señor) a la cual se responde desde la fe con una generosa entrega a Cristo, sirviendo al Pueblo de Dios. La respuesta a ese llamado exige una fidelidad que no puede ser vivida sino desde la fe, desde la centralidad de la persona de Cristo, el verdadero, único y eterno sacerdote de la Nueva Alianza. El sacerdote, en cuando participa del único sacerdocio de Cristo, tiene que ser signo del Buen Pastor, llamado a identificarse plenamente con él. El sacerdote tiene que ser también percibido por los fieles como signo y testimonio claro de Cristo a quien representa. El sacerdote de hoy tiene que vivir su vocación y misión en una sociedad sometida a vertiginosos cambios, tiene que responder a una sociedad que no es la de los tiempos de los apóstoles, sino la sociedad del Siglo XXI, responder ante un mundo globalizado, mediatizado por el enorme poder que ejercen los medios de comunicación social, en esta aldea global, cuyos adelantos tecnológicos puedes servir para el bien o el mal. La necesidad de responder adecuadamente a un modelo de sociedad cambiante, a los nuevos retos que supone la evangelización, requiere de nuevas exigencias en la formación sacerdotal, tanto para los que se están formando en los seminarios como para los que ejercen actualmente el ministerio (formación continua).

14 | Octubre

La misión de la Iglesia es una sola: la evangelización. Para el cumplimiento de esa misión Cristo ha querido que haya en la Iglesia una diversidad de ministerios, que no se oponen entre sí, sino que son complementarios. Como dice San Pablo, no todos pueden ser pastores, profetas, etc. (Cf., 1Cor 12, 28 ss); ¿Qué sería de un pastor a quien le falten los fieles, y qué harían los fieles si les faltara el pastor? Muchos laicos, no cabe duda, realizan una encomiable labor al servicio de la acción misionera, con mucha generosidad y entrega en las parroquias; pero, por mucho que se promocione el compromiso de los laicos, nunca podrán suplir la carencia de sacerdotes. Esto por una razón sencilla: la centralidad de la vida cristina está en la Eucaristía y sin sacerdotes no hay Eucaristía. Por ello, hasta que Cristo vuelva, siempre será necesaria la existencia del sacerdote, porque siempre será necesaria la Eucaristía. El sacerdote está para la Eucaristía. El Presbítero, nos dice el papa emérito Benedicto XVI, "tiene que ser ante todo adorador y contemplativo de la Eucaristía, desde el momento de que es él quien la celebra..." El Concilio Vaticano II ha enfatizado que "...los otros sacramentos, así como todos los ministerios eclesiásticos y obras de apostolado, están íntimamente trabados con la Eucaristía, y a ella se ordenan. Y es que en la santísima Eucaristía se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia." (PO, 5). Es en la celebración del sacrificio eucarístico en que los presbíteros cumplen su principal ministerio (Cf., PO, 13). La Eucaristía es "centro y raíz de toda la vida del presbítero"(PO, 14). El Santo Padre, el papa emérito Benedicto XVI, en el año sacerdotal, quiso destacar la importancia de la identidad y misión del sacerdote en la sociedad contemporánea, haciendo ver que la dimensión misionera del presbítero, la misma que nace de su configuración con Cristo, tiene un sentido profundamente eclesial, como expresión de la comunión con los pastores; sin esa eclesialidad, toda misión perdería su eficacia. Los presbíteros tienen que estar unidos a sus obispos, de quienes son sus más cercanos cooperadores. Los obispos tienen que ser cercanos a sus presbíteros, como "hermanos y amigos suyos", "porque sobre ellos de manera principal recae el grave peso de la santidad de sus sacerdotes; tengan, pues, el máximo cuidado de la continua formación de sus sacerdotes."(PO, 7). Los presbíteros, a su vez, deben ser cercanos a los laicos, ante quienes deben presentarse como "hombres de fe", y ser vistos como "servidores de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios" (1Cor 4, 1). Los presbíteros deben demostrar su vocación de servicio a los fieles laicos, con generosidad, según el corazón de Cristo, que no vino a ser servido sino a servir y dar su vida por nosotros (Cf., Mt. 20, 28). Biografía: Concilio Vaticano II; Decreto presbyterorum ordinis. Catholic. com


Por: Maria Elizabeth Osorio Zuluaga Psicóloga de la Pastoral Familiar

ElEvangelio de la familia: oy como iglesia estamos llamados a evangelizar y peregrinar desde el primer areópago de la fe, la Familia, cuna del cristianismo y de la evangelización. Estamos invitados a recordar hoy la profunda teología de la institución familiar, iniciada en el dogma trinitario, movida desde el amor y para el amor, que nos crea por amor y con la misión de amar. Este amor proveniente de Dios, hace nueva la creación y nos lleva a descubrir, en palabras del profeta, el amor eterno con el cual nos ha amado. El amor creador de Dios invita y lleva al hombre y la mujer a ser partícipes de la obra creadora, invitándoles desde la unión matrimonial a ser a ejemplo suyo una “Koinonia”, es decir, una comunidad que se establezca de un modo arraigado y esencial a los fundamentos de complementariedad, de la unión, asumiendo el proyecto del “otro” como una meta desmarcada de la individualidad; es el proyecto de dos concretizado en uno. El ser de la familia, imagen de la comunidad trinitaria, configura esencialmente su misión. En su constitución de amor, la familia es la institución que tiene la labor fundamental de ir en salida, esto tomado desde las diversas dimensiones. https://bit.ly/2kGHiSk

Misión

de la iglesia

en el mundo actual

La salida en tanto la pareja decide dar el paso a la vida matrimonial, en este caso el hombre y la mujer en su vida de noviazgo, dan el paso a ir en salida; salir de sus propias comodidades, de su vida de soltería, para tomar la opción fundamental y, a la vez, vocacional, en esa perspectiva de constituir un solo proyecto de vida. Mirar los dos un mismo horizonte, el horizonte y la misión del amor. A la vez, esto se perfila de uno u otro modo “aventura y desafío”, en un camino aparentemente desconocido pero que exige el compromiso de ir en salida.

La salida en la misión de ser padres de familia, es la misión de la pareja de esposos que abren sus corazones al don de la vida. En la acogida a los hijos, como cocreadores con Dios, los esposos asumen la hermosa pero difícil labor de cuidar y formar a los hijos; ellos se convierten para los padres en parte de la vida; por tanto, es una misión que acarreará todos los esfuerzos, una labor que durará por el resto de la existencia.

La misión de la familia en la “colonización” de los ambientes para el amor. Irradiar en los diversos ambientes de la sociedad el amor de la familia, forma parte de su misión constitutiva; así como la familia es imagen trinitaria, debe también adoptar la actitud de la “encarnación”, un encarnar el amor que está “ad intra” del seno del hogar y llevarlo “ad extra” en la actitud de salir de sí para reflejar ese amor en otros ambientes. Colonizar, como misión esencial de la familia, es transmitir el mensaje del amor. Es una hazaña en los diversos ambientes de trabajo, de estudio, de compartir, en los espacios que tienen influencia directa cada uno de los miembros de la familia, adoptando una actitud heroica pero esencial de lo que es la misión de la familia.

Evangelizar 15


Por: Área de Pastoral Social

LA MISIÓN SOCIAL DE LA IGLESIA sociedad fragmentada y polarizada necesita hermandad, necesita perdón, necesita honestidad y transparencia; necesita nobles ideales para poder ser liberados de los vicios y las esclavitudes que oprimen a tantos en tan diversos lugares.

El ser humano, dotado de inteligencia y voluntad, tiene la capacidad de conocer y de decidir haciendo uso de su libertad; su conciencia ha de estar iluminada por la bondad, la caridad y la justicia; pero, sobre todo, por la luz de la fe, como medio a través del cual acoge en su corazón la propuesta que viene de Cristo Hijo de Dios.

P

ara todos es conocido que la iglesia existe para Evangelizar, para llenar el mundo de alegría y de esperanza, transmitiendo con fidelidad la enseñanza contenida en la Palabra de Dios; pero la evangelización no se limita al campo celebrativo, al templo o a las acciones cotidianas de cada comunidad parroquial, pues la Iglesia está llamada a empapar con su mensaje todos los ámbitos de esta sociedad; por esta razón, la misión de la Iglesia tiene que ver con todos los campos en los que se desarrolla la vida de la especie humana y es allí en el corazón de hombres y mujeres de todos los tiempos, donde se siembra el Evangelio. Así podemos decir que la Iglesia humaniza y evangeliza: humaniza porque desea la formación integral de cada ser humano, en lo familiar, en los valores, en lo académico, en lo social; sobre esta base de un ser humano integral, a ejemplo de Cristo verdadero Hombre, se construye el cristiano y la civilización del amor predicada y deseada desde siempre. Esta tarea implica, según la doctrina social de la Iglesia, edificar la sociedad partiendo de principios irrenunciables: • La búsqueda del bien común, como lucha por la justicia y la igualdad, como deseo de evitar cualquier tipo de discriminación o segregación por cualquier causa; la búsqueda del bien común implica el espíritu de servicio desinteresado, la renuncia a los intereses particulares y cualquier asomo de egoísmo, ver a mi semejante como Cristo lo enseña: mi hermano. Esta

16 | Octubre

• Los bienes tienen una destinación universal, es decir, no son propiedad absoluta de nadie, pues todos los pobladores de la tierra podemos disfrutar de ellos como un bien común, como un regalo de Dios, como patrimonio conjunto. Todo es don del creador ¿…qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? (1 Cor 4,7). Los bienes son un medio a través del cual nos vamos realizando, pero no son un fin en sí mismo; nos valemos de ellos mientras existimos, hacemos uso de ellos para satisfacer nuestras necesidades, nos movemos en el mundo que es la “casa común”, pues es de todos, y todos la habitamos y por lo mismo es tarea de todos cuidar el planeta y hacer uso razonable de los recursos naturales y de todo cuanto se nos ha dado, necesario para el sostenimiento de la propia existencia. • La subsidiariedad, como medio a través del cual podemos reconocer que el ser humano es el artífice de los diversos modos de convivencia y organización de la sociedad; que tanto el estado y las sociedades están al servicio y para el beneficio del mismo ser humano y su armonioso desarrollo. Todos los órganos e instancias se crean con el único fin de promover, tutelar y ayudar a la construcción del ser humano y la sociedad en la que habita. • Por último, debemos tener en cuenta el principio de la solidaridad, entendida en todo lo que el término implica, pues pide a cada persona responsabilizarse del bien común, y aceptar las cargas que ello supone, poniendo así al individuo al servicio del bien general. Basados en estos principios, comentados de manera sencilla, nos damos cuenta que la misión de la Iglesia es más amplia de lo que podríamos imaginar, pues su tarea es iluminar en todos los espacios, donde sea posible, con la luz del Evangelio, para hacer más digna la vida de los seres humanos, para mostrar un camino ofrecido por Jesucristo que realmente dignifica y responde a los grandes interrogantes que brotan del interior de cada ser humano, y que solo es posible responder a la luz del misterio de la encarnación de Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre.


LA JUSTICIA: ESENCIAL A LA VIVENCIA DE LA PAZ

3 JUSTICIA EN EL NUEVO TESTAMENTO En el Nuevo testamento la JUSTICIA de Dios se manifiesta en las acciones salvadoras y restauradoras de Jesús de Nazareth. Jesús, en su ministerio, anuncia la llegada del Reino de Dios y el restablecimiento de la JUSTICIA de Dios.

3.1 .LA JUSTICIA EN SAN MATEO El evangelista Mateo realiza una especial presentación de lo que significa la justicia en la obra salvadora de Jesús para gloria del Padre. En el bautismo de Jesús, en el Sermón de la montaña, en la controversia con las autoridades Judías, la justicia indica acciones humanas para cumplir la voluntad de Dios, observar sus mandamientos, llevar una vida honrada y justa; como acción divina es, además, la reivindicación de los pobres como obra salvadora de Dios que se revela. Veamos:

“Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos, de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial” (6, 1). Es una exhortación de Jesús a sus discípulos acerca de la realización de la justicia en lo secreto; aparece asociada a las prácticas de piedad Judía como la limosna, la oración, el ayuno, que es la acción compasiva con el prójimo y la actitud de piedad sincera ante Dios. “Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todas las cosas se os darán por añadidura” (6, 33). La enseñanza de Jesús en la montaña constituye la búsqueda del Reino de Dios como práctica de la justicia, que aparece asociada a la confianza en Dios, y a los valores de su Reino y una dura crítica contra la desconfianza en Dios y el afán de búsqueda de seguridad en el mundo pagano.

En su bautismo, Jesús proclama: “déjame ahora, pues conviene que así cumplamos toda justicia” (3,15). Como vemos, la justicia aparece aquí asociada a la actuación de Juan Bautista como cumplimiento de la voluntad del Padre. Jesús recibe pues el bautismo de Juan para que, haciendo la voluntad de su Padre, se cumpla toda “Porque vino Juan Bautista a vosotros por el camino de la justicia a lo largo de su ministerio. justicia y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las prostitutas creyeron en él” (21, 32). Señala san Mateo la “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de controversia de Jesús con las autoridades judías. Se refiere a justicia porque serán saciados” (5, 6). En el que es asociada a la honradez y a la vida recta que promete contexto de la enseñanza de Jesús en la montaña, el bien a Dios y no lo prometen ni lo cumplen. Por eso se la justicia está asociada a la reivindicación de los refiere a la honradez y la vida recta. pobres, oprimidos, desposeídos, que son elegidos por el Señor para su salvación. “Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia porque de ellos es el Reino de los cielos” (5, 10). En la enseñanza de Jesús también en la montaña, la justicia se encuentra asociada a la acción humana de lo que significa la práctica de la justicia en la observancia de los preceptos de Dios, como son la misericordia, la pureza de corazón, la paz. “Porque os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los cielos” (5, 20). Constituye la parte esencial del Sermón de la montaña, que trata de establecer la diferencia entre la nueva justicia, que es el cumplimiento de la ley de Dios en la alianza nueva y eterna, y la justicia según los letrados y fariseos. Por eso Jesús exhorta a cumplirla según la nueva ley en la nueva alianza, para poder ser hijos de Dios. “Para que seáis hijos de vuestro Padre celestial que hace salir su sol sobre buenos y malos y llover sobre justos e injustos” (5,45). Para ser prefectos como vuestro Padre “vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial” (5, 48)

3.2. LA JUSTICIA EN SAN MARCOS

No emplea propiamente la JUSTICIA como sustantivo, sino JUSTO como adjetivo, pero solo en dos oportunidades y contextos diferentes. Jesús les dice: “no necesitan médico los sanos, sino los que están mal: no he venido a llamar a justos, sino a pecadores” (2,17). Se narra cuando Jesús estaba a la mesa en casa de Leví con sus discípulos y muchos pecadores y publicanos. Como era criticado por los fariseos por comer con aquellos, por eso Jesús deja muy en claro su misión. “Pues Herodes tenía a Juan Bautista como prisionero, sabiendo que era hombre justo y santo y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo y le escuchaba con gusto” (6, 20). El evangelista narra el envío de Jesús a la misión a sus apóstoles. Y como el rey Herodes, considerando justo a Juan bautista, lo lleva a la muerte, pues lo había hecho encarcelar por su predicación respecto a que él se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo; y al final, lo llevará a la muerte por influencia de su mujer y la hija de ella.

Evangelizar 17


Por: Pastoral Educativa

https://bit.ly/2X37eWA

LA EDUCACIÓN EN

EL SIGLO XXI a educación tradicional, bancaria, masiva, del siglo pasado, reflejaba la formación basada en valores humanos auténticos y propios de esa época, bien profundos y arraigados, con un conocimiento académico más memorístico que práctico, lo que contribuyó a sentar las bases para afrontar los retos de la época actual por la globalización, con desarrollo tecnológico, incluyendo la comunicación, las telecomunicaciones y la forma de relacionarnos con el mundo que nos rodea; mediante el desarrollo de competencias, que ha sido una de las estrategias actuales más eficaces para contribuir a enfrentar, desde lo educativo, las exigencias propias del nuevo milenio. Esta noción, que sitúa el aprendizaje en un espacio más amplio que el escolar, concibe la educación como un proceso permanente durante toda la vida y en diferentes espacios vitales. El sistema educativo destaca la importancia de que la función de la escuela debe trascender más allá de dar unos conocimientos, hacia el desarrollo de destrezas y habilidades, actitudes y valores que se hagan evidentes en la interacción con otros, en contextos de calidad, el cual guarda relación con el derecho del estudiante a alcanzar los objetivos y fines consagrados constitucional y legalmente, independiente de sus condiciones socioeconómicas o culturales, y a desplegar las capacidades necesarias para alcanzar su desarrollo humano integral. La Constitución de 1991 refleja las

18 | Octubre

aspiraciones de la sociedad colombiana en cuanto a una educación incluyente y de calidad, como requisito esencial para sustentar el desarrollo económico y la vida democrática. Las instituciones educativas, en todos los niveles, gozan de un importante grado de autonomía, y sus estructuras de organización están abiertas a la participación de los ciudadanos. A propósito de la celebración del segundo centenario de la independencia de nuestro país en el presente año (2019), el Gobierno Nacional ha propuesto una agenda de desarrollo con la convicción de que una visión de futuro permitirá orientar desde ahora las políticas públicas hacia la consecución de metas ambiciosas en el campo educativo, pero posibles. Estas propuestas, inspiradas en los ideales éticos de un modelo político democrático y un modelo económico sin exclusiones, han sido definidas con el ánimo de lograr cuatro grandes objetivos: una economía que garantice mayor nivel de bienestar, una sociedad más igualitaria y solidaria, una sociedad de ciudadanos libres y responsables y un Estado al servicio de los ciudadanos. En 2019, el sistema educativo Colombiano ha alcanzado una cobertura bruta del 100% en los niveles de preescolar, básica y media. Esto ha sido posible gracias a la ampliación de la capacidad del sistema y a una importante mejora en la retención escolar, de modo que gran parte de quienes ingresan al preescolar puedan culminar la educación media. El 100% de los niños de 3 y 4 años está vinculado a alguna modalidad de atención que integra estrategias pedagógicas con programas de protección a la primera infancia y atención a las familias, orientadas a estimular su desarrollo cognitivo, sin ningún costo económico, para el ingreso a la vida escolar.


ín david Mar

el León Ca Mons. Fid

“Ser discípulo de Jesús, pide imitarlo. Servir es el único modo de ser discípulo de Jesús y el único estilo que permite cumplir la misión de evangelizar”.


Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo

Congreso Misionero Diocesano | Octubre 19 Jornada Mundial de las Misiones Colecta “DOMUND” | Octubre 20


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.