Eco de voces sin aliento Compilación y edición Carlos Araque Osorio

Page 66

luego semiangustiada, para terminar en un acto de impotencia) ¿Entiende usted? Ya nadie desea estar aquí. Nadie ¡Necio! ¡Más que necio! Hace días terminamos con el agua. Semanas del último mendrugo de pan ¿Y todavía desea permanecer aquí? (Se pasa al otro lado de la silla) ¡Anda! Díselo tú. A ti te hace caso. Un poco de razón. Imprégnale un poco de razón. Tan sólo un poco. Los años que viviste siendo su prisionera ahora te permiten conocer sus debilidades y tratarlo como tu sirviente. ¡Anda! ¡Díselo! Velo a los ojos. No le despegues la vista ¡Acósalo como él lo hizo! Así, eso, así. Tú sabes cómo (Ríe) Es débil y tú lo sabes. ¡Qué escena aquella! Luego de la frase es débil y tú lo sabes venía un close up a su cara angustiada. Un impacto visual al espectador. Sin movimiento, sólo su cara. Mientras le tomaban fotografías yo me peinaba. Bebía esa mezcla de piña con coco y un poco de ginebra ¿Un poco? Para la primera actriz lo que quisiera. Pero no era la protagónica. No tenía cartel. Sólo una actricita de teatro. Si, de teatro. De espacios experimentales, por lo tanto, sin premios, sin participación en bienales, ni en muestras nacionales. Algunos diarios locales escribieron de mis actuaciones en algunas funciones. Pero jamás los de mayor circulación. Cuando se estrenó la película se dijo de la actriz protagónica. Cuando fui premiada, estos últimos, se abocaron a mencionar los pleitos de la principal. Ella fue nominada sin ganar. El escándalo fue mayúsculo. Ya no tuve contratos en la televisión. Un dramaturgo, también sin cartelera me escribió una obra. Vol-66-


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.